jueves, septiembre 27, 2007

México país en pié de lucha contra el empleo

Realmente que importan las cifras macroeconómicas estables, muy estables, paridad peso dólar moviéndose en una banda estrecha en un mercado libre, intereses relativamente bajos y la gloria para el FMI cero déficit fiscal (no por mucho tiempo); que importa tener tratados de libre comercio con muchos países, empezando por el de América del Norte, siguiendo con la Unión Europea, Japón, uno de los países con mayor apertura comercial del mundo. Si a pesar de ello….NO crecemos, bueno lo hacemos a una tasa raquítica, mientras que la mayoría de los países emergentes lo hacen a tasas superiores al 5 por ciento, en promedio al 8 por ciento, nosotros al 2.8 por ciento, como si fuésemos una nación industrializada, como si fuésemos Alemania. Y, la consecuencia del bajo crecimiento económico que es EL PROBLEMA de México, está la muy baja generación de empleos, los empleos mal pagados, y esto tiene una consecuencia importante es imposible, simplemente imposible atacar la pobreza si no se dan los empleos, por eso, los programas gubernamentales asistencialistas como llámese Solidaridad u Oportunidades son meros paliativos que aligeran que alivian los síntomas pero no le ponen remedio a la pobreza. Tampoco el remedio es la educación, ayuda, claro, la pobreza es ante todo falta de capital humano, carencia de ofrecer a los demás algo que sea valorado y útil y que a cambio se reciba un ingreso. ¿De qué sirve tener una carrera universitaria si no hay quién demande profesionistas? En México, tener una carrera universitaria ya no es una garantía de que con ella, con el capital humano adquirido se pueda mejorar la condición socioeconómica, esto es simplemente la verdad. ¿Cuántos profesionistas están de taxistas, de informales? Muchos, tantos como un tercio del PIB que se genera en la informalidad. La formación de capital humano, es dicho crudamente, casi irrelevante, ya no ayuda en gran cosa. ¿Por qué?

La respuesta es simple, y nos lleva a otras interrogantes: Por que no hay crecimiento económico, y, ¿Por qué no hay crecimiento económico? Por varias razones, primera por que nos estamos des industrializando, cada vez hay menos manufactura de todo, hemos privilegiado la importación de bienes y abandonado la industria, voltea a tu alrededor y dime cuántos artículos, ropa, zapatos, automotores fueron hechos en México, muy pero muy pocos. Existen empresas mexicanas de clase mundial, eso es cierto, Cemex el más importante ejemplo, seguido por Modelo (cerveza Corona), FEMSA, Bimbo y otras, que crecen vigorosamente, pero no son suficientes para generar un millón de empleos, por lo menos, bien pagados para poder terminar con el problema de la pobreza. Segundo, el sector primario, el campo es un desastre total, equivocados totalmente con los minifundios y la poca o nula garantía sobre la propiedad y la inexistencia de la propiedad privada cambiándola por una figura que sólo a los mexicanos se nos podría haber ocurrido La Propiedad Social. El campo agoniza, los cultivos son erróneos ya que no privilegian las ventajas competitivas y seguimos sembrando lo que los Aztecas, pura tradición.

Pero, esto ¿Es culpa del “Neo” Liberalismo?, ¿Es culpa del Consenso de Washington? No, no lo es, el culpable real es el SOCIALISMO disfrazado que impera en nuestro país desde hace 80 años, la rectoría del Estado, las empresas del Estado, ineficientes y corruptas, caras y que mantienen muchos privilegios y prebendas a sus trabajadores a costa de la competitividad del país, esto fue lo que derrumbó a la Unión Soviética y va a ser lo que va a derrumbar a México. Además reforzado el cuadro con un montón de leyes estúpidas (como nos encanta hacer leyes idiotas), empezando con la propia Constitución, eso sí muy “justas”, que hacen que en este país no sea rentable invertir, o, no tanto como en otros países que literalmente “nos roban el mandado”. Es verdaderamente increíble, de veras, que teniendo una frontera con la principal economía del mundo, una empresa cualquiera mejor se vaya a China, Vietnam, Taiwán, Estonia, Eslovaquia, ¡Macedonia! Que aquí. Y no obstante lo claro del fenómeno no hacemos nada, absolutamente nada, y permanecemos impávidos, es más, peor aún, agravamos las condiciones para que sea menos atractivo invertir en México. Los Mexicanos creemos que somos una chulada de país, que por simpáticos y fiesteros, por que nos quiere la Virgencita de Guadalupe, por que tenemos apertura comercial, ya con eso es más que suficiente para ser foco de la atención de la inversión. La realidad, es que al inversionista poco le importa lo que creamos, y mientras él vea que aquí no es rentable, no hay seguridad jurídica, no hay seguridad patrimonial ni física, las leyes son un camote y para acabarla muchas, somos prolíficos, exuberantes para hacer leyes, muchas, muchas. La consecuencia es que no van a invertir aquí, van a encontrar mejores países y se acabó, allá crecieron, allá se dieron los empleos y aquí NO. Pero eso sí, seguimos creyendo que este es una chulada de país, pues bien, para la inversión NO LO ES, es un país mediocrón situado a media tabla en una lista de 165 países, ni más ni menos.

Y este es el punto realmente importante que parece ser que nuestros políticos son incapaces de percibir, no obstante que "El Presidente del Empleo" sea el que está en Los Pinos; el principal problema de México es el bajo crecimiento, de él derivan muchos otros problemas y nadie en el gobierno tiene por objetivo primordial el obtenerlo, están felices con nuestra mediocridad y se enfocan como buenos socialistas que son a “redistrbuir” la riqueza, a dar dádivas, seguros de desempleo (no les va a alcanzar el dinero nunca).

Y es que parece que no pueden entender que el crecimiento económico y la generación de empleos se debe a la actividad productiva, es decir que simple y llanamente depende de las empresas, y en consecuencia de los empresarios, y por empresario entiéndase desde el que pone una taquería, una papelería, una tiendita de alimentos, hasta los que ponen una aerolínea, un hotel, una fábrica de automotores, todos tienen en común exactamente los mismo: Invierten su capital, para obtener utilidades. Una persona (física o moral) que posee capital tiene básicamente tres opciones para obtener una renta: Invertirlo en los mercados financieros, que va desde inversión en instrumentos de deuda gubernamentales CETES, o privados bonos, o fondos de deuda, o la Bolsa de Valores; invertirlo en algún bien raíz que le proporcione una renta, y tercero, y finalmente invertirlo en algún negocio. Todas estas opciones virtud de la globalización no necesariamente van a ser en México, siempre hay posibilidad de que invierta en la bolsa de Nueva York, compre bonos del Tesoro de EU, compre un condominio en Miami, o ponga un negocio en algún país del mundo. Esto es importante por que se contrapone con la visión aldeana de la Economía que tienen nuestros políticos, lo que les impide comprender que hay otros lugares en donde colocar el dinero, y que cuando el dinero se coloca en China no se coloca acá, y que se crean empleos en China y no acá, es obvio, es trivial, pero NO lo entienden por que son unos idiotas.

También es cierto que el gobierno no crea empleos, en todo caso crea burocracia que no producen riqueza, sólo se requieren para mantener el funcionamiento del Estado y sus salarios se pagan utilizando impuestos, es decir son unos parásitos, roban recursos, impiden la formación de capital. En México debido a que existen importantes segmentos de la economía vedados a la inversión privada se tienen empresas paraestatales que si crean empleos y además lo hacen de privilegio resultando en empresas poco productivas que inciden dañando la economía del país. Además, es obvio que estas empresas ya de por si ineficientes, y con exceso de personal, ya no es posible aumentar en forma significativa ni su crecimiento ni el número de empleos que en consecuencia se puedan generar. Por tanto, la conclusión importante de todo esto es que el gobierno no puede ni hacer crecer la economía ni crear empleos, por una razón muy sencilla: Por que el crecimiento y los empleos son resultado fundamentalmente de la inversión privada, local y extranjera, y ningún gobierno, ninguno que quede claro puede obligar a un empresario a invertir primero productivamente y luego en este país.

En un estudio estadístico que realicé desde 1994 referente a cuantificar que cantidad de inversión se requiere para crear un empleo formal me encontré que la cifra es de alrededor de 30,000 dólares/empleo, y por tanto, se requieren 30,000 millones de dólares anuales de inversión para crear un millón de empleos formales que se requieren para dar empleo a los jóvenes que se incorporan cada año a la PEA. Esta cifra no es menor, y es evidente que ni el gobierno, ni los empresarios locales tienen disponible esta cantidad de dinero por lo que es evidente que necesitamos que la inversión extranjera directa tenga un papel protagónico en la inversión.

Y, aquí viene la pregunta importante ¿Por qué yo empresa que fabrico el producto X o quiero construir un hotel Y, voy a invertir en México? ¿Por qué en México?, y no en China, o Guatemala, o Colombia, o Brasil, o Rep. Checa, o Polonia, o Hungría, o Vietnam, por listar solo algunos de los posibles competidores de ese dinero, por qué es lo primero que debemos entender, existe competencia (que horrible palabra) por capitales productivos. Esos capitales productivos en tan sólo 6 años han permitido a 450 millones chinos pasar de la pobreza a ser una clase media, han permitido a 7 millones de irlandeses pasar de la pobreza a ser ya no una clase media, sino un pueblo pudiente con un ingreso per cápita medio mayor a 35,000 dólares anuales, superior a la media de Francia, Inglaterra y Alemania. Poca cosa ¿no es así?

Por consiguiente, la pregunta más importante es: ¿Qué es lo que determina que una empresa quiera invertir en un país? Y conocida la respuesta, ¿Qué podemos hacer para que esa condición se cumpla lo mejor posible? Estas son las preguntas que todo gobierno que quiera que su país progrese debiera hacerse, sin embargo, el mexicano como un autista, encerrado en su propio mundo, tiene sus propias respuestas que no se apegan a la realidad de las cosas en un mundo globalizado.

Y estos cuestionamientos los intentaré exponer en los post siguientes.

martes, septiembre 25, 2007

Socialismo o Muerte

El siguiente Post, lo escribí hoy para “Lupa Ciudadana” a propósito de la aseveración de dos participantes que afirmaban que el “Neoliberalismo” aplicado en México es la fuente de nuestra incapacidad para crecer como debería un país emergente. Por supuesto que esto no es cierto, la real causa de nuestra incapacidad es que mezclamos socialismo con liberalismo (sólo apertura comercial casi diría yo) y un férreo control en las finanzas públicas, es decir cero déficit. La combinación de factores, como ya lo he explicado en incontables ocasiones en este espacio resultan en un “champurrado” con consecuencias desastrosas para la economía en general.

Los izquierdistas de la “Lupa” afirmaban que Venezuela y Argentina, países declaradamente socialistas crecen a tasas elevadas y nosotros los “neo” liberales a un raquítico 3 por ciento (que quizá acabe en un 2.7 por ciento). Por este motivo me avoqué a documentarme bien sobre el fenómeno y dar aquí una explicación.


Primero, existe un antecedente sobre el tema que escribí en marzo del 2006, un análisis de tres países: Argentina, Brasil y Venezuela, los remito aquí mismo al post:

http://mexicoliberal.blogspot.com/2006/03/el-socialismo-en-latinoamrica-nuestro.html

Y sigue un claro desglose de lo que pasa en la patria del “Socialismo o Muerte” del payaso continental, el coronel Chávez.

Venezuela realmente no funciona como un país, sino una empresa petrolera con problemas sociales. Sin lugar a dudas, es el país más petrolizado del hemisferio, ya que el petróleo representa alrededor de 80 por ciento de las exportaciones y más de 50 por ciento de los ingresos del gobierno. Los ciclos económicos se explican prácticamente en su totalidad a través del precio del petróleo: cuando es elevado, la economía está en expansión y cuando es bajo, entra en recesión.

En diciembre del año pasado, Hugo Chávez ganó la elección presidencial para un nuevo período de 6 años, con una ventaja de 23 por ciento sobre su contrincante, Manuel Rosales. La actividad económica tiene 3 años de crecimiento acelerado y la tasa de desempleo es casi la mitad de lo que fue hace 5 años. Han aumentado significativamente los salarios y han incrementado los programas sociales. El gobierno bajó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 14 a 9 por ciento a mediados de año y ha disminuido la carga de deuda externa de largo plazo de 37 a 17 por ciento del PIB en los últimos tres años. La balanza comercial arrojó un superávit de 33 mil millones de dólares el año pasado y la cuenta corriente registró un saldo favorable de más de 15 por ciento del PIB. Las reservas internacionales llegaron a 37.4 mil millones de dólares a finales del año pasado, un máximo histórico para el país.

Las buenas cifras económicas y la popularidad del Presidente Chávez, se deben al elevado precio del barril de petróleo en los mercados internacionales. Muchos piensan que Chávez no hubiera podido mantener tanto poder sin no fuera por lo mismo. Sin lugar a duda, la marcha de la economía se explica por el entorno económico. Sin embargo, no todo está bien y es previsible que la situación actual no pueda mantenerse intacto por mucho tiempo.

La economía creció 8.8 por ciento en la primera mitad del año. Sin embargo, es menos de lo que fue el año pasado y prevalece una tendencia de desaceleración. Inclusive, por primera vez en 13 trimestres, el PIB disminuyó en 0.5 por ciento en el primer trimestre respecto al periodo anterior en términos ajustados por la estacionalidad. Uno de los motivos es que la producción petrolero ha disminuido. Sin embargo, se prevé que el ritmo de crecimiento no es sostenible porque no ha sido acompañado por un incremento en la inversión. La formación neta de capital permanece en 19 por ciento del PIB, a pesar de que la economía creció en un promedio de 13 por ciento anual en los últimos 3 años. Hasta ahora, el PIB ha crecido en forma acelerada sin mayor inversión, dado que existe una economía de consumo soportado por los altos ingresos del petróleo.

Las importaciones crecieron más de 42 por ciento en los primeros 3 meses del año, arriba de 10 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior. En cambio, las exportaciones disminuyeron en línea con la tendencia que prevalece desde 2006. El consumo público ha desacelerado de 7.4 por ciento en 2006 a 4.5 por ciento en el primer trimestre del año. Sin embargo, el consumo privado crece a razón de 19 por ciento anual, producto de las políticas expansivas del gobierno, como salarios más elevados, controles de precios y subsidios públicos.

Uno de los problemas es la inflación, que había llegado casi a 20 por ciento a mediados de año, casi lo doble de hace apenas doce meses. El incremento se explica a través de alzas en los precios de alimentos, que representan 23 por ciento del índice de precios. El crecimiento acelerado de la demanda agregada presiona los precios y los que más han aumentado son los de los restaurantes y equipo para los hogares. También ha contribuido a esta presión la depreciación del tipo de cambio paralelo, que es prácticamente el doble de la paridad oficial.

Las medidas principales para controlar la inflación ha sido el control de precios y la mayor importación de bienes que están sujeto al control. Pero aún así la inflación iba en aumento y amenazaba en terminar el año por encima de 20 por ciento. Por lo mismo, el gobierno anunció una disminución en el IVA de 5 puntos porcentuales, que se aplicó en dos fases (marzo y julio), aprovechando una posición fiscal relativamente favorable. Con esta medida, la inflación disminuyó a 15.9 por ciento. Sin embargo, esta medida tiene un efecto de una vez por todas en los precios y no servirá para revertir la tendencia alcista más adelante.

Ahora el gobierno ha decidido lanzar una nueva moneda, el "Bolívar Fuerte", que remplazará el bolívar a razón de mil por uno. Oficialmente se dice que es una medida antiinflacionaria, pero no es parte de una verdadera política de estabilización. Hemos de recordar la reforma monetaria mexicana fue similar y el efecto fue neutral. Por más que quiera vender la medida como una política para abatir la inflación, debemos considerarla no como una medida de política económica, sino de política política. En el fondo, Chávez quiere una nueva Constitución, que entraría en vigor el mismo día (primero de enero de 2008) que la nueva moneda.

Si el gobierno no modifica las políticas existentes que alimentan la inflación, éste no cederá y seguirá en aumento en el futuro inmediato. Lo que explica la aceleración en el aumento de precios es el crecimiento acelerado de la demanda agregada, producto de la política salarial y los programas asistencialistas del gobierno. Lo más seguro es que estos permanecerán mientras los precios del petróleo sigan elevados. Sin embargo, la política cambiaria de un tipo de cambio fijo seguirá acumulando un desequilibrio potencialmente explosivo. Entre más tiempo dure la política económica actual, más grande será la crisis futura producto de una corrección eventual.

Así que sólo es cuestión de tiempo, como nosotros, otros socialistas pero medio disfrazado el asunto pero igual, petrolizados, poco competitivos con una burocracia agobiante y con unos políticos que sólo ven por sí mismos y/o por su partido.

Explicado está el alto crecimiento de Venezuela, el país del “Socialismo o Muerte”. Veremos, la Unión Soviética tardó muchos años en colapsar. Quizá aquí no tardemos mucho en ver la debacle, es cosa de esperar si la demanda de petróleo cae, y de los commodities, veremos tronar huesos en la región Latinoamericana por que en síntesis el crecimiento se debe no a razones de inversión y competitividad sino a factores coyunturales como lo es el precio de las commodities.

miércoles, septiembre 19, 2007

Calderón obtuvo su reforma tributaria, pero ¿a qué costo?

El que sigue, es un artículo publicado el día de hoy en el prestigiado diario The Wall Street Journal


Por Mary Anastasia O'Grady (Colimnista y jefe de economistas del WSJ)

A medida que jóvenes mexicanos cruzan la frontera en busca de trabajo, se ha vuelto más común en EU culpar a la política económica mexicana

Incluso quienes vemos con buenos ojos la entrada de nuevos trabajadores para la economía estadounidense hemos notado que el fracaso del gobierno mexicano para profundizar en las reformas económicas que comenzó hace casi 20 años ha alentado la inmigración, imponiendo una pesada carga a la sociedad mexicana.

El Presidente Felipe Calderón no desconoce esta realidad. Su plataforma de campaña hizo énfasis en el empleo y prometió realizar los cambios para generarlo. Desafortunadamente, el PAN cuenta con sólo una minoría en el Congreso y, a juzgar por las "reformas" aprobadas, su visión de un México modernizado tiene un largo camino que recorrer.

El que la reforma tributaria no cumpla con las expectativas de la agenda pro crecimiento que Calderón prometió ya es, de por sí, bastante negativo. Para agravar las cosas, la oposición condicionó su aprobación a una "reforma electoral" tremendamente politizada y una exención de impuestos sin compromisos para Pemex. Si hay una lección de esta última lucha entre los modernizadores y la vieja guardia del PRI es que no paga ser tímido cuando se tiene que enfrentar a los dinosaurios. Calderón ha escogido sus peleas cuidadosamente durante su primer año en el poder. Su mayor logro ha sido la reforma del sistema de pensiones del sector público.

Con una victoria en su haber, Calderón intentó introducir una reforma tributaria orientada a cerrar los déficit de ingresos. Un mejor curso de acción, tomando en cuenta que el barril de petróleo supera los 80 dólares, hubiese sido la apertura de los hidrocarburos a la inversión extranjera. Pero esto habría ido en contra del dogma de que Pemex, el ineficiente monopolio petrolero estatal, es sagrado. En cambio, enfiló sus baterías contra el productivo sector privado de la economía, donde al menos algunas de las grandes compañías se aprovechan de un complejo régimen tributario lleno de exenciones, para hacerle el quite a los impuestos. Esta elección no ha rendido frutos.

El Ministro de Hacienda, Agustín Carstens, decidió no alentar el crecimiento a través de menores tasas de impuestos a las empresas y una mayor simplificación. En cambio, creó un impuesto mínimo alternativo corporativo (IETU) que elevó el costo de los trabajadores en ciertas partes de la fuerza laboral y complicó el código.

En un correo electrónico que recibí de la oficina en México de una gran firma multinacional de inversión se insistía en que el plan no estaba sesgado contra los trabajadores calificados. Esa conclusión implica que la propuesta de Hacienda era tan complicada, que incluso algunos expertos mexicanos no la podían entender. John A. McLees, socio tributario de Baker McKenzie, colaboró con su contraparte mexicana en un estudio que argumentaba que la propuesta subió el costo laboral para los salarios que oscilan entre 15 mil y 35 mil dólares al año, los sueldos medios en México. Cuando los trabajadores cuestan más, las compañías contratan menos. Para un presidente cuya candidatura se basó en el empleo, esto es una decepción.

Si el IETU será, como algunos han especulado, un paso hacia el objetivo de establecer un único impuesto bajo, pocos parecen creer en él. La ley que finalmente fue aprobada establece tasas más bajas de lo que originalmente se había propuesto y la carga sobre los trabajadores se redujo significativamente. El gobierno proyecta un aumento en los ingresos de 100 mil millones de pesos, para inversiones en infraestructura y programas sociales para los más pobres. Pero nadie espera que esto estimule el crecimiento. Hacienda predice que, sin esta reforma, México habría crecido 3.5 por ciento en 2008 y que con ella crecerá 3.7, lo que sigue siendo una tasa anémica para un país en desarrollo.

Aún se desconoce cómo los cambios afectarán las decisiones de inversión. Ya se ha advertido que para los inversionistas de EU sería un doble tributo, debido a que no es un impuesto a los ingresos y el tratado tributario sólo cubre éstos.

Como parte de la negociación con el Congreso, el PRI forzó al gobierno a otorgar a Pemex lo que equivale a una exención tributaria anual de 30 mil millones de pesos, que crecerá a 60 mil millones para 2010. Un negociador reformista habría pedido algo a cambio. Pemex es altamente ineficiente y es poco probable que mejore sin competencia. Ya que no existe estipulación en la Constitución que le dé a Pemex el monopolio sobre el comercio de productos derivados, como petroquímicos y gasolina, la competencia podría entrar sin necesidad de una enmienda constitucional. Esta también era una oportunidad para forzar una reforma en el quebrado plan de pensiones de la compañía.

El gobierno tuvo que ceder mucho terreno en la reforma electoral. Accedió a despedir a Luis Carlos Ugalde, el director del supuestamente independiente IFE, y a toda la junta. El PRD quería esto para deslegitimar la victoria de Calderón. Los dinosaurios del PRI para vengarse de rivales políticos que trabajaron con el ex presidente Fox para nombrar a Ugalde. Ahora tienen voz para nombrar a sus nominados a la junta. La negociación también aumentó las restricciones al uso de la propaganda política en TV y radio. En otras palabras, la libertad de expresión fue golpeada por esta reforma y la junta del IFE fue politizada. Ahora la única esperanza de que se derrote esta enmienda constitucional es que más de la mitad de los estados mexicanos se niegue a aprobarla.

Si no es así, Calderón habrá conseguido su reforma fiscal diluida, pero a un costo muy alto. Los mexicanos deben mantener la esperanza de que él comience a pensar en grande y con más audacia. Estos intentos de reformas a medias sólo van a conseguir que los dinosaurios se lo coman vivo.

-----------------------------------------------------------

Bueno, pues está en línea con lo que he manifestado aquí una y mil veces….

En un discurso en diciembre, Calderón hizo una pregunta: "¿Qué cuentas les vamos a rendir a nuestros hijos sobre lo que hicimos -o no logramos hacer- por México durante estos años en que hemos vivido?''.

Pues Sr. Presidente, hizo Ud. lo contrario a lo que debería de haber hecho, ahora no sólo es menos factible crecer vigorozamente, ahora es más factible reducir aún más la precaria tasa de crecimiento económico y de empleo...

¿Qué nos pasa?

viernes, septiembre 14, 2007

La Dictadura de los Partidos

Esta semana se dio un golpe mortal a la democracia, a la libertad de expresión, a la propiedad privada, y se estableció de una vez y para siempre la segregación de la sociedad. Negra semana, indignante, y para todos los mexicanos que como yo, queremos un México libre, está semana se ha dado el más importante retroceso. El poder absoluto del presidente de antaño ha dado paso al poder absoluto de los partidos políticos, y subrayo de los tres grandes partidos políticos, la “chiquillada” como despectivamente se les nombra han quedado relegados. Estamos pues, en el umbral de la dictadura de los partidos, la tiranía de los políticos y nosotros transitamos en el camino de la servidumbre a los políticos.

Es cierto, hay cosas positivas en la Reforma Electoral: La prohibición de que los partidos políticos contraten spots en los medios electrónicos y en general tiempo de medios, nadie puede estar en contra de esto. Con esta Reforma, por ejemplo, López Obrador ya no podrá tener su programa en TV, como lo hace y lo hizo durante la campaña contratando por media hora en TV Azteca, ya no veremos reiteradamente a Peña Nieto ¡magnífico! Y se terminará esa relación perversa de conseguir dinero para aparecer en los medios: PEMEX Gate, “Los amigos de Fox”, Bejarano, Imaz, etc. Estos actos de corrupción existían por esa relación perversa entre medios y partidos. Todo esto, está muy bien, y es plausible.

Pero, la forma en como se implementa esto es inadmisible: Para empezar, no es el fin de la spot manía, no, estos seguirán, para ello los medios deberán ceder gratuitamente el 30 por ciento de su tiempo para que en ellos se transmitan por espacio de 3 minutos cada hora los spots. Esto es simple y sencillamente confiscatorio. Es un robo a los medios.

Veamos algunas de las declaraciones:

Dice ayer Carlos Navarrete coordinador de los senadores del PRD "Estamos tocando, por la vía de la reforma constitucional, a intereses fácticos mediáticos, intereses que asumen que porque son concesionarios o permisionarios de un bien público pueden imponerse al Estado y a sus órganos, y pueden poner de rodillas a partidos, a candidatos, a legisladores y a todos en la sociedad."

Mientras que Beltrones, por los del PRI afirmó: "¿Qué se defiende: el País de los spots y los ratings o el derecho de los ciudadanos a obtener información que sirva para orientar sus decisiones?"

Vayamos con el primero, con el “son permisionarios de un bien público”, ¿Público? Claro, ahí está la raíz de todos nuestros males: La Constitución que en su artículo 27 se lee: La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponden originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de trasmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.

Originalmente a “la Nación”, este “la Nación” significa la gracia de los políticos, la propiedad privada en México está sujeta al capricho de “la Nación”, que tiene el derecho a transmitir el dominio a particulares… Y aunque el citado artículo no dice nada del radio espectro, pues como dice Navarrte es “un bien público”. Esto es no un atentado, es la confirmación de que en México la propiedad privada no existe. No importa que sean las empresas televisoras y radiodifusoras las que con su trabajo, que según el filósofo John Locke es lo que genera la propiedad, como nada aquí es realmente tuyo los políticos se adueñan de la propiedad ajena para usarla a su beneficio.

También el aire es un “bien público”, ¿Se exigirá a las aerolíneas el 30 por ciento de sus asientos concesionados, para transportar a los políticos, y a las empresas de radiotelefonía 30 por ciento de su tiempo para que los políticos puedan comunicarse por celular, o los autotransportistas también reservar en sus autobuses? Con eso de que en México todo es bien “público” y concesionado… Los graciosos políticos pueden adueñarse de todo.

Pero no, no se van a terminar los spots, se va a terminar el tener que pagar por ellos, ahora, elevan a rango constitucional la expropiación de los medios que aunque parcial, el 30 por ciento, es eso y sólo eso, una expropiación.

En el artículo 27 también se escribe: Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.

Así que usar el 30 por ciento sin pagar esta fuera de lugar, ¡Que lo paguen! Que lo pague el IFE, pero que lo paguen.

Y siguiendo con Beltrones, estaría muy bien senador, no deseamos defender el pobre contenido de sus spots, sus cancioncitas idiotas, la promoción de políticos como si fueran papel del baño o desodorante, pero su reformita no elimina los spots, ojala lo hiciera, simplemente se los roba ahora son ¡gratis!. Precisiones…

Además el presupuesto a los partidos no disminuye acorde a la magnitud del hurto a los medios, no, ¡sube! ¿Por qué sube? ¿Si ya se ahorran virtud del hurto confiscatorio el mayor gasto, en qué madres los van a gastar? ¿Cachuchitas, afiches, bultos de cemento, láminas? ¿En qué senador Beltrones?

La siguiente lindeza de la Reforma Electoral es destrozar los derechos ciudadanos:

Artículo 35. Son prerrogativas del ciudadano:

I. Votar en las elecciones populares;

II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular, y nombrado para cualquier otro empleo o comisión, teniendo las calidades que establezca la ley;

Ya no, ni tú ni yo, que no pertenecemos a ningún partido político podemos ser votados. El inciso II se elimina de la Constitución. Ahora los mexicanos quedamos (ya la ley reglamentaria del Cofipe lo hacía) segregados, divididos; ahora México es un país de castas: Los privilegiados que pueden llegar al poder, los políticos, los dueños del país, y el resto de los imbéciles, su serviles, sus lacayos, los que con nuestros impuestos que nos confiscan mantenemos a estos parásitos, como tú y como yo.
Y, completan los políticos sus acciones para asegurar cabalmente la permanencia del monopolio en el poder:

Primero, le ponen es su madre al IFE, al árbitro: Institución que se suponía independiente y ciudadana, de nosotros, no lo es, la remoción de Ugalde y otros consejeros deja un mensaje bien claro: Si no arbitras como yo quiero “te doy cuello”. Así es, árbitro a modo o “cuello”. La pregunta ahora es ¿Quién se avienta, me refiero a un hombre probo e íntegro a ser consejero del IFE? ¿Quién?, yo por lo pronto si vuelvo a ser “insaculado” para ser funcionario de casilla, ¡por supuesto que me voy a negar! El IFE para mí ha dejado de ser una institución de nosotros y ha pasado a ser secuestrada por los políticos.

Y por último, pero no menos importante, nosotros, los marginados, que no somos políticos, no podemos criticarlos, no podemos tocarlos “ni con el pétalo de una rosa”. Esta prohibido que cualquier ciudadano exprese su punto de vista con miras a afectar la preferencia electoral de la ciudadanía… Como si fuéramos parvulitos e importara mucho lo que alguien diga de algún político. Ahora sólo un político puede criticar a otro político, otra vez, las castas.

México en la antesala de la Dictadura de los Partidos…El poder presidencial se agotó, la “Dictadura perfecta” basada en el presidencialismo ha muerto, damos paso a una nueva dictadura, la de los partidos políticos. Que desgracia. Pobre México…

Descanse en paz la democracia mexicana…Vivió muy poco, muy poco.

martes, septiembre 11, 2007

Calderón y Carstens Mienten

Y, no sólo eso, tiene un profundo desprecio a nosotros, la sociedad, los empresarios, los que sí creamos riqueza, los que sí, damos los empleos, los responsables del crecimiento económico y del verdadero combate a la pobreza, no del asistencialismo ramplón, soez, clientelar.

¿Por qué mienten? Por que afirman que la economía mexicana crecerá 3.5 por ciento SIN Reforma Fiscal y 3.7 por ciento con ella. ¡Pírrica diferencia! Nimia diferencia, que además es mentirosa, es falaz, ¿Cómo pueden demostrar que los 150 mil millones que pretenden despojarnos, vía la coerción, esto sin contar el colmo de la “creatividad” de nuestros déspotas gobernantes al pretender incrementar el precio de las gasolinas, y por supuesto seguir aumentando otros gravámenes como el de cigarros y cerveza, van a producir crecimiento económico?

Lo que Calderón afirma no es más que un sofisma: Que el dinero está mejor en manos del gobierno que en las nuestras, que el gobierno sí sabe gastarlo, y nosotros no, o peor aún, que lo ahorramos, y finalmente que darle más dinero al gobierno propicia el crecimiento económico esto es una falsedad, y justamente lo contrario es lo cierto.

Esto nos los explica magistralmente el subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo en su columna de ayer en el Reforma:

1) Específicamente, es cierto que las fluctuaciones del gasto total afectan temporalmente la evolución de la actividad económica. Empero, el crecimiento económico sostenido depende de la acumulación de capital físico, la mejoría de la salud y los conocimientos de la fuerza de trabajo, el avance tecnológico y la calidad del marco institucional.

2) Desde luego, un aumento de la inclinación de los particulares a ahorrar reduce el flujo de gasto y, por tanto, tiene por un tiempo un efecto negativo sobre las ventas y la producción. Sin embargo, sólo un nivel alto de ahorro (por lo común interno) hace posible un incremento de la inversión productiva (sobre todo la empresarial), la que, a su vez, constituye la base del crecimiento sostenido de largo plazo del ingreso y del empleo.

3) Un aumento del gasto gubernamental puede estimular en forma transitoria la demanda total y la producción. No obstante, la expansión recurrente de las erogaciones del sector público tiende a desplazar a la inversión privada (aun en una economía abierta). Además, su financiamiento precisa de mayores impuestos cuyo efecto, sin remedio, consiste en reducir los incentivos al esfuerzo productivo, al ahorro, a la innovación y a la asunción de riesgos.

Por otra parte, es bien sabido que en realidad el dinero producto de la “Reforma Fiscal”, esos 150 mil millones de pesos los van a esfumar, a convertir en humo puesto que en realidad son para cubrir los requerimientos de servicio de la deuda y la baja en la producción petrolera, tal y como se muestra en los dos gráficos que siguen:



En donde puede apreciarse lo bien que maneja el gobierno NUESTRO dinero.

Pero eso no es todo, otra prueba adicional que los recursos adicionales se van a esfumar, tal y como sucedió con el presidente charro, y no van, como cacaraquea Calderón a los pobres o a infraestructura es que el paquete económico para 2008 propone asignar ni más ni menos que 226 mil 946 millones de para cubrir el costo de las pensiones del sector público, recordemos que con la “Reforma” pretenden recaudar 150 mil millones, este monto (las pensiones) representa 2.16 por ciento del PIB e implicará un aumento en el gasto de 3.1 por ciento con relación a lo aprobado el año anterior.

Las presiones sobre las finanzas del País, derivadas del gasto de pensiones, serán de tal magnitud en 2008 que los recursos que absorberán duplicarán a los ingresos que podría generar la reforma hacendaria, incluso sus necesidades de presupuesto representarán 2.93 por ciento del PIB en 2013, según previsiones oficiales.

Y comparando la inversión física de estas “empresas” aberrantes del Estado, llamada pomposamente entidades de control directo presupuestario, las erogaciones de pensiones serán equivalentes a 1.8 veces los recursos que destinarán a inversión física, liderados por Luz y Fuerza del Centro, empresa donde el presupuesto para pensiones representa casi siete veces su inversión

En el caso del IMSS, el costo de pensiones es 21.6 veces su inversión física y en el ISSSTE de 19.5 veces.

La gráfica muestran las erogaciones sólo por concepto de pensiones de
Y para terminar, la evolución (exponencial) en la bolota de nieve que se nos va a venir encima, una auténtica avalancha. Así es fácil concluir que la “Reforma” Fiscal no es más que un intento desesperado para posponer lo inevitable nuestras adoradas “entidades de control directo presupuestario” que van a ser las encargadas de llevar a México al fondo del barranco. Esto es la quiebra de México, su inviabilidad como país.






Lo que confirma lo expresado en post anteriores, México va derechito a la quiebra como país...

¿Puede quedar más claro que el gobierno es el problema y no la solución a nuestros problemas?

viernes, septiembre 07, 2007

Premios Nóbel de Economía Piden Bajar Impuestos

El día de ayer, en Monterrey en rueda de prensa previa a los festejos del 50 Aniversario de la Facultad de Marxismo, perdón de Economía de la UNAM los premios Nóbel de Economía Edward Prescott (Nóbel 2004) y Robert Aumann (Nóbel 2005) aconsejaron una importante reducción de impuestos y simplificación en la legislación tributaria para “Incentivar la inversión y el empleo y así lograr una mayor recaudación”.

Esto es, en una frase, corroboran la parte medular de lo que he escrito en mi post anterior. E insisto, recaudar más bajando impuestos no como proponen estos “genios” de nuestro gobierno haciendo exactamente lo contrario con lo que tendremos recesión, inflación y en nada ayudará para evitar la crisis fiscal que tendremos en un par de años…

Sobre el impuesto a la gasolina los dos coincidieron que sí siempre y cuando contribuya a racionalizar su consumo y eficientar el transporte y si su destino es la construcción de infraestructura, ¡Lástima que nadie les dijo que es para darles a los gobiernos de los Estados para que mantengan a su montón de vividores, vagos y buenos para nada!, y que es dinero se esfumará igual que todo en gasto corriente al cáncer burocrático.

También finalmente hablaron sobre la Reforma Migratoria, específicamente Aumann consideró que dicha reforma migratoria no sería saludable, ya que quienes llegan al vecino país regularmente lo hacen de forma ilegal, lo cual ya es en sí una cualidad que denota ambición, además que varios de los inmigrantes logran salir adelante estableciendo negocios, que hacen falta en su país de origen.

La manera más apropiada de que México deje de perder más gente a través de la migración es invirtiendo en educación, aun cuando el resultado se vería en un largo plazo, y fomentando el crecimiento económico reduciendo los impuestos.

Sin comentarios, es en lo que he insistido tanto, tal cual, en el país de los sordos y necios.