viernes, julio 29, 2011

Ron Paul al Congreso: Dejen de Robar a los Norteamericanos

Traducción de Ron Paul to Congress: Stop Stealing from the American People

Por Ron Paul

Imagine que tiene usted un vecino latoso que de alguna forma basado en argucias legales te obligan a pagar la hipoteca de su casa. Imagina que ves a tu vecino organizar borracheras en esa casa que tú pagas, que compra autos costosos, que agrega más cuartos a la casa, que contrata a docenas de personas para que él no haga nada por si mismo. Imagina que también se las ha arreglado para tomar varias de tarjetas de crédito a tu nombre. Una a una las lleva hasta su límite de crédito y obtiene utilizando tu reputación de solvencia crediticia nuevas tarjeta de crédito, una tras la otra. Cada vez tu vecino alegará que necesita nuevas tarjetas de crédito para pagar los intereses de todas en las que ya ha llegado al límite de crédito. Si el impaga alguna de las tarjetas tu reputación crediticia será lastimada y esto repercutirá cuando tú quieras comprar algo a crédito para ti mismo, será mucho más difícil que puedas conseguir el crédito y los intereses que tendrás que pagar serán mucho más elevados. Imagina que has reflexionado sobre esta situación, vez tras vez has soportado la situación y no has reclamado conforme sigue poniendo hasta el tope tus tarjetas de crédito y sigue llenado más solicitudes para tarjetas nuevas de tal manera que no tenga que caer en el impago en toda la deuda que ha contratado a tu nombre. Mientras tanto un reluciente Mercedes nuevo aparece en su cochera. Al llegar a este punto ¿No pensarás que ya te estás cansando del juego? Y que, aunque estás al garete sin mejores opciones reales ¿No pensarás en que eventualmente le dirás que se vaya al impago con tal de que deje de gastar tu dinero?

Esta analogía demuestra la posición en la que estamos con nuestro gobierno y el techo del endeudamiento. El gobierno ha llegado a acumular una enorme deuda en el nombre de los norteamericanos, que están cansados y enfermos de estar en el gancho por ella. Realmente no quedan buenas opciones. Dejar de pagar una porción de la deuda no será sin costos, pero es mejor que permitirle al gobierno usar una nueva tarjeta de crédito.

El gobierno está utilizando sus tácticas usuales de miedo para torcerle el brazo a la gente y continuar con su gasto dispendioso. ¿Recuerdan la retórica empleada para el enorme rescate de octubre del 2008? Se nos dijo, que esto no sería una calamidad para los bancos, sino para toda la gente, que continuaría experimentados pérdidas masivas de empleos y lanzamientos hipotecarios. Se nos dijo que la economía se hundiría en una profunda recesión si este dinero no era entregado a la camarilla corporativa del demasiado grande para quebrar. Así, después de una enorme lucha, los líderes de ambos partidos, en contra del clamor público, acordaron regar con dinero a los bancos e incrementar la deuda. Los bancos no aprendieron nada, excepto que Washington vendría al rescate, sin importar nada. Sin embargo, y de todas formas, la gente continuó perdiendo empleos y sus casas, y aquí seguimos en una recesión profunda.

Cuando lees el ejemplo escrito arriba, tu primera reacción pudiera ser la de rechazar la deuda de tu vecino como ilegítima y que en forma alguna tú eres responsable y que no es tu problema. Estás en lo correcto. Ningún sistema legislativo justo te haría responsable de tal deuda, y en su lugar llevaría al ladrón de tu vecino a la cárcel. Pero lo cierto es que el Congreso puede imponer responsabilidades en ti, en tus hijos, en tus nietos sin tu consentimiento, y aún sin tu conocimiento. Este es otro ejemplo de cómo el gobierno pone a su favor la ley. Robarle a alguien es legítimo si lo hace el gobierno.

Se supone que vivimos en una nación de leyes. Por vez primera, el gobierno debe de ponerle atención a la ley sobre el techo del endeudamiento.


Ron Paul es el líder defensor de la libertad en Washington como Senador Norteamericano por Austin Texas, el Dr. Paul ha luchado sin descanso y tregua a favor del gobierno constitucionalmente limitado, impuestos bajos, mercados libres, y por el retorno a políticas monetarias sólidas. Es conocido por su consistencia y congruencia a la hora de votar. El exsecretario del Tesoro William Simon ha dicho sobre Paul que “Es la excepción a la Pandilla de 535 en la colina del Capitolio”.

Ron Paul está siendo nominado para contender contra Barack Obama por la presidencia de Norteamérica en el 2012 y creo que es importante que sus ideas (muy semejantes a las mías) se conozcan en el idioma español.

miércoles, julio 27, 2011

El Límite de la Deuda

En estos días hay un gran show en Washington. Se discute el techo o límite al endeudamiento de los Estados Unidos. Nos dicen que si no suben el techo actual, EU se iría en “default” (impago), y con ello se desatarían condiciones apocalípticas. También se habla de que si no es fehaciente el acuerdo para nivelar el déficit, las agencias calificadoras podrían degradar a la deuda soberana estadounidense de su AAA, que significa sin riesgo, el refugio de refugio, el paraíso seguro.

Desde 1917 el Congreso ha fijado año con año el techo del endeudamiento, y este techo cada vez está más arriba. En tiempos en que Nixon desligó al dólar del oro, producto de su excesivo gasto público y que lo limitaba para poder echar andar la maquinita de hacer quesos verdes, la deuda era de $400 mil millones. Hoy es de $ 14.5 millones de millones de USD.

Yo no estoy de acuerdo con eso de que el techo de la deuda deba de subirse, podría bajarse, y esto sería bueno para la economía de los EU y del mundo. ¿Por qué sólo los Griegos, Españoles, Portugueses, Irlandeses e Italianos tienen que ordenar las finanzas públicas y los norteamericanos no? ¿Por qué otros países tienen que implementar medidas de austeridad y recortar de forma sustantiva el gasto público y los norteamericanos no?

Una cosa es segura, dice un proverbio alemán “Los árboles no crecen hasta el cielo”, y la deuda norteamericana ya está muy cerca del “cielo”. Veamos si no.

Cada norteamericano tendría que pagar $46,620 USD, pero si consideramos sólo a la población productiva los “contribuyentes” a fuerzas, tendrían que pagar $ 130,020 USD. Lo cual quiere decir que excede, por mucho, los ingresos anuales medios de un norteamericano.

Los ingresos por impuestos federales son de $ 2.199 millones de millones de USD. Lo que significa que son necesarios 6.6 años para pagar si el gobierno tuviera cero gastos. Pero tienen un gasto de 3.6 Trillones lo que significa que tienen un déficit de $ 1.4 Trillones de USD todo esto por año, así que en esa magnitud crecería el “techo del endeudamiento” o más si las tasas de interés suben y el servicio de la deuda incrementa el costo de su servicio.

Si lo comparamos con el PIB norteamericano que es de $14.8 Trillones de USD, la deuda es el 98.17 por ciento del PIB, aunque esto es una falsedad, ya que en el PIB se considera el gasto público, que a su vez es financiado en gran parte con deuda. Si sólo se considerara el gasto privado la cifra se dispararía a 120 por ciento del PIB. Esto es de la riqueza real.

Todo parecía que este “circo” del endeudamiento no se daría, en Enero Obama pidió al Congreso su rutinario incremento en el límite del endeudamiento. Pero esta vez las cosas son muy diferentes, muy diferentes, el presidente estaba pidiendo el mayor incremento de la historia como consecuencia del mayor derroche en gasto también de la historia.

El gasto sin precedentes es consecuencia de los gastos asociados a las reformas en salud más todo todos esos “estímulos”, que han servido para todo, para regresar a las bolsas a sus valores precrisis, para inflar el valor de las materias primas, para devaluar el dólar, pero no para producir empleos y hacer crecer la economía.

La presión sobre el default y las advertencias de las agencias calificadoras de riesgo crediticio han forzado a que Demócratas y Republicanos vean como hacerle para no sólo incrementar el límite de endeudamiento sino que también como hacerle para reducir el déficit que produce el endeudamiento, que como escribíamos es de $ 1.4 Millones de millones de dólares (Trillones les dicen). Las posiciones son encontradas, los demócratas, como buenos socialistas no quieren dar su brazo a torcer sobre los gastos de salud, y se resisten a reducir el tamaño del estado, y subir los impuestos, por el contrario, los republicanos desean reducir impuestos y el tamaño del estado.

Así las cosas, Obama está de acuerdo en “balancear” el presupuesto, pero este término para el socialista Obama tiene el significado: Nosotros gastamos más y para ello te quitamos más. Muy parecido a lo que sucede aquí en México con el “debate” por el presupuesto, en que año con año, nos recetan una “miscelánea fiscal”, que a veces, cuando incrementan el IVA o inventan nuevos impuestos como el IETU, le llaman “Reforma” pero a fin de cuentas es lo mismo: Incremento en los impuestos.

Resulta bastante paradójico que John F. Kennedy, por cierto Demócrata, de ahí lo paradójico, declaró:

“Nuestras opciones no están a que por un lado reduzcamos lo impuesto, y por el otro el evitar el déficit federal. Es totalmente claro que…en una economía intervenida por impuestos restrictivos nunca producirá ingresos públicos suficientes para balancear el presupuesto así como tampoco producirá los suficientes empleos y utilidades empresariales”

Y continúo Kennedy con,

“En síntesis”, dijo, “es una verdad paradójica que con los altos impuestos de hoy, los ingresos públicos son muy bajos, y la mejor manera de incrementar los ingresos públicos en el largo plazo es recortar las tasas impositivas hoy mismo”.

¡Cómo ha cambiado los Demócratas! Ahora se parecen más a los social demócratas europeos que tienen hundida a Europa también en una crisis de deuda mayúscula, con bajos crecimientos y un gran desempleo. Mientras que en Europa desmantelan (forzadamente) el estado de bienestar, el socialista Obama desea implantarlo en los EU y desea hacerlo justo cuando su país es insolvente.

Creo que al final de este circo sí se va a dar el incremento en el límite del endeudamiento, pero lo que habrá que ver es finalmente los recortes, y si estos no son manipulaciones contables fraudulentas, y también si se suben o no impuestos. Y lo más importante si terminan con el déficit y en que plazo. Hasta ahora de lo que he leído los recortes son a un plazo de diez años, y mientras tanto no se elimina el déficit, por lo que seguirán y seguirán incrementando el “techo” o límite del endeudamiento, años con año.

Los Estados Unidos están en la insolvencia, y eso no quieren reconocerlo, su déficit es cercano al 8% del PIB y es muy alto, y su deuda está cerca del PIB, una vez que la deuda de un país supera al PIB se hace cada vez más viable caer en el default, y por eso, las agencias calificadoras deberían de reducir la calificación de la deuda soberana de EU.

Eso es lo que van a hacer, pero ¿Qué es lo que debieran de hacer? Como cualquier persona que tiene sus créditos que lo asfixian, lo que hacer es tratar de reducir su deuda mes a mes, vende activos liquida deuda y contrae su consumo, eso es lo que los Estados Unidos, y no sólo ellos, todos los países del mundo debieran de hacer. Esto es, el Congreso de los Estados Unidos debiera de legislar para reducir el techo del endeudamiento en el futuro. Esto implicaría tener superávit año con año para ir liquidando y sacando la deuda del mercado. Imposible, me dicen…¿Imposible? Si Grecia y otros países recurren a privatizaciones, a venta de activos propiedad del gobierno, ¿Por qué Estados Unidos no? ¿Por qué no? Grecia está recortando los salarios y prestaciones de la burocracia ¿Por qué los EU no? Franklin Delano Roosevelt recortó 25 por ciento los salarios de los burócratas durante la Gran Depresión, ¿Por qué Obama no puede hacer lo mismo? ¿Por qué no reducir la carga regulatoria y la burocracia asociada a ella? También el gobierno podría vender algunos de sus activos. Tiene decenas de miles de edificios subutilizados, controla más del 20 por ciento del territorio sin contar Alaska que es casi completamente propiedad del gobierno. Está también la reserva estratégica de petróleo cuya venta coadyuvaría a bajar el precio de la energía, y muchos otros activos que podrían venderse y con ello cancelar deuda.

Al reducirse el techo de la deuda se liberarían recursos que se canalizarían a la recuperación de la economía. El gobierno dejaría de pedir financiamiento en los mercados y el dinero se iría a financiar proyectos productivos en la economía privada, al dejar de competir por los recursos con su grado AAA, o el que venga, ese dinero que ahora se “refugia” en bonos del Tesoro tendría que canalizarse a financiar actividades productivas.

Aprobar un aumento en el límite del endeudamiento sólo perpetúa el problema y lo agrava, es un mito que “Los árboles crecen hasta el cielo” es un mito que la deuda soberana de Estados Unidos y de cualquier gobierno puede crecer hasta el cielo sin consecuencias funestas para la economía. No sólo es el trasladar la carga a las generaciones futuras del dispendio actual, es que al crecer la deuda cada vez más dinero ser requiere para su servicio, para el pago de intereses y amortizaciones por lo que cada vez menos dinero proveniente de los impuestos puede utilizarse para pagar la ya de por sí enorme maquinaria gubernamental. O le paran ahora, o pronto tendremos una crisis apocalíptica.

Veremos que hacen, los políticos….

miércoles, julio 13, 2011

Productividad y Empleo

Me dio tema para este post mi muy apreciado Macario Schettino que ha escrito dos artículos en El Universal el primero “Productividad y Transformación” , el segundo “Compleja Productividad”. Yo fui uno de los que le rezongaron vía Twitter de que no estaba de acuerdo que la productividad genera desempleo. Macario me aclaró y es cierto que el no escribió que generara desempleo sino que “la productividad, que por sí misma significa menos empleos”.

Vamos a entrarle a la discusión.

En primer lugar debo precisar que las ganancias en productividad no son como muchas veces nos quieren hacer creer, originadas en el empeño, vamos en el “echarle ganas”, ni siquiera en el “FUA” (ver en YouTube el significado). Las ganancias significativas en productividad tienen que ver más bien en la inversión de capital, en máquinas. Le escribía a Macario que un operador con un torno revólver, y el mismo operador con un torno CNC (Control Numérico), puede tener incrementos en la producción de varios ordenes de magnitud. Mucho mayores que sacar el “FUA”….

Claro, en el sector de los servicios, sí podría pensarse en el “FUA”, por ejemplo se me ocurre el turismo, pero aún así requieren de capital invertido para tener una mayor productividad y competitividad.

Es, bastante común leer sobre la creencia que las máquinas, la automatización, la inversión de capital crea desempleo, o bueno, está bien Macario, significan menos empleos. Este mito que ha sido destruido miles de veces, miles de veces vuelve a renacer. Cuando, como ahora, existe mucho desempleo, se culpa a las máquinas del desempleo masivo. Esta falacia es la base de muchas prácticas sindicales. Véase por ejemplo lo retrógrados que eran los del SME, tan sólo con ir a Necaxa, su central hidroeléctrica era una experiencia aterradora, un viaje al siglo XIX. La gente tolera estas prácticas por que ya sea que piensa que los sindicatos están bien, o simplemente están muy confundidos para ver en que están mal.

La creencia que las máquinas crean desempleo, cuando se mantienen sin consistencia lógica lleva a conclusiones absurdas. No solamente lo causamos en nuestros días, los hombres primitivos lo deben de haber causado también cuando por ejemplo inventaron la rueda y se ahorraron un buen trabajo y sudor.

Ya en 1776 en “La Riqueza de las Naciones”, en el capítulo sobre la división del trabajo, Adam Smith nos dice que “un trabajador desprovisto de maquinaria podría a lo mucho hacer un clavo al día, y ciertamente no hará veinte, pero con el uso de maquinaria podría hacer 4,800 al día”. Esto en tiempos de Smith…Las máquinas generarían el 99.98 por ciento de desempleo en la industria de los clavos. ¿Podrían estar las cosas más negras?

Cuando la Revolución Industrial estaba en su infancia, las cosas se pusieron muy negras. Por ejemplo en la industria de las medias. Cuando se introdujeron máquinas para hacer medias éstas fueron violentamente destruidas por los trabajadores que las elaboraban manualmente, se quemaron casas, y los inventores de las máquinas tuvieron que huir para salvar sus vidas. Las cosas no se calmaron hasta que llegó el ejército a poner el orden y a los líderes encarcelados o ahorcados. Si, tal cual….

Es fácil comprender a los revoltosos, pensaron que las máquinas permanentemente los reemplazarían, y sobre ellas se fueron. Pero estaban equivocados, como nos cuenta William Felkin en “History of the Machines-Wrought Hosiery Manufacturers”, para finales del siglo XIX la industria de las medias estaba empleando a por lo menos cien hombres por cada hombre que empleaba a principios de siglo.

Richard Arkwright, empresario e inventor de la época de la revolución industrial inglesa. Puede considerarse uno de los primeros empresarios del moderno capitalismo industrial. En 1751 fundó en Cromford, a orillas del río Dervent, una fábrica de hilos de algodón, en la que instaló una máquina hiladora de su invención, movida por energía hidráulica (la water frame); dicha máquina supuso un paso importante en la revolución tecnológica que vivió el sector textil en la segunda mitad del siglo XVIII. En esa época 1760, se estima que había en Inglaterra unas 5,200 ruecas, y unos 2,700 tejedores, en total unas 7,900 personas dedicadas a la producción de textiles de algodón. Hubo mucha oposición al invento de Arkwright en la base de que alteraría la vida de miles (el mismo argumento que maneja Macario), la oposición tuvo que aquietarse usando la fuerza (que bueno que no tenían a Marcelo Ebrard de gobernante y su norma 29). Sin embargo para 1787, veinte y siete años después que apareció el invento, una investigación del parlamento mostró que el número de personas involucradas en la industrial textil del algodón era de 320,000, esto es un ¡incremento del 4,400 por ciento!

Las historias de tecnófobos son muchas y muy variadas, la oposición a las máquinas que ahorran trabajo no sólo han venido de sindicatos y de gente que ignora economía. En 1970 el Nóbel Myrdal publicó un libro en el que se opone a las máquinas que ahorran trabajo en los países emergentes en la base de que diminuyen la demanda de trabajo (muy en línea con el argumento que Macario presenta en su artículo). La conclusión lógica a esto es que a fin de maximizar el empleo es hacer que el trabajo sea lo más ineficiente e improductivo que sea posible, vamos, como trabajaban los del SME. Lo que implica que de los ejemplos expuestos los manifestantes que destruyeron las máquinas para hacer medias y los telares Arkwright, estaban haciendo lo correcto. Podríamos llenar páginas y más páginas presentando casos de tecnófobos, pero es irrelevante lo importante es entender por qué están equivocados. Los datos históricos estadísticos son inútiles a menos que pueda emplearse la lógica deductiva para entender los hechos, de otra forma los tecnófobos bien podrían argumentar que “Estuvieron muy bien en el pasado, pero las condiciones actuales son fundamentalmente distintas; y ahora, no podemos seguir introduciendo más máquinas ahorradoras de trabajo, por que como dice Macario significan menos empleos”.

Si realmente fuera cierto que la introducción de máquinas que ahorran trabajo es la causa de prevenir el empleo y miseria la conclusión lógica que se derivaría de ella sería revolucionaria no sólo desde el punto de vista técnico sino que también tendríamos que cambiar la noción misma de lo que entendemos por civilización. No sólo tendríamos que considerar el progreso tecnológico actual como una calamidad; deberíamos de considerar el desarrollo tecnológico pasado con igual horror.

En nuestras propias actividades cotidianas cada uno de nosotros intenta ahorrarse trabajo, nadie por ejemplo escribiría ahora en una máquina de escribir. Así mismo cada empleador, sea de una pequeña o gran empresa busca constantemente como hacer que sus procesos sean más eficientes y económicos, esto es, ser más productivo, y con ello buscará como ahorrar trabajo. Cada trabajador inteligente y comprometido con su fuente de trabajo tratará de ser más eficiente para cumplir con las tareas que tiene asignadas. Si fuese cierto que la productividad por sí misma significa menos empleos, ¿Por qué no enviar la carga mediante tamemes, como los aztecas, a las espaldas de los trabajadores en lugar de usar camiones o ferrocarriles?

Por supuesto que son falsas, esto nunca ha tenido consistencia lógica. Por tanto, tratemos de analizar y ver exactamente que es lo que sucede cuando se introducen avances tecnológicos y máquinas ahorradoras de trabajo. Los detalles, por supuesto varían para cada instancia, dependiendo de las condiciones de una industria en particular.

Tomemos el ejemplo que Macario expone en su artículo, la fábrica de zapatos que produce 5 diarios por trabajador y con las máquinas ahora produce 8. Como nos dice Macario, “si en la empresa trabajan diez personas que producían 50 pares, acabarán trabajando 8 personas produciendo 60 pares, más baratos. Pero hubo dos que perdieron su chamba”.

Las conclusiones mías y las de Macario ahora difieren sustancialmente: Sí, a primera vista parece clara la pérdida en el empleo. Pero, las máquinas que se introdujeron en sí mismas producen empleos, no en la fábrica de zapatos, pero sí en la industria que las produce incluyendo su diseño, fabricación y mantenimiento. Empleos que no existirían si el industrial zapatero no introdujera sus máquinas. El zapatero ahora produce más barato, y muy probablemente sus zapatos ahora tienen mejor calidad. El industrial zapatero tiene que competir contra otros que hacen el mismo producto, con la introducción de la máquina, probablemente no sólo va a vender más, va a vender, de no haber introducido su máquina quizá sus competidores lo desplazarían y tendría que cerrar. En este caso, no sólo serían los dos empleos perdidos de los que nos habla Macario, serían los diez y el industrial tendría graves pérdidas patrimoniales al quebrar su negocio. Después de una quiebra, el industrial zapatero tendría que buscarse otra manera de vivir,… nada fácil. Pero el industrial zapatero es más productivo y competitivo, sus zapatos son mejores y más baratos de producir, y, por tanto, va a tener mejores ventas, y utilidades. ¡Utilidades! No sólo estará más lejos de poder ser desplazado por sus competidores, ahora se encuentra en una posición ventajosa respecto de ellos.

Pero aún tenemos una aparente pérdida del empleo que debe tomarse en cuenta. Pero al menos debemos de tener en cuenta que la posibilidad real que aún el primer efecto de la introducción de la máquina pueda ser el incremento neto en el empleo, por qué es en el largo plazo en el que el industrial zapatero espera ahorrar dinero al adoptar su máquina y que deberán pasar algunos años antes de que la máquina “se pague así misma”.

Como escribíamos, después de introducida la máquina, el industrial zapatero tiene más utilidades que antes, suponemos para simplificar el razonamiento que los vende aún con mejor calidad al mismo precio que antes. Al llegar a este punto parece ser que el único que ganó fue el capitalista, el industrial zapatero y que sí existe una pérdida neta en el empleo. Pero es precisamente de estas utilidades adicionales como se cambia el panorama para el industrial y las ganancias sociales que deberán venir. El industrial debe usar esas utilidades adicionales en por lo menos alguna de las siguientes formas y posiblemente en todas: Puede hacer crecer su fábrica, comprar más máquinas para hacer más zapatos, para esto, tendrá que contratar más obreros. Puede invertir en otra industria y finalmente puede tomarse sus utilidades y utilizarlas en su propio consumo. En cualquiera de las tres formas consideradas ciertamente que coadyuvará a la generación de más empleos.

En otras palabras, el industrial zapatero al introducir las máquinas que incrementan su productividad y calidad, esto es competitividad tiene utilidades que de otra forma, si se hubiese quedado con sus diez obreros no tendría. Cada peso que se ahorra en la nómina directa ahora lo emplea en pagar a los fabricantes de la máquina, o a los obreros de alguna otra fábrica de bienes de capital, o a los que construyeron su casa nueva o fabricaron su auto nuevo, o los que hicieron la ropa y joyas para su esposa. En cualquier caso, el está dando indirectamente tantos empleos como los que supuestamente se perdieron.

Pero las cosas no paran aquí. Si este empresario empieza a expandirse y a utilizar economías de gran escala en comparación con sus competidores obligará a sus competidores a proceder acorde. Una vez más, tendremos más trabajo a los industriales de los bienes de capital, los fabricantes de las máquinas. Pero la competencia entre nuestro industrial zapatero y sus rivales empieza a bajar los precios de los zapatos. Ya no habrá más grandes utilidades para aquellos que adoptaron las máquinas. Las utilidades del zapatero que adoptó la máquina se reducirán y de sus competidores que no adoptaron la máquina no tendrán ninguna utilidad o tendrán pérdidas. Los ahorros, en otras palabras, serán transferidos a los consumidores.

Pero ahora que los zapatos son más baratos, más gente los comprará. Esto significa que no obstante que se utiliza menos gente para hacer el mismo número de zapatos que antes de introducir las máquinas, se hacen más y mejores zapatos. Si la demanda por zapatos es lo que los economistas llaman “elástica” esto es, que una caída en el precio incentiva la demanda, entonces la industria del zapato en general producirá mucho más zapatos y crecerá, y por consiguiente más gente será empleada en este sector manufacturero. Esto ha pasado históricamente, como narré al inicio del post con las medias y los textiles de algodón y otros muchos, muchos casos.

Pero los nuevos empleos no dependen sólo de la elasticidad para la demanda del producto implicado. Supongamos que el precio de los zapatos cae a casi la mitad del precio del precio inicial, digamos de $1,000 a $500 precio en el que no se vende ni un solo zapato adicional más por efecto de la elasticidad. El resultado para los consumidores es que ahora para satisfacer sus deseos y necesidades por zapatos se ahorran $500 que no tendrían antes en forma alguna. Por tanto, tienen disponibles esos $500 para algo más, lo que proporcionará empleo en alguna otra industria.

En síntesis, en el balance neto los cambios en la productividad por la introducción de máquinas de capital, la automatización y la eficiencia operativa de las empresas no implican menos empleos, no reducen los empleos como Macario Schettino concluye en su artículo.

Como complemento a lo aquí expresado, debe tomarse en cuenta como los impuestos, el ISR a las empresas, puede distorsionar y destruir gravemente las premisas y conclusiones aquí expresadas. El ISR destruye la UTILIDAD y puede hacer no viable la introducción de las máquinas de capital, obliga al industrial a crecer no en base a sus propios ahorros sino a créditos, lo que eleva sustancialmente los costos de modernización y equipamiento. El ISR, ese sí, es el gran destructor de empleos.

viernes, julio 08, 2011

Las PYMES y el Empleo

Se nos dice que la recesión quedó atrás, según la the National Bureau of Economic Research (NBER), que terminó en junio de 2009.



Sin embargo, en los EU se ha tenido que recurrir a su “aligeramiento cuantitativo” QE2, para poner la máquina de imprimir billetes a todo lo que da, y nada. Lo más importante, el desempleo permanece tercamente arriba del 9 por ciento, cifra oficial, hoy salió el dato del desempleo y subió a 9.2 por ciento, pero que, en la realidad es mucho mayor. Situaciones similares las encontramos en todos los países del mundo, en especial es las sociales democracias europeas, en Grecia país ahora en los reflectores con desempleo para los jóvenes arriba del 40 por ciento, en España arriba de 23 por ciento, cifras similares se encuentran en Francia, Portugal e Italia. En Latinoamérica las cifras no son mucho mejores, en México, aunque oficialmente la tasa oficial de desempleo es muy baja, la realidad es que al no existir el seguro de desempleo la gente tiene que trabajar a como de a lugar y lo encuentran en la economía informal que es mayor a una tercera parte de la economía, o enrolarse en la delincuencia.

Afortunadamente, la mayoría la gente, ve claramente que la “recuperación” no es sino una ilusión. Una encuesta a nivel nacional en Norteamérica dio como resultado que más del 70 por ciento de la gente cree que la economía va en la dirección equivocada. La gráfica que presento arriba habla por sí misma. ¿Cómo pueden hablar de recuperación con esa gráfica de la nómina? ¡Cínicos! Véanse los dos últimos menos el raquítico incremento en el empleo mientras que Bernanke inflaba sus burbujas con su “aligeramiento cuantitativo 2”. Tiradero de dinero falso.

Por otra parte, el modelo social demócrata europeo ha probado fehacientemente ser un fracaso, el Estado de Bienestar, la redistribución del ingreso, los altos impuestos, endeudamiento, crecimiento del aparato estatal el exceso de regulaciones, tienen a las economías social demócratas sumidas en el estancamiento económico con un enorme desempleo, situación que es parcialmente subsanada con la creación de “empleos” parasitarios, la explosión de funcionarios públicos o burócratas. Algo muy similar puede decirse de México y de otros países en Latinoamérica con la variante de la economía informal y la migración a los EU como válvulas de escape ante la imposibilidad de sus habitantes de encontrar un modo honesto de vivir.

En los Estados Unidos, se está dando un ataque sobre el sistema de la libre empresa, contra el capitalismo que fue ni más ni menos lo que los hizo el país más poderoso de la tierra y que a él se debe todo el progreso material y lo que llamamos civilización: Se han creado de la nada trillones de dólares que se han vertido en la economía, estos dólares falsos, falsos por que no tienen ningún respaldo de generación de riqueza real son un robo a todos ya que destruyen el poder adquisitivo de su dinero duramente ganado con su trabajo. Irónicamente todo este fraude monetario va encaminado supuestamente a “estabilizar” los mercados (será el de los mercados de acciones y las materias primas que han sido inflados como globo), y supuestamente, reducir el desempleo.

Pero ¿Para que han servido todas estas intervenciones y derroche de dinero? De nada, el desempleo sigue tercamente alrededor del 9 por ciento, 9.2 para ser exactos, de 9.1 el previo no obstante y a pesar del “aligeramiento cuantitativo”; aunque adicionalmente el índice U6 que es una medición más amplia del desempleo y que toma en cuenta el subempleo y los trabajadores que se han dado por vencidos de encontrar un empleo, es de casi 16 por ciento, adicionalmente el tiempo promedio en que una persona está desempleada está en registros históricos, más de 1 año. Jueves a jueves y una vez al mes en que se dan datos sobre el empleo queda muy claro que está anémico.

Entonces ¿Cómo puede hablarse de “recuperación”? ¿Qué está provocando este desempleo sistémico? Estas interrogantes no sólo se aplican a los EU, que en este post es el centro de atención, debido a que este país fue el que desencadenó la crisis global y de su destino depende no sólo el de México al que estamos íntimamente ligado por el TLC, la migración, los dólares que entran como un bálsamo a los parientes que se quedan y que se debaten en la pobreza. Por eso es importante, paro nosotros y para el mundo el destino de los EU.

Para responder a estas interrogantes, debemos buscar en las atribulaciones de los pequeños negocios. En cualquier país del mundo, los pequeños negocios son el motor del crecimiento en el empleo. En los EU el 60 por ciento de las pérdidas de empleos se dieron en las PYMES, que para este día no se han recuperado.

De hecho de 2009 a 2010 la creación de pequeñas y medianas empresas ha sido de acuerdo al Bureau of Labor Statistics. La más raquítica en más de una década. Si la situación financiera de los pequeños negocios, que dicho sea de paso son creado por empresarios que tienen que tener capital, esto es ahorros para ponerlos a funcionar, no mejora, nunca lo harán las cifras del desempleo que aparecen lacerantes mes a mes. Por consiguiente es vital entender que es lo que mantiene a los pequeños negocios y a los empresarios o potenciales empresarios deprimidos. ¿Por qué existe esa carencia en la formación de capital para este sector vital de la economía?

La Importancia de los Pequeños Negocios

Los pequeños y medianos negocios se definen como aquellos con menos de 500 personas trabajando para la empresa. La realidad, es que la mayoría de las PYMES son pequeños negocitos, que emplean mucho, pero mucho menos que esa cifra, un gran número de ellos funciona en la casa del propietario.

No obstante su tamañito, la contribución de las pequeñas empresas a la economía es sorprendente: En los últimos 15 años han producido en 64 por ciento de los nuevos empleos en los Estados Unidos. También son los responsables de los salarios del 44 por ciento de todos los empleados en el sector privado. Aún más, los pequeños negocios son los responsables de crear más de la mitad del PIB. En el año 2007 fueron los responsables de 30 por ciento del valor de las exportaciones.

Por tanto, los negocios pequeños son la columna vertebral de la economía, no sólo de EU de cualquier país. Muchas ideas son generadas en pequeños negocios: Apple, Microsoft, Google, Facebook, Hewlett-Packard, Oracle, Dell, Cisco, ¡Uf! Por decir sólo unas cuantas iniciaron en las casas o cocheras de sus propietarios. Lo mismo pasó con Sam Walton que pidió prestado a sus familiares para abrir una tienda minorista en Rogers. Arkansas, y acabó revolucionando el mundo de la venta minorista con Walmart.

Por tanto, los pequeños negocios también tienen la función de incubadora, parten de ideas, de sueños, de ambiciones de individuos que luego crecen hasta colocarse en los mercados más grandes.

No menos importante es que los pequeños negocios proporcionan empleo a la fuerza trabajadora con baja capacitación y educación. Sólo mire a los contratistas de construcción, al personal en los restaurantes, meseros, ayudantes, limpieza, etc. Encontraremos que la mayoría es personal con poca capacitación. Los pequeños negocios son los que pueden pagar el entrenamiento “mientras trabajo” para promover a la gente a empleos más especializados y mejor pagados.

Los pequeños empresarios son aquellos que cubren nuestros deseos y necesidades más inmediatas: Necesitamos comprar abarrotes, algo en la ferretería, el papel o los colores que le pidieron a nuestro hijo en escuela, que se nos corte el pelo, lavar la ropa, tomar nuestros alimentos cuando trabajamos en alguna fondita, el que nos arregla el auto, le da hojalatería cuando chocamos, el que lo lava, el que arregla las fugas de agua, compone o instala el gas, arregla problemas eléctricos, o nuestros electrodomésticos, el que le da mantenimiento a nuestra alberca, el que corta el césped de nuestro jardín, todos ellos son pequeños empresarios y pequeños negocios.

La Incertidumbre

Las políticas creadas por los gobiernos, están causando un desequilibrio en los mercados. Este desequilibrio está ensombreciendo a la comunidad de las PYMES, con incertidumbre, lo cual es en perjuicio de la evolución y crecimiento de los negocios.

La mayoría de los pequeños empresarios están inciertos sobre el rumbo de la economía. El gasto público está descontrolado, los déficit fiscales están en los trillones de dólares, y como resultado de las malignas políticas de la Reserva Federal, sí, de sus “aligeramientos cuantitativos”, han provocado inflación en particular en las materias primas, los alimentos y la energía. Toda esta política monetaria impudente y alocada no induce a los pequeños empresarios a invertir en actividades económicas que resulten en la creación de empleos.

No menos importante es la incertidumbre originada por la carga regulatoria. La gente no invierte para “derramar la riqueza” por todos lados; se invierte para tener beneficios. Los empresarios no responden bien a los discursos que impliquen más impuestos, normas y reglamentos.

No obstante, existe más intrusión gubernamental en los mercados. Más reglamentos, más requerimientos, más impedimentos…Poco les falta para meterse en nuestra propia cama.

El párrafo siguiente se debe al economista en jefe de la agrupación o Cámara para pequeños negocios (Small Business and Entrepreneurship Council) en los EU Raymond J. Keating que resume todo esto:

“La gran mayoría de los empresarios desearíamos que los que generan políticas públicas impusieran bajos impuestos y también baja regulación, que mantengan baja la inflación, y que se hagan a un lado para que dejen que la motivación emprendedora y la inversión productiva prosperen. Los empresarios de pequeños negocios enfrentamos una enorme incertidumbre y esto no cambiará hasta que los hacedores de políticas públicas se muevan en una dirección pro-emprendedora, pro-crecimiento. “

“Los empresarios son los verdaderos héroes de la historia Americana”

William Dunkelberg, economista de la Federación de Negocios Independientes la pone más concisa: “Simplemente existe una enorme incertidumbre. Y cuando se está incierto, no se hacen apuestas”…

Y con toda esta incertidumbre, no hay inversión, no hay expansión de la producción, que es la condición fundamental para crear empleos. ¿Para que tomar riesgos?

En cualquier país, no sólo en los EU, los pequeños negocios se inician con ahorros personales de los emprendedores que los crean. También, del ahorro dependen fundamentalmente para lograr el crecimiento de los negocios ya que para ellos, el crédito es casi imposible de obtener. No tienen el beneficio de ser “muy grandes para quebrar”, como los bancos, y las automotrices. Son sujetos de altas tasas impositivas, de seguridad social y para cumplir con las regulaciones, por tanto su capacidad de capitalizarse es prácticamente nula, y de ahí la imposibilidad para crecer. Por tanto, si no se alivia esta situación, si no se les da la oportunidad de generar o de hacerse de fondos líquidos podría darse un colapso sistémico en toda esta importante rama de la economía.

Los gobernantes deben de entender que los pequeños empresarios son los mayores tomadores de riesgo que existen en la economía. Si tienen éxito, pueden tener buenos beneficios. Sin embargo, si les va mal y tienen que cerrar su pequeño negocio enfrentarán grandes pérdidas patrimoniales que irán directo sobre sus personas. Todo su capital acumulado por años puede irse al caño y quedar en una posición lastimosa. Los pequeños empresarios son los remanentes de los atrevidos individuos que transformaron a los Estados Unidos de una sociedad agrícola en la mayor potencia industrial de la tierra.

La actual recesión, (que no ha terminado, eso es claro, pese a los datos de los “expertos”), ha destruido en los Estados Unidos una enorme cantidad de riqueza personal de éstos pequeños empresarios, y no está nada fácil que se recuperen. Si han perdido su patrimonio como anotaba en el párrafo previo, simplemente no tienen dinero para retomar su negocio o abrir otro.

Cuando su propio capital se ha extinguido, el pequeño empresario podría quizá buscar por un crédito bancario. Los bancos están hasta el copete de efectivo, gracias a la inyección masiva de dinero proveniente de impuestos y de deuda pública. Pero no prestan un centavo a los pequeños empresarios, simplemente son muy riesgosos….

En EU los créditos a PYMES están en su más bajo nivel. Los bancos simplemente están sentadotes en su montón de dinero o invirtiéndolo en los mercados financieros, esos que si que han subido, o en otras burbujas generadas por la Reserva Federal. Un ejemplo de lo mejor del capitalismo de cuates.

El Embrollo Regulatorio

A los gobiernos les ha dado por regular y reglamentar todos y cada uno de los aspectos de cualquier negocio, algunas de estas reglamentaciones son hasta cómicas, pero son un inmenso filón de corrupción en países como México, y de entradas adicionales a las arcas de los quebrados estados que están desesperados por hacerse de recursos para mantener andando toda su inmensa maquinaria burocrática.

Estas obstrucciones son pan de todos los días para los propietarios de los pequeños negocios. Las multas, recargos, o sobornos a cada uno de los inspectores que llegan a verificar el “cumplimiento de la ley” es dinero que muy bien podría utilizarse para generar empleos, pero desde la visión gubernamental el “empleo” que debe de mantenerse es el del parásito inspector.

De acuerdo con los economistas de la Universidad Lafayette, que han investigado el costo de la sobre regulación en los negocios, han llegado a la cifra de $10,585 por trabajador. A esto debe añadírsele el costo para cumplir con los requerimientos estatales y municipales, la seguridad social, en México el absurdo impuesto sobre la nómina, el INFONAVIT, etc., etc., etc. Que sumados aparecen en una cifra desalentadora para poner un negocio o expandirlo.

Aún peor es en países que tienen regulaciones laborales muy rígidas, en que el costo para despedir a un empleado es altísimo, lo que previene que se generen empleos. Lo mismo puede decirse de otros costos que inciden en la voluntad del empresario para contratar, por ejemplo, los altos costos de la seguridad social, el reparto de utilidades. Todo esto se conjunta para evitar la creación o expansión de los negocios, y con ello se agudiza el desempleo.


Conclusión

La importancia de los pequeños negocios en cualquier economía es superlativa. Contribuyen con una importante porción en el PIB y más importante aún con prácticamente la mitad de los empleos productivos. Si no se da la acumulación de capital, que no es otra cosa que el ahorro en este sector, no se verá un crecimiento importante el la generación de empleos que se requiere para bajar de forma sustantiva las cifras de desempleo.

Claro, existe la salida como la de Grecia, Francia, España, México, etc. etc., de crear puestos de “funcionarios públicos”, de burócratas, y ponerlos en la nómina gubernamental. Este es el camino que lleva al abismo del endeudamiento y las inflaciones. ¿Quieren seguirle por ahí?

O quizá podríamos hacerle como sugiere Lord Keynes: Llenar botellas vacías con dinero, enterrarlas a profundidades variables y poner a los negocios privados a buscarlas.

En el corto plazo, estas aberraciones ciertamente que reducirían el desempleo. Pero en el largo plazo producen dislocaciones económicas muy dolorosas, véase lo que está pasando en Grecia, y lo que seguirá con países social demócratas como Portugal, Italia, España; lo que pasó aquí en México en 1982 y 1994, en Argentina en 2001. O el periodo desastroso con estanflación de fines de los 1970’s en EU. Escenarios terribles y lamentables... ¿Ya los olvidaron? ¿No se percatan de lo que está sucediendo y sus causas?

Si se desea en serio reducir el desempleo se debe restaurar el impulso empresarial, se debe de voltear a ver las necesidades de las pequeñas empresas, ellas son el motor de la economía y responsables en gran medida de una gran parte del empleo en cualquier país. Debe restaurarse la confianza en los mercados, deben de abolirse reglamentaciones que les hacen muy oneroso y difícil su evolución, deben de reducirse o mejor aún eliminarse los impuestos para que puedan capitalizarse y crecer. No menos importante es que las políticas públicas retomen el camino de la mesura y la sensatez: Los países deben de dejar de imprimir dinero falso respaldado por humo, deben reducir sus déficits reduciendo el gasto público y muy especialmente el gasto corriente. El desempleo no se alivia creando plazas burocráticas. Deben modificar las leyes laborales para hacerlas más flexibles, difícil tarea, lo sé, por qué es difícil quitar lo que se ha dado, para los que ya tienen empleo. Todo esto aliviaría la incertidumbre enviando una señal que las políticas económicas son sólidas y sensatas.

Y con la misma importancia, debe restaurarse e impulsarse la actitud pro-empresarial, Los empresarios son los verdaderos héroes de la economía, son como escribiría Ayn Rand El Atlas que sostiene al mundo civilizado. Desafortunadamente, está bajo ataque con impuestos y regulaciones totalmente fuera de lugar. Cuando los políticos que son los hacedores de las políticas públicas entiendan esto, entonce sí será creíble que vamos hacia la recuperación de la economía.

lunes, julio 04, 2011

Por favor, ¡Cierren el FMI!

Una vez más el Fondo Monetario Internacional (FMI) está en los reflectores de la noticias para que junto con el Banco Central Europeo (BCE), entren al “rescate” de Grecia país que se encuentra con un endeudamiento mayúsculo producto de la democracia socialista, del Estado de Bienestar, que gana votos, pero que mete a los países en el problema de cómo financiarlo y a la larga acaban quebrando al país.

Hoy Grecia tiene que convertirse en “Neoliberal”, a fuerzas, así como nosotros nos transformamos en “neoliberales” también a fuerzas producto del irresponsable José López Portillo, del PRI, del partido que quieren regresar al poder pero que a la gente o ya se le olvidó, o no lo vivió aquellos nefastos 1981, y 1982 en que quebró al país producto de una deuda externa enorme, sí, como hoy está Grecia, y que nos llevó toda una década para que pudiéramos renegociar la deuda con los Bonos Barady. Las privatizaciones, el aumento de impuestos, la pérdida de soberanía, esto en su conjunto son las políticas “neoliberales” implantadas en México, muy similares, por cierto a las que hoy se le exigen a Grecia y que en ambos casos no tienen nada que ver con el liberalismo son medidas de austeridad y de limpieza del desorden previo, impuestas por el FMI como condicionante del rescate financiero para que entonces México y hoy Grecia pueda cumplir con sus compromisos y no irse a la declaración de quiebra del país, con el “default” esto es el impago de sus compromisos de deuda.

Debe recordarse que el FMI es el prestamista de última instancia, son los bomberos que acuden cuando la fogatita ya se volvió incendio. Es el salvavidas del aventurero que naufraga. Es en pocas palabras el más grande fomento a la irresponsabilidad económica que pudo haberse creado.

Las crisis al estilo mexicano, o argentino, o ahora, al estilo griego, pueden haber atraído mucho la atención hacia el Fondo, pero el historial de esta institución crediticia a lo largo de los últimos 50 años ha sido sumamente desalentador. El FMI no ha ayudado a los países ni a que logren un crecimiento sostenible ni a que promuevan reformas de mercado. A pesar de su pobre actuación, el Fondo Monetario ha resultado ser una institución de notable fortaleza. Cuando el sistema de tipos de cambio fijos terminó a principios de los años 70, y la liga del dólar con el oro, por los desfalcos de Nixon, se acabó también la misión original de esta institución, que era facilitar la estabilidad de los tipos de cambio, otorgando préstamos a los países que experimentaban problemas temporales en su balanza de pagos. En vez de cerrar sus puertas, el Fondo se inventó nuevas misiones para sí mismo con cada nueva crisis..

Es importante recordar que el FMI, en teoría, otorga créditos de corto plazo a los países a condición de que éstos realicen cambios en sus políticas públicas. Esto, sin embargo, no ha contribuido a que los países establezcan economías de libre mercado. Al contrario, el Fondo ha creado "adictos a los créditos", como lo demuestra un repaso a los créditos concedidos.

Echar mano del FMI para hacer rescates financieros a países que experimentan crisis monetarias o de deuda ha sido una mala idea puesto que entre más rescates financieros realice el Fondo Monetario, mayor será la posibilidad de que otros países o el mismo país rescatado entren en crisis en el futuro, ya que los rescates estimulan un comportamiento irresponsable por parte de los gobiernos y de los inversionistas, que esperan que si algo va mal, el FMI les rescatará. Por que debe de quedar muy claro, que los “rescates” del FMI no son a los países, son a los inversionistas que tuvieron a bien fondear a los gobiernos irresponsables a cambio de jugosas ganancias. Estos inversionistas que compran la deuda de los gobiernos irresponsables saben muy bien que si existen problemas el FMI llegará a salvarlos. Me decía un amigo cuando se veía inminente la crisis Argentina, “voy a comprar bonos de Argentina a fin y al cabo un país no puede quebrar”. Pero quebró, y mi amigo, perdió el 75 por ciento de lo que invirtió (es un eufemismo) en Argentina.

¿Pero qué sucede con la fuerte condicionalidad del Fondo? ¿No será que las estrictas condiciones de los créditos del FMI aseguran que las políticas importantes deben ser cambiadas? El historial de la dependencia de largo plazo de muchos países muestra que la condicionalidad no ha tenido éxito en el pasado. Pero, además del pobre historial del Fondo, existe una buena razón por la que el FMI tiene poca credibilidad al imponer sus condiciones. Como hemos visto con Rusia en los últimos años, un país que no se adhiere a las condiciones del FMI se arriesga a que le suspendan sus créditos. Cuando los créditos son retirados, los gobiernos destinatarios tienden a tomarse más en serio las reformas. Nótese que el Fondo anima a los malos gobiernos a que introduzcan reformas al suspender los créditos; es la suspensión de los créditos lo que induce el cambio de política. Por desgracia, cuando se van a producir los cambios en las políticas, el FMI reanuda la concesión de créditos. Y el gobierno ¡ya no hace las reformas!, o como Argentina, este caso es paradigmático, paga sus compromisos para continuar con sus políticas irresponsables. Los argentinos se fregaron al FMI y de pasada a los inversionistas. Claro Argentina, no es Grecia, si Grecia hiciera lo mismo, (que creo que lo hará), que hizo Argentina, se encadenaría un efecto dominó con otros países, los denominados PIGS Portugal, Irlanda, Grecia y España, y ahora sale en relieve también Italia. El daño financiero será mayúsculo.

Para complicar la situación latinoamericana, países colectivistas por antonomasia, por supuesto, con México incluido, ni los gobiernos latinoamericanos ni el Fondo Monetario incluyeron reformas liberales como parte de sus planes de ajuste al principio de la crisis. En vez de eso, los gobiernos de la región aumentaron los impuestos y los aranceles, eliminaros muchos subsidios y redujeron algunos gastos. La desregulación, la privatización de empresas públicas, y la liberalización económica en general no formaron parte de la política oficial en el hemisferio. Sólo a fines de los 80 y a principios de los 90, cuando fracasaron otras alternativas y la crisis regional se agravó, se introdujeron algunas reformas liberales radicales. Una razón por la cual la vía liberal no fue considerada viable durante ese tiempo fue que en el Fondo Monetario se pensó que la crisis era en lo esencial un problema de liquidez que requería créditos y tiempo para ser resuelta. Las reformas estructurales que eventualmente se introdujeron en Latinoamérica para resolver la crisis podrían haber evitado una década perdida si se hubieran aplicado inmediatamente después de que se produjera la crisis. Desgraciadamente, el Fondo pospuso esa resolución.

Por eso ¡cierren el FMI! En ausencia de un FMI, acreedores y deudores harían lo que los acreedores y deudores siempre hacen en casos de falta de liquidez o insolvencia: renegociar la deuda o declararse en quiebra. En un mundo sin el Fondo Monetario, las dos partes tendrían el incentivo para hacerlo así porque la alternativa, no hacer cosa alguna, significaría perderlo todo. Las negociaciones directas entre particulares y los procedimientos de quiebra son esenciales para el funcionamiento del capitalismo. Los rescates financieros del Fondo Monetario Internacional, desafortunadamente, socavan uno de los fundamentos más importantes de una economía libre, al suprimir los mecanismos autocorrectivos del mercado. Simplemente, no existe razón alguna para que los acreedores y prestatarios internacionales deban ser tratados de una manera distinta a como son tratados prestamistas y deudores en los mercados domésticos.

Además, de no existir el FMI se termina el “chivo expiatorio” que usan los gobiernos para ligarlo junto con el liberalismo, los “tecnócratas neoliberales”, dicen por su retórica liberal en sus programas de ajuste como causa de sus problemas. Sólo vean la cantaleta de la izquierda mexicana, de López Obrador denostando a cada oportunidad a los “neoliberales” y culpándolo de nuestra incapacidad para crecer y generar empleos. Por tanto el FMI no sólo ha causado daño a la transición capitalista global sino también a la promoción de las ideas liberales tanto en los países pobres como en los países ricos.

Es hora de crear un sistema financiero global en el cual los mercados disciplinan a los políticos, en vez de un sistema en el que los políticos siguen tratando de disciplinar al mercado. Bajo tal sistema habría condicionalidad creíble, basada en reformas verdaderas. Para eso, no se necesitarían agencias multilaterales como el FMI o ejércitos nacionales para asegurar el pago de deuda, como ocurrió en otras épocas. La ausencia de tales formas de seguro estatal crearía más información y cautela en los mercados internacionales y mejores incentivos por parte de los gobiernos de los países en desarrollo para mantener un ambiente favorable al crecimiento económico y desincentivar políticas intervencionistas, el derroche de gasto público la explosión de la burocracia, el crecimiento del Estado. Los países ricos no sólo deben rechazar la asignación de fondos adicionales para el Fondo Monetario, fondos que van a necesitar ellos mismos para “auto rescatarse”, no hay uno sólo que esté bien, aunque quizá el menos peor sea Alemania. Al limitar o cancelar los fondos al FMI se enviaría una señal al mundo de que los recursos de esa agencia no son, de hecho, ilimitados; los países industrializados deberían ir mas allá para ayudar a los pobres del mundo desmantelando totalmente al Fondo Monetario Internacional.

Los irresponsables sabrán que no hay red que detenga su caída para estrellarse en el piso. Tendrán que actuar forzosamente con responsabilidad, ambos, los que emiten los bonos de deuda soberana y los que la fondean. Se terminaría así de una buena vez por todas con tanto político irresponsable y payaso, y a los “demos”, para que aprendan que lo que ofrecen gratis estos payasos que se creen hadas madrinas, no lo es, que tiene un costo y que lo van a pagar, ya sea con crisis financieras, con desempleo, con inflación, con devaluaciones, para que aprendan a votar con cautela discernir y sospechar de los políticos “hadas madrina”, viendo el futuro del país, que es el propio, y el de sus hijos.