viernes, septiembre 27, 2013

¿Crecimiento del PIB o Crecimiento de la Economía ?

Varias veces he hecho referencia al indicador PIB, escribí un post ¿Podemos creerle al PIB? en donde critico la concepción misma de este indicador y lo clasifico como lo que realmente es: Un fraude ideado por los “economistas” del mainstream comparsas de los gobiernos para engañarnos, para calificar su desempeño.

Sin embargo, el más grave defecto que tiene este indicador es que considera gasto y no distingue si ese gasto en realidad es destrucción de capital. Como lo es el gasto público.
Para poner las cosas en claro, supongamos que el gobierno construye una pirámide, (o una estela de luz, ja, ja, ja) que aporta absolutamente nada a los individuos, el PIB la contabilizará como crecimiento económico. En realidad, la construcción de la pirámide está desviando los recursos para fondear las actividades que producen riqueza real, y, por consiguiente, reprimiendo, sofocando la generación de riqueza real.

Esto es que quede claro, la naturaleza misma del gasto público: Primero se desvían los recursos de los particulares, de los generadores reales de riqueza, a la ocurrencia en boga del gobierno. Aunque en muy contadas ocasiones el gasto en infraestructura puede ser benéfico, no veo razón para que me roben para hacer una carretera en Sonora, si se requiere, que la paguen los que la usen, lo mismo con aeropuertos, etc. No hay justificación alguna para que te roben a ti para hacer algo allá.

Pero no sólo es robo, y destrucción de capital, lo peor es que aún con sus “Reformas Tributarias”, al gobierno no le alcanza para hacer todo lo que quiere hacer para “reactivar” la economía, “medidas contra cíclicas”, nos dice Videgaray, y se endeudan, con el único propósito de hacer crecer el PIB. Hacen obras supuestamente necesarias, que en realidad no lo son, para hacer crecer el PIB. Este proceder muy en boga, practicado por varios países como Japón, que tiene más de 20 años en recesión y es el país más endeudado del mundo. Y ni así han logrado que su PIB, sostenidamente suba.

Estoy cierto que Videgaray y Peña van a lograr que suba el PIB con su “Reforma Fiscal”, en la que tiene contemplado un déficit de 4% del PIB que será financiado por extranjeros, dicen, que es sólo temporal, también eso dicen los alcohólicos cuando toman su primera copa.

Estamos regresando a los 1970’s, presidente Luis Echeverría Álvarez, antes que él, el endeudamiento externo se mantuvo dentro de niveles manejables, entre 5% y 10% del PIB corriente. Sin embargo, LEA  el presidente que se atrevió a decir que las finanzas públicas se manejaban directamente desde Los Pinos, acabó por endeudar seriamente al país..

Y sí LEA hizo subir el PIB, Y ESTE ES EL PUNTO, en su sexenio la economía creció 41.47% y ahora enfáticamente corrijo: El PIB creció 41.47%, un promedio de 5.95% anual, la economía, por el contrario, se contrajo. Este presidente comunista, con ideas leninistas arremetió duramente contra los empresarios, creando encono, pugnas con los trabajadores, aumentó impuestos, y quebró a muchos, para compensarlo, inventó el “chambódromo” oficial, para contratar en la burocracia a todos los despedidos y a entrar a “rescatar” empresas quebradas que se volvían del estado.  Chambódromo que aún hoy en día sigue en expansión, “paliando”, el desempleo y engrosando el número de parásitos que viven a costas del sector productivo.

Consecuencia de la inflación inducida, el tipo de cambio se devaluó en 1976, por primera vez en 22 años, pasó de 12.50 pesos/dólar a 20.00 por/dólar acumulando el 60% en el sexenio; la inflación en USA creció el 46.2% (también estaban medio locos con Carter),  y la inflación en México se desbocó hasta llegar al 129.6% en el período, casi el triple que en USA.  El  dato sobre el salario mínimo, nos reporta un crecimiento del 202% en el período. y  la relación entre el salario mínimo y la inflación en términos reales,  ganó 31.62% de poder adquisitivo en el sexenio. Sin embargo, al igual que hizo Miguel Alemán, Echeverría realizó incrementos artificiales en los salarios para terminar el sexenio con números positivos. Estos aumentos irresponsables, como sabemos son los causantes de las graves presiones inflacionarias posteriores. La deuda externa la hizo crecer el 360% en seis años, llegando  a representar el 28.6% del PIB. Observando con cuidado las cifras y para tener una idea clara del desastre, se debían 19,600 millones de dólares de 1976 y  nuestras exportaciones totales apenas cubrían 3,655 millones de dólares. Quiere decir que se requerían 5.36 años de exportaciones de ese nivel para poder cubrir tan enorme deuda. Una vergüenza nacional. Este es un ejemplo de un sexenio con crecimiento, con empleo, pero además con una terrible inflación sin control, un salario con poder adquisitivo pasajero y una deuda en apariencia impagable.

¿A esto nos llevan Peña y Videgaray? Si, hubo crecimiento (enfatizo del PIB), hubo empleo (enfatizo de la burocracia) pero hubo inflación y macro devaluación.

Después de este orate y sus ministros Ibarra y de Oteyza, keynesianos de cepa pura. Vendría José López Portillo, 1977-1982, el JoLoPo, de tristes recuerdos, fue quien se atrevió después de conocer el tamaño del yacimiento Cantarell, que nos dio de mamar hasta el año pasado, a decir que debíamos prepararnos para administrar la abundancia y tiempo después  cuando aquello resultó una mentira, que defendería el tipo de cambio como perro y al final de su mandato "nacionalizó" los bancos que entonces eran todos de mexicanos (ahora queda solo uno), estatizó en grado superlativo la economía y manejó con muy poco acierto la industria petrolera. Aquí no hablaremos de ello, veamos solamente los resultados, económicos.
En el sexenio de López Portillo, vemos que la economía nacional creció, insisto el PIB, no la economía, por arriba del nivel que tuvo el sexenio ejemplar de López Mateos  para alcanzar el 45.73% en el período, a un ritmo promedio del 6.48% anual,  El tipo de cambio se devaluó en 1982, último año de su gobierno cayendo de manera vertical el 646%, y no se detuvo hasta llegar a niveles de 149.00 pesos/dólar; la inflación en USA creció el 67.7% y la inflación en México llegó a niveles jamás imaginados hasta alcanzar 459% en el período sexenal, casi 6 veces lo que en USA.  El  dato sobre el salario mínimo, nos reporta un crecimiento del 276.32%, muy por debajo de la inflación. La relación entre el salario mínimo y la inflación en términos reales,  le hizo perder 32.66% de poder adquisitivo en el sexenio, más de lo que artificialmente le había agregado Echeverría en 1976. . Estos aumentos irresponsables del salario hicieron más pobres a todos los mexicanos que supuestamente habrían de sacar de la pobreza.  La Deuda Externa  encontramos  que la hizo crecer el 200% en seis años, llegando  a representar ahora el ¡91.6% del PIB!, al menos con las cifras oficiales que nos dejaron, pero la realidad fue que la economía nacional estaba hecha añicos. Observando con cuidado las cifras, ahora vemos que las reservas internacionales habían caído a niveles de 1,800 millones de dólares, pero debíamos cerca de 59,000. Las exportaciones eminentemente petroleras habían subido a casi 24,000 millones de dólares, y una vez más habría que utilizarlo para pagar las deudas.

Estos dos sexenios fueron la docena trágica para la economía mexicana, y enfatizo, en los dos hubo crecimiento del PIB, y empleo (en el chambódromo).

Pero la economía real nunca creció, se contrajo siempre, y no su producción, a lo que me refiero por crecimiento a la frontera de la posibilidades de producción, al capital invertido en asuntos que generan riqueza real y empleos reales, no chambas o salarios de parásitos.

Sí Videgaray va a hacer crecer el PIB, como este par de orates lo hicieron. Y sí Videgaray va a contraer la Frontera de las Posibilidades de Producción, que es lo que representa el capital invertido en asuntos productivos reales.

Corolario

Cualquier gobierno, hasta el más inepto,  y estúpido,  puede hacer crecer el indicador PIB, sólo necesita gastar, para esto, puede expoliar más duro a la sociedad, endeudarse, y provocar inflación. Esto es lo que Enrique Peña Nieto y su “Cardenal Mazarino” Luis Videgaray que al igual que el Cardenal con Luis XIII recomendó subir impuestos a la clase media que pagarían sin chistar.

Pero a ese gasto que resultó en hacer crecer el PIB, tarde o temprano tiene sus consecuencias: Quiebra del país, pobreza, más desempleo, desesperanza.

Los mexicanos no necesitamos que crezca el PIB, los mexicanos necesitamos, no necesitamos, ¡urge!, que crezca la inversión de CAPITAL, necesitamos más fábricas, más hoteles, más tiendas, más restaurantes, antros, edificios de oficina, más de todo aquello que produce una utilidad y que satisface los deseos y las necesidades de todos. En pocas palabras, necesitamos más actividad empresarial, no más PIB. Necesitamos más generación real de riqueza, no más PIB. Necesitamos más empleos no en el chambódromo parasitario, produciendo riqueza real, no más PIB.

Peña y Videgaray van a desviar los recursos, nuestros recursos, nuestro capital, a lo que se les venga en gana construir, o gastar, el resultado va a ser que va a sofocar la generación real de la riqueza. Pero esto, le vale madre, es más el “Dr.” En intervencionismo Videgaray poco entiende de riqueza real y como buen intervencionista que es, nos recetará “medidas contracíclicas” con nuestro dinero, provocando con ellos una recesión en el sector real de la economía.

Quien lea el currículo de Videgaray leerá que es un intervencionista: Se graduó en 1994 con la tesis de licenciatura “Fallas del mercado, regulación e incentivos: el caso de la privatización de los puertos mexicanos”. Luego estudió maestría en el   Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde defendió la tesis “The Fiscal Response to Oil Shocks” («La respuesta fiscal a los choques petroleros») en 1998. Ahí está la explicación al Oil Shock que tenemos por la caída en el volumen de producción de PEMEX. La respuesta la "Reforma Fiscal".

¿Querían el regreso del PRI? Ahí están las consecuencias.

Este es el modelo del PRI, así ha sido siempre. Tienen un desprecio absoluto por el sector productivo, para ellos, el crecimiento de la economía es sinónimo del crecimiento del PIB, y el gobierno ciertamente puede hacer crecer el PIB, aunque, insisto, eso no implica en forma alguna que la economía tenga crecimiento, el sector de la producción real de bienes y servicios. Para ellos, los del PRI, los empleos los pone el “Chambódromo”, les conviene, es corporativismo, es como en los países comunistas, son votos, son votos de gente que les debe la chamba, y que los perpetúan en el poder. Ese es el real y verdadero interés de la “Reforma Fiscal”: Más burócratas, más pobres, y aparentar que la economía crece, es en pocas palabras alimentar y dar fuerza al parásito.

Y, si esto es grave, en el contexto internacional actual será terrible: Europa está en una depresión económica, y nuestro vecino, que aparentemente ya está mejor, caerá en el momento en que los “Estímulos cuantitativos cesen”, reventando la burbuja que han creado sobre todo en los mercados de acciones, esto los volverá a meter en recesión, y nosotros…

Veremos un país destrozado…La escasa actividad empresarial recibirá un duro golpe con este gobierno, como lo recibió con la terrible y desgraciada dupla LEA-JoLoPo, aquí descrita. Ya lo han hecho, lo volverán a hacer.






lunes, septiembre 23, 2013

Reforma Fiscal: Recesiva y Promotora del Desempleo

Nos dicen que debido a que en la propuesta de Reforma Fiscal va a:
1.    Dar seguro de desempleo.
2.    Dar Pensiones a Adultos Mayores.
3.    Establecer un sistema universal de salud.

Que tiene un “alto contenido social”...????

También, nos dicen que el país no ha crecido en 30 años, y que para promover el crecimiento el gobierno necesita más dinero para establecer un “vigoroso gasto público en infraestructura”, tan es así que plantean un déficit de 0.4% del PIB, algo no visto, desde 1994.

Así, que sí, debido a que el PIB es un indicador keynesiano y que considera al gasto público como parte de la producción, muy probablemente, hagan crecer al PIB, algo muy diferente a hacer crecer la economía.

Sin embargo, tenemos visiones completamente encontradas con lo que es crecimiento económico: Para el gobierno, y los economistas keynesianos que revolotean alrededor, el crecimiento del indicador PIB es la medición del crecimiento de la economía. Para los economistas de la Escuela Austriaca, el PIB es un absurdo véase “Podemos creerle al PIB” , y el crecimiento de la economía se da cuando se incrementa la cantidad de Capital invertido, esto es: Que existen más y/o que los existentes crezcan, estamos pues hablando de: Fábricas, edificios para renta, máquinas bienes de capital, hoteles, bares, restaurantes, tiendas, autobuses, aviones, en fin, todo aquello que produce una utilidad, que además muy importante, lo más importante promueven el empleo.

Y ese es el mayor problema de México:

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, seis millones 427 mil mexicanos no trabajan ni buscan activamente un trabajo por considerar que no tienen oportunidad de encontrarlo.

Esa cifra es más del doble de los dos millones 607 mil 369 desempleados que sí están buscando una plaza. Los mexicanos sin esperanza laboral no son considerados como personas sin trabajo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

También esos 6.4 millones de desalentados son 18% de los 35 millones 803 mil personas de la población no económicamente activa (PNEA).

La encuesta revela que los más afectados por la desesperanza son casi tres millones de jóvenes, es decir 45%; los de más de 60 años representan 20 por ciento.

A detalle, los indicadores estratégicos de Ocupación y Empleo del primer trimestre del año señalan que un millón 500 mil mexicanos de 14 a 19 años de edad, pese a tener interés de trabajar, no participan en ninguna actividad productiva, mientras que un millón 200 mil tenían entre 20 y 29 años.

Desaliento, por falta de empleo

El número de mexicanos sin esperanza de encontrar una oportunidad laboral se incrementó durante los primeros meses del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revela que seis millones 427 mil mexicanos no trabajan ni buscan activamente un empleo por considerar que no tienen oportunidad, aunque poseen interés de incorporarse a las actividades productivas del país 71 mil 432 personas más que las registradas hasta diciembre de 2012, cuando arrancó el sexenio.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta junio de este año la Población No Económicamente Activa (PNEA) ascendió a 35 millones 803 mil, cantidad de la que 18 por ciento, pese a estar disponible para trabajar, permaneció inmovilizada.

Hasta el segundo trimestre de este año, dos millones 607 mil personas fueron consideradas como desocupadas, ya que buscaban activamente una oportunidad de trabajo, mismas que representan una tasa de cinco por ciento. Este es el desempleo “oficial”.

Al considerar a la población disponible con la desocupada, de acuerdo con la definición del INEGI, la tasa de desocupación alternativa en el país alcanza el 15 por ciento, equivalente a poco más de nueve millones de personas. Este es el desempleo real, y si además consideramos que más del 60% de la población está en la economía informal, no estamos muy lejos de las cifras patéticas de los españoles, griegos, portugueses, italianos, franceses, con tasas de desempleo arriba de 20% especialmente en los pobres.


Crece abandono

La escasa oferta de empleo en el país ha detonado el número de desalentados.

Son personas que ante la falta de oportunidades en el mercado laboral han decidido desistir en su búsqueda. La gran mayoría son individuos que tocaron las puertas de varias empresas por un tiempo considerable, pero no lograron colocarse, por lo que han perdido el ánimo de continuar con la tarea de encontrar un trabajo.

Según las últimas cifras disponibles, los más afectados por la desesperanza son los jóvenes, con 45 por ciento, mientras que aquellos de más de 60 años representan 20 por ciento.

Los indicadores estratégicos de Ocupación y Empleo señalan que un millón 500 mil mexicanos de 14 a 19 años no buscaban integrarse a ninguna actividad productiva, pese a tener interés de trabajar, mientras que un millón 200 mil tenían entre 20 y 29 años.

Están en búsqueda de su primer o segundo empleo. La falta de experiencia frena su incorporación al mercado laboral, por lo que después de encontrar las puertas cerradas deciden tirar la toalla.

A la lista se suman 711 mil personas de 30 a 39 años de edad; 730 mil de 40 a 49 años, 659 mil de 50 a 59, mientras que los mexicanos de 60 y más años suman un millón 300 mil.

La edad es el obstáculo de la población que supera los 40 años, pero la oferta de trabajos para aquellos que rondan los 60 es nula.

Entonces pregunto ¿No es de lo más urgente revertir esto y alentar el empleo? ¿No es la mayor injusticia social el desempleo?

El gobierno para paliar este programa se ha dado a crear puestos en la ya de por sí enorme burocracia, parasitaria, los empleos los pone el gobierno. ¿Hacer crecer al parásito es “Justicia Social”? Vamos siguiendo exactamente el mismo camino que España, Portugal, Grecia, Francia. Esto es, matar al sector productivo, terminar con la actividad empresarial y preponderar la actividad burocrática. Sólo que ésta no puede seguir creciendo a costa del huésped, el sector productivo de la economía que languidece, agoniza ante los incrementos de impuestos y la enorme cantidad de regulaciones que limitan o evitan el desarrollo de la actividad.

El panorama expuesto aquí se va a agravar con la Reforma Fiscal. Sí, el PIB podrá crecer momentáneamente por el efecto del mayor gasto público, y quiero pensar que el gasto público va a destinarse a infraestructura. Pero, ¿Crecerá el empleo?, no, la respuesta es no. Una obra de infraestructura de gran envergadura como las hidroeléctricas “El Cajón, o Huites”, tan sólo generan unos 3,000 empleos directos, pero requieren inversiones del orden de los 800 millones de dólares. Los empleos crecen en forma significativa en los sectores que son ahora golpeados por la “Reforma Fiscal”:

1.    Maquiladoras, que ahora se les impone el IVA en la importaciones temporales de insumos. Haciendo con esto más caro, y por consiguiente, menos atractiva la inversión en este rubro.
2.    Pequeñas empresas: Se termina el régimen de pequeños contribuyentes, ahora, las pequeñas empresas pagarán como las grandes empresas. Esto es, declaraciones de IVA, ISR, etc. Mensuales, lo que además de los impuestos intrínsecos tendrá que pagar más a contadores que les indiquen cuánto y cómo pagar.
3.    Incrementos en el costo de los empleos, al no hacer deducibles de impuestos los costos de la seguridad social. El nuevo seguro de desempleo va a ser financiado por los patrones.
4.    El IVA en rentas, son una infinidad de PYMES las que pagan renta, el aumento los obligará a subir sus precios, pero si el mercado no los reconoce, quebrarán.
5.    Aumento en el ISR a empresas, más 10% a los dividendos, más el PTU (principio marxista de la “Participación de utilidades”), hacen que las empresas mexicanas tengan una carga fiscal que las hace muy poco rentables. Esto incidirá en la inversión extranjera directa, la productiva, que seguramente preferirán otros lugares en donde sus empresas sean más rentables. Como el México no existe CAPITAL suficiente, las inversiones significativas vienen de fuera.

La gente está muy preocupada por los impuestos a los alimentos de mascotas, IVA a colegiaturas, a inmuebles, a hipotecas, a espectáculos. Los impuestos que afectan a la clase media, yo también lo estoy, pero no es lo peor.

Lo peor de la “Reforma Hacendaria”, es el golpe brutal que le pega a la actividad empresarial desde PYMES a grandes empresas. Y es lo peor porque afectan a lo único que puede aliviar el problema del desempleo. El desempleo, los desalentados, los bajos salarios que a su vez generan toda suerte de problemas sociales y pobreza, mucha pobreza. Un país no puede erradicar la pobreza golpeando a la inversión, y a las clases medias. Por el contrario, la va a agrandar.

Lo he escrito aquí y lo vuelvo a escribir: La única forma de erradicar la pobreza es mediante la inversión de capital continua e incesante, esto es lo único que produce crecimiento económico genuino, no del PIB, sino del genuino, del real, crecimiento de la frontera de las posibilidades de producción, esto significa, el crecimiento de los negocios existentes y la creación de nuevos. Esto y sólo esto es lo que nos podría sacar de la pobreza. Esto es lo único que puede bajar el desempleo, subir los salarios. Lo único.

Pero nuestros gobiernos, no lo entienden, ven a los negocios y a la gente productiva sólo como una fuente de ingresos, a la que hay que exprimir al máximo para dar regalos visibles a los jodidos que son los más, y que no pagan impuestos, pero votan, y votan por ellos. Ese es su único interés, es la perversión de la democracia, gana el que más regalos da, no el que mejora la situación económica. La precaria situación económica puede decirse que es originada por causas “externas” y con ello valga la redundancia externalizar su culpabilidad, y ganar las elecciones a pesar de haber destruido la economía del país. Así ha sido en los países referidos o en el epítome de los países comunistas como Venezuela, que no tienen ni papel higiénico, Cuba, Corea de Norte, Bolivia, etc.

Pero esta “Reforma Fiscal”, se le va a revertir a Peña y al PRI. Es previsible un entorno recesivo, acabaremos como España: Quebrados, endeudados con altísimos niveles de desempleo, emitiendo deuda y más deuda para pagar el “gasto social”, los sueldos de los burócratas parásitos que están aniquilando al huésped: La economía productiva

jueves, septiembre 12, 2013

Reforma Energética y Reforma Fiscal

No puede hablarse únicamente de la Reforma Energética y separarlo de la cuestión fiscal, van juntas. Y van juntas por una razón: El 45% del presupuesto se deriva de las ventas de PEMEX.

Debido al petróleo, el Estado Mexicano es tan grande y obeso como el de cualquier democracia socialdemócrata de país rico. Pero, sus ingresos tributarios: IVA + ISR + IEPES + Derechos, se queda corto en un 5% del gasto corriente, esto es, principalmente “servicios personales” (sueldos) a toda la burocracia. No obstante esto, Peña Nieto pretende elevar el gasto gubernamental a 39% del PIB, dejándolo dentro de las 12 economías con mayor gasto público del mundo. Entre sus propuestas está la del Seguro Universal de Salud, esto es, cubrir los gastos médicos de todos los mexicanos, tal y como sucede en algunos países,  hoy endeudados a más no poder e insolventes. Esto, y otros regalos con cargo al erario, lo sabe él, lo sabe el PRI, lo perpetuarían en el poder, o por lo menos otros 70 años. Tener contentos a los “demos”, que VOTAN, que no pagan impuestos, pero VOTAN y que son la mayoría.

Todo esto parecería muy bien, pero hay un “pequeño” problema: México ya no está nadando en petróleo. El súper yacimiento Cantarell, que nos dio para mamar desde 1980, prácticamente se extinguió, la producción de PEMEX de un máximo de 3.5 millones de barriles con Fox, hoy no llega ni a 1.5, y puede ser que sea mucho menor (pero no dicen para no apanicar). La producción de Pemex hoy está basada en recuperar petróleo en pozos que ya habían sido cerrados por incosteables. Vamos están usando la “jerga y la cubeta”, para obtener petróleo y poder sufragar los gastos del enorme Estado Mexicano.  Tan esto es así que el país tuvo un déficit de $ 50, 000 millones de pesos por el decrecimiento en el volumen exportado. Conclusión, nos secamos de petróleo.

¿No les parece extraño que el PRI ande proponiendo una Reforma Energética”? Los principales proponentes del “Nacionalismo Revolucionario”. ¿Uds. Creen que si tuviéramos otro yacimiento como Cantarell estarían proponiendo una “Reforma Energética”? ¡Claro que no! México aún tiene petróleo, y mucho, pero a 3,000 metros de profundidad en el Golfo de México, y para encontrar ese petróleo y explotarlo se necesita: Know-How y equipo sofisticado y caro. Ninguna de las dos cosas tenemos. Durante el auge, pensamos que el petróleo fácil era eterno y no se desarrolló, ni compró el equipo para extraer petróleo en aguas ultra-profundas. Los que tienen el Know-How, y el equipo, requieren una participación en el petróleo extraído. Si queremos, si no, háganle como quieran, sáquenlo ustedes. Hay muchas empresas petroleras que sí están dispuestas a aceptar éstas condiciones. Si no les gustan, mexicanitos, pues sáquenlo ustedes. Sólo que el “Sáquenlo Ustedes”,  requiere de mucho capital, tecnología (que no se tiene) y equipo, que no se compra en el súper, que tarda muchos años en tenerse operativo, y, mientras tanto, el petróleo fácil se termina, ya ni con la “jerga y la cubeta”, va a alcanzar para cubrir ese 40% del presupuesto (y creciendo).

Pemex no tiene capital, sus utilidades han sido tomadas por Hacienda para mantener al irreal Estado Mexicano, entonces, sin capital ¿Cómo va a adquirir el equipo? Respuesta: Endeudándose, y eso a ver si nos prestan las enormes cantidades requeridas.

También, por otra parte, el futuro de los precios del petróleo es a la baja, existen varias razones para afirmar esto:

Se han encontrado enormes yacimientos de petróleo no convencional: Sand Oil y Shale Oil, Canadá y algo EUA están repletos del primero, EUA del segundo. Es tanto el petróleo que tienen los EUA que en breve pasará de ser importador a ser exportador, y también en breve, a ser un mayor productor que cualquier país árabe o Rusia. También, es previsible que salvo que suceda algo extraordinariamente malo, Irak, se sumara a la producción, este país tiene el segundo yacimiento convencional más grande del mundo, podría fácilmente producir cerca de 8 millones de barriles/día, y lo hará por qué van a querer reconstruir su devastado país.

Esto tiene varias implicaciones para México. Primero, aún con la Reforma Energética, es más que evidente que cuesta mucho más extraer el petróleo de aguas ultraprofundas que en forma convencional como en Irak e incluso del Sand y Shale Oil. Por consiguiente, el costo de producción de PEMEX podría quedar por encima del precio de mercado del petróleo, y entonces sí que estamos hechos…
Sí que estamos hechos, la renta petrolera cubre el 42% del presupuesto, y de ese presupuesto hay que comentar que el 73% es gasto corriente, es decir principalmente sueldos a la burocracia, esto es tan elevado como que en este momento, todos los ingresos tributarios (antes de la Reforma), esto es, ISR, IVA, IETU, IEPES, Derechos son inferiores en un 5% al gasto corriente. Tenemos un Estado enorme para el tamaño de la economía mexicana, al menos, de la economía formal. Es un obeso Estado parasitario que toma todo, impuestos y monetización del petróleo para satisfacerse.
Pero, como anticipaba hace ya algún tiempo cuando preveía que Cantarell se extinguiría, el destino nos alcanzó.

Primera, conclusión: No estamos más “nadando en petróleo de fácil extracción”, si tenemos, pero para poder extraerlo y venderlo requerimos de infraestructura y tecnología de la que carecemos. El debate de “Privatizar” PEMEX, no sólo es absurdo, revela una ignorancia supina de AMLO, Cárdenas y otros grupos de izquierda que piensan, erróneamente que tenemos yacimientos como lo fue Cantarell, que estamos nadando en petróleo, esto ya no es así, si hay, pero no está tan fácil y además del la tecnología e infraestructura para extraerlo, está el factor precio, podría caerse y hacer que nuestro petróleo fuera inviable.

Esto por supuesto que lo saben los gobernantes, pero  lejos de tomar una actitud realista y tratar de afrontar la realidad nos marean y sacan una propuesta de Reforma Fiscal que está ideada con una sola y única idea: Tratar de llenar el boquetote que en las finanzas públicas está dejando la caída en la producción petrolera, y, también, muy a lo keynesiano, aceptar un déficit para gastar, gastar y gastar dicen ellos que en infraestructura y así levantar la alicaída economía mexicana. La actitud del gobierno, del PRI de Peña Nieto es como si a un individuo lo despidieran y decidiera gastar todos sus ahorros y utilizar todo el crédito de sus tarjetas, para “no sentir tan feo”.

Un gobernante sensato, ante una situación como la descrita trataría de salvar la planta productiva del país, la generación de la riqueza, y haría una Reforma Fiscal para que fuera más atractivo invertir en México, atraer capitales en inversión directa, que generan riqueza, ponen empleos productivos, y esto en su conjunto mejora la situación de los habitantes de este país.

Pero no, lo que quieren salvar es el aparatote parasitario de la burocracia, no les importa llevarse entre las patas a la clase media y las empresas, les tiene sin cuidado destruir la riqueza de los mexicanos, ellos quieren mantener su enorme Estado parasitario sin importar que el huésped muera.

Se ha hablado mucho del contenido aberrante como el IVA a la educación, hipotecas, compra venta de inmuebles, alimento para mascotas, bebidas azucaradas. Limites en la deducibilidad en lo tradicional para cualquier persona: Gastos médicos, dentales y funerarios.

Eso es terrible, pero no lo peor.

Lo peor es que de aprobarse la Reforma Fiscal, las empresas mexicanas pagarían el ISR más elevado del mundo, más que Francia y España, países que como sabemos no producen un empleo productivo desde hace años, sus tasas de desempleo arriba del 25% (y con las mentiras de los gobiernos es de suponer que realmente son aún mayores), endeudados hasta la madre, insolventes.
Pero me salgo del tema central: Las empresas. Si el ISR es el más elevado del mundo (en 37% con la cuestión de los dividendos), si además debe incluirse reparto de utilidades, indemnizaciones cuantiosas por despidos, y ahora, por aportaciones adicionales para el seguro de desempleo, pregunto. ¿Quién carajos va a querer invertir aquí? ¡Quién!

México ha caído progresivamente en inversión extranjera directa, año con año, los montos son inferiores, con esta Reforma, seguramente caerá abruptamente. No habrá ningún interés por producir ni madre en este país comunista.

Y, sí escribí la palabra comunista no con las vísceras, sino como consecuencia de la observación de los hechos: El Secretario Videgaray llegó ayer al Congreso diciendo “Hace 30 años que México no crece a su real potencial”, por eso, (el parásito), necesitamos más ingresos para reactivarla. Esto es, es el Estado el único ente capaz de reactivar la economía, por eso, es menester despojar a la clase media, ricos y empresas de su patrimonio para nosotros tomar el control. ¿No es esto comunismo? ¿No fue esto lo que hundió a la URSS?, pues va a ser esto lo que va a hundir a este país.

Esta Reforma Fiscal, más un endeudamiento del 4% del PIB, planean que el gobierno dispondrá de 500,000 millones de pesos adicionales para el 2014, para un presupuesto de 4 Trillones de pesos, esto es cerca de $ 40,000 por cada mexicano, muchos mexicanos no ganan eso, la mayoría, de ese tamaño es la destrucción de la riqueza.

Un vez que un Estado empieza a derrochar, a crecer como cáncer, a dar “pensiones”, “seguros”, no puede parar, siguen exprimiendo expoliando más a la población productiva y las(cada vez menos) empresas, como ni así les alcanza, se siguen con deuda, hipotecando el futuro,   hasta quedar como están hoy Grecia, España, Francia, Portugal, Italia. Insolventes, inviables, viendo de prestado sus últimos días antes del colapso final.
Para allá nos lleva Peña Nieto, al colapso total de México.