miércoles, noviembre 26, 2014

Caímos en la Trampa

Como anticipaba en el post  Indignación por Ayotzinapa ,  lo terminaba escribiendo “debemos de pensar en estos lamentables hechos y dejar como sociedad de hacerles el caldo gordo a aquellos que pretenden el caos y la guerra en el país.”
Así ha sido, se ha soltado una cadena de actos vandálicos perfectamente orquestada, acompañada, con la excusa de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que pretende desestabilizar al país al punto de que Peña Nieto tenga que renunciar.
Y, tienen hasta el 1 de diciembre para que renuncie Peña, ¿Por qué? Porque de acuerdo con el artículo 84 de la Constitución, en ausencia del ejecutivo, se puede llamar a elecciones presidenciales. Después del 1 de diciembre la ausencia del ejecutivo se llenaría con un presidente sustituto nombrado por las cámaras. Y, hay que tiene el mayor interés de que esto de dé. Esta fecha de de gran importancia para los que pretenden acceder al poder ¡Ya! Para eliminar las reformas que recientemente fueron aprobadas y que lesionan los intereses de las izquierdas y los sindicatos.
Basta ver la firma de López Obrador, con sus repetidos “Lárgate Peña…” para entender quien está detrás de esto.
En este intento de desestabilización participan varios, el CNTE y sus franquicias, el crimen organizado, agrupaciones sindicales como el SME, anarquistas, periodistas izquierdistas, y, por supuesto el partido del principal interesado MORENA.
Todos ellos difunden la propaganda, totalmente falsa, de que la desaparición de los 43 normalistas es un crimen de estado, que el gobierno federal y, en específico Peña Nieto son los responsables. Como si de los Pinos hubiera venido de la orden de desaparecer a los normalistas.
Anarcos y medios de información están dedicados a repetir arengas como “¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!”,como si el gobierno los tuviera escondidos en algún lugar recóndito;  para crear la percepción de que las autoridades federales son las responsables directas de un crimen de lesa humanidad, cuando la verdadera autoría material e intelectual es de los cárteles de la droga y de funcionarios locales, claramente identificados, coludidos con ellos.
Y, esos funcionarios locales, el ex alcalde, Abarca, de Iguala era miembro del PRD, lo mismo que el gobernador de Guerrero, y estos fueron aprobados por AMLO. Mazón, entonces Secretario de Salud de Guerrero y que fue el candidato de AMLO y Morena a gobernador, siempre fue el principal apoyo de Abarca.
La sociedad, ha caído en la trampa, en la TV, en las redes sociales vemos continuamente imágenes de los actos vandálicos, siempre con un “Fuera Peña …” los medios y las redes sociales han sido privados de la razón, están totalmente confundidos.
Esta nefasta propaganda permea al exterior y da México la imagen de ser un país en el que el gobierno “desaparece” estudiantes, y somos acusados.
Buen trabajo han realizados los profesionales de la desestabilización.
La explicación a la furia de la gente no es realmente Ayotzinapa, es el descontento generalizado que priva por la falta de crecimiento económico, la “Reforma Fiscal”, y sobre todo la inseguridad, la escalada en extorsiones, secuestros, y otros crímenes, que tanto ha afectado a la sociedad, y su descontento contra el gobierno se manifiesta apoyando la absurda idea de que Peña es el responsable en Ayotzinapa.
Vemos como las redes sociales se dedican a aniquilar a funcionarios públicos como a Murillo Karam denigrándolo por su frase “Estoy cansado”.
En lugar de que los medios de información y usuarios de redes sociales condenaran a quienes de manera bestial y salvaje pudieron haber asesinado a los jóvenes normalistas, a Abarca y su mujer Pineda, al PRD por haberlo postulado, al crimen organizado, se dedican a condenar a un procurador cuyo único pecado fue expresarse como cualquier ser humano al decir que “estaba cansado”.
Y en este marco de perversidad, no podemos dejar fuera a los estudiantes del Politécnico, ¿Desde cuándo los estudiantes aprueban al director de una Universidad, o los planes de estudio? ¿Se imaginan la “democracia” en instituciones como Harvard, MIT, Stanford, Oxford, Cambridge? El real interés de los politécnicos, es darle largas a la resolución del conflicto y contribuir, con otro problema más, a la ingobernabilidad.
Los vándalos y delincuentes “estudiantes” o no, han logrado impedir que las autoridades apliquen la ley, sus actos quedan impunes, y la violencia se multiplica.
Los delincuentes se han salido, hasta ahora, con la suya. Han logrado impedir que las autoridades apliquen la ley, que sus actos vandálicos queden impunes y se multiplique la violencia por todo el país.
La condena nacional e internacional por la desaparición y posible exterminio de los 43 normalistas ha servido a los desestabilizadores para paralizar el gobierno mexicano, acusado por los mismos criminales de ser el principal violador de los derechos humanos.
Le han puesto al país una trampa. Y, lo peor, hemos caído en ella.
Si no queremos que el país se nos desmorone, debemos como sociedad de recuperar las condiciones de gobernabilidad, y esto se empieza difundiendo las ideas correctas, los criminales de los normalistas están bien identificados y en la desaparición de los normalistas el gobierno federal  no tiene culpa alguna. ¿Por qué se sigue insistiendo? Es menester llamar la pan, pan y al vino, vino.
Y lo que sí tenemos es reiterar es que fue el PRD quien postuló a Abarca, fue Mazón, candidato de AMLO por MORENA quien lo metió a la política, y lo afilió al PRD.
Y que fueron Abarca-Pineda, junto con el cártel criminal denominado Guerreros Unidos los únicos responsables en la desaparición de los normalistas. Y por únicos, se entiende, que el gobierno federal no tuvo nada que ver.
Y termino, como terminé antes,
debemos de pensar en estos lamentables hechos y dejar como sociedad de hacerles el caldo gordo a aquellos que pretenden el caos y la guerra en el país.”


jueves, noviembre 13, 2014

¿Qué Culpa Tienen?

Los empresarios de Acapulco, desde los de los grandes hoteles, hasta los pequeños restaurantes en la playa, pasando por los prestadores de servicios, lancheros, vendedores ambulantes, comercio formal e informal en la desaparición y probable muerte de los normalistas de Ayotzinapa.

¿Qué culpa tienen? Los turistas que deseaban ir este próximo fin de semana al puerto, a divertirse.  Y que no podrán porque tienen miedo de ir al puerto, en donde bloquean el aeropuerto y la autopista.

¿Qué culpa tienen? Los propietarios de todos esos autos, autobuses, camiones, robados e incendiados.

¿Qué culpa tienen señores normalistas, maestros de la Coordinadora, guerrilleros del EPRI, en la desaparición de sus compas?

¿Quiénes desparecieron a sus compas normalistas? El cártel de Guerreros Unidos, que estaba en el poder en Iguala. ¿Qué no saben que Abarca-Pineda eran jefes de ese cártel?

¿Por qué entonces no van en contra de Guerreros Unidos, y no sólo detrás de ellos, también de los Rojos y de los demás cárteles que operan en Guerrero?

¿Por qué no atacan y queman las narcotiendas? ¿Por qué no localizan sus casas de seguridad y las incendian? ¿No quieren justicia?

¡No! Lo que quieren es la desestabilización social, lo que quieren es incendiar México, lo que quieren es hundir a México, lo que quieren es su revolución Marxista, y los desaparecidos son sólo un pretexto, un buen pretexto.

Me intriga el paralelismo entre estos acontecimientos y el EZLN y su Subcomandante Marcos hace 25 años, los dos surgen cuando México hace Reformas Estructurales importantes, en aquel entonces, la entrada en vigor del TLCAN, hoy las Energéticas, Telecomunicaciones. Hoy como hace 25 años, todos estos mitotes tienen un solo y único objetivo: Echar para atrás las Reformas, desestabilizar al país y quizá hasta hacer su deseada y ansiada Revolución Marxista, eso es lo que realmente quieren, no justicia. Si quisieran justicia no se irían contra gente que no tiene culpa, se irían en contra de Guerreros Unidos. Pero para esto, sí les faltan … Saben que pueden terminar ametrallados, como sus compas del 26 de septiembre.

¿Por qué no exigen la legalización de las drogas?, por ejemplo, eso vulneraría como nada a los victimarios de sus compas.

Y, al gobierno,

Una sociedad que se precie de ser civilizada, debe de ser igualitaria, y por igualitario me refiero a TODOS IGUALES ANTE LA LEY.

¿Por qué normalistas, maestros de la Cordinadora, EPRI’s, y demás pueden hacer todo el vandalismo que les parezca sin que la fuerza pública actúe?

Ellos pueden en las propias palabras de los normalistas “capturar” autobuses, a eso supuestamente fueron los normalistas a Iguala. Ellos pueden robar combustible, tomar casetas, bloquear carreteras, o importantes avenidas en ciudades, incendiar edificaciones, autos, camiones, en la más completa y total impunidad.

¿No son éstos delitos? ¿Qué ser estudiante, o maestro  es un salvoconducto para ser como Atila y destruir todo lo que encuentren a su paso ante la contemplación de las autoridades?

Están dañados por el ’68, a los violentos debe de ponérseles un alto, un hasta aquí. O pronto tendremos todo el país presa del caos y en manos de estos “Revolucionarios”.
Los mexicanos, que realmente amamos este país, lo que queremos es poder trabajar, y llevar nuestras vidas en paz. Ustedes señores gobernantes, su función primaria es la de proporcionar protección física y patrimonial, y no están cumpliendo. ¡Háganlo!



martes, noviembre 11, 2014

Indignación por Ayotzinapa

Quien mal anda, mal acaba… proverbio popular.

No me gusta escribir sobre personas o grupos de personas, pero los sucesos sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, la violencia subsecuente que se ha desatado, y la indignación, real, fingida o peor aún hipócrita  de una buena parte de la sociedad, de artistas que lucran con el acontecimiento como Café Tacuba, Talía, Zoé, quien en su concierto en el Foro Sol declaró “México está de luto, está Sangrando”… etc.  

Así que me he documentado, y expongo aquí lo que he encontrado tratando de poner las cosas en su exacta dimensión, en su lugar…

Empecemos por Ayotzinapa


La Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos , se supone que es una escuela para la formación de profesores de primaria en donde debieran de impartirse cursos de pedagogía, psicología, y demás materias que de acuerdo con la normatividad del Estado de Guerrero y la SEP, un profesor de primaria debería de conocer para poder ser profesor de escuela primaria.

Eso es lo que debería, de ser, pero no es lo que es

La historia de Ayotzinapa es una de conflictos permanentes con el gobierno: Ya desde 1941 existieron problemas con Ávila Camacho. En esta escuela se formaron Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y Othón Salazar, guerrilleros comunistas.  Lucio Cabañas fue profesor en Ayotznipa.
Lucio Cabañas fue el precursor de la guerrilla de Guerrero, mantuvo asolada la región con secuestros y extorsiones (precedente del crimen organizado actual) además fundó y fue secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FESCSM) grupo marxista-leninista violento que subsiste hasta nuestros días. Murió en una emboscada del Ejército Mexicano en 1960.


De esta forma, Ayotzinapa no es una escuela normal, esto es una que se dedique a formar profesores, es un semillero de guerrilleros. Son escuelas para el entrenamiento de la guerrila radical marxista-leninista de ella han emanado grupos guerrilleros como el EPR y más recientemente el EPRI, el Ejército Revolucionario Insurgente y muy importante, éstos grupos guerrilleros son vistos  que se desprendió del primero como enemigos por las organizaciones del crimen organizado. 



Sus poco más de 500 alumnos, no están realmente interesados en la pedagogía, están interesados en la guerrilla, en la revolución Marxista. Y todo con la subvención de los impuestos.

La "lucha" de los normalistas busca que se les de más dinero de subvención, y que  les otorguen plazas automáticas, una vez terminen sus “estudios”, para no hacer exámenes que permitan seleccionar a los mejores; Guerrero, Michoacán y Oaxaca, los Estados peor calificados cada año en sus niveles educativos, son los que oponen mayor resistencia al sistema evaluatorio; tanto profesores como normalistas están dispuestos a lograr las plazas automáticas.

Ahora, existe una gran simpatía pública por los normalistas. Pero antes del 26 de septiembre, no eran muy del agrado de los habitantes de Guerrero, su “lucha” no la conducían de forma muy pacífica que digamos, sus tácticas incluyen, lo que todos sabemos y que se ha exacerbado recientemente: Bloqueo de autopistas, secuestro de autobuses para su transporte, de camiones de transporte de mercancías,  mismos que dejaban destruidos.  , robo de combustible, gasolina y diesel . También toma de casetas de cobro (en los que siempre asaltan a quienes tienen que cruzar para seguir su camino; claro que el asalto se justifica como "apoyo al movimiento"). Todo esto impunemente ante unas autoridades municipales, estatales y federales totalmente pasivas, contemplativas. El síndrome del ’68, si eres estudiante puedes tomar, bloquear, vandalizar lo que te venga en gana, las autoridades jamás intervendrán.

Este comportamiento muchas veces ha degenerado en violencia criminal: A finales del 2011 en uno de sus habituales bloqueos de carreteras, algunos normalistas quemaron vivo al Sr. GONZALO RIVAS, trabajador de una gasolinería que estaban saqueando. En aquella ocasión policías guerrerenses dispararon contra los normalistas y fallecieron dos de ellos, lo que desató la furia de una parte de la sociedad. Pero curiosamente no protestaron por la muerte del trabajador; su asesinato nunca fue castigado, que yo recuerde. Pero curiosamente, la sociedad no se indignó por la muerte del trabajador y sí por la de dos los agresores que lo asesinaron. ¿Ley del embudo?

Los estudiantes acusaron al gobernador del estado Ángel Aguirre por la violenta represión y aseguraron que no portaban armas al momento de la manifestación, por lo que pidieron su renuncia.

El gobernador destituyó de su cargo al procurador General de Justicia y al secretario de Seguridad del estado, y aseguró que él no ordenó disparar contra los estudiantes.

Así están las cosas con los timoratos e inútiles gobiernos, que no sólo no aplican justicia y hacen una investigación para deslindar responsabilidades sobre la muerte del Sr. Gonzalo Rivas.

¿Qué el señor Rivas no era también como los “estudiantes” de Ayotzinapa un ser humano con padres, hijos, esposa que también merecen justicia?

Alcaldesa Capo del Crimen Organizado

Tres de los hermanos de la esposa del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, María de los Ángeles Pineda Villa –Alberto, Mario y Salomón–, cuñados del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, dieron origen al Cártel Guerreros Unidos. La vida de esa familia se inscribe en la historia de la lucha por el control de la Tierra Caliente guerrerense, disputada por las mafias al ser ruta estratégica del narcotráfico. Primero al servicio del Chapo Guzmán y luego a las órdenes de los Beltrán Leyva, Alberto y Mario murieron en 2009. Salomón fue detenido ese mismo año, pero quedó libre por deficiencias en la averiguación previa y hoy está señalado como uno de los autores del ataque contra los normalistas de Ayotzinapa.

El Crimen Florece en Guerrero

En estados como Guerrero en donde la extrema pobreza, la geografía y la ausencia de Estado de Derecho se conjugan para ser territorio ideal para el crimen organizado.

Calderón le declaró la guerra a los cárteles de droga, pero lo hizo para los de alto perfil, 8 en aquel tiempo, y lo hizo con bastante éxito. Pero se dio un efecto perverso de la escisión en pequeños carteles como el mapa ilustra,


Estos pequeños grupos criminales tienen una importante diferencia con los cárteles grandes que se comportaban como grandes corporaciones y que su objetivo principal era el trasiego de la droga al mayor mercado, a EUA. Los pequeños grupos son territoriales, y luchan ferozmente por el control de su territorio contra bandas rivales, y, como vemos en el mapa, existen varios traslapes de regiones de varios grupos. También, estos pequeños grupos han ampliado sus actividades a no sólo las drogas, la extorsión, el secuestro, el asalto, etc. Son quizá su mayor fuente de ingresos y por ello, son mucho más violentos que los grandes cárteles de la droga de antaño.


La siguiente gráfica tomada del reporte “Drug Violence in Mexico” es reveladora, y preocupante…


Iguala es una ciudad clave en el tráfico de drogas. Valle rodeado por nueve montañas en la región norte de Guerrero, es punto de entrada a la Tierra Caliente, donde los cárteles elaboran drogas sintéticas y cultivan mariguana. Allí operan diversas bandas del crimen organizado, hegemonizadas por Guerreros Unidos, uno de los subgrupos surgidos a raíz de la implosión de los Beltrán Leyva.

La guerra de cárteles por la plaza ha sido salvaje. Guerreros Unidos está enfrentado por el control de las rutas de trasiego de drogas que conectan los estados de México, Guerrero y Morelos con la Familia y Los Rojos, una célula encabezada por Leonor Nava Romero, El Tigre, hermano de Jesús Nava Romero, El Rojo, lugarteniente de Arturo Beltran Leyva, abatido en 2009 en Cuernavaca.
El resultado de esta disputa en Iguala ha sido sangriento. A sus alrededores se han encontrado decenas de narcofosas, más con la investigación subsecuente a la de los normalistas desaparecidos.

Alcalde Criminal

Desde su llegada al ayuntamiento, José Luis Abarca fue sido acusado de corrupción, nepotismo y autoritarismo. El 30 de mayo de 2013, ocho miembros de Unidad Popular de Iguala, organización social opositora al presidente municipal, fueron levantados por un comando. Tres fueron ejecutados. Nicolás Mendoza Villa, uno de los secuestrados, que alcanzó a escapar, acusó directamente al alcalde de los hechos y de haber dado muerte personalmente al dirigente perredista Arturo Hernández Cardona disparándole un escopetazo en la cara y otro en el pecho, tras de espetarle: Qué tanto estás chingando con el abono. Me voy a dar el gusto de matarte.

Y escribo esto para que quede muy claro qué tipo de personaje es Abarca y claro también su esposa, ambos jefes de jefes del grupo criminal Guerreros Unidos y muy importante, Perredistas, lo mismo que el ex gobernador de Guerrero que tenía una relación con la ex Acaldesa.

¿Por qué los secuestraron (y muy probablemente mataron)?


Esta pregunta es el quid del asunto, la creencia popular es que los “normalistas”, viajaron a Iguala a manifestarse en un mitin de la Alcaldesa (directora de DIF local), y que fueron, sin mayor trámite reprimidos a tiros por los policías municipales, que luego los entregaron a los criminales de Guerreros Unidos que se los llevaron. Así como se lee es un claro crimen de estado. Los policías son “la fuerza pública”, y son parte del estado, es más, son la principal razón de la existencia del estado: Otorgar seguridad física y patrimonial a los ciudadanos.

Pero esto no es claro, desglosemos los acontecimientos y tratemos de responder algunas interrogantes.

Primera, ¿A qué fueron a Iguala los normalistas?  La versión de ellos es que fueron a capturar tres autobuses de pasajeros, que se usarían en los días siguientes para llevar estudiantes hacia los poblados donde realizarían sus prácticas de observación, y que también se emplearían para llevar una delegación estudiantil a la Ciudad de México, el 2 de octubre, para participar en la marcha conmemorativa de la Matanza de Tlatelolco.

Pero Iguala está muy lejos, a 2 horas de Ayotzinapa, bastante lejos como para nada más ir a capturar autobuses, los normalistas usualmente capturan sus autobuses en la caseta de la Autopista del Sol o en Chipancingo que está a minutos de Ayotzinapa. Por tanto, el ir a capturar autobuses tan lejos no es una respuesta convincente.

Otra versión es que iban a boicotear el informe de labores de Pineda que como hemos escrito era presidente del DIF local. Pero, ¿Por ir a boicotear un informe los recibieron a balazos y los entregaron a sicarios de Guerreros Unidos? Tampoco es muy convincente, debe de existir un móvil de mucho mayor peso que este.

El día 16 de octubre, la Policía Federal aprehendió en la carretera México – Toluca a uno de los jefes de Guerreros Unidos  Sidronio Casarrubias Salgado.
Ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), el líder de “Guerreros Unidos”, Casarrubias Salgado, declaró que esa organización levantó a los estudiantes porque entre ellos, al parecer, iban infiltrados 17 miembros de la banda rival de “Los Rojos”.
Los sujetos pertenecía a la célula de Santiago Mazari Hernández "El Carrete", sobrino del diputado petista Alfonso Miranda Gallegos, según la causa 100/2014 del Juzgado Primero de Distrito de Matamoros, que fue publicada por el Reforma.

“Los Rojos” iban armados y pretendían asesinar a Víctor Hugo Benítez "El Tilo", jefe de plaza de “Guerreros Unidos” en Iguala, así como a 5 de sus hermanos, relató Casarrubias Salgado.

Este sujeto abundó que uno de sus lugartenientes conocido como "El Gil" le confesó que los 17 sicarios fueron asesinados y calcinados y sus cenizas tiradas en un río, aparentemente en Cocula.

Abel Barajas destaca en su nota que de acuerdo con las investigaciones “Los Rojos” habrían pagado 300 mil dólares para que su gente se infiltrara en los autobuses con los estudiantes y así evitar que la Fiscalía de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública estatales intervinieran en el "asalto" de la plaza de Iguala.

Los que recibieron el dinero fueron, según la indagatoria: el procurador de Guerrero, Iñaky Blanco; el secretario de Seguridad Pública del estado, Leonardo Octavio Vázquez Pérez, ¡así como el director de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa!


Yo no sé si esta historia sea completamente verídica, si haya sido fabricada por la PGR, pero si explica, es más es la única hipótesis que explica, la interrogante que más me inquieta: El móvil, la razón por la que mataron a los estudiantes.

Las otras hipótesis no tienen mucho sentido: Matarlos porque iban a boicotear el informe de la Pineda. No es razón suficiente, por muy mala que sea la Pineda, no creo que por ir a armarle desorden en su informe sea razón suficiente para asesinar.

Los estudiantes de Ayotzinapa muy acostumbrados a andar de “desmadre”, quizá, repito, quizá se les hizo fácil permitir que los sicarios de “Los Rojos” se mezclaran con ellos, más si les habían dado como dice la nota, una importante suma de dinero.

Independientemente de esto, los “normalistas”, sabían perfectamente que Iguala era bastión de Guerreros Unidos, que la Pineda era hermana de los principales generadores del grupo criminal Guerreros Unidos, se necesita estar dañado de la cabeza para planear ir a hacer un mitote a una jefa importante del grupo criminal que domina la plaza, a menos, claro, que se sentían protegidos por la banda rival, la de Los Rojos.

Recientemente, el 10 de octubre apareció en el Facebook Un presunto elemento del grupo guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), que declara la guerra al grupo criminal Guerreros Unidos, tras los hechos violentos suscitados en Iguala, Guerrero.

¿Guerrilleros lamentando la pérdida de sus “camaradas”, declarando la guerra a los rivales de “Los Rojos”.

Sea cual fuere la razón, a mí me queda muy claro, que los estudiantes a guerrilleros, que no normalistas, de Ayotzinapa jugaron con fuego, y se quemaron.

Lo que Verdaderamente Preocupa


Sí, es triste que (probablemente) hayan matado a los estudiantes, como es triste la cantidad de muertos que ha habido en México entre miembros de las bandas, nadie puede alegrarse por la muerte de nadie, pero también en la sociedad producto de sus extorsiones, secuestros, etc.

Lo que preocupa es que el crimen organizado se haya infiltrado en los partidos políticos. En muchos municipios de Guerrero (y del país) los presidentes municipales y sus aparatos policíacos cobijan a los señores del narco, se asocian con ellos o, en algunos casos (como en Iguala), son ellos mismos.

En Guerrero, el PRD lleva casi diez años, y no tuvo ningún recato para asociarse con bandas criminales, recibir su apoyo para ganar las elecciones, postular jefes de bandas criminales. Esa es la izquierda de México que busca la “igualdad”, y la “justicia social”. Ante los acontecimientos fingen sorpresa, pero sabían muy bien qué clase de tipo es Abarca,  que apoyó en el 2011 al ex gobernador  Ángel Aguirre Rivero y un año después la suya propia.  También es preocupante que el poder federal ha sido omiso e ineficaz, lo mismo que el ejército que tiene un campo militar cerca de Igual y que permitió las alianzas descritas.

Peña Nieto


No hay hasta este momento ninguna indicación de que el gobierno federal del priista Enrique Peña Nieto haya tenido algo que ver con los hechos del 26 y el 27 de septiembre. Pero las acusaciones políticas se están dirigiendo en su contra. El lema de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” sugiere que o el gobierno federal o el guerrerense tienen escondidos a los 43 jóvenes en algún sótano y que si son presionados con suficiente fuerza los sacarán de ahí.

Para muchos la desaparición de los normalistas es una oportunidad política o como Café Tacuba y Zoé para lucrar. Se oponen no sólo al régimen de Peña Nieto sino a un sistema económico de mercado. Ayotzinapa, de hecho, tiene una larga tradición de adhesión al marxismo-leninismo y a la lucha armada como forma de obtener el poder. La tragedia de sus estudiantes se convierte en un reforzamiento de su convicción de que la violencia es indispensable para transformar a México. Y, esto no podemos permitirlo ni hacerles como sociedad el “caldo gordo” a éstos que pretenden desestabilizar (aún más) el país y sumergirnos en el caos propicio para continuar con mayores y más violentos conflictos, como el comunicado del EPRI sugiere.

El presidente Peña Nieto, lo mismo que todos los políticos,  tiene el trauma  del movimiento estudiantil de 1968 y de la guerra sucia de los años setenta y está buscando no cometer los mismos errores de los presidentes de aquel entonces: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo. Estos recurrieron a la fuerza pública para responder a las revueltas de aquel entonces, pero al final fueron condenados por la historia.

Hoy Peña Nieto ha buscado negociar, por ejemplo con los líderes del paro del Politécnico, y ha permitido bloqueos de calles y carreteras así como actos de vandalismo en contra de edificios públicos y centros comerciales. Habrá que ver si esta táctica es más eficaz.

Estamos los mexicanos totalmente atrapados, sólo siendo testigos de toda la violencia subsecuente que parece no va tener fin, puesto que el estado es totalmente incapaz de actuar y detener la violencia.

Yo estoy convencido que no es posible dialogar con los violentos, que ahora se encuentran envalentonados y deseosos de una Revolución sangrienta para imponer sus ideas marxistas – leninistas y destruir todo lo ganado, y nuestra exigua economía de mercado y libertades.

¿Qué Podría Hacerse?


No son confiables las instituciones del estado mexicano a todos los niveles, y no sólo es cuestión de que los partidos políticos no propongan criminales para los cargos de elección, y que nosotros tengamos más cuidado al votar la próxima vez.

Para el estado de Guerrero, se requiere la presencia militar y de la policía federal.

También, por supuesto, debe de identificarse y castigarse a todos aquellos que participaron en estas atrocidades. Guerrero ya tiene una comisión de la verdad, pero se requiere de algo más amplio, algo que vaya a fondo para limpiar las instituciones.

México no puede confiar en las instituciones actuales para resolver los problemas en estados como Guerrero. Aún las autoridades federales se han coludido con los criminales estatales: Uno de los hermanos de la Pineda, pagó 450 mil USD al mes a los investigadores federales como pago por información de las investigaciones que sobre el grupo de Guerreros Unidos de practicaban.

Y para empezar, debemos de pensar en estos lamentables hechos y dejar como sociedad de hacerles el caldo gordo a aquellos que pretenden el caos y la guerra en el país. Con eso de que fueron “estudiantes”, nos tocan el corazón para ocultar sus perversos fines últimos: El caos y la guerra civil para poder implantar un régimen marxista – leninista en nuestro país.

¡No podemos permitirlo!