lunes, septiembre 28, 2015

En Ayotzinapa, Sí el Estado es Culpable

No, el único culpable, que quede claro, pero sí es culpable.
¿Han oído hablar alguna vez de la teoría de las ventanas rotas? Es una teoría sobre el contagio de las conductas inmorales o delincuenciales. Tiene su origen en un experimento que llevó a cabo un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969. Abandonó un coche en las descuidadas calles del Bronx de Nueva York, con las placas de matrícula arrancadas y las puertas abiertas. Su objetivo era ver qué ocurría.
Y ocurrió algo. A los 10 minutos, empezaron a robar sus componentes. A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo.
El experimento tenía una segunda parte: abandonó otro coche, en parecidas condiciones, en un barrio rico de Palo Alto, California. No pasó nada. Durante una semana, el coche siguió intacto. Entonces, Zimbardo dio un paso más, y machacó algunas partes de la carrocería con un martillo. Debió de ser la señal que los honrados ciudadanos de Palo Alto esperaban, porque al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.
Este experimento es el que dio lugar a la teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling: si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué?  La ventana rota envía un mensaje: aquí no hay nadie que cuide de esto.
Los alumnos de la escuela Normal Isidro Burgos en Ayotzinapa Guerrero tienen un récord de años y años de comportamiento delincuencial.
En primer lugar el robo de autobuses. Para los “alumnos” de Ayotzinapa es y era antes de los acontecimientos que llevaron a la desaparición de “alumnos”, algo común, esto es desde luego un delito, una ventana rota, que el Estado permisivamente dejaba que secuestraran a placer, operador incluido. Muchas veces los retenían por semanas en la normal, para cuando se les ofreciera a los “estudiantes”, ir a hacer su activismo. Decenas, quizá cientos de autobuses han sido robados por los de Ayotzinapa y por otros “estudiantes”, y no obstante que infringen daño económico a sus propietarios, y daño moral a sus operadores que mantienen recluidos, secuestrados, contra su voluntad, el estado, nunca hizo ni hace nada para enviar a la cárcel a los responsables delincuentes.
Los jóvenes que desaparecieron, se dirigieron hacia Iguala en autobuses que habían secuestrado, supuestamente a recaudar fondos y a tomar más autobuses para una protesta que iba a realizarse en octubre en la Ciudad de México.
¿Y el asesinato de Gonzalo Rivas, quemado vivo por los normalistas de Ayotzinapa que incendiaron la gasolinera donde trabajaba? Los normalistas rociaron una bomba despachadora con gasolina y le prendieron fuego, eso, es delincuencia. Estuvo muy mal que los policías les dispararon y mataron a dos, lo que sirvió para que se olvidara el delito original, incendiar y hacer estallar la gasolinera, y la muerte del despachador que intentó cerrar las válvulas. Nadie fue a la cárcel por esto. Otra ventana rota.
Es claro, que la desaparición fue un asunto del crimen organizado y de la disputa entre dos bandas criminales: La de “Los Rojos”, que fundamentalmente están en las inmediaciones de Chilpancingo, y Tixtla, en donde está Ayotzinapa, y “Guerreros Unidos”, ¿En dónde está la responsabilidad del estado aquí? En permitir que personajes ligados con las bandas criminales llegaran a puestos de elección, y más adelante fueran gobernadores o alcaldes.
Hoy el personaje de marras intenta sacar ganancia política de la desaparición de los “estudiantes”, de Ayotzinapa que ha convertido en mártires.
Tampoco el estado ha investigado los nexos del rector de Ayotzinapa con los Rojos, y que él fue el que dio la orden de ir a Iguala tal y como nos lo relata Raymundo Riva Palacio en “Ayotzinapa Penetrada por los Rojos”.
A finales del año pasado, el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, tuvo un encuentro bastante ríspido con los familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre. Rubido, un hombre imperturbable que nunca pierde las buenas maneras, explotó. Sus hijos, les dijo el comisionado de acuerdo con personas que conocen detalles de ese encuentro, no eran blancas palomas, y ustedes lo saben.
También como escribe Riva Palacio “La existencia de una célula criminal dentro de la Normal de Ayotzinapa es tabú. Cuando en este espacio se publicaron extractos de declaraciones de uno de los jefes de Guerreros Unidos en ese sentido en noviembre, los insultos de activistas vinculados a organizaciones en Guerrero fueron tan desproporcionados como reduccionistas. O quizá sirvieron para tender cortinas de humo sobre algunas de las dinámicas más oscuras en Ayotzinapa.”
En conclusión, sí el Estado Mexicano es corresponsable de la desaparición y probable muerte de los normalistas hoy “mártires” de Ayotzinapa, pero no por las razones que nos quieren hacer creer: Es culpable por ser incapaz de ejercer el Estado de Derecho, es culpable, por solapar el secuestro de autobuses, la destrucción de comercios, e incluso de oficinas gubernamentales a manos de los vándalos normalistas, y no sólo de Ayotzinapa, en Michoacán y Oaxaca también se repiten los actos vandálicos. Es culpable porque rota la primera ventana, no la reparó, sino que ha permitido que se sigan rompiendo ventanas y que hasta se prenda fuego en el interior del edificio. Es culpable porque permitió y permite que el crimen organizado se infiltre en sus instituciones. Es culpable porque sigue solapando y permitiendo actos delincuenciales por los normalistas y sus cómplices de la CETEG.
Es culpable porque no es capaz de cumplir su función primordial: Respetar y hacer respetar el Estado de Derecho.






jueves, septiembre 24, 2015

El Robin Hood Index


Y empieza, así  “¿Qué pasaría si los hombres más ricos del mundo, como Carlos Slim, repartieran su fortuna entre los más pobres de sus respectivos países?

En busca de una respuesta a esta interrogante, Bloomberg creó el Robin Hood Index. 
¿Bloomberg eh, qué les parece? Uno de los sistemas de información de mercados más importantes del mundo, ideando esta chairada, socialista. Se ve la influencia de Piketty de movimientos como, los “indignados”,  “Ocupa Wall Street”, aquí en México MORENA, y  en todo el mundo afirman que el 1% de la población posee toda la riqueza y vive a costa del restante 99%. La solución evidente que implica esto es que el 99% se apropie la riqueza del 1% y la use en su beneficio, en lugar de permitir que continúe usándose en beneficio del 1%, que supuestamente son avariciosos capitalistas explotadores que no se lo merecen. En otras palabras, el programa implícito de los manifestantes es el del socialismo y la redistribución de la riqueza.
Por supuesto que es totalmente exagerado que el 1% de la gente posee la mayoría de la riqueza. Pero el tan sólo establecerlo da muestra de los sentimientos de los que crearon el “Robin Hodd Index”, y de tantos millones de socialistas que están firmemente convencidos que una minoría los explota, y se enriquecen a costa del …99% restante.
De lo que no se dan cuenta todos ellos es que la riqueza  que detenta ese 1% es la responsable del nivel de vida, de los adelantos, y de lo que llamamos “civilización”.
Los socialistas, no son conscientes de esto, porque ven el mundo a través de una lente intelectual que es inapropiada para la vida bajo el capitalismo y su economía de mercado. Ven un mundo, aún presente en algunos lugares y presente en todas partes hace unos pocos siglos, de familias granjeras autosuficientes, cada una produciendo para su propio consumo y sin tener ninguna conexión esencial con los mercados.
En un mundo así, si uno ve el campo de un granjero, o su granero, o su arado, o sus animales de carga, y pregunta a quién sirven esos medios de producción, la respuesta es para el granjero y nadie más. En un mundo así, aparte de la recepción de alguna caridad de los propietarios, quienes no son propietarios de medios de producción no pueden beneficiarse de éstos hasta que no se conviertan en propietarios de los mismos. No pueden beneficiarse de los medios de producción de otros, excepto heredándolos o apropiándoselos.
En el mundo de los socialistas, los medios de producción tienen el mismo estatus esencial como bienes de consumo, que por regla general benefician solo a sus propietarios. Es por esto por lo que quienes comparten la mentalidad socialista que normalmente pintan a los capitalistas como hombres gordos, cuyos platos tienen montones de comida, mientras que la masas de los asalariados deben vivir cerca de la muerte por hambre. De acuerdo con esta mentalidad, la redistribución de riqueza es meramente quitar de los platos desbordantes de los capitalistas y dárselo a los hambrientos trabajadores.

La Riqueza del Capitalista son Bienes de Capital

Al contrario de estas creencias, en el mundo moderno en el que vivimos realmente, la riqueza de los capitalistas sencillamente no existe en buena parte en forma de bienes de consumo, no es comida, ni trajes lujosos, ni jets privados, ni yates, ni mansiones, sí las tienen pero ahí no es donde está su riqueza. No, está abrumadoramente en forma de bienes de capital, esto es en bienes que sirven para producir, sino que esos medios de producción se emplean en la producción de bienes y servicios que se venden en el mercado. Totalmente al contrario que en las condiciones de las familias rurales autosuficientes, los beneficiarios físicos de los medios capitalistas de producción son todos los miembros del público consumidor en general que compran los productos de los capitalistas.
Así Slim, tiene su riqueza invertida en bienes de capital: En redes de fibra óptica, torres de telefonía celular, centrales telefónicas, restaurantes (Sanborns), fábricas Euskadi, mineras, Frisco, etc. Que muy difícilmente son “repartibles” , por lo que el “Robin Hood Index” es para decirlo rápidamente una aberración, una estupidez, que demuestra la ignorancia supina de sus creadores.

Todos y cada uno de nosotros nos beneficiamos, por ejemplo, que existan, Telcel, Telmex, AT&T, Movistar,  Toyota, Honda, GM, Volkswagen, así como Nokia, Motorola, Samsung, y Apple,  e infinidad de empresas más, que compiten entre sí para ofrecernos a nosotros, consumidores productos de su giro a la mejor calidad y precio.
En otras palabras, todos nosotros, el 100% de nosotros, nos beneficiamos de la riqueza de los odiados capitalistas. Nos beneficiamos sin ser capitalistas o no siendo capitalistas a gran escala. Los socialistas como están literalmente vivos gracias a la riqueza de los capitalistas a los que odian. Los camiones que son esenciales para el transporte de mercancías, los aviones y los barcos, transportan la comida que comen, muchas de estas empresas son “Transnacionales”,  lo cual ni las hace mejores ni peores que las empresas locales. Los socialistas y manifestantes que odian el capitalismo odian los fundamentos de su propia existencia.

El beneficio de los medios de producción capitalistas a los no propietarios de medios de producción no solo se extiende a los compradores de los productos de esos medios de producción, sino asimismo a los vendedores del trabajo que se utiliza para trabajar con ellos. La riqueza de los capitalistas, en otras palabras, es la fuente tanto de la oferta de productos que compran los no propietarios de medios de producción como de la demanda del trabajo que venden dichos no propietarios. De esto se deduce que cuanto mayor sea la riqueza y el número de capitalistas, mayores son la oferta de productos y la demanda de mano de obra y por tanto más bajos serán los precios y más altos los salarios, es decir, mayor será el nivel de vida para todos. Nada interesa más a la persona media que vivir en una sociedad que esté llena de multimillonarios capitalistas y de sus empresas, todos ocupados utilizando su enrome riqueza para producir los productos que compra y compitiendo por el trabajo que vende aquél.


¿No quieren los socialistas la mejora material de todos y cada uno de los miembros de la sociedad? Esto se logra no con dádivas, ni con “reparto de la riqueza”, ni con “programas sociales”, esto se se logra con empleos bien remunerados que ponen los odiados capitalistas.

lunes, septiembre 14, 2015

Reduciendo en Gasto Público Corriente

Reduciendo en Gasto Público Corriente

El titular de la Secretaría de  Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, indicó que el  Presupuesto de Egresos de la Federación propone un gasto neto de 4 billones 746 mil 946 millones de pesos (mdp).

En conferencia de prensa luego de presentar el Paquete Económico 2016, indicó que el gasto programable representa un disminución de  221 mil mdp, es decir, 1.15% del PIB inferior al gasto programable de  2015.

Se propone una disminución del déficit público de 1 a 0.5%; mientras que el gasto corriente se reduce en 4.7% en términos reales, en comparación con el presupuesto aprobado para 2015.

Finalmente, enfatizó que con el ajuste se aparta de la lógica inercial de otros años para revisar cada uno de los programas y así  hacer más eficaz el gasto.

En otra entrevista, aseguró que una de las columnas vertebrales del presupuesto es la fortaleza  que da la Reforma Fiscal, pues sin ella hubieran existido más recortes al gasto, se logró una  disminución de la dependencia a los ingresos petroleros de 18%., indicó y agregó que

 "Sin la Reforma Hacendaria tendríamos que hacer recortes en programas sociales y en programas importantes para la población, por lo tanto,  no es momento de una reversión o un paso atrás de la reforma",

En ese sentido, dijo, se propuso en el Paquete Económico 2016 una serie de incentivos para el ahorro e inversión, respetando el  principio fundamental de conservar la confianza de inversores y la estabilidad frente al entorno externo.

Por otra parte,  Macario Schettino, en su columna del Financiero titulada “Lo que viene”, nos explica la realidad brutal de las finanzas públicas.

Copio la parte medular del artículo: “Los ingresos del sector público, de 2008 a 2015, promediaron 23 puntos del PIB. De 2016 a 2021, se estima que no superarán 21.5. El petróleo, que alguna vez daba seis puntos, no dará más de 4.5, por ejemplo, y aunque se recauda más y mejor, los impuestos van a aportar entre 12 y 13 puntos en los cada uno de los próximos seis años. Con los otros ingresos, incluyendo las cuotas al IMSS e ISSSTE y los ingresos de CFE, llegamos a esos 21.5 puntos que le comentaba.”

”simplemente no alcanza para el gasto. El gasto programable deberá reducirse a 16.5 puntos para esos seis años, de los 20 en que ha estado en los seis pasados. Pero en ese lapso las pensiones pasarán de tres a cuatro puntos del PIB, de forma que habrá que hacer un ajuste adicional en el gasto de un punto.”

…”Las estimaciones de Hacienda no son pesimistas, al contrario. Suponen que podrán ir cancelando plazas conforme se retiren quienes hoy trabajan en el gobierno, y que las pensiones apenas subirán sólo un punto del PIB en seis años”

Ya en mi post de julio 31 “El Futuro de México como Grecia”, explicaba que la situación puede deteriorase muy rápidamente, Schettino estima 4.5 puntos del PIB para el petróleo, pero de continuar la caída de los precios, la Reforma Energética no tendrá ningún efecto, nadie va a querer invertir en aguas ultra profundas con el petróleo debajo de 30 USD. Adicionalmente, existe el agravante de que la producción de Pemex cae apresuradamente.

También, la Reforma Fiscal ha causado y sigue causando un enorme daño a la economía, fue diseñada para recaudar lo más posible, aún a costa del crecimiento y del empleo, de lo que se trataba era de llenar el boquetote que la caída de los precios del petróleo le han hecho a las finanzas públicas. Aunque para 2016 plantean algunos estímulos fiscales dirigidos a la PYMES, para acelerar la deducción de sus inversiones, no es suficiente. Y sin inversión productiva, este país quedará estancado.

¿No puede hacerse mejor? El gasto corriente se compone fundamentalmente de servicios personales, esto es sueldos de la enorme burocracia que tenemos, y todo el dinero asistencialista para los programas sociales que como ha sido confirmado, no sirven, y, por el contrario la pobreza ha aumentado, y seguirá aumentando hasta que los políticos entiendan que sólo generando riqueza, haciendo crecer a las empresas, y haciéndolas crecer en número es el único camino para que México salga de su estancamiento ancestral.

¿Qué tendremos que esperar a que todo se deteriore tan significativamente que comience ahora sí en serio a cerrar, Institutos, Comisiones, Subsecretarías, e incluso Secretarías de Estado que no tienen justificación alguna.

Es posible, perfectamente posible hacer un ajuste, fuerte en el gasto corriente, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones.

El licenciamiento de soldados después de una guerra


Imaginemos que México estaba en guerra, y que ésta finalizó, los soldados, todos, son empleados del gobierno y por consiguiente, son burócratas, y desde el punto de vista financiero no hay distingo con cualquier otro burócrata. Ese ejército tiene que despedirse, no es posible que se mantenga tal nómina, sin ya ninguna utilidad. Al terminar la 2da Guerra Mundial Keynes se oponía al despido masivo de soldados, por el gran desempleo y la caída brutal en el consumo debido a la caída del poder adquisitivo de todos los despedidos. Afortunadamente, no fue oído y se inició la más grande expansión económica y sólo hasta entonces se terminó la depresión que inició en los 1930’s.

Es cierto que se requiere de un período de tiempo para que el sector privado pueda absorber toda la masa de soldados (o burócratas) despedidos, sin embargo, esto fue en EUA, pero también en otros países, asombrosamente rápido,  y fue rápido porque liberados de ese gasto corriente regresó a los contribuyentes lo mismo que iba liberando, esto es, se bajaron de forma importante los impuestos. Los contribuyentes dispondrán así de medios que les permitirán adquirir mayor número de mercancías. En otras palabras, el incremento experimentado por la demanda civil proporcionará trabajo al nuevo contingente laboral integrado por los soldados.

Con el despido masivo de burócratas (o soldados, es lo mismo) transforma la situación económica que prevalecía anteriormente. Los burócratas  mantenidos previamente por la población civil no se convertirán en ciudadanos dependientes de sus conciudadanos. Por el contrario, pronto gozarán de autonomía económica. Si damos por supuesto que las necesidades de la defensa nacional no exigen la presencia de estos hombres por más tiempo en las fuerzas armadas, su retención en ellas equivaldría a dilapidar riqueza inútilmente. Constituirán un elemento improductivo. Los contribuyentes no obtendrán nada a cambio de su sostenimiento.
Ahora, sin embargo, los contribuyentes transferirán los fondos liberados de gravamen a este nuevo elemento civil por su equivalente en bienes o servicios. La producción nacional total, la riqueza de todos, se verá acrecentada.

Pero no es esto todo. La prosperidad del país no permanece invariable en el caso en que se hallaba con anterioridad al despido de los funcionarios considerados superfluos. Por el contrario, se produce una notable mejoría. Los antiguos funcionarios comenzarán a integrarse en el sector  privado, como empleados o como empresarios, y el proceso de adaptación -será facilitado por el mayor volumen de dinero de que dispondrán los contribuyentes, tal como ocurría en el caso del despido de soldados. Los antiguos funcionarios deberán ofrecer a los empresarios privados —y en definitiva, a sus clientes— servicios equivalentes a los ingresos que sus nuevos empleos les proporcionan. Con ello dejarán de ser miembros inútiles de la comunidad y comenzarán a producir para ella.

 Debe mencionarse que lo expuesto anteriormente no va dirigido contra los funcionarios públicos cuyos servicios son realmente necesarios. Los servicios de policía, bomberos, sanidad, higiene municipal, los jueces, los legisladores, los magistrados, etcétera, realizan una labor productiva tan necesaria a la comunidad como lo pueda ser la de aquellos miembros más destacados de la industria privada. En realidad, hacen posible que dicha industria pueda desenvolverse en un ambiente de legalidad, orden, libertad y paz.

Pero su existencia se halla justificada por la utilidad de los servicios que prestan, no por el consumo que son capaces de generar por hallarse incluidos en las nóminas del Estado.

 Cuando los malhechores nos despojan de nuestros bienes, adquieren capacidad de consumo. Con ella sostienen bares, restaurantes, clubes nocturnos, líneas aéreas y de trasporte terrestre, fabricantes de ropa y quizá hasta incluso obreros de la industria automovilística. Pero por cada empleo que sus gastos proporcionan, nuestro propio gasto proporcionará un empleo menos, porque no dispondremos de la cantidad que nos fue sustraída. De igual forma, por cada empleo creado merced a los gastos de los funcionarios, los contribuyentes proporcionan un empleo menos. Cuando un ladrón nos despoja de nuestro dinero no adquirimos nada a cambio. Idéntica situación se da cuando somos desposeídos de nuestro dinero mediante impuestos destinados al sostenimiento de burócratas inútiles. Podremos considerarnos afortunados si éstos se limitan a ser unos indolentes holgazanes. En la actualidad es más probable que los veamos convertidos en activos reformistas progresistas dedicados afanosamente a agredir institucionalmente la actividad empresarial y la acción humana y desalentar la producción.

En consecuencia, lo que México necesita es una Contra Reforma Fiscal, bajar el impuesto al consumo, el IVA, digamos a 10%, eliminar los IEPES a alimentos “nocivos”, bajar los de la gasolina, bajar el ISR sobre todos el de las empresas, permitir la deducibilidad de las inversiones de forma acelerada, para fomentar la inversión y hacer atractivo invertir en este país. Eliminar la mayor parte de las leyes y reglamentos que agreden de una u otra forma las actividades productivas, dejando sólo aquellas que tienen que ver con la seguridad física y patrimonial, lo que incluye desde luego, sanidad.

Y, despedir burócratas, para aligerar el gasto corriente y no incurrir en el déficit, al principio parecerá doloroso para todos esos individuos que se encuentran empleados en actividades improductivas, pero, como hemos expuesto, con la acrecentada capacidad de compra de la población, producto del recorte del IVA, y las medidas fiscales relativas al fomento de la inversión, este país tendrá que crecer, y transformarse, y aprovechar esta coyuntura  de la historia, para transformarnos y crecer fuerte en base a la actividad privada. Saldremos estoy seguro de los raquíticos crecimientos apenas superiores al incremento en la población, y tendremos crecimientos vigorosos que generen millones de empleos cada vez mejor pagados y tengamos un mejor país.