DETROIT MICHIGAN, Destruida por la pérdida de Capital |
El día de hoy
aparece en El Financiero la nota “Por qué el triunfo de Trump con Carrier es una derrota para EU.
Por autor ponen a
la agencia de noticias Bloomberg.
Y sus argumentos
son los ya muy trillados y conocidos que “no perderán su empleo más de mil
trabajadores pero que será negativo para la economía de EU porque afectará
directamente a los consumidores. “
Pero el “mejor”
argumento es el siguiente,
“La compañía quería trasladar la
producción a México para reducir los costos de mano de obra y seguir siendo
competitiva. Los trabajadores estadounidenses perderían empleos, pero los
consumidores e inversionistas estadounidenses conseguirían hornos más baratos y ganancias corporativas mejores y, potencialmente, más gasto en
importaciones estadounidenses por parte de trabajadores mexicanos que
obtuvieran los empleos. “
“Este traspaso constante de recursos tiende a impulsar los estándares de vida tanto en Estados Unidos como en el extranjero, al permitir que cada uno se enfoque en lo que hace mejor.”
“Este traspaso constante de recursos tiende a impulsar los estándares de vida tanto en Estados Unidos como en el extranjero, al permitir que cada uno se enfoque en lo que hace mejor.”
Termina mencionando que un profesor
Hicks de economía estableció que "Los trabajadores de Carrier cuestan alrededor de 30 dólares la hora con salario y
beneficios, comparados con unos 3 dólares por trabajador en México"
El argumento principal ya se había
enunciado desde el siglo XVIII con Adam Smith que basaron sus doctrinas en la ley de la “ventaja absoluta”. Es decir, que los
países deberían especializarse en lo que sean más eficientes y luego
intercambiar esos productos, pues en ese casos e beneficiarán las personas en
ambos países. Es un caso relativamente fácil de argumentar. Hace falta poca
persuasión para darse cuenta de que Estados Unidos no debería dedicarse a
cultivar plátanos (o, por decirlo en términos simples de microeconomía, las
personas y empresas de Estados Unidos no deberían preocuparse por hacerlo),
sino más bien producir otra cosa (por ejemplo, trigo, bienes manufacturados) e
intercambiarla por plátanos cultivados en Honduras.
Más adelante David Ricardo extiende esto a las “ventajas comparativas”, que
ejemplifico: el País A es más eficiente
que el País B produciendo ambos productos X e Y, merecerá la pena al País A
especializarse en producir X, en lo que el mejor produciendo, y comprar todo el
producto Y a B, aunque es mejor produciéndolo pero no tiene tan gran ventaja
comparativa como fabricando el producto X. En otras palabras, cada país
debería producir no solo aquello en lo que tenga una ventaja absoluta en
producir, sino en lo que es mejor, o al menos en lo que no es peor, es decir,
en lo que tenga una ventaja comparativa en producir.
Se lee muy bien, aunque no
deja de molestarme la idea de que el que no tiene gran ventaja, el país B, no
pueda adquirirla, por ejemplo, modernizando y adquiriendo bienes de capital que
le permitan estar a la par con el país A y competir con el mismo producto X.
Esto me parece más capitalista que el a priori de sacar al país B porque A es un
poco mejor.
Pero ni Adam Smith, ni
Ricardo, ni James Mill, y más recientemente von Mises o Rothbard nos hablan de
la situación que se está dando con la globalización:
El país más apto A, de
pronto deja de serlo para habilitar al país menos apto B, porque todos sus
bienes de capital tecnología know-how se mudan al país B que de pronto se
vuelve el más apto. Y la razón de la transferencia es simplemente que el costo
de la mano de obra es ¡diez veces menor! De tal suerte que la ineptitud de B es
su plus, que hace que el fabricante de A se mude a B para producir ahí lo que
producía en el país que era, tiempo pasado, puesto que ya no produce.
Y este es el problema,
todos los economistas, clásicos, neoclásicos, austriacos, todos, piensan en el
libre comercio entre naciones más o menos simétricas. Esto es, con capacidad
generadora de riqueza más o menos igual, con salarios y costos también más o
menos similares, como podría ser el comercio entre Inglaterra, y Alemania, o
Francia. Pero que hay cuando el comercio se verifica entre naciones totalmente
asimétricas, como es el caso de EU y México, o China, y los países del sudeste
asiático, bueno pues lo hemos visto, inicialmente, a los productores del país
menos desarrollado los quebraron porque no tenían ni cómo competir con el
gigante poseedor de una enorme capacidad industrial basada en sus inversiones
en bienes de capital que por décadas acumuló lo que le permitió elevar el nivel
de vida de sus ciudadanos, y sus percepciones económicas.
Pero eso fue inicialmente,
después, el país productor, más apto, decidió que ya no quería serlo, que sería
sólo un país en lo más alto de la economía global: Un país sólo de consumidores,
así que desmantela su industria y la muda al país hasta entonces el menos apto.
Esto no es comercio internacional esto es transferencia de capital de un país
al otro. Al transferirse los bienes de
capital a otro país, el país que los cede se empobrece porque pierde capacidad
de producir riqueza, esto es algo que es lo más importante y que los supuestos defensores
del “libre comercio” no están viendo, y que sólo están viendo la pérdida de los
empleos en los EU.
Ganó Donald Trump, porque
los estadounidenses, están sintiendo en carne propia este proceso de
desinversión en bienes de capital orientados a la manufactura, existen ciudades
como Detroit, otra hora la capital de la industria automotriz que se encuentran
en ruinas, nos ciudades fantasma llenas de criminales y que el valor de las
propiedades inmobiliarias ha caído a nada y Detroit no es la única. Es a lo que
me refiero con la pauperización por la pérdida de los bienes de capital. Así
que la ecuación no es tan sencilla como la enuncian de que salen beneficiados
los consumidores.
Así que sólo pensar en el
beneficio de los consumidores es un grave error, perder la capacidad de
producir manufacturas en EU es para ellos causa de pauperización de la sociedad
en su conjunto, no sólo por los empleos de obreros perdidos, que en un entorno
de desindustrialización le hacen virtualmente imposible encontrar un trabajo en
lo que sabe hacer, sino más importante aún por la pérdida en la capacidad de
producir riqueza.
Si EU, deja de producir
manufacturas, ¿Qué le queda? Vender granos como maíz amarillo, trigo,
legumbres, frutas, papas, y cárnicos. Pareciera la producción de un país pobre,
y es lo único en que sus ventajas absolutas, sobre todo en los granos es
apabullante y eso, eso sí no pueden exportar la producción por que depende de
su geografía que ha sido bendecida para este tipo de producción.
Por eso ganó Trump, no son
las ideas “locas”, “proteccionistas” de Trump, es una situación real que se
está viviendo en EU, por más que en encerrados en nuestros dogmas nos neguemos
a reconocer.