Las fobias a políticos y sus correspondientes partidos
han creado a “los independientes” Pero ¿Qué significa ser independiente?
Independiente lo entiendo como alguien que no tiene ideología alguna, no tiene
compromiso, y en consecuencia puede proceder de cualquier forma.
También muy en esa dirección están los candidatos “no
políticos”, o antipolíticos. Tenemos a deportistas como Cuauhtémoc Blanco el futbolista
que hizo su carrera principalmente en el club América, postulado para alcalde
de Cuernavaca, Ana Gabriela Guevara la velocista olímpica que ya ha ocupado cargos,
Carmen Salinas, la actriz de comedia, Lagrimita el payasito. Me queda muy claro
que Blanco era un gran jugador, que Guevara corría rápido, que Salinas es
chistosa, y Lagrimita no lo he visto. Pregunto ¿Queremos un congreso lleno de futbolistas,
atletas y actores, locutores, y cualquiera que sea muy conocido desempleados? Todos
ellos figuras conocidas y con “calor popular”. Pero terriblemente ignorantes en
la cosa pública, ¿Se imaginan a Cuau buscando jefe para la policía de
Cuernavaca, pondrá a algún colega, el que metía los goles en el América? ¿O
cómo? Es realmente no malo, sino lo peor que nos puede pasar tener a ese montón
de ineptos pero eso sí muy populares en algún cargo público. Pero peor que su
ineptitud es que son enteramente manipulables por los dueños del sistema.
El problema es el sistema, no se puede votar por los de
acuerdo corruptos políticos y sus partidos, así que tenemos que votar contra el
sistema.
Pero si no hay candidatos liberales, entonces el voto
anti sistema es precisamente NO VOTAR, ni siquiera ir, nada, un domingo como
cualquier otro. Esto es enviar un mensaje de protesta contra el sistema, no
contra el PRI, o EPN, no, contra el corrupto sistema que nos tiene hasta la
madre. No te tragues el cuento de que si no votas favoreces al PRI, al
dinosaurio, no puedes ir y votar por otro candidato que es igual de estatista o
peor que el que está en el poder, ni tampoco por los carentes de definición
política, o simplemente porque metía muy buenos pases a los delanteros del
América, o te hacía reír en sus comedias. No vale la pena caer en
especulaciones que te llevan a seguir votando por “el menos malo”, y con tu
voto dar legitimidad al corrupto sistema. No caigamos en la trampa.
No votar significa no legitimar al corrupto
sistema. No votar significa repudio a la
intrincada reglamentación y obstáculos para crear partidos nuevos como alguno
que vaya a contra corriente socialista-estatista a favor del liberalismo.
Este domingo 7 de junio, es un domingo
normal, y al verlo así estás mostrando tu repudio al gran circo de la
democracia, los políticos los partidos políticos y los payasos populares que se
han enrolado de políticos.
Esto de ser aprendiz de liberal, ante las elecciones próximas y el hecho de que no existe ni la más remota opción emparentada con el pensamiento liberal, me coloca en tal grado de "desamparo" que el NO VOTO que propones no deja de ser atractivo, quizá sólo tendré que luchar contra ese mi sentido de responsabilidad cívica con el que me fui formando y siempre acudir a votar. Pero, ¿que significado tiene el NO VOTO si se analizaba, en video difundido con anterioridad, que la Ley Electoral toma el número de los que realmente votan como el 100% para fines de reparto de los recursos y determina quienes ganan la elección, y que el abstencionismo y la anulación del voto, deja de tener, para efectos prácticos, alguna trascendencia? Yo soy de los catalogados por quién realizó el análisis del video como "románticos", dijéramos ingenuo, que creo que es necesario "mandar un mensaje al sistema y que si fuéramos un grupo importante los que manifestáramos con la anulación del voto nuestro hartazgo y que saber del criterio de la Ley Electoral dudé en acudir a votar anulando mi voto. Votar o no votar o anular el voto, desde nuestra realidad y a partir del pensamiento liberal, no es lo realmente trascendente, sino el darnos cuenta que hace falta contar con representación. Es muy difícil andar escudriñando en los partidos existentes y los políticos aquélla "veta liberal" que pudiera guiar nuestras preferencias, como lo has comentado en el caso de gente como Josefina Vázquez Mota. En mi proceso de aprendizaje sigo a MÉXICO LIBERTARIO y miro lo que hacen en el Instituto Juan de Mariana, en la Fundación para el Progreso, por señalar los fundamentales y desconocer si en México tenemos opciones similares (Caminos de Libertad, creo hace lo propio, aunque me “hace un poco de ruido” darme cuenta que detrás está el Grupo Salinas y juzgarlo incoherente con el pensamiento liberal, al actuar como parte de los oligopolios existentes en México), y observo que pesa la herencia al apreciarse mejor la marginalidad del pensamiento liberal y una reticencia a "ser parte" del sistema. ¿Es acertada la estrategia de mantenerse impolutos, incontaminados pero inefectivos, al permanecer al margen de “lo político”; críticos permanentes de lo que se hace, pero negados o incapaces de intentar construir una opción que refleje ese pensamiento que nos vanagloriamos de decir que es "más correcto" o "el correcto"?
ResponderBorrarEn España los liberales ven cómo PODEMOS escala las preferencias; en Chile los liberales se dan cuenta que están a un paso de que se revierta el proceso exitoso que los colocó a la vanguardia de Latinoamérica pero, en uno y en otro caso, carecen de un instrumento político que pueda competir por las preferencias. Lo anterior no niega lo importante que es el que a través de sus instituciones se esté difundiendo el pensamiento liberal, pero me pregunto si quienes pasan por sus aulas, al regresar a sus actividades cotidianas, podrán hacer valer y que imperen los criterios liberales aprendidos y se traduzcan en la transformación del pensamiento de la población y del gobierno y su accionar. Tampoco desconozco las dificultades que de origen tiene para el pensamiento liberal el pretender convencer a las masas irredentas que generación tras generación han sido "educadas" para ser dependientes de los favores del Estado, de que tal camino nos conduce a la ruina. En virtud de lo anterior, me pregunto, ¿qué hacer? Hayek llegó a recomendarle a Antony Fisher preferir apoyar a los intelectuales para difundir el pensamiento liberal, en lugar de incorporarse a la política y me parece que es la tendencia que ha prevalecido hasta nuestros días. Pero, ¿cuál ha sido el resultado? A no ser por aquéllos más visibles en la Inglaterra de Tatcher, EE.UU. de Reagan, Chile con la asesoría de los “Chicago Boys”, como ejemplos paradigmáticos más visibles, me parece que estamos escasos de ejemplos que acrediten la recomendación de Hayek como el camino a seguir, mientras el pensamiento colectivista sigue siendo el que predomina, al grado de haber penetrado todas las opciones políticas existentes en México, si no es que a nivel mundial.
ResponderBorrarQueriendo saber qué ha pasado por un partido español (Ayer Partido de la Libertad Individual, hoy, simplemente, Partido Libertario) que hace cinco años surgió adoptando explícitamente en sus documentos fundacionales el pensamiento liberal, concretamente hacen suyo el ideario de Ayn Rand y, además, rechaza el financiamiento público, les busqué en Internet a inicios de año y señalaban tener cerca de 2 mil miembros (1,100 simpatizantes y 900 afiliados) ¡en cinco años de trabajo!. Hoy, en su página http://www.p-lib.es/ se puede observar los siguientes datos: los “siguen” 9,500 en Twitter, en Facebook 24,203 han dicho que “les gusta”; además, su Presidente, analizando los resultados electorales de los comicios a nivel de la Europa comunitaria, entiendo celebrados este mes de mayo 2015, que no obstante mostrar crecimiento electoral, con respecto a los procesos anteriores, señala con claridad que: “En su fase actual de desarrollo y en el contexto político de nuestro país, el Partido Libertario no hace del resultado electoral su principal objetivo. El avance experimentado ayuda a afianzar el proyecto y a aumentar la masa de militantes y seguidores, pero nuestro principal objetivo es ofrecer a los ciudadanos comprometidos con la causa de la Libertad una opción política rigurosa a la que confiar su representación política, y, por supuesto, aprovechar la arena electoral para divulgar las propuestas políticas libertarias en la sociedad”. Loable, pero insuficiente; no obstante, el pensamiento liberal, en ese sentido, va caminando, va mostrándose en ese campo pantanoso que es el campo de la política. En nuestro caso, en nuestro México, ¿cuál es la situación? Lo desconozco y no dudo que existan liberales, aunque no se si su labor callada desde las trincheras en las que luchen por ampliar el horizonte liberal se esté siendo efectivo. Si nos atenemos a los resultados, todo parece indicar que no es así; el resultado, que ante procesos electorales como el que se avecina no tengamos ninguna opción. Ya son demasiados los partidos políticos existentes en México como para imaginar que los liberales de hoy se constituyan en un partido, suponiendo que exista capacidad de manejar el inveterado “síndrome de la canasta de cangrejos” que parece nos identifica a los mexicanos. Sin embargo, no deja de inquietarme la idea e indagar si existe en otros algo parecido y cuáles los medios a través de los cuáles podamos interactuar para instrumentar opciones. ¡Saludos!
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