A mi hijita
recién nacida Michelle, no me gusta el mundo al que llegas hijita, pero creo
que las ideas, las buenas ideas, la razón y la inteligencia, pueden cambiarlo,
en eso estoy, y estaré poniendo mi pequeña contribución para que te toque vivir
un mundo mucho mejor que el que me ha tocado vivir...
Te ama tu papá.
Quiero
respetuosamente dedicar este escrito a Su Santidad el papa Francisco, y en
general, a todos aquellos que confunden, desigualdad con pobreza, y peor aún,
que identifican a la desigualdad como el causante de la pobreza.
Empezaré por
definir qué es riqueza.
La riqueza
consiste en activos, incluido, por supuesto, el de uno mismo mi Capital Humano,
que prometen un flujo de ingresos en el futuro. Esto es riqueza. Ni el petróleo,
ni el oro, ni el dinero acumulado per se, son riqueza. Para que sean riqueza
deben de ser convertidos en activos que
como se define producen un flujo de ingresos. Estos activos, los economistas
les denominan bienes de capital y son las industrias, las máquinas que producen
bienes, los hoteles, los bares, los comercios, edificios de oficinas, los puertos, escuelas, carreteras, etcétera. El petróleo, el oro y el dinero son, en todo
caso, fortuna. Y el dinero puede ser riqueza sí y sólo sí, se invierte y produce un interés.
En los términos
de esta definición, un pobre, lo es, por que su persona no es capaz de ofrecer
bienes bien valorados por los demás, no tiene mucho de valor en él mismo o no
tiene posibilidad de crear o comerciar con bienes que sean codiciados o
necesitados por los demás. Por eso no tiene riqueza, su promesa de flujo de
ingresos a futuro es o nula o muy baja. Así un barrendero, un limpiador de
coches, son pobres, porque existe una gran oferta de otros que como ellos no
tienen ninguna preparación y por tanto su trabajo no tiene un gran valor y en
consecuencia sus ingresos son bajos. Por el contrario, un eminente médico
oncólogo, un neurocirujano, un arquitecto innovador y artístico, un futbolista
crack, y en general cualquier deportista, artistas , músicos, que hacen cosas
que los demás valoran, aprecian, aunado a que hay poca gente capaz de hacer lo
que ellos hacen tiene en consecuencia que sus ingresos son muy altos. Con esta
visión de lo que es la pobreza realmente, puede entonces ofrecerse una solución
que es buscar la forma de incrementar el valor Ya en este mismo espacio he
propuesta que la primera y más obvia es capacitar al pobre para que añada valor
a su persona. Pero hago énfasis en capacitarlo en conocimientos que agreguen
valor, no todos los conocimientos agregan valor, no por tener un título
universitario puede afirmarse que se tenga valor, esto es importante, sin
embargo, los jóvenes estudian “porque les gusta”, o también “porque no tiene
matemáticas”, y pocos, muy pocos se preocupan por poner su esfuerzo en aprender
algo que tenga valor. Además, las universidades sólo les preocupa ofertar
profesiones, y titular a los más que se pueda, privilegiado la cobertura a
expensas de la calidad y del valor…Pero esto es todo un tema.
Lo más importante
de todo esto es que se trata de acción humana, esto es, así procedemos los
seres humanos todos, sin importar el tipo de gobierno, o sistema económico. Así
hemos sido desde las antiguas civilizaciones hasta nuestros días, por consiguiente
esta definición de riqueza no es “Capitalista”, ni tiene sesgo ideológico
alguno. En cualquier sociedad, y en cualquier tiempo, la valoración del
individuo por los demás es un hecho incuestionable, y su mayor valoración lo
hace un hombre que destaca por sobre los demás. Esto ha sido y será aún en los
regímenes totalitarios comunistas, nadie puede ni podrá asfixiar los deseos de
superación del ser humano.
El capital
humano, no tiene por qué ser de alto valor académico o universitario, hemos
presentado como ejemplos a los artistas y deportistas como personas que pueden
ser altamente valoradas, y que, en consecuencia son ricos.
Y esto ha sido
así siempre. En el libro de Jones, A. H.
M., "Slavery in the Ancient World," Economic History Review, nos
relata que a principios del Imperio Romano el precio de un esclavo adulto
normal parece haber sido de unos 2.000 sestercios (p. ej., Horacio, Sat.
Ii.7.43). Una sirvienta costaba 600 (Marcial vi.66), mientras que Columela
(iii.3.8) decía que un vendimiador experto había costado 8.000. Un doctor, P.
Decimus Eros Merula, pagó 50.000 sestercios por su libertad (Dessau,
Inscriptiones 7812). Séneca (Ep. xxvii.7) informa que un tal Calvisius Sabinus
pagó por esclavos educados en los clásicos griegos 100.000 sestercios por cada
uno. Plinio (Hist. Nat. vii.39) decía que el precio más alto pagado por un
esclavo en su tiempo fue de 700.000 sestercios, por el lingüista (y
posiblemente profesor) Daphnis, pero desde entonces la cantidad se había visto
sobrepasada por actores que compraban su propia libertad.
La Atenas clásica
mostraba una variedad similar en precios. Un trabajador ordinario valía de 125
a 150 dracmas. Jenofonte (Mem. ii.5) menciona precios que van de los 50 a los
6.000 dracmas (para el director de una mina de oro).
La Aventura Empresarial
Pero, también,
puede ser, que una persona no tenga cualidades muy sobresalientes en sí misma,
lo que él sabe o puede ofrecer por sí mismo no es de gran valor, no tiene
grandes conocimientos académicos, y puede que ni carrera universitaria o
título, que tampoco sea muy hábil con los deportes o las artes, pero que sí es
muy hábil para lograr satisfacer algún deseo y/o necesidad de los demás, tiene alguna buena
idea y, por supuesto, está dispuesto a trabajar duro, ahorrar, pedir un crédito,
asociarse con otro(s) como él, y crear
una empresa basada en esa idea(s), dirigida a satisfacer algún deseo o
necesidad que percibe en la sociedad, si su esfuerzo es suficiente, su idea es
buena, y también si tiene al menos un
poco de suerte, podrá volverse rico, invirtiendo en esos activos de los que
escribíamos al inicio que son los que hacen factible la consecución de esa idea
, y finalmente debido a la aceptación de los consumidores de esa idea, genera
ventas y finalmente utilidades, que es lo que hace factible que su actividad
permanezca, y crezca, esto es, este o esto hombres están generando riqueza y son empresarios, vilipendiados empresarios, que trabaja por
una idea, que toma riesgos, que arriesga su patrimonio, sus ahorros, y que si
las cosas funcionan, con el paso del tiempo se convierte en rico, tan rico como
un Bill Gates, que es el más rico de la tierra y que empezó con Paul Allen su
negocio de software en una cochera, como también lo hicieron Steve Jobs y
Wozniak en Apple, Michell Dell, Jeff Bezos de Amazon, Mark Zuckenberg de
Facebook, Richard Branson de Virgin Airlines, Larry Page y Serguéi Brin de
Google, que dicho sea de paso, algunos de ellos, no tienen un título universitario, lo que corrobora
que la asociación obtención de título traerá riqueza es una falsedad total. No
es necesario ni el papelito ni los conocimientos universitarios para ser rico.
Aquí en México también tenemos honrosos ejemplos, como las familias
Servitje-Mata que llegaron de España con una mano por delante y otra por
detrás, y formaron el emporio Bimbo, los Michel Suberville de
Liverpool-Fábricas de Francia, Bailleres de Peñoles-GNP-El Palacio de Hierro,
Zambrano de Cemex, los Garza Sada – Garza LaGüera de FEMSA-ALFA, etc.
De todos los
personajes empresarios famosos mencionados sin lugar a dudas destaca Steve Jobs
que no sólo satisfacía los deseos de los consumidores, les creaba necesidades.
Lo que llevó a su empresa Apple a ser la de mayor valor en la Bolsa de EEUU.
He expuesto
algunos nombres de empresarios famosos, y ciertamente muy ricos, todos ellos se
encuentran la lista de Forbes, pero eso no implica que este fenómeno ya está
agotado. Larry Page y Serguéi Brin iniciaron Google en 1997, quien iba a pensar
que iban a rivalizar con el gigante Microsoft de Gates a los pocos años. Nadie,
era impensable. Apple, estuvo a punto de
desaparecer, habían despedido hasta a su fundador Steve Jobs, pero regresó, y
regresó fuerte con el iPod, y luego el iPhone, ideas que le valieron que pronto
Apple se convirtiera en la empresa con mayor valor entre las empresas de
EEUU. Y así como Page, quien sabe en
este momento, que empresas estén naciendo que darán de qué hablar en el futuro.
¿Puede sentirse Jeff Bezos de Amazon seguro de su posición predominante en el
mercado del comercio minorista por Internet? Ciertamente que no, como tampoco
lo fue Microsoft. Esto es lo grandioso de la competencia, el sistema de libre
mercado, de la soberanía de los consumidores que dictan quien sí y quién no, y
que el sí puede algún día volverse no. Este es uno de los argumentos más
contundentes en contra de Picketty y su libro “Capital en el Siglo XXIi”. Según
este autor, muy de moda hoy en día, los ricos se vuelven cada vez más ricos
porque los capitalistas pueden obtener automáticamente una tasa de rendimiento
sobre su capital que supera la tasa de crecimiento del conjunto de la economía,
concluyendo que con el paso de tiempo, se van quedando con una porción más
grande del pastel de la riqueza existente. La realidad, sin embargo, es que mi
riqueza actual no depende en esencia del pasado, sino del futuro: yo no soy
rico por cuán bien invirtiera mi padre, o yo mismo en el pasado, sino por lo bien que sea capaz de continuar
invirtiendo en el futuro, tan y como hemos definido, al iniciar este escrito,
la riqueza es flujo de efectivo, no cantidad de efectivo. En contra de lo que señala Piketty, ningún
activo, bien de capital o financiero, posee una rentabilidad automática o
garantizada (ni siquiera la deuda pública, tan sólo pregunten a los tenedores
de bonos argentinos o griegos). Ser rico hoy no es garantía de seguir siéndolo
en el futuro y, mucho menos, de ser mucho más rico en el futuro que en el
presente: De hecho, la mayor parte de los superricos de 1987 han perdido desde entonces más del 50% de su patrimonio. Cuanto más capital se
tiene no se posee de mayor capacidad para hacerlo productivo y rentable, sino
de mucha menos: la capacidad para invertirlo bien, para evitar errores y para
encontrar lucrativas oportunidades de inversión que nadie más ha podido
localizar va viéndose cada vez más mermada cuantos más fondos te ves obligado a
gestionar. Tan sólo una muestra, el magnate Carlos Slim perdió 15.4 milmillones de USD en este año 2015. Sus empresas más importantes América Móvil (que comprende Telmex y Telcel) ya
tienen competencia de relieve (AT&T), y lo más probable es que su condición
de cuasi-monopolio de vaya mermando con el tiempo.
La Razón de la
Desigualdad
Esta es la razón
de la desigualdad. Los seres humanos no somos iguales, por cruda que la
sentencia parezca, y no somos iguales porque el capital humano que cada quien
tiene es diferente, y es diferente porque las capacidades de cada ser humano
también lo son. Pero lo más importante, suponiendo hombres igualmente
inteligentes y capaces, unos deciden incrementar su capital humano estudiando
alguna carrera universitaria, y al terminar su preparación deciden ofertar sus
capacidades adquiridas a alguna empresa, y emplearse, este sujeto, por
definición tendrá sus ingresos que corresponden a sus retribuciones otorgadas
por el empleador, fijas. Tienen para decirlo escueta y llanamente su sueldo,
eso sí garantizado dos veces por mes, puede ser muy alto, como sucede con los
CEOs de las grandes empresas, tener muchos ingresos extra, bonos, premios,
compensaciones, prestaciones, pero todo eso está limitado a un contrato con su
empleador. Otros, en cambio, deciden que es mejor ser “cabeza de ratón que cola
de león”, como escribíamos, tienen alguna idea que creen buena, y emprenden la
aventura empresarial. Los ingresos para este incipiente empresario no están
garantizados por nadie, él no puede con certeza saber cuánto va a ingresar,
nadie cada quincena depositará en su cuenta nada. Está totalmente en las manos
de los soberanos consumidores que aceptarán adquiriendo su producto o servicio
ofertado, o no haciéndolo. Si su producto es votado por los consumidores su
pequeña empresa crecerá, buscará capital o socios para crecer, quizá también
buscará créditos, e invertirá para incrementar la producción de su negocio, y
si las cosas le salen bien, y administra correctamente su empresa, quizá hasta
la coloque en la bolsa de valores para levantar capital que le permita acelerar
el proceso de crecimiento. Como consecuencia de la creación y éxito de la
incipiente empresa, se requerirá de contratar colaboradores, creando sueldos,
que serán cada vez mejor pagados a aquellos empleados que por su capital humano
son valiosos para el funcionamiento de la empresa. Adicionalmente, la empresa
tiene proveedores de todos los insumos que requiere para la manufactura de su
producto o prestación de su servicio, ellos obviamente también son beneficiados
por la incipiente empresa, y también muy posiblemente tengan que crear más
puestos de trabajo. Y estos a su vez también tienen proveedores con lo que
estamos hablando de una cadena productiva de generación de riqueza que
beneficia a toda la sociedad en su conjunto.
Con el paso del tiempo nuestro personaje que
optó por la aventura empresarial superará con creces en ingresos al primero que
decidió libremente usar su capital humano como empleado, y quizá, porque
no, después hasta aparezca en la lista
de Forbes como uno de los multimillonarios.
Entonces nuestro
personaje formará parte de la
“inequidad”, que tanto preocupa a la izquierda, que no puede ver que las
empresas tengan propietarios, que le da
por así decirlo repugnancia, asco, y que
sus ingresos superen con creces a los de cualquier trabajador.
El proceso
descrito sobre la creación de la nueva empresa, por ningún lado que se le vea
colabora con exacerbar la pobreza, ¡Todo lo contrario! La nueva empresa, crea
fuentes de trabajo e incide en la cadena productiva de otras empresas que a su
vez crean más empleos. Qué hubo una persona o varias personas, que se
convirtieron en ricos, lo hicieron sin empobrecer a nadie, y todo lo contrario,
¡Redujeron la pobreza! al crear puestos de trabajo antes inexistentes si el empresario hubiera decidido no serlo, y buscar como su par comparativo un
empleo, las decenas, cientos, o miles de empleos derivados de su decisión no se
hubieran creado. ¿Qué se volvió un
desigual? Sí…
Este es el
verdadero rostro del Capitalismo, un sistema de libertad, en donde los libres
intercambios generan riqueza, no es un juego de suma cero, donde el empresario
se enriquece porque alguien más se empobrece. Por el contrario, debido a que la
riqueza puede crearse es absurdo argumentar que la desigualdad implica mayor
pobreza.
Pero este no es
el concepto que se tiene de Capitalismo, mucha gente, aparentemente incluido el
papa Francisco al que le he dedicado este escrito, identifica el Capitalismo acorde a las ideas de Marx: El
capitalista le roba al trabajador que es el que proporciona la plusvalía, lo
explota y por ese motivo de hace rico. Por tanto, todo empresario capitalista
es un ser vil, aprovechado que usa a los trabajadores para su propio beneficio.
Y si este capitalista llega a lista de Forbes, será malvado entre los malvados
por la cantidad de dinero que es capaz de robar a sus trabajadores.
Para los
marxistas que el capitalista se vuelva rico es injusto, y que la persona sea
valorada por lo que capaz de ofrecer a los demás también, y debe decirse que
los principios de justicia socialista –comunista están basado en la necesidad (“de cada cual
según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”, dijo Marx) resultan
apropiados para regir órdenes sociales micro, tales como la familia o el grupo
de amigos en las sociedades modernas. En efecto, hace justicia la madre que da
a sus hijos según sus necesidades y urgencias, y no según otros criterios como
podría ser el mérito. ¿Acaso consideraríamos justo que el padre de familia
evalúe el mérito de sus hijos, por ejemplo, en la escuela, a la hora de decidir
si suministrarles o no alimento?
Ahora bien, si
intentáramos aplicar hasta las últimas consecuencias el principio de la
necesidad como criterio de justicia en un orden extenso, sólo una situación de
incompleta injusticia e ineficiencia podría derivarse de tal cosa. El legítimo
altruismo familiar devendría en ilegítimo saqueo social por parte de una
autoridad planificadora que acabaría, a la postre, con toda libertad
individual, y hundiría a la sociedad en el hambre y la miseria (el genocidio
soviético y el genocidio maoísta son sólo dos ejemplos históricos de lo dicho).
También y no
menos importante es considerar que la riqueza es algo constante. “El pastel
tiene un determinado tamaño”, y los ricos se llevan las tajadas más grandes.
Es común leer en
los medios frases como esta: “En México al 1% más rico (de la población) le
corresponde 21% de los ingresos totales de la nación.”
Así que la idea
generalizada es que es malo tener ricos y en consecuencia es menester expoliarlos todo lo que sea
posible para que la porción del pastel que detentan sea repartida. Escriben por
ejemplo en un artículo del periódico de corte izquierdista la Jornada “Cantidad de millonarios creció 32%en México en cinco años: estudio”
“Uno de los
grandes problemas reside en que nuestra política fiscal favorece a quien más
tiene. No es de ninguna manera progresiva y el efecto redistributivo resulta
casi nulo. Por gravar consumo por encima del ingreso, las familias pobres, al
gastar un porcentaje más alto de su ingreso, terminan por pagar más que las
ricas. La tasa marginal del Impuesto Sobre la Renta (ISR) ؘ–una de las más bajas de los países de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)–, el que no haya
impuestos a las ganancias de capital en el mercado accionario, y el que tampoco
los haya a herencias, entre otras cosas; son ejemplos de cómo el sistema
tributario beneficia a los sectores más privilegiados”.
Quedando en
relieve que en sus cabezas no está que el pastel pueda crecer, que mayor
generación de riqueza es posible, y que la mayor generación de riqueza traerá
efectivamente mejoras sustanciales a la sociedad.
El problema con
la actitud de repartir la riqueza, radica en que lo ricos en realidad no tienen
su riqueza como dinero o bienes de consumo, la tienen como empecé este escrito
en activos que producen un flujo de efectivo, que producen utilidades. Pero, en
el mundo de los socialistas, los medios de producción tienen el mismo estatus
esencial como bienes de consumo, que por regla general benefician solo a sus
propietarios, esto es identifican la riqueza de sus propietarios por mansiones,
jets privados, joyas, etcétera. Es por
esto por lo que quienes comparten esta mentalidad normalmente pintan a los
capitalistas como hombres gordos, cuyos platos tienen montones de comida,
mientras que la masas de los asalariados deben vivir cerca de la muerte por
hambre. De acuerdo con esta mentalidad, la redistribución de riqueza es
meramente quitar de los platos desbordantes de los capitalistas y dárselo a los
hambrientos trabajadores.
Pero esto no es
así, el expoliar para redistribuir atenta sobre la creación de más riqueza, y
esto es especialmente importante en las pequeñas empresas, que como la de
nuestro relato está iniciando y les es imperante ahorrar para que usando como
complemento el crédito puedan crecer. Los impuestos las despojan de su
capacidad de crecimiento y no pocas veces, son causa de que no puedan tener
suficientes utilidades y tengan que abortar la aventura empresarial.
El mundo que
ansían los socialistas, es un mundo en el que se han desvanecido los
capitalistas multimillonarios y sus empresas, reemplazados por pequeños
productores pobres, que no serían significativamente más ricos de lo que son
ellos. Esperan que en un mundo de productores como éstos, proveedores a quienes
les falta el capital necesario para producir mucho de algo, no digamos proveer
la producción en masa de los productos tecnológicamente avanzados del
capitalismo moderno, de alguna forma estarían mejor económicamente.
Evidentemente, no podrían estar más equivocados o engañados.
Los socialistas
prefieren que los pobres se hagan más pobres con tal de que los ricos se hagan
menos ricos, o mejor aún que se hagan pobres.
Y, creen que este
mundo de pobres, en el que no existe la desigualdad, es mejor que un mundo en
el que existen ricos.
Primero que nada, muchas felicidades por el nacimiento de su hija. Su hija tiene la gran fortuna de que usted será su papá.
ResponderBorrarSegundo, gran artículo.Verdaderamente brillante. Ojalá todas las personas pudieran leer esto que escribió. Aunque muchos socialistas, jamás aceptarían la verdad aquí plasmada, muchos como yo, que en algún momento de su vida, titubearon si su ideología era la correcta, al leer esto sin duda alguna dejarían de ser socialistas, o ya bien, social-democratas o como quieran llamarle.
Siempre es un placer leerlo.
Un saludo.
Muchas gracias por tus comentarios Ernesto.
BorrarBuenisimo el blog!
ResponderBorrarFelicitaciones, da gsto leerlo!
besoss
Es lo que yo siempre respondo a quienes dicen que México "es un país rico con políticos corruptos" en lo último nadie podrá estar en desacuerdo, pero en lo primero al menos yo si. Los argumentos de esa gente son por demás infantiles y ridículos. La riqueza del país representada en el PIB total y dividida entre los 120 millones de mexicanos son unos raquíticos 10,000 dlls x habitante... Sólo basta voltear al rededor y ver con pena a tanta gente miserable, andrajosa y de aspecto sumamente humilde, estan en todos lados, en el transporte, en los semáforos, en las banquetas, etc.. No veo en ningun lado la famosa riqueza de México como si la ve uno cuando cruza al país vecino del norte, ahí si se nota que hay riqueza. Lo que México requiere son menos impuestos y más libertad de emprender y hacer negocios, para qué repartir riqueza que no tenemos? También hay muchos recursos naturales, pero mientras sigan enterrados o sin explotar no se van a transformar en riqueza, humilde opinión. Felicidades por cierto, por el nacimiento de la pequeña.
ResponderBorrarMuchísimas gracias, Goku.
BorrarSólo también recuerda Goku, que como aquí escribo, el PIB no es la riqueza de México, esto es un error, es lo producido por México, la riqueza es aquello que produce un flujo de efectivo en el futuro, vamos, los bienes de capital. Eso es realmente la riqueza.
ResponderBorrarSi hace tiempo leí ese artículo, por cierto muy útil porque yo estaba en el error de pensar que eso media el bienestar de un país.. en ese caso existe alguna medida más exacta para medir la riqueza?
ResponderBorrarClaro, la de los bienes de capital, las inversiones, lee mi post previo http://mexicoliberal.blogspot.mx/2015/11/cuanto-vale-mexico.html.
BorrarHayek utiliza el concepto Frontera de las Posibilidades de Producción.lee mi escrito al respecto por favor, http://mexicoliberal.blogspot.mx/search?q=Frontera+Posibilidades+
Saludos y gracias por tu interés.
¡FELICIDADES, nuevamente, por el nacimiento de MICHELLE! [Sin demérito alguno a tu contribución como padre, he de pedirte hagas llegar con especial énfasis mi felicitación a la mamá de la nena]
ResponderBorrar¿Cómo hacer para que ideas como las que expresas lleguen a más gente?
Te felicito, quizá sea el mejor artículo que yo haya leído de ti, por su claridad al explicar, “con peras y manzanas”, temas complejos que forman parte del arsenal de angustias y motivaciones con las que no dejan de actuar quienes asumen la vocación de mesías y redentores, porque, a diferencia de otros, en éste omites al máximo descargar el desagrado, enojo, rabia, que te causan los depredadores y los corifeos que les allanan el camino, para centrarte en lo esencial del mensaje que quieres transmitir, "a ras de piso”, para cualquiera de los mortales y no para "iniciados" o quienes se ubican en el ámbito académico e intelectual, campo que no debe abandonarse, sino darles ahí también la pelea, la pelea de las ideas.
Me gusta lo que leo, te felicito.
¡Saludos!
¿Cómo hacerle Armando? ¿Cómo? Si se lee por varios miles, pero necesito que se lea por cientos de miles, por millones.
BorrarLas ideas liberales no son muy populares, peor aún ni leen lo que escribes, pienso que empiezan a leer, como leen argumentos contundentes, te escriben cosas como esta, que me escribió un "Economista" egresado de la UNAM, por cierto ya de edad:
"Por gentes que piensan como tu existen y se fortalecen los ricos que surgieron de la corrupción y la impunidad , controlan al país y se valen de sus lacayos para que el sistema siga permaneciendo y dándoles más riqueza, ni modo por eso el mundo no cambia y seguirá igual mientras los de abajo que defienden a los acaudalados no entiendan que lo único que ocasionan con lamerles los huevos a los ricos es empeorar la situación de los pobres y de ellos mismos . he dicho, y ya no molestes, mejor ponte a leer."
¿Qué tal sus "argumentos" ?
Muchas gracias por tus felicitaciones, se la extenderé a las dos involucradas. (Me trae loco la bebita y peor que conforme pasa el tiempo se está pareciendo físicamente más a mí).
Un abrazo
Jajajajaja [por lo del parecido de tu bebita]
ResponderBorrarEn cuanto al economista de la UNAM y sus "argumentos", ¿qué decir?: que lamentablemente son la expresión más acabada del "pensamiento realmente único" que domina en el mundo. La rabieta que tu post le ha provocado le hace despotricar -que no argumentar-, muestra del viejo discurso de la descalificación y el autoritarismo: <<he dicho, y ya no molestes, mejor ponte a leer<<.
La verdad es que me privó de aprender de una discusión racional entre dos posturas, la que planteas y la que él defiende. Era necesario que a tus afirmaciones él fuera mostrando, de manera concreta, lo que las hace falaces y equivocadas; única forma en la que debe intentar destruir una idea equivocada y no con manotazos en la mesa. Por otra parte, supongo que uno y otro tienen el hábito de leer -quizá deba intuir que él cree leer más que tú y por eso la orden de que te pongas a leer-, pero resulta que los pensamientos, las ideas, guardan relación -entre otras muchas cosas- con lo que se lee o se deja de leer, de la capacidad reflexiva de que se disponga para poner en acción el pensamiento lógico.
Seguramente él cree que lo que debes -y diría "debemos"- leer quienes compartamos contigo lo que expresas, es la literatura marxista, la que "muestra el camino de la redención" de los de abajo contra los ricos explotadores; pero, no es por ahí la cosa. Tu pones en la mesa "peras" y "manzanas" y muestras una realidad que nos es inteligible a todos los seres humanos, sin embargo, cada uno miramos a través de "gafas" que distorsionan las imágenes y sesgan la visión. Atreverse a mirar la realidad sin "gafas" no es tarea fácil, desprenderse de las "gafas" que "socialmente" nos han ido encarnando está resultando de lo más complicado.
En fin, uno puede responder igual, con agravios y aspavientos, pero no tiene sentido y no es así como debemos dar la lucha en el campo de las ideas, sino como lo haces en el post, haciendo evidente lo que se mira a través de las "gafas" socialmente encarnadas, y lo que realmente es y existe.
Saludos en casa, recibe un abrazo.