¿Por qué no
encuentro trabajo? ¿Por qué me pagan tan poco? ¿Por qué hay tanto pobre?
Dice el proverbio
chino, probablemente debido a Confucio, no estoy cierto de eso que:
"Regala un
pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo
alimentarás para el resto de su vida."
Tenía razón
Confucio, la principal causa de la pobreza es la carencia de capital humano,
esto es, aquellas habilidades o conocimiento que son valoradas por los demás
y/o que permiten a su poseedor ofrecer bienes o servicios que sean valorados
por los demás. Esto es la educación, pero no cualquier educación, no toda
educación resulta en la valoración de los demás ni en la posibilidad de hacer
algo con ella que permita ofrecer algo a los demás. El pobre que aprende a
pescar, adquiere el conocimiento que le permite ofrecer a los demás pescados
que son alimento y que es valorado por los demás puesto que satisface la
necesidad de la sociedad de alimentarse.
Sin embargo,
Confucio no era economista, al pobre que aprende a pescar, le falta algo, y muy
importante, tan importante como los conocimientos adquiridos para aprender a
pescar. Imaginemos al flamante pescador, se va a encontrar con que no puede
pescar, ¿Por qué no puede pescar? Porque no tiene ni bote con remos ni red.
Sus conocimientos no los puede utilizar, y no podrá hasta que tenga un bote con
remos y una red, ese bote con remos y red son bienes de CAPITAL, es capital, y
hasta que no lo tenga, no podrá utilizar sus conocimientos y pescar. Si no
tiene este capital ni los medios para adquirirlo puede emplearse con otro
pescador que sí los tenga y recibir un salario por ayudar a pescar. Ya tiene
ahora el pobre un medio honesto de ganarse la vida, si es ambicioso, ahorrará,
esto es, pondrá todo su entusiasmo en hacer un guardadito mes a mes,
probablemente con mucho sacrificio, y con mucha disciplina, hasta que junte el
suficiente dinero para comprar, esto es, invertir su guardadito, en su propio
bote con remos y su red, a este proceso se le llama “formación de capital”, que
no es más que ahorro que se hace con el propósito de invertirlo en el futuro.
El empleado pescador se convierte ahora en el empresario pescador, sí,
empresario, todo aquel que invierte capital para satisfacer los deseos y/o
necesidades de las gentes es un vilipendiado empresario, aunque sea pescador y
aún sea en términos absolutos pobre. El pescador empresario ahora contrata a
uno o varios pescadores empleados, para poder pescar más rápido y obtener más
ganancias, pero aún ya con su bote, el empresario pescador es ambicioso, y
sigue ahorrando parte de las ganancias que recibe por la venta de sus pescados,
como antes, sólo que ahora más rápidamente, con el tiempo el dinero ahorrado,
le permite comprar otro bote, y esta vez, compra también dos motores que le
permiten desplazarlos más rápidamente, y por tanto, aumentar su producción de
pescados, su productividad, y el proceso continua con el pescador empresario
comprando más botes con motor, hasta tener decenas de botes y decenas de
empleados, además puede que entre sus empleados existan otros que como él,
ahorran y compran botes y compiten con él, todos ellos se van paulatinamente
convirtiendo en empresarios ricos, sí, ricos, han abandonado para siempre la
pobreza, y ahora nuestro pescador empresario original y todos los que lo
imitaron, más todos los que son empleados de todos los empresarios pescadores
dejaron la pobreza atrás para siempre. Para siempre. Pero ahí no acaban los
beneficios, como ahora existen muchos botes, y muchos pescadores empresarios,
cada nuevo pobre que aprende a pescar es rápidamente empleado, los pescadores
empleados piden a gritos la capacitación de más pescadores para continuar con
sus anhelos de crecimiento. Así, la profesión de pescador se vuelve demandada y
los salarios que le pagan a los pescadores empleados son cada vez más altos.
Cualquier egresado de la escuela de pescadores es rápidamente empleado y él
tiene la opción de seleccionar entre muchos pescadores empresarios en base a
salarios y prestaciones que le ofrecen. Al llegar a este punto, la posibilidad
de ahorro de los pescadores empleados es mucho mayor, así que mucho más
rápidamente podrán convertirse en empresarios si su ambición y capacidad de
ahorrar lo permiten.
La "Redistribución de la Riqueza" arruina el proceso para disminuir la pobreza
Aquí una aparente
digresión ¿Qué tienen que ver AMLO, Anaya , o Meade en este proceso? Respuesta
nada. ¿Puede alguno de los tres cambiar el curso de la historia? Respuesta Sí,
de varias formas, la primera, no en específico ninguno de los tres, sino como
gobierno, que le dice al pescador empleado original: Yo te voy a vender
protección, voy a crear infraestructura, voy a ayudar a los pobres tengo que
“redistribuir la riqueza”, (pero si yo soy pobre ¿A mí que me toca?) y tú me
vas a tener que pagar lo que a mí se me pegue la gana de impuestos. Te advierto
que no es optativo, si no pagas, te meto a la cárcel por poco cooperativo. La
historia de nuestro pescador empleado cambia su ruta: Le costará mucho más
ahorrar, quizá bajo estas condiciones ya ni siquiera pueda hacerlo por lo que
tendrá que permanecer toda su vida como pescador empleado. A los más
afortunados pescadores que ya son empresarios, igual, podrán ahorrar menos,
tardarán más en acumular suficiente dinero para comprar más botes o
modernizarse, de esta forma el resultado neto de la acción gubernamental sobre
el proceso de generación de riqueza descrito es abortar, cancelar o ralentizar
el crecimiento del proceso que es el crecimiento de la economía. Por tanto, la
acción gubernamental no promueve sino que anula o ralentiza la actividad
capitalista de generación de la riqueza y evita que los pobres abandonen la
pobreza para siempre.
Entre más
impuestos “progresivos” existan, peor será, imagine el lector al recién
egresado pescador de nuestra fábula capitalista en la que si encontró empleo de
pescador, que no encuentra por ningún lugar ese pescador que sí tiene CAPITAL,
esto es el bote con remos, quedará pobre, por siempre, de nada, pero lo que se
llama absolutamente de nada le servirán sus recién adquiridos conocimientos de
pescador, nunca podrá emplearlos, seguirá siendo pobre, por siempre. O emigrará
a regiones en donde sí exista CAPITAL, y donde sí tenga la posibilidad de emplearse
y comenzar su ambicioso proceso de acumular capital para tener su primer bote.
Entonces amable
lector ¿Qué magia cree que pueden hacer alguno de los tres candidatos para
incrementar la velocidad de crecimiento de la economía? ¿Despojar a los
productores de más dinero para hacer sus obras “sociales”? ¿Sus obras públicas,
muchas de ellas que no se requieren?, ¿Regalar medicinas y servicios médicos?
Todo ello me parece muy bonito pero tiene que pagarse, y para hacerlo es
necesario despojar a nuestro pescador de sus ahorros, y, en consecuencia no
podrá debido a esto quizá nunca ser empresario como eran sus intenciones, y la
economía, ¡ah! La economía no crecerá como lo haría sin la interferencia
gubernamental.
Sólo me referí a
los impuestos como factor que detiene o ralentiza el crecimiento económico, sin
embargo, la influencia del gobierno no termina ahí. Puede inventar
regulaciones, puede exigir que las redes no sean del material que se usa sino
de otro, o que los cascos de los botes sean de algún determinado material o que
los pinten de algún color que algún desquiciado burócrata quiere. O lo que se
le ocurra al lector que de alguna forma u otra obligue a los pescadores a
desechar su capital existente esto es sus ahorros para cumplir con las
regulaciones. Otra vez, el gobierno tiene una influencia negativa en el
crecimiento de la actividad empresarial y, por consiguiente está atentando
contra la erradicación de la pobreza que dice ser su principal objetivo.
Es importante, al
llegar a este punto mencionar que esta fábula de los pescadores se aplica a la
de cualquier profesión después de todo las universidades existen para preparar
a la gente, para darles el capital humano para que puedan trabajar ya sea como
empleados en el sector público o privado, o como empresarios. Ese debiera ser
el principal objetivo de las universidades y tecnológicos, darles a los
estudiantes los conocimientos que sean valorados por los demás y que con ellos
“se ganen la vida”. Y en este aspecto, todas las universidades de México,
conste que escribí todas, se han convertido en inmensas fábricas de
desempleados y subempleados, por lo que su objetivo principal, está fallando y
no es porque la universidades preparen inadecuadamente a los jóvenes (aunque en
muchos casos sí). Los egresados salen a buscar trabajo y no lo encuentran y si
lo encuentran les pagan una miseria. Están como nuestro pescador de la fábula,
no encuentran el bote, el CAPITAL, que les proporcione el empleo deseado.
Si el Capital es
escaso, y ahora por Capital entiéndase fábricas, hoteles, restaurantes, bares,
antros, autobuses, aviones, talleres,
tiendas detallistas, centros comerciales, ranchos, granjas, botes para pescar,
y en general todo aquello que genere riqueza y proporcione una utilidad a su
poseedor, habrá pocas muy pocas posibilidades de ser empleado y además, si hay
muchos que tienen los mismos conocimientos que yo y el capital es escaso, habrá
poca demanda para profesionistas como yo y permaneceré desempleado o, tendré
que emplearme con un sueldo bajo, quizá en algo que ni siquiera estudié, como
ser mesero, recepcionista, taxista, y
seré y seguiré siendo pobre.
Esto es lo que
México necesita para erradicar la pobreza, esto y sólo esto. Por qué mucho de
esto, permitirá que muchos jóvenes encuentren empleo en lo que se formaron, por
eso, para terminar con la pobreza necesitamos más y más y más capital
invertido, más y más y más negocios de todo tipo, que proporcionen todo aquello
que deseamos y/o necesitamos. Necesitamos más capital invertido y más
empresarios, eso es lo que México necesita para obtener mejoras materiales para
todos, como en nuestra fábula en que se expande la riqueza con cada vez más y
más y más botes con motor, con más y más y más empresarios.
¿Cómo se atreven
los políticos a decir que ellos van a hacer crecer la economía, que ellos y
sólo ellos van a crear 6 millones o los que quieran de empleos? ¿De qué magia
disponen? Ellos, los políticos, no son
pescadores, esto es no son generadores de riqueza, son destructores de riqueza,
ellos sólo sirven para parasitar la actividad económica, ellos abortan, cancelan
o ralentizan puesto que son parte del gobierno con la actividad económica,
ellos destruyen la riqueza que como los pescadores de la fábula utilizan para
mejorar la situación material de todos los pescadores. Pese a su propaganda,
sea el candidato que sea, es mentira, la economía crece a pesar del gobierno,
no porque lo necesite para maldita sea la cosa.
El gobierno es el
problema del color o partido que sea no es la solución a nada y menos aún al
problema de la pobreza.
¿Ahorro o Crédito?
Quiero hacer
énfasis en un detalle en extremo importante de la fábula de nuestro pescador
empresario. El proceso inicia cuando el pescador, entonces empleado, decide no
sin sacrificio AHORRAR, para más adelante comprar su propio bote, técnicamente
acumular capital para invertirlo. ¿Siente amable lector que esto es mentiroso o
falaz? Así y sólo así es como se crea cualquier negocio, que empieza siempre
con el ahorro. Sin embargo, para Keynes, los keynesianos y por supuesto, los
gobiernos dicen lo contrario: Que el ahorro es lo más perjudicial que existe
para la economía, por qué en su visión circular mis ingresos son tus egresos no
da cabida al ahorro, es para ellos una “fuga”, que ralentiza la actividad
económica, si la gente gasta menos de lo que recibe para “atesorarlo” está
dañando a la economía puesto que se acumulan inventarios y la economía entra en
recesión, y, en consecuencia el gobierno debe de estimular la economía
remplazando los “malos hábitos de ahorro” de la sociedad gastando en lugar de
ellos. Por este motivo, para evitar el “mal hábito del ahorro”, el gobierno nos
sube los impuestos para gastar en nuestro lugar, esto es lo que llaman “Demanda
agregada”. Los gobiernos, conscientes del despojo, junto con su banco central y
el sistema bancario reemplazan el ahorro necesario para la inversión con
crédito, “tan genuino como el ahorro real” decía Keynes refiriéndose a la
creación de dinero de la nada en virtud del sistema de dinero fiduciario y la
reserva fraccionaria. ¿Si? ¿Qué banco le va a dar crédito a nuestro pescador
empleado para que compre su bote? No tiene ahorros, no tiene patrimonio, no
tiene nada. Eso por un lado, y por el otro, los créditos son adecuados y
correctos complementando al ahorro, no reemplazándolo, sirven para acelerar o
apalancar el proceso de adquisición de bienes de capital. Por este motivo, los
gobierno para producir un auge (ficticio) bajan arbitrariamente las tasas de
interés y generan la expansión del crédito, esto es, los bancos entran a una
orgía de préstamos sin garantías, con tal de colocar créditos, la economía
ciertamente que crece, ahí está México en 1994, EUA en 2001 a 2008, España
hasta que todo este dinero falso, porque eso es, fue dinero creado de la nada,
que nadie ahorró, cumple su inevitable colapso y meten a la economía después de
la burbuja en una recesión. Vivimos esto con los créditos populistas a los
Ninjas en EUA, al boom inmobiliario, al también boom inmobiliario en España que
hoy tiene en la quiebra a todo el sistema bancario. Todo este ciclo auge
colapso es precisamente por atacar al ahorro, por destruir al ahorro, y por evitar
con ello el progreso natural de la economía, vamos, como en la fábula.
Esta es la vieja
lucha entre las dos posiciones encontradas, la de FA Hayek (y la mía propia y
que he ejemplificado aquí) y la de Keynes o del intervencionismo del Estado.
Por eso, si en
verdad el gobierno desea erradicar la pobreza, deberá alejarse de nuestras
vidas lo más posible.
Por esto, debemos
de exigir a los políticos que lo que necesitamos es capital invertido y no
“magias” del estado, y que en consecuencia deberá reducirse
el tamaño del estado a cumplir con sus funciones y permitir que nosotros
los hombres libres, hagamos crecer la economía en base a la formación de
capital y su posterior inversión para que hagamos que la pobreza sea erradicada
de nuestro país.
Así reescribamos
el proverbio chino, probablemente de Confucio, modificado por un mexicano
capitalista:
"Regala un
pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo
alimentarás para el resto de su vida (si encuentra quién lo empleé), dale la
posibilidad de ahorrar, y no interfieras con su actividad como hombre libre y
lo convertirás en un hombre rico y a su vez convertirá a otros pobres en
ricos"
Esto es la mejora
material de una sociedad ¿no es así? ¿No es acaso lo que quieren todos? ¿No es
acaso esto la mejor “justicia social”? Pues esto es CAPITALISMO.
Capital invertido
es sinónimo de la riqueza de una nación, esto es y nada más que esto. Y, la
intervención del gobierno, el “gasto social”, las reglamentaciones y los
impuestos lo único que logran es ralentizar o evitar la inversión en capital.
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