Resulta muy ilustrativo que una de las primeras acciones de la Coalición por el Bien de Todos durante sus protestas de agosto fue “clausurar” la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), para ellos, para los izquierdistas templo del “Neoliberalismo” y del Capitalismo, de la oligarquía, de especuladores profesionales. A mí mismo en mi blog, me han llegado a tratar de denigrar con el calificativo de “especulador”, como si el calificativo me ofendiera, por que así es; desarrollo programas de computadora para el sector financiero y yo mismo participo en los mercados de valores. La Bolsa y sus participantes, para el común de los mexicanos, pero sobre todo para lo de izquierda ven ese edificio de la BMV como el lugar en donde se gana dinero sin trabajar, si producir nada.
Y en cierta forma, tienen razón, ya lo apuntaba ayer Guillermo Ortiz, el gobernador de Banxico : “El mercado accionario está muy concentrado, tiene baja operación, y no financia empresas” y continuó sentenciando "Llevamos años preguntándonos por qué no tenemos más emisoras, por qué no se ha profundizado el mercado y por qué en comparaciones internacionales el valor de capitalización de la Bolsa Mexicana como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) sigue siendo uno de los más bajos del mundo”. Finalmente recordó que el mercado accionario mexicano es uno de los más concentrados a nivel mundial, pues 90 por ciento de la operatividad de la Bolsa se concentra en 10 acciones. Además, dijo, las emisoras no son más de 140 y el número de las ofertas públicas es muy bajo.
Todo esto es cierto, desgraciadamente es muy cierto… Y lamentable.
En 1978 año en que ascendió al poder en el Reino Unido, Margarer Thatcher, la “dama de hierro” anunció que quería “alcanzar mi ambición de lograr una democracia capitalista. Y especifica, donde la gente sea dueña de sus casas, de acciones, tenga una participación en la riqueza de la sociedad y que esa riqueza sea luego heredada por generaciones futuras”.
Y, en este anhelo el mercado de valores debe formar el eje fundamental para el desarrollo del país ¿Por qué?
Cuando una empresa quiere crecer, sus socios, algunas veces incluso familiares, muchas empresas importantes son familiares, ahí están ejemplos importantes los Servitje de Bimbo, Azcárraga de Televisa, etc. Simplemente ya no tienen los ahorros suficientes para inyectarlos a la empresa y hacerla crecer en forma importante, esta empresa tiene básicamente dos caminos para lograr sus objetivos: Pedir un préstamo, o buscarse uno o varios socios. En el primer caso se cae en una obligación, se tiene que pagar religiosamente al prestamista, la cantidad pactada, pase lo que pase con la empresa, esta opción, muchas veces si se calcula mal la capacidad de pago contra la capacidad de crecimiento esperada veremos a la empresa en serios problemas futuros y el préstamo inicial tomado con el anhelo de “dar el estirón”, se convierte en la soga al cuello que la acabará ahorcando y quizá perecer. El efecto final fue contrario al esperado. La otra
opción de financiar una empresa es buscarse uno o varios socios que aporte capital fresco a la empresa, aquí las cosas son muy diferentes, puesto que no se adquiere ninguna obligación de pagar nada, ni un céntimo al socio, el socio recibirá una porción de las utilidades, si las hay, si no las hay no recibirá nada, y por el contrario, si la empresa pierde dinero verá mermado el capital que puso en la empresa, es decir, toma parte del riesgo que representa cualquier empresa. Para los socios originales evidentemente, la segunda opción es mucho mejor, claro existe el inconveniente de que muy posiblemente los nuevos socios quizá quisieran el 51% de las acciones o más con lo cual los socios originales perderían el control sobre el desarrollo de la empresa. Aquí es en donde aparece la Bolsa de Valores, cuya función debiera ser, primero buscar a esos socios que quieran invertir en la empresa en cuestión, sólo que ahora, en lugar de uno o dos socios, está buscando la participación de cientos, quizá miles de socios que, aunque participen con una proporción del capital de la empresa elevado incluso mayor al 51% (Slim no tiene más de 20% de TELMEX y tiene el control) al no estar concentrado en unos cuantos o uno sólo no quita a los socios originales el poder de decisión y conducción de la empresa. Al acto bajo el cual se asignan acciones de una empresa a los inversionistas que quieren participar en su desarrollo se le denomina colocación. A partir de ahora la empresa es listada en la Bolsa (de ahí su nombre, es una bolsa de empresas). Es evidente ahora la importancia que debiera tener la BMV para el desarrollo de las empresas.
Pero las ventajas no terminan ahí para la empresa, también el inversionista se beneficia ampliamente: Al invertir en una empresa que no esté listada en la BMV, si el inversionista desea recuperar todo o parte de su capital por la razón que fuere, desde invertirlo en otra empresa más promisoria hasta emergencias que requieran de liquidez, tiene que buscar a otro inversionista que le compre sus acciones, es evidente que esto puede ser muy problemático, en cambio para vender las acciones de una empresa listada en bolsa nunca tiene que buscarse ese socio, ya que la Bolsa es el lugar en donde los inversionistas deseosos de adquirir acciones y aquellos que quieren deshacerse de ellos se reúnen e intercambian sin siquiera conocerse. Simplemente genial.
Lo importante es comprender que cuando se invierte en acciones, se hace uno partícipe de los beneficios y riesgos de la empresa, por eso, en la Bolsa, se puede ganar mucho, cuando se invierte en buenas empresas, pero también se puede perder mucho, cuando se compran acciones de empresas que no valen lo que dicen que valen, y en general, las empresas pequeñas, las nacientes de bajo valor de capitalización, que por supuesto son las que más riesgo implican, también son las que pueden dar mucho a ganar puesto que tienen todo el futuro por delante y las posibilidades de crecimiento muy altas.
Pero en la Bolsa no sólo se negocian acciones, también se negocia deuda. Las empresas e incluso los gobiernos (ahí están los CETES), emiten deuda para financiarse, en la forma de bonos o mejor dicho en instrumentos de deuda, con un valor y un rendimiento nominales (tasa de interés) y un plazo, la Bolsa, otra vez, tienen el papel preponderante de colocar estos bonos, que pueden llamarse como quieran, Cetes, certificados, obligaciones, etc. entre el público inversionista. El emisor del instrumento tiene la obligación de pagar a los inversionistas el rendimiento pactado. Lo interesante aquí es que al igual que las acciones, un inversionista puede vender sus bonos a otro inversionista y no tener que esperarse, este esquema de colocar entre el gran público es lo que se denomina bursatilización. Resulta evidente que este esquema es fundamental para poder financiar obras de infraestructura que México tanto requiere para detonar su desarrollo, nuestro desarrollo: Carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos, plantas de generación de energía, refinerías, petroquímicas, etc. etc. etc. Y, muy importante, lo más importante diría yo, sin tener que recurrir al presupuesto, estas obras se podrían perfectamente pagar ellas solas y utilizar el presupuesto para combatir la pobreza, entre otros muchos usos más racionales que se le puede dar a los ingresos tributarios y petroleros del gobierno. Y nótese que esto es muy diferente del esquema de privatización de carreteras fallidas de tiempos se Salinas de Gortari que tronaron y feo por que los inversionistas esperaban un retorno de su inversión a plazos ridículamente bajos para una obra de infraestructura que debería de ser como mínimo 30 años e idealmente 50 años. Ningún inversionista particular va a tener la paciencia, ninguno.
Regresando a la sentencia de la Thatcher :”Que tenga una participación en la riqueza de la sociedad y que esa riqueza sea luego heredada por generaciones futuras”, aquí esta el punto importante: La sociedad, es decir, tú y yo, todos los mexicanos que participemos y nos beneficiemos del crecimiento del país.
"Ustedes que son participantes de este mercado, tienen el reto de que el mercado de valores se convierta realmente en la fuente de financiamiento, de capital de riesgo para las empresas mexicanas", dijo Ortiz ayer para terminar.
Ese es el gran reto, estoy totalmente de acuerdo con Ortiz, y deberían de empezar por primero hacer que las cuentas para operar acciones requieran de una mucho menor cantidad, creo que se podría empezar con unos $50,000, segundo, deben de eficientarse y eliminar las comisiones como porcentaje del monto invertido, para cambiarlo por una cuota fija, tal y como sucede con las casas de bolsa de EU, Canadá y Europa. Y finalmente, deben de eliminarse las complejidades y exceso de reglamentación y requerimientos para que una empresa pequeña pueda colocar sus acciones en los mercados de capitales, ahora vemos empresas como Microsoft, Google, Amazon, Cisco, eBay, Apple, Hewlett-Packard, Dell, Oracle; algún día todas ellas empezaron en un garage y hoy son la columna vertebral de la nueva economía y vieron su potencial de crecimiento materializado cuando se colocaron en la Bolsa de Valores. Sólo así, como decía de la Thatcher : “donde la gente sea dueña de sus casas, de acciones, para que participe activamente en la generación de riqueza del país”.
Tenía Ud. razón Sra. Thatcher y espero que los mexicanos nos despojemos de juicios de valor, ideologías paralizantes, y mezquindades, para que el mercado de valores sea el gran impulsor del desarrollo del país.
Y en cierta forma, tienen razón, ya lo apuntaba ayer Guillermo Ortiz, el gobernador de Banxico : “El mercado accionario está muy concentrado, tiene baja operación, y no financia empresas” y continuó sentenciando "Llevamos años preguntándonos por qué no tenemos más emisoras, por qué no se ha profundizado el mercado y por qué en comparaciones internacionales el valor de capitalización de la Bolsa Mexicana como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) sigue siendo uno de los más bajos del mundo”. Finalmente recordó que el mercado accionario mexicano es uno de los más concentrados a nivel mundial, pues 90 por ciento de la operatividad de la Bolsa se concentra en 10 acciones. Además, dijo, las emisoras no son más de 140 y el número de las ofertas públicas es muy bajo.
Todo esto es cierto, desgraciadamente es muy cierto… Y lamentable.
En 1978 año en que ascendió al poder en el Reino Unido, Margarer Thatcher, la “dama de hierro” anunció que quería “alcanzar mi ambición de lograr una democracia capitalista. Y especifica, donde la gente sea dueña de sus casas, de acciones, tenga una participación en la riqueza de la sociedad y que esa riqueza sea luego heredada por generaciones futuras”.
Y, en este anhelo el mercado de valores debe formar el eje fundamental para el desarrollo del país ¿Por qué?
Cuando una empresa quiere crecer, sus socios, algunas veces incluso familiares, muchas empresas importantes son familiares, ahí están ejemplos importantes los Servitje de Bimbo, Azcárraga de Televisa, etc. Simplemente ya no tienen los ahorros suficientes para inyectarlos a la empresa y hacerla crecer en forma importante, esta empresa tiene básicamente dos caminos para lograr sus objetivos: Pedir un préstamo, o buscarse uno o varios socios. En el primer caso se cae en una obligación, se tiene que pagar religiosamente al prestamista, la cantidad pactada, pase lo que pase con la empresa, esta opción, muchas veces si se calcula mal la capacidad de pago contra la capacidad de crecimiento esperada veremos a la empresa en serios problemas futuros y el préstamo inicial tomado con el anhelo de “dar el estirón”, se convierte en la soga al cuello que la acabará ahorcando y quizá perecer. El efecto final fue contrario al esperado. La otra
opción de financiar una empresa es buscarse uno o varios socios que aporte capital fresco a la empresa, aquí las cosas son muy diferentes, puesto que no se adquiere ninguna obligación de pagar nada, ni un céntimo al socio, el socio recibirá una porción de las utilidades, si las hay, si no las hay no recibirá nada, y por el contrario, si la empresa pierde dinero verá mermado el capital que puso en la empresa, es decir, toma parte del riesgo que representa cualquier empresa. Para los socios originales evidentemente, la segunda opción es mucho mejor, claro existe el inconveniente de que muy posiblemente los nuevos socios quizá quisieran el 51% de las acciones o más con lo cual los socios originales perderían el control sobre el desarrollo de la empresa. Aquí es en donde aparece la Bolsa de Valores, cuya función debiera ser, primero buscar a esos socios que quieran invertir en la empresa en cuestión, sólo que ahora, en lugar de uno o dos socios, está buscando la participación de cientos, quizá miles de socios que, aunque participen con una proporción del capital de la empresa elevado incluso mayor al 51% (Slim no tiene más de 20% de TELMEX y tiene el control) al no estar concentrado en unos cuantos o uno sólo no quita a los socios originales el poder de decisión y conducción de la empresa. Al acto bajo el cual se asignan acciones de una empresa a los inversionistas que quieren participar en su desarrollo se le denomina colocación. A partir de ahora la empresa es listada en la Bolsa (de ahí su nombre, es una bolsa de empresas). Es evidente ahora la importancia que debiera tener la BMV para el desarrollo de las empresas.
Pero las ventajas no terminan ahí para la empresa, también el inversionista se beneficia ampliamente: Al invertir en una empresa que no esté listada en la BMV, si el inversionista desea recuperar todo o parte de su capital por la razón que fuere, desde invertirlo en otra empresa más promisoria hasta emergencias que requieran de liquidez, tiene que buscar a otro inversionista que le compre sus acciones, es evidente que esto puede ser muy problemático, en cambio para vender las acciones de una empresa listada en bolsa nunca tiene que buscarse ese socio, ya que la Bolsa es el lugar en donde los inversionistas deseosos de adquirir acciones y aquellos que quieren deshacerse de ellos se reúnen e intercambian sin siquiera conocerse. Simplemente genial.
Lo importante es comprender que cuando se invierte en acciones, se hace uno partícipe de los beneficios y riesgos de la empresa, por eso, en la Bolsa, se puede ganar mucho, cuando se invierte en buenas empresas, pero también se puede perder mucho, cuando se compran acciones de empresas que no valen lo que dicen que valen, y en general, las empresas pequeñas, las nacientes de bajo valor de capitalización, que por supuesto son las que más riesgo implican, también son las que pueden dar mucho a ganar puesto que tienen todo el futuro por delante y las posibilidades de crecimiento muy altas.
Pero en la Bolsa no sólo se negocian acciones, también se negocia deuda. Las empresas e incluso los gobiernos (ahí están los CETES), emiten deuda para financiarse, en la forma de bonos o mejor dicho en instrumentos de deuda, con un valor y un rendimiento nominales (tasa de interés) y un plazo, la Bolsa, otra vez, tienen el papel preponderante de colocar estos bonos, que pueden llamarse como quieran, Cetes, certificados, obligaciones, etc. entre el público inversionista. El emisor del instrumento tiene la obligación de pagar a los inversionistas el rendimiento pactado. Lo interesante aquí es que al igual que las acciones, un inversionista puede vender sus bonos a otro inversionista y no tener que esperarse, este esquema de colocar entre el gran público es lo que se denomina bursatilización. Resulta evidente que este esquema es fundamental para poder financiar obras de infraestructura que México tanto requiere para detonar su desarrollo, nuestro desarrollo: Carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos, plantas de generación de energía, refinerías, petroquímicas, etc. etc. etc. Y, muy importante, lo más importante diría yo, sin tener que recurrir al presupuesto, estas obras se podrían perfectamente pagar ellas solas y utilizar el presupuesto para combatir la pobreza, entre otros muchos usos más racionales que se le puede dar a los ingresos tributarios y petroleros del gobierno. Y nótese que esto es muy diferente del esquema de privatización de carreteras fallidas de tiempos se Salinas de Gortari que tronaron y feo por que los inversionistas esperaban un retorno de su inversión a plazos ridículamente bajos para una obra de infraestructura que debería de ser como mínimo 30 años e idealmente 50 años. Ningún inversionista particular va a tener la paciencia, ninguno.
Regresando a la sentencia de la Thatcher :”Que tenga una participación en la riqueza de la sociedad y que esa riqueza sea luego heredada por generaciones futuras”, aquí esta el punto importante: La sociedad, es decir, tú y yo, todos los mexicanos que participemos y nos beneficiemos del crecimiento del país.
"Ustedes que son participantes de este mercado, tienen el reto de que el mercado de valores se convierta realmente en la fuente de financiamiento, de capital de riesgo para las empresas mexicanas", dijo Ortiz ayer para terminar.
Ese es el gran reto, estoy totalmente de acuerdo con Ortiz, y deberían de empezar por primero hacer que las cuentas para operar acciones requieran de una mucho menor cantidad, creo que se podría empezar con unos $50,000, segundo, deben de eficientarse y eliminar las comisiones como porcentaje del monto invertido, para cambiarlo por una cuota fija, tal y como sucede con las casas de bolsa de EU, Canadá y Europa. Y finalmente, deben de eliminarse las complejidades y exceso de reglamentación y requerimientos para que una empresa pequeña pueda colocar sus acciones en los mercados de capitales, ahora vemos empresas como Microsoft, Google, Amazon, Cisco, eBay, Apple, Hewlett-Packard, Dell, Oracle; algún día todas ellas empezaron en un garage y hoy son la columna vertebral de la nueva economía y vieron su potencial de crecimiento materializado cuando se colocaron en la Bolsa de Valores. Sólo así, como decía de la Thatcher : “donde la gente sea dueña de sus casas, de acciones, para que participe activamente en la generación de riqueza del país”.
Tenía Ud. razón Sra. Thatcher y espero que los mexicanos nos despojemos de juicios de valor, ideologías paralizantes, y mezquindades, para que el mercado de valores sea el gran impulsor del desarrollo del país.
Rudy lei todo le entendi a todo y el poco dinero que me dejo mi Tia lo tengo en cetes ...Te voy hacer cinsera yo no se nada de inversiones ni como trabaja todo esto de los intereses , pero cuando recibi el dinero me recomendaron los cetes es mas no se ni lo que son cetes jajaja pero en fin mi dinero lo tengo en Afirme y confio que ellos sabran como ayudarme
ResponderBorrarme quedo con esto Rudy:
Sra. Thatcher espero que los mexicanos nos despojemos de juicios de valor, ideologías paralizantes, y mezquindades, para que el mercado de valores sea el gran impulsor del desarrollo del país.
Patty
ResponderBorrarTe recomiendo que veas MAS Fondos o los de Prudential, puedes obtener intereses muy buenos. También si recibes sueldo y tienes dinero en una Afore, podría ser interesante que hicieras aportaciones voluntarias, dan buenos intereses. Aunque creo que las dos primeras son las mejores.
Gracias Rudy ..Lo hare
ResponderBorrar