viernes, noviembre 10, 2006

Sociedades de Convivencia

Lo que voy a escribir a continuación probablemente sorprenda a muchos que me tildan de “derecha”, “panático” me dicen algunos, pues bien, me dio una gran alegría que se haya aprobado ayer en la ALDF, la ley de sociedades de convivencia que reconoce derechos a las uniones entre individuos del mismo sexo, o simplemente no “tradicionales”. Muy bien, por varias razones: En primer lugar, reconoce jurídicamente un acto libre entre individuos: Su unión voluntaria para compartir sus respectivas vidas en sociedad, como el nombre de la ley lo dice, para convivir. No entiendo, francamente, no entiendo como alguien puede creerse con la autoridad moral para acotar la libertad de un individuo para convivir con quien le dé su gana. ¿En qué les puede afectar que dos personas decidan libremente hacer su vida en unión? Que atenta contra la familia que es el núcleo de la sociedad, que, ¿Acaso la ley de convivencia prohíbe, limita, coarta, la unión heterosexual entre hombre y mujer? No, para nada. Los heterosexuales pueden seguir uniéndose y formar sus familias tradicionales como siempre. Podrán seguir engendrando hijos y educándolos, podrán heredar sus bienes a sus cónyuges o hijos como hasta ahora, entonces ¿En qué diablos les afecta que dos hombres o dos mujeres, o un tío y su ahijado decidan vivir juntos y que en la muerte de uno de ellos el sobreviviente pueda tener reconocimiento jurídico y heredar (entre otros derechos)? Que no es “natural”, ¿Qué no es natural? ¿Qué dos personas del mismo sexo se quieran, se procuren y preocupen el uno por el otro? Pero esto pasa, y ha pasado desde que la humanidad es humanidad, ¿Quién está facultado o sentirse poseedor de la ética y la moral para juzgar quién puede amar o convivir con quien quiera? Y peor aún, proponer que la fuerza coercitiva del Estado lo impida, eso es tiranía. Ni el estado, ni otro individuo tiene la autoridad para imponer a otro individuo, en este caso a una pareja de individuos sus reglas y moral que hay que decirlo no le incumben, puesto que no le afectan. Esta ley tampoco afecta o “promueve” como dicen sus detractores que haya más homosexuales, ¡caray! Este argumento es de risa, ¿Qué tiene que ver? Los gays y lesbianas no tienen en consideración para unirse en convivencia si hay o no una ley que les permita adquirir derechos. Su unión es voluntaria y libre, así lo desean haya o no leyes.

¡Ah! ¡Que difícil es respetar a los demás! Y que fácil es ser autoritario y tiránico para imponer nuestra moral y lo que pensamos que debería de ser. El genuino respeto es amoroso, es benevolente, es decir procurar y desear el bien de los demás. Nos deberíamos de sentir muy felices cuando sabemos que otros también son muy felices, debería de alegrarnos saber que las parejas del mismo sexo son tan felices como las heterosexuales, ¡pero no!, se tienen que inmiscuir en algo tan privado tan personal como a quien uno quiere amar y convivir.
Bien por la ley de Convivencia, me complace y me alegra, aclaro, soy heterosexual tengo mi pareja, un hijo y los amo y respeto, pero como ser humano respetuoso y que cree firmemente que el respeto auténtico es amor benevolente, me alegra por que gays y lesbianas van a tener reconocimiento jurídico eso lo haces felices y les da certidumbre jurídica, esto a mi me da alegría, que al fin, el Estado reconoce que el amor no es privativo de la relación heterosexual que es lo que es, un vínculo libre entre dos seres humanos y que otros seres humanos simplemente no tenemos el derecho de limitar o coaccionar.

5 comentarios:

  1. El genuino respeto es amoroso, es benevolente, es decir procurar y desear el bien de los demás. Nos deberíamos de sentir muy felices cuando sabemos que otros también lo son


    Con todo respeto un beso por este post ....

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  2. Orale,que buen post,nos diste material para tramitar amparos,jajaja¡¡¡Vivan los maricones.

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  3. Propongo que también se legalice la zoofilia. Yo estoy enamorado de una chiva y ella de mí. ¿Por qué tenemos que ocultarnos? Es un acto libre de individuos libres. De nada tenemos que avergonzarnos.

    Podría llamarse "Sociedades de convivencia heteropráxica".

    wg

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  4. Seres humanos Wg, humanos...

    Pero en cualquier caso, no estoy justificando ni mucho menos el exhibicionismo gay ni las muestras efusivas en público, éstas son faltas de respeto, lo mismo que las heterosexuales, para mi no hay diferencia, por que son una falta de respeto a terceros. Pero en privado, si quieres amar a tu chiva, por mí adelante, siempre y cuando no te exhibas apasionadamente con tu chiva, muy tu problema. La libertad se ejerce respetuosamente, después de todo, ya un liberal Benito Juárez expresó: “El respeto a derecho ajeno es la paz”, y así es. Tú haz lo que te dé la gana, suicídate, drógate, alcoholízate si quieres, pero no afectes a terceros, esto es, por ejemplo, no te atrevas a manejar un auto drogado o alcoholizado por que entonces sí eres un criminal.

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  5. Anónimo4:26 p.m.

    En referencia a tu artículo de la Ley de Convivencia, creo que también es un acierto en cuánto a relaciones de otro tipo, como por ejemplo en casos en que una persona deje su patrimonio a su empleado o cuidador, y de este modo no existan problemas a su muerte y se vean acosados o desplazados con juicios legales por familiares para despojar de la herencia a estos seres, que tal vez acompañaron mas tiempo al difunto que la misma familia, y que no hay que confundir una herramienta jurídica, con una amenaza moral, nada que ver, además creo que la integridad familiar y su consolidación auténtica se construye desde adentro, con amor y respeto y no con leyes, ni espavientos, te felicito por tus conceptos y para variar mi reconocimiento y respeto.

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