sábado, febrero 25, 2006

Más Sobre Keynes

Miguel Betancourt me contesta en "Lupa" que tengo una visón muy "peculiar" de Keynes, agrega una liga a la revista Time en donde se tiene una portada de Keynes. Desde luego que fue importante el Sr. Al venir la Gran Depresión los economistas no sabían que hacer, y al al menos dijo algo, aunque como demuestra Milto Friedman ese "algo", hizo que la depresión fuera más larga de lo que hubiera tomado con medidas monetaristas. ¿Salvó al Capitalismo Keynes?, quién sabe, el problema es que como a continuación se explica haciendo un gran esfuerzo de síntesis para no solo exponer la teoría de Keynes sino también refutarla. Aquí lo que escribí para "Lupa Ciudadana":

Pues no, mi concepción de Keynes no tiene nada de “peculiar”, puesto que muchos economistas como Von Mises, Hayek, Friedman, Rueff y Hazlitt que mostró una reducción al absurdo de la teoría del multiplicador Keynesiano. Pero si me permiten los lectores de “lupa”, voy a tratar de sintetizar en un breve espacio (ojala pueda hacerlo en lenguaje simple y entendible) que es el Keynesianismo y cuales sus errores, después pasaré contra el FMI que lo único que ha generado son países adictos al crédito y no el Liberalismo (como todo mundo cree). Voy a escribir exactamente de mi libro “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero” de Keynes el resumen del propio libro: "Cuando crece el empleo la renta agregada crece. La psicología de la comunidad hace que cuando se aumenta la renta real agregada aumenta el consumo agregado, pero no tanto como la renta. De ahí que los empleadores sufrirán pérdidas, si el nuevo empleo se destinara a satisfacer la demanda para consumo inmediato. Por tanto, para justificar un determinado nivel de empleo debe existir un volumen de inversión corriente suficiente para absorber el exceso de producción total sobre la parte que la comunidad elige consumir para un determinado nivel de empleo. Salvo que exista este volumen de inversión, los beneficios de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirles a ofrecer este nivel de empleo. Se sigue, pues, que dado lo que podemos llamar la propensión a consumir de la comunidad, el nivel de empleo de equilibrio, esto es, el nivel al que no existen incentivos para los empleadores como un todo de aumentar o contraer el empleo, dependerá del volumen de inversión corriente.

Por tanto, dadas la propensión al consumo y la proporción de inversión nueva, sólo habrá un nivel de empleo que se corresponda con el de equilibrio. Pero no existe razón alguna para esperar que este nivel sea igual al de pleno empleo... El sistema económico puede encontrarse en equilibrio estable con N a un nivel por debajo del pleno empleo"
.

Es esta entonces la justificación del intervensionismo Estatal, que en lenguaje más coloquial podríamos establecer: “Como Uds. individuos guardan su dinero y no crean empleos entonces Yo estado, te voy a confiscar (esto es robar) el producto de tu trabajo y tu esfuerzo para que Yo “Sabio” y “Magnánimo Estado” que Sí sé que hacer con tu dinero para “invertirlo” yo que si tengo propuestas "sabias" y "altruistas” para crear los empleos que tú individuo, por ahorrativo y tacaño no puedes crear. Muy bien ¿no? Un puñado de burócratas si saben lo que yo y millones de individuos no sabemos que hacer. ¡Qué imbécil es el pueblo!

La posibilidad que los inversionistas reaccionan a las políticas intervencionistas es algo que Keynes jamás percibió y una de esas reacciones es ahorrar más y ahora en especial en un mundo globalizado es irse a otros lugares en donde no se les confisca su dinero para que el “Sabio y Altruista” Estado gaste.

Refuta Jacques Rueff en su libro titulado The Fallacies of the General Theory of Lord Keynes en donde establece que Keynes comete 2 errores graves, el primero en que se equivocaba al suponer que los ingresos que se destinan a demandar dinero, se pierden definitivamente de la masa de ingresos requerida para absorber la producción a ellos asociada, creando así un estado permanente de equilibrio con desempleo.

Para Keynes, ahorrar es no demandar nada. No se da cuenta de que acumular dinero o papel comercial es demandar los valores de los cuales el dinero o bonos son
representación, y que al disminuir los réditos es liberar los mismos valores, ofreciendo estos en el mercado.

El segundo error de Keynes, consiste en omitir el funcionamiento del mecanismo regulador mediante el cual, el mercado es capaz de generar el dinero adicionalmente demandado. Esto es, si hay auge y a los trabajadores se les aumenta sus ingresos y deciden ahorrar, tienen una interesante consecuencia la oferta de dinero provoca que los réditos bajan, también resultando que al tener el dinero “un precio” que baja provoca además que los precios de toda la economía bajen, esto produce un efecto positivo en la demanda de bienes y servicios, también, y no menos importante al bajar los réditos, no es “negocio” atesorar y no invertir productivamente por lo que resulta en consecuencia que al empresario le resulta más atractivo invertir en negocios y generar empleos. Ignora pues Keynes que las tasas de interés son la variable más importante de la economía.

En cuanto a imprimir billetes, que el banco central lo haga. Mayor inflación logra menor desempleo y de esa noción keynesiana surgió la imaginaria Curva de Phillips.

Por otra parte, en su Teoría General, Keynes trató de "demostrar" una vez más que el gasto público (que evidentemente se iba a financiar confiscando riqueza a través de impuestos o del envilecimiento de la moneda) traía la prosperidad. Surgió así el "multiplicador del gasto público".

El multiplicador puede definirse como el aumento de renta generado por un incremento del gasto. Por ejemplo, un incremento del gasto de 100 genera un aumento total de los ingresos percibidos de 500 ya que los ingresos generados por el gasto van siendo reutilizados por cada perceptor sucesivo. En este caso el multiplicador sería 5 y se obtendría a partir del presupuesto de que cada consumidor tiene una propensión a gastar las cuatro quintas partes de su renta y a ahorrar el resto. El multiplicador se presenta pues bajo la fórmula 1 partido por el porcentaje de la renta que no se consume.

Pero veamos, si por definición la renta de una comunidad es igual a lo que consume más lo que invierte, y si esa comunidad gasta en consumo nueve décimas pares de su renta e invierte una décima parte, entonces su renta ha de ser diez veces su inversión. Si gasta 19/20 en consumo y 1/20 en inversión, su renta ha de ser veinte veces su inversión y así ad infinitum. Estas proposiciones son verdad porque son distintas formas de decir lo mismo. Pero son un engaño por que, dada la fracción de la renta de la comunidad que se dedica a la inversión, la propia renta puede matemáticamente ser designada como una "función" de dicha fracción. Si la inversión es una décima parte de la renta, entonces la renta será diez veces la inversión, etc. A continuación, dando un salto mortal, esta relación "funcional", formal o meramente terminológica se confunde con una relación causa efecto. Surge la increíble conclusión que ¡cuanto mayor es la proporción de renta consumida y menor el porcentaje que representa la inversión, más tiene que "multiplicarse" esta inversión para crear la renta total! Una conclusión absurda aunque necesaria de esta teoría es que una comunidad que consuma el 100% de su renta tendría un incremento infinito de su renta.¿Curioso no?

Espero que quede claro que la idea de “activar” la economía mediante gasto gubernamental es una falsedad. Sus seguidores siguen expandiendo el papel del gobierno y en los libros de Keynes consiguen respaldo para sus prejuicios, utilizan la obra de Keynes de la misma manera como un borracho utiliza un poste de luz: para apoyarse más que para iluminación.

Keynes en un Mundo ABIERTO

Sólo para concluir con el tema de Keynes, parece ser que se olvida un punto muy, pero muy importante: La apertura de bienes y capitales. En efecto, el Estado hoy poca o ninguna influencia y peor aún poco o ningún efecto puede tener desde el punto de vista económico en el mundo entero, ya que es el mundo entero el que va a producir la prosperidad y el empleo de un país (aunque no les guste a los izquierdistas por que se sale de su control). No hay que olvidar que los impuestos se aplican a personas físicas y morales, esto es, a empresas. Así el ahorro que confisca vía impuestos a una transnacional e incluso una nacional que siempre tiene la oportunidad de reestablecerse parcial o totalmente en otro país, por ejemplo, IMSA y Alfa, para según esto bajar el desempleo, puede y de hecho tiene el efecto contraproducente que esta decida cerrar en el país confiscatorio para irse al lugar en donde más beneficios tiene produciendo más desempleo, y no menos importante, es muy factible que el producto sólo se fabrique parcialmente en un país, se termine en otro, y se venda finalmente en otro, así que por decir lo menos, así que al Estado, la teoría de Keynes se le escapa de sus manos al ni siquiera poder confinar a un país bajo su control. Son mucho más importantes los efectos globales sobre el empleo que lo que un determinado gobierno pueda ejercer en su muy reducida “área de control”. Esto muy pocas veces se aprecia, ya que la mayor parte de los economistas siguen pensando en sistemas cerrados y no abiertos, es decir la realidad los rebasó en sus conocimientos. Esto claramente lo atestigüé cuando en una conferencia el Scrio. De Hacienda Gil Díaz respondió a una pregunta de la siguiente manera: “Ni modo, aquí te tocó vivir, y aquí te tocó trabajar”, nada más falso. No sólo se van los braseros, no sólo se van (o no vienen) las empresas, también los profesionistas calificados están siendo expulsados, perdiendo irremediablemente sus conocimientos, su juventud, su potencial y su poder adquisitivo en los mercados, y finalmente se van los capitales el resultado neto de las políticas Keynesianas (y socialistas que vienen siendo lo mismo) es precisamente lo que con “mayor buena voluntad” el Estado “altruista y sabio” buscaba evitar: Mayor desempleo, mayor informalidad, mayor miseria. Y qué más que la evidencia empírica, México lleva 3 crisis económicas colosales, Argentina, campeón del Keynesianismo ya perdí la cuenta, y todos los países del cono sur, no más no entienden y la culpa la tiene el FMI. Si señor, el FMI, el “salvador de última instancia” que lejos de resolver los problemas de los gobiernos irresponsables los ha vuelto perennes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario