martes, febrero 28, 2006

Yo, Empresario El Fomento Efectivo

Como establecí en mi manifiesto anterior, no creo que el “fomento” sea una buena idea si por ello se entiende crear burócratas fomentadores y sindicatos “empresariales” que decidan a quien será sujeto del fomento por que para eso, son los mercados mucho más atinados que la dirección de un burócrata. Pero, quiero suponer que sí estas francamente preocupado por nosotros los empresarios, que comprendes que en la medida que tengamos éxito, se darán los empleos y la riqueza que finalmente redundará en el progreso y la calidad de vida de todos los mexicanos. Por eso, yo empresario quiero pedir que más que dar “fomentos” selectivos, consideren eliminar o al menos reducir todos esos obstáculos presentes en la creación de negocios y su buen desenvolvimiento en la economía formal. Estos obstáculos tienen que ver con el alto costo de gestionar los negocios empresariales en el país. Vamos, no pido al gobierno que me ayude, no quiero que me “fomente”, muchas gracias, no quiero que mediante subsidios directos o indirectos me de la competitividad que no tengo por fallas estructurales en mi propio negocio, si las tengo, ni modo, el voto de los consumidores me castigará y si ni mejoro tendré que cerrar. No, lo que quiero pedirle es que no me estorbe Los ejemplos de estos obstáculos que se traducen en costos que restan o eliminan la competitividad y la productividad de cualquier negocio son numerosos en nuestro país, voy a mencionar algunos que son los más decisivos:

1. Los altos costos para obtener el registro oficial para una empresa. Empezando por el alto requerimiento para el capital social de la empresa, y los onerosos honorarios del Notario para la inscripción en el Registro Público de la Propiedad, luego viene el alta en Hacienda, y hay que esperar a que todos estos trámites terminen antes de poder continuar dependiendo del giro con unos cuantos o muchísimos más tramites, permisos, etc. etc. Esto hacer un negocio formal en promedio para México arroja 67 días de espera, 15 trámites y permisos y unos $ 35,000 sin contar cohechos que muchas veces son la única forma de conseguir alguno de los permisos. En su contraparte en EEUU se requieren ¡4 horas! 4 pasos sencillos y $ 150USD, en Canadá 2 días y $200 USD. Empezamos mal la empresa…ya en su propia gestación arrancamos con una importante diferencia, y luego nos quejamos del crecimiento de la informalidad.

Pero hay más obstáculos, como por ejemplo:

2. El costo de obtener el título de una propiedad o un contrato de alquiler. Otra vez, el señor Notario, los elevados impuestos para el traslado de dominio, sus honorarios para inscripción en el RPP, si es alquilado, la resistencia del casero a dar un contrato oficial puesto que no quiere pagar los elevados impuestos, lo que obliga o a tener que buscar otro lugar o bien a aceptar la renta sin contrato oficial teniendo que buscarle como justificar el egreso contablemente sobre todo ante Hacienda.

3. Condiciones laborales, muy rígidas y onerosas altos costos laborales directos sobre lo que se paga al trabajador e indirectos para tener que cumplir con leyes más leyes y reglamentos, el colmo de los colmos es el llamado impuestos a la nómina ¿no que quieren que generemos empleos formales?

4. Grandes dificultades para averiguar como un empresario puede cumplir con todas las leyes y decretos del gobierno que afectan la empresa que se va a establecer. Los políticos, los legisladores, y, mucho menos, los abogados no entienden que la ley cuesta como cualquier otra cosa. Si se quiere hacer un negocio, se necesita tiempo, información y dinero sólo para cumplir con las leyes y decretos. No es factible por ejemplo, para un pequeño empresario por si mismo cumplir con todo el embrollo criptográfico que son las leyes fiscales, debe contratarse a especialistas, y no pocas veces los honorarios pagados son de una magnitud comparable a lo que se paga en impuestos. Las fiscales son sólo un ejemplo entre dependiendo del giro, la infinidad de leyes, reglamentos, que deben cumplirse. A mi como empresario, realmente me preocupa, que un burócrata pueda clausurar un negocio años establecido por no tener el menú en Braille, o no tener el número de cajones de estacionamiento. Increíble ¿no es así? Pues así es, y a cada nueva ley siempre habrá un “inspector”, que regularmente visite los negocios para multar o “mochar”, se ha erigido toda una red gansteril de inspectores extorsionadores que es especialmente patente en el D.F. ¿quieren terminar con la corrupción? Pues haciendo más leyes y reglamentos y modificando constantemente los vigentes más difícilmente se podrá. Son éstas el filón de la corrupción.

5. Altos costos para obtener financiamiento o simplemente no poder obtener ningún financiamiento. Los Bancos en México no sólo prestan escasamente al empresario, están interesados más bien en prestar al consumo y al hipotecario, pero no al dueño de un negocio y cuando lo hacen, las tasas requeridas son simplemente insultantes, no hay otra palabra, ¿quién va a querer un préstamo al 38% cuando la inflación es del 3%, y cuando mis utilidades sean menores, mucho menores a esa tasa? Los empresarios nos hemos acostumbrado a financiarnos “jineteando” a nuestros proveedores, como no me pagan mis clientes, yo no te pago a mi proveedor, y así todos. ¿Cual es el resultado? Ineficiencia operativa de toda la cadena productiva que carece de liquidez para comprar sus insumos y ya no digamos generar modernizaciones, adquisición de tecnología, y en pocas palabras adquirir competitividad. Dicen los bancos que el riesgo es muy alto debido a las leyes, y que por eso no prestan o piden garantías irrisorias que muchas veces comprometen el patrimonio personal de los propietarios. Este si que es un obstáculo y vaya que es importante.

6. Altos costos de los servicios y productos controlados por el Estado: No sólo es el alto costo de la energía los más altos de Norteamérica, dice López Obrador que los va a bajar, ¡hombre que bien!, sólo que hasta donde yo sé, su precio está configurado en una gran proporción por impuestos, así, que si me va a bajar este costo para subirme los impuestos por el otro, pues no se a quién va a beneficiar. Vienen más costos, por usar una carretera (tenemos aquí las dos mas caras del mundo, la de Lechería y la de Toluca), tenencias, servicios municipales, derechos y para algunas empresas impuestos especiales, impuestos al activo, si se hace una mejora urbana como pavimentación, se cobra, si se desazolva el drenaje, se cobra, si no hay suficientes vigilancia, se cobra el policía (o se paga seguridad privada, negocio por demás exitoso ante la incapacidad de abatir la delincuencia). La verdad es que el Estado resulta muy oneroso y a cambio de todos esos costos ¿Qué recibimos? Carreteras de cuota en pésimo estado, calles llenas de baches, “topes”, inundaciones por doquier, trasporte público de ínfima calidad. Grandes dificultades y demoras para obtener servicio de electricidad y ya obtenido además de su altísimo precio, sus muy frecuentes bajas de voltaje, cortes de hasta 18 horas. A esto lecturas erróneas en los medidores y cobros indebidos. Simplemente, ¡No puede ser!

7. Inseguridad. La delincuencia está totalmente desatada, y que no me venga a decir López Obrador que es sólo una cuestión de reactivar la economía (curiosamente el Señor ni siquiera menciona este problema en su “Proyecto Alternativo”, cree que no es problema). Sin embargo, si yo quiero transportar mercancía o recibir materias primas es necesario asegurar los cargamentos contra asaltos carreteros, las empresas deben de protegerse con tecnología para robos, cercas con filos de navaja, detectores, cámaras, y por supuesto el pago de seguridad privada. Y lo mismo para nuestros hogares. Que en este país se dé tan frecuentemente el delito más cobarde y ruin del secuestro ha obligado a empresarios a salir del país y por supuesto a otros a no considerar a México como país viable para invertir. ¡Poca cosa!

8. Justicia Cara, lenta. La forma como se procura justicia en México no podía ser peor, aquí la justicia es de legajos y legajos de papeles de largas esperas, de “dinerito para acelerar los trámites”, la justicia en México simplemente se quedó en el siglo XIX, su métodos, su forma de operar no están acordes al país que todos queremos.

9. Comunicaciones y conectividad, el Monopolio privado protegido por el gobierno nos hace pagar las tarifas más altas de toda Norteamérica en comunicación celular, fija y de larga distancia. Para empresarios medianos que requieren Internet ADSL de 512 Kb/seg. O mas Son la única opción. A los cableros se les ha negado sistemáticamente la transmisión de voz. De cualquier forma el costo de la “conectividad” es en México sumamente alto y esto nos margina de la globalización previene el uso del comercio electrónico

10. Transporte. Por supuesto controlado por gremios y sindicatos, que defienden a ultranza sus privilegios y canonjías evitando la competencia, obligándonos a pagar las tarifas que les vienen en gana. No es de extrañar que para ASPA el amafiado y extorsionador sindicato de pilotos sea un “problema” el advenimiento de las low-cost ya que saben que tendrán que cambiar o las líneas del hasta hace muy poco monopolio Mexicana-Aeroméxico tendrán que desaparecer por que no van a poder afrontar la competencia tan y como Gol quebró a Varig o RayanAir a las europeas.

Existen varios estudios como los que ha llevado a cabo el Institute of Economic Research de Harvard University que demuestran la estrecha relación entre el largo y oneroso proceso para registrar una empresa y la existencia de un sector informal muy grande en América Latina. También confirman el gran tamaño del sector informal y la baja tasa de crecimiento económico.

Estos estudios demuestran claramente que el factor que tiene mayor incidencia en los costos básicos de todas las empresas son las instituciones y las reglas del juego vigentes en cada país. Las instituciones bien diseñadas le ofrecen a los empresarios una estructura previsible que les permite obtener la información que necesitan como también precios más bajos. Estos a la vez hacen que un empresario quiera participar en la economía formal y esté más dispuesto a pagar impuestos. Pero cuando estas instituciones no están bien diseñadas, los empresarios tienen que enfrentar difíciles y complicadas regulaciones y leyes, gobiernos corruptos y escasos beneficios si deciden participar en la economía formal. Las instituciones malas o débiles aumentan el costo de las transacciones comerciales e impiden el crecimiento económico. Sin embargo, no se ve voluntad de cambiarlas, ni siquiera se menciona como una prioridad, estamos tan acostumbrados a vivir con ellas las consideramos tan normales que ni nos percatamos de la urgencia en cambiar.

Por todo esto señor López Obrador son urgentes las reformas estructurales, y no sólo las tan mentadas, se requieren más, se requiere una reingeniería a fondo para todas las instituciones del país. Este si que sería un fomento, un impulso decisivo a la actividad empresarial. Lamentablemente ninguno de los 9 puntos aquí expuestos están siquiera contemplados en su “Proyecto Alternativo”, lamentable, muy lamentable, revela visiones muy diferentes de las causas que previenen que México crezca y se generen empleos.

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