lunes, febrero 27, 2006

Yo, Empresario y el “Fomento”

Soy un simple empresario, el tamaño de mi empresa, el giro mi empresa, los ingresos de mi empresa, ¡Qué importan! al igual que muchos otros como yo he utilizado mis ahorros para poner una empresa que de ella vivo y de ella viven otros, doy empleo a profesionistas y trabajadores que colaborar conmigo poniendo lo mejor de si mediante su trabajo, sus conocimientos y la voluntad de hacer las cosas cada vez mejor para hacer posibles mis proyectos, ellos saben y yo sé que en la medida que logremos éxito con nuestros productos y/o servicios, en esa misma medida el bienestar y la calidad de vida mejorarán no sólo a nosotros los propietarios y empleados de la empresa sino también a la sociedad entera, puesto que el capital invertido junto con el trabajo, la tecnología e innovación es la única fuente para crear riqueza. Yo, al igual que muchos otros empresarios enfrentamos cotidianamente a la competencia, tanto interna como externa, competencia que mientras sea leal la afrontamos con inteligencia y decisión ya que es el acicate para hacer lo que hacemos cada vez mejor y a mejor precio para que aquellos que dan cotidianamente su “voto” favoreciéndonos con la compra de nuestros productos o el uso de nuestros servicios sean cada vez mas. Sin embargo, la situación para el empresario en México, no ha sido la idónea; en estos últimos años la situación se ha vuelto más difícil, muchas empresas no han podido o no han sabido adaptarse, muchas más no han podido con la competencia muchas de ellas han reducido su tamaño y otras muchas han tenido que cerrar, y con ello, se ha perdido empleos y también, lo que no muchos dicen se han perdido los ahorros, el capital de aquéllos que como yo lo arriesgaron para crear el proyecto empresarial. Ciertamente es muy duro perder el empleo, ser despedido, perder la fuente de ingresos, pero cuando el empresario fracasa, no sólo también pierde su fuente ingresos, pierde su ahorro, pierde su patrimonio lo que lo imposibilita a seguir intentando con una nueva empresa, he aquí la enorme importancia de que los negocios no desaparezcan.

Veo que el Sr. López Obrador propone darme “fomento”, para que ya no sólo no desaparezcan empresas, sino que se creen muchas más, (por lo menos) reconoce que el gobierno solo no puede crear el número de empleos que requiere el país, parece buena idea, “suena bien”, pero, debe definir que entiende por “fomento” se trata de promover, impulsar, o proteger. También, pregunto yo, ¿cómo y a quién vas a “fomentar”? leo el texto de su propuesta punto 16 en Monterrey y textualmente dice: “Además propongo que definamos juntos en que áreas o ramas productivas tenemos ventajas comparativas para beneficiarnos de la economía mundial del conocimiento”, pregunto ¿juntos? ¿Cuántos son juntos? ¿Quién va a decidir si mi empresa está dentro de las “elegidas por el dedo de Dios gobierno”? ¿Si yo no estoy dentro de los “juntos”, ya no me tocó “fomento”? Por tu parte, la del gobierno, ¿Vas a crear alguna nueva institución burocrática que sea el juez del “fomento”? Y esos burócratas “fomentadores”, ¿Bajo que base o que regla van a decidir a quién otorgar o no el “fomento”? ¿Cómo van a definir aquello de las ventajas comparativas? ¿Cómo sabe uno o varios burócratas en que somos más o menos ventajosos comparativamente? Y, de la contraparte, de los “juntos”, por el lado de los”empresarios”, ¿quiénes van a ser? ¿Qué méritos o calificaciones van a requerirse para ser de los elegidos a opinar? ¿No que estabas en contra del influyentismo? ¿Vas a coercionarme para que tenga que formar parte de un Cámara o sindicato de empresarios cuya voz será la única válida para representar mis intereses ante el gobierno? Y, si no quiero pertenecer a la Cámara o sindicato empresarial, ¿me vas a multar? Y no menos importante ¿Cómo o qué va a ser el fomento, en caso de estar dentro de los elegidos por los dioses burócratas? ¿Me vas a bajar los impuestos? ¿Por cuánto tiempo? ¿Me vas a otorgar créditos “blandos”? o mejor aún ¿Le vas a entrar de mi socio y compartimos riesgos y ganancias? ¿Vas a poner aranceles para frenar la competencia? O, mejor aún, ¿Vas a prohibir la importación de mi competencia? Y, si es esto último, ¿Qué van a decir nuestros clientes externos? ¿No nos pagarán con la misma moneda y también cierren sus fronteras? ¿No cree que pueda haber represalias comerciales? ¿Por qué lo cree así? ¿Culpará a un complot internacional contra los productos mexicanos?, no creo que esa táctica le reditué mucho en el exterior. Sr. López Obrador, con todo respeto, su intenciones su buenas, eso no lo discuto, pero ¿Ha considerado alguna vez que el mercado solito puede hacer una mucho más eficiente y justa selección en eso de las ventajas comparativas que lo que puede hacer cualquier burócrata junto con un sindicato empresarial? Piénselo, que pasaría si su “junta de notables” discrepan del mercado, y en realidad se pone a “fomentar” lo que no debía de haber fomentado, y todos esos recursos invertidos van sólo a ser un gigantesco desperdicio. ¿Por qué los políticos insisten en que los mercados tienen que ser como ellos quieren que sean y no al revés, por que no se disciplinan a la voluntad de los mercados?

Es cierto, la evidencia está ahí, los mercados han dictado cruelmente que muchas, muchas empresas mexicanas tengan que cerrar, lo vivimos a diario ¿Está mal el mercado, o estamos mal nosotros que hemos perdido (o nunca hemos tenido) competitividad? Fomente lo que fomente, si nuestros productos o servicios no son atractivos, y no sólo eso, más atractivos que los de la competencia, por la razón que sea, para que en los mercados los consumidores o usuarios den su “voto” diario a nuestro favor, las empresas van a seguir cerrando, o no se van a crear, el empleo no se va a dar la riqueza no se va a generar y no tendrá ni el suyo, ni ningún gobierno la posibilidad de abatir la pobreza que seguirá expendiéndose muy a su y nuestro pesar.

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