martes, mayo 02, 2006

El Terreno Emocional

Un participante pro-López Obrador, Alberto preciado se queja que el foro está contaminado con mucha amargura y hiel, esto es lo que escribo:

Alberto, también yo después de 3 meses de participar aquí, en que me esmerado por producir y exponer ideas al más alto nivel posible, por argumentar, por explicar, sin denostar, sin descalificar per se, tal y como consta en mi blog http://mexicoliberal.blogspot.com que si lo revisas son varias decenas de páginas de argumentación totalmente abstraídas del terreno emocional. Sin embargo, con pena, me he dado cuenta que Ustedes los izquierdistas (así quieren ser llamados) y los seguidores del señor López Obrador no son capaces de argumentar, no son capaces de defender racionalmente a su candidato, igual que él, sus argumentos son enteramente subjetivos, etéreos, por que el “si se preocupa por los pobres”, por que a el lo persiguen los poderosos ¿? Los que no estamos “ilusionados” y esa es la palabra correcta, de la raíz ilusión, por el discurso, ese sí incendiario de López Obrador, que nos damos cuenta perfectamente de su personalidad autoritaria, de su falta de argumentos, de propuesta. Su única propuesta es que existen fuerzas malignas que quieren destrozarlo por que él representa el verbo encarnado y la única posibilidad que existe para eliminar la desigualdad y la pobreza. Así, el señor López Obrador se ha convertido en un asunto emocional, la gente lo sigue ciegamente por que le tiene fe y deposita en él su esperanza que se ha ganado fundamentalmente en base ahora sí de sembrar la división, el resucitar la vieja “Lucha de Clases” de Marx, de explotar el resentimiento y la frustración de una gran parte de la población. La hiel y amargura que tú mencionas creo que se debe fundamentalmente a la sensación de que nos damos cuenta que insulta el intelecto, insulta la razón y a la reacción natural a este odio de clases que él ha desatado, dividiéndonos no por una lucha entre dos o más candidatos, sino por nuestra condición económica, eso está mal, muy mal, despertar odios y rencores no puede llevar a este país a nada bueno, nada puede construirse en el terreno del odio. Sus complots para evadir sus responsabilidades y desviar la atención a otro lado la causa de sus problemas, es una actitud paranoica y hasta infantil que para los que nos damos cuenta de ella nos sentimos insultados en nuestra inteligencia con tanta sandez y de ahí, también, las reacciones que tú mencionas. Desgraciadamente, estamos eligiendo un presidente y nuestro destino usando las vísceras y no la razón, que pena, pero López Obrador, allá nos ha llevado al terreno de las emociones, no de los argumentos. Por eso era importante que se presentara en el debate, pero no asistió, hubiera sido muy interesante oírlo por primera vez planteando algo que no sea quitarles la pensión a los presidentes, bajarles el sueldo a los burócratas, darle la pensión a los viejitos, bajar el precio de los energéticos, que va a hacer un metro al desierto de Sonora, y de ahí no pasa en sus “propuestas” ¿son realmente propuestas? Para luego arrancarse denostando a los “tecnócratas”, al modelo Neoliberal como causa de todos los males, que se necesita cambiar el modelo económico, pero ¿cuál? Ha planteado las características de su “modelo”, no, no lo ha hecho, su “modelo” para erradicar de este país la pobreza y la desigualdad es inexistente, sólo podemos inferir por su populismo pero él no ha planteado nada en concreto.

Así, si el propio López Obrador lleva el juego a la arena de las emociones, y no de la razón, es natural que los que aquí participan caigan en el mismo juego, todas sus declaraciones, afirmaciones, y discurso son enteramente emocionales, y es que siendo objetivos, los argumentos emocionales son la única forma de hacer despertar a la gente que se siente “ilusionada”, “esperanzada” y, “emocionada” con López Obrador, el argumento razonable es inútil la mayoría de las veces.

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