viernes, septiembre 22, 2006

Los Ciudadanos Contra la Pobreza Extrema

Dice Slim, quizá para curarse en salud por la esquilmada que nos ha propiciado y propicia con sus dos monopolios Telmex y Telcel, que es un buen negocio combatir la pobreza ya que al aumentar la capacidad adquisitiva le podrán comprar más celulares con el sistema “Amigo”, o conectarse a Internet a través de Infinitum. Para ello ha creado la fundación Telmex, en la que invierte una gran cantidad de dinero, existen otros ejemplos, la fundación Televisa, TV-Azteca también tiene una fundación, Los bancos recientemente, Teletón, Lazos, Mano Amiga, etc. Que son esfuerzos importantes pero a todas luces insuficientes, para efectivamente auxiliar a combatir la pobreza.

Dice también Slim, en el foro Forbes, y dice bien, que la pobreza se combate con educación y crecimiento económico, tal y como yo apuntaba en el post anterior sobre este tema: “Estoy convencido de que la pobreza se combate con empleo y educación".

Yo, también lo digo, la condición necesaria aunque no suficiente para combatir la pobreza es el crecimiento económico y que los socialistas con su terca ideología re distributiva materializada en altos impuestos se empeñan en mantener previniendo el ahorro, la generación de utilidades, la inversión y con ello los empleos.

Pero, seamos realistas, la pobreza en México es muy grave, y me refiero a los pobres de los pobres: A la pobreza extrema. Estos seres humanos simplemente no pueden esperar a que el crecimiento económico se dé y la prosperidad los alcance. Y también seamos realistas, el combate a la pobreza del Gobierno de Fox, ha sido ineficaz, en ello coinciden el investigador Rodolfo de la Torre, director del Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social de la Universidad Iberoamericana.

De la Torre estima que luego de dos años de disminuciones en el número de pobres en el país, entre 2004 y 2005 la cifra pasó de 48 millones 971 mil personas a 50 millones 474 mil; esto es, millón y medio más cayeron en el rubro de pobreza de patrimonio. Claro, es importante señalar que depende mucho de cómo se mide la pobreza, si tomamos la cantidad de gente que no tiene un Mercedes Benz, BMW, o Audi en la cochera obviamente el 99.99% seremos pobres. Sin embargo, es innegable que una gran parte de la población son pobres, el exacto porcentaje es irrelevante, ahí están, y estarán a menos que hagamos algo por ellos.

La pobreza es un problema importante, y como todos los problemas importantes no puede dejarse en manos del gobierno solamente. Estamos equivocados si pensamos que es un asunto que atañe sólo a el gobierno, y peor aún, los partidos de izquierda, y que los ciudadanos comunes podemos hacer muy poco para remediarla. Sin embargo, aseguro, que el combate a la pobreza nos debe de incluir a todos y cada uno de los mexicanos, para que con nuestra iniciativa y creatividad individuales podamos en conjunto reunir recursos y acciones que en conjunto son mucho mayores a los que el gobierno pueda proporcionar.

Para los socialistas esta propuesta puede parecer de risa, ya que están ideo logizados con que sólo el gobierno –con dinero confiscado y ajeno- es el único facultado para combatir la pobreza. Esto no solo es falso, ignora exitosas acciones de particulares, por ejemplo, Jeffrey D. Sachs, economista de la Univerisidad de Columbia nos narra recientemente en The Wall Street Journal, como hace 20 años, un movimiento de origen popular encabezado por Rotary International, una organización voluntaria con alrededor de 1.2 millón de socios en más de 200 países, decidió atacar. A mediados de los 80, había más de 300 mil casos de polio por año en todo el mundo, a pesar de la eliminación prácticamente total de la enfermedad en los países más ricos, donde la vacunación era de rutina. Rotary asumió el desafío de hacerle llegar vacunas a los pobres, en regiones con sistemas de salud pública deficientes o inexistentes. Los rotarianos soñaban no sólo con reducir la cantidad de casos de polio, sino con erradicar por completo la enfermedad. Hoy, este objetivo está al alcance de la mano. En lugar de esperar a que los políticos emprendieran la lucha contra la polio, los rotarianos tomaron la delantera.

Estas mismas lecciones se pueden aplicar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los objetivos para combatir la pobreza, la enfermedad y el hambre que los gobiernos del mundo adoptaron en 2000, que son audaces, pero alcanzables. De la misma manera que la polio, la lucha contra el hambre, la enfermedad y la falta de acceso a agua segura e higiene pública se puede implementar mediante tecnologías prácticas y poderosas.

Llegó la hora de que las organizaciones voluntarias emprendan un esfuerzo masivo para implementar los ODM a través de la acción privada. No necesitamos esperar a los políticos. En poco tiempo, los ciudadanos del mundo pueden hacer grandes aportes en la lucha contra la enfermedad, el hambre y la pobreza. Luego los políticos seguirán el ejemplo.

Por tanto, quiero proponer a nuestro presidente electo Felipe Calderón que la mayor parte de la ayuda a los pobres debe ser realizada por particulares, como antes se hacía:

Debemos de dar una gran preponderancia a las instituciones particulares de caridad, y para logarlo, no sólo vamos a dejar que el buen corazón, o “es buen negocio” de Slim sean los únicos motores para tomar en serio el combate a la pobreza extrema, a las enfermedades, a las carencias de los pobres de los pobres. Es importante, pero recordemos que el ser humano se mueve por motivación e incentivos, si hacemos que los recursos dirigidos a la caridad sean más que deducibles de impuestos, me explico: Actualmente, el dinero aportado a una organización caritativa es deducible de impuestos, vamos a hacerlo más interesante, que motive más: Ya que el gobierno toma impuestos y los dirige a una inmensa maquinaria burocrática como lo es la Sedesol y llegan efectivamente poco muy poco realmente a los pobres, voy a pedirle Señor Presidente que se permite ampliar la deductibilidad en el ISR en un porcentaje, es decir yo puedo reducir de mis utilidades brutas la cantidad aportada más un porcentaje, digamos un 10 o 15 por ciento, quizá fijando un límite para evitar abusos, pero creo sinceramente que tendría una entusiasta acogida: Para el contribuyente el poder deducir más de lo que aporta realmente, la certeza de encaminar su dinero, a obras de caridad que le consta que se proporcionan y se proporcionan bien; con el paso del tiempo proliferarían las organizaciones caritativas, que efectivamente combatirían la pobreza y el gobierno quedaría con recursos para hacer obras de infraestructura que es más su labor y que promueve el crecimiento económico.

Creo que es sensata, ojala la tome en consideración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario