jueves, febrero 22, 2007

Drogas Enfoque Criminal o de Salud Pública

A diario los medios nos informan que hubo una balacera en algún lugar del país, peor aún que ha habido ¡decapitados!, que han matado a más de 500 en Nuevo Laredo, igual número en Tijuana, y en Michoacán, que son guerras, literales entre bandas de narcotraficantes que se disputan la plaza. Aparece el presidente Calderón y lo hace la prioridad de su gobierno la guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico que se ha apoderado del país y ejerce su influencia como un poder paralelo. Se involucra al Ejército Mexicano con un gran despliegue de elementos, se transfieren elementos del propio ejército a la PFP se extraditan a cabecillas importantes del narcotráfico a los EU, y, se monta toda una faramalla televisiva para informarnos de cuánto han incautado, no sé cuantas toneladas de marihuana, plantíos de la misma hierba, arsenales de armas largas, granadas, miles de municiones, se oyen declaraciones del procurador en turno diciendo que la guerra contra las drogas va en serio. El presidente afirma que el Estado Mexicano es más fuerte que las organizaciones criminales. Se descubren que militares y policías (aquí y en EEUU), de todos los rangos trabajan para un determinado cártel, hasta les escoltan sus cargamentos, se escapan los cabecillas de prisiones de alta seguridad. Esta historia se repite, mes tras mes, año tras año. Mientras tanto, los mexicanos vemos con horror como el crimen organizado rebasa por mucho al Estado pese a lo que digan, cancelan un cártel, surge otro, cada año incautan más droga, y sin embargo cada vez hay más drogadicción y más violencia.

La guerra contra las drogas ha sido uno de los más importantes factores en la destrucción de los barrios pobres de nuestras ciudades, como Tepito, que ahora hasta un predio expropian, predio en el que no encontraron droga, y si la encontraron no en cantidades significativas como para desatar la furia de la expropiación de “La Fortaleza” en una clara violación a los derechos de propiedad de los Tepiteños.

No, es expropiando “La Fortaleza” como va a ceder el narco menudeo, las fuerzas de seguridad pública del GDF parecen ignorar que simplemente se cambian de lugar, ¿Qué?, ¿Van a expropiar todo el barrio? Son ciegos a que simplemente es imposible ganar una guerra al narco menudeo con este tipo de estrategias. Estos barrios gozan de ventajas comparativas en el negocio de las drogas: Aunque la mayoría de los compradores no viven allí, la mayoría de los vendedores sí. Los jóvenes que no están relacionados con el “negocio”, ven con envidia la riqueza de los involucrados en la venta de drogas y comparan lo que estos ganan con el fruto del estudio y el trabajo normal y acaban uniéndose a ellos. Pronto se acostumbran a los disparos entre grupos competidores. Aprenden a uno, surgen tres, como una auténtica hidra de las mil cabezas.

Así, tenemos que las cárceles están llenas de consumidores y traficantes al menudeo, se nos dice que aprendieron a 70 mil ¿dónde están?, si las cárceles típicamente tienen cupo de unos 3 mil o 5 mil, de seguir con la tendencia, en poco tiempo van a querer encerrar a cientos de miles de ciudadanos, primero ¿En qué cárceles?. Y no hay luz al final del túnel. ¿Cuántos otros ciudadanos se volverán delincuentes?
Resulta pues evidente, que no es con el poder policíaco y la “Fuerza del Estado”, como va a ya no digamos erradicar, controlar este mal.

¿Por qué esta es, así como está planteada, una guerra perdida de antemano? Por una razón muy simple, por que no existe parte agraviada como en el resto de los crímenes, en las drogas, los dos actores: Traficante y consumidor lo hacen de mutuo acuerdo. Obviamente ninguno de los dos actores se va a denunciar a sí mismo, sino todo lo contrario, quieren que no se sepa. Los adictos que buscan tratamiento para superar su adicción tienen que confesar que son delincuentes y los profesionales que los tratan se convierten en soplones o en delincuentes también. Por esto así como está planteada la guerra contra las drogas va a ser muy, pero muy difícil ya que se requiere de SOPLONES, y no menos importante las inmensas sumas involucradas genera un flagelo aún peor: La Corrupción, que ya de por sí los mexicanos somos bastante proclives a ser corruptos, con los “cañonazos” de dinero, más las amenazas de los narcos han quebrado a más de un policía, o militar, aún los de cargo altos. Por tanto, la guerra contra el narco requiere también de la probidad de todo el aparato policiaco encomendado a la lucha, sobre esto no puedo más que sentirme escéptico. Ahí están los “Zetas” militares de élite que se pasaron al bando contrario, el Gral. Rebollo, que aparentaba un feroz combate cuando en realidad estaba del lado de una banda rival. ¿Cuántos de estos casos de corrupción veremos en el futuro? Por más buenas que sean las intenciones del presidente Calderón, por más que se aumente el salario a policías y tropa. Estamos ante la hidra, y no es con el uso de la fuerza como podemos controlarla.
La guerra contra las drogas tiene una falla ética básica, lo que la convierte en una guerra injusta: ¿Acaso tenemos el derecho a utilizar la maquinaria gubernamental para impedir que un individuo se haga adicto al licor o a las drogas? Si se tratara de niños, casi todos contestáramos afirmativamente, pero al tratarse de adultos, la respuesta es que NO. Razonemos con ellos, advirtiendo las consecuencias, proporcionémosle ayuda para salir de su adicción, oremos con ellos y por ellos. Pero, no tenemos el derecho a usar la fuerza directa ni indirectamente para prevenir que alguien se suicide y mucho menos que consuma licor o drogas…
Bajo esta consideración ética el problema de la drogadicción debe reenfocarse de uno criminal y policiaco a lo que realmente es un problema de salud pública, una epidemia que está envenenando a la sociedad. Una cosa es cierta, mientras existan consumidores, y peor aún, mientras los consumidores vayan en aumento, habrá narco tráfico, habrá delincuencia organizada, esto es inevitable. Por eso, la única forma factible de terminar con este flagelo es irse contra la demanda (consumidores), no contra la oferta (traficantes). Pero irse contra la demanda bajo un esquema de salud pública, de ataque a una epidemia, no bajo un esquema policiaco.

¿Qué pasaría si en lugar de todo el gasto inútil en los medios para mostrarnos cuánto incautaron y a cuántos aprendieron se mostrara unas encías destrozadas por el uso de las anfetaminas? O, se mostrara los efectos que la cocaína tiene sobre el cerebro y el corazón, que se mostrara el daño, así en la televisión, que lo vean los jóvenes y también los niños (hay que tener cuidado como se presenta pero hay que hacerlo), así como se ataca a los consumidores de tabaco diciendo por doquier que produce cáncer y daños cardiovasculares, lo mismo debe ejemplificarse con las drogas.

¿Qué pasaría, si además, se formara un ejército de psicólogos y psiquiatras que apoyaran a los consumidores a dejar su drogadicción? ¿Qué la asistencia fuera de primera, y por supuesto gratuita? ¿Qué pudieran crearse grupos de terapia de grupo tal y como sucede con los Alcohólicos Anónimos y que es imposible para Drogadictos Anónimos por que todos sus integrantes serían delincuentes? No sé que pasaría, pero estoy plenamente seguro que sería mucho más eficaz que el enfoque criminal actual.
Las balas, los asesinatos y las inmensas cantidades de dinero, provienen de la ilegalidad del comercio y, al igual que cuando la Ley Seca, que dio origen a los Al Capone hoy tenemos al Chapo, a los Arellano Felix, Amado Carrillo y una larga lista de mafias creadas. Por esto, además del enfoque de salud pública debe hacerse legal el consumo de drogas, todas, pero ilegal el tráfico y cultivo de todas las drogas a excepción de la marihuana y el hashis, drogas que no son más dañinas que el licor o el tabaco. Pero seamos realistas, esto levantaría ámpulas entre nuestros hipócritas vecinos del norte que la han probado 70 millones y tienen cerca de 20 millones de consumidores de la hierba al menos una vez en todo 2006 (Marijuana Myths, Marijuana Facts: A Review Of The Scientific Evidence. Zimmer, Lynn and Morgan). Canadá ya ha puesto el tema a debate público, quizá unidos los dos países, se podría conseguir algo respecto a la marihuana.

Con el consumo legal, o al menos eliminando la persecución, reforzado por una vigorosa y bien planeada campaña de salud pública en medios, junto con el establecimiento de clínicas para apoyar a los drogadictos, creo yo, sinceramente que es la única forma en que podrán encontrarse resultados positivos para la lucha eficaz contra el crimen organizado, la única….

6 comentarios:

  1. Quizás sea simplificar demasiado, pero mientras exista demanda de drogas, habrá quien salga a satisfacerla, y si satisfacer tal demanda es ilegal, los únicos que lo podrán hacer son los que estén dispuestos a entrar a la ilegalidad.

    Como siempre, un excelente post (sobre todo, para un tema todavía tabú para muchos).

    Saludos.

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  2. Gracias Roland por tu comentario.

    Pues sí, tal y como tú lo escribes, mientras exita quien quiera drogarse habrá alguna forma que se la suministren. Esto es inevitable.

    Por eso, es muy difícil de entender que no sólo el gobierno de México, los gobiernos en general no hagan prácticamente nada del lado del consumidor, de la demanda.

    El tabaco, por ejemplo, ha reducido sustancialmente su consumo, incluso sale esta semana una droga de Pfzier que ayuda a dejar el vicio, todo el mundo, aún los fumadores más empedernidos comprenden que hace daño, pero la nicotina es una sustancia sumamente adictiva y no les es nada fácil, pero hay ayuda. No sucede esto con las drogas que al ser ilegales hacen al consumidor un delincuente, ¿a cuántos vas a encerrar? mejor, ayudarlos, y orar por ellos y con ellos. Es a mi juicio el único camino viable.

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  3. Si en Mexico "llueve", en Colombia hay un Huracan. El costo humano y economico que ha tenido que pagar Colombia por esta insensata guerra contra las drogas es incalculable.De hecho, las guerrillas colombianas han subsistido luego de la caida de la Unión Sovietica, gracias al narcotrafico.

    Prohibir la producción, comercialización y uso de narcoticos no tiene justificación moral ni economica. Al menos para nosotros los liberales.


    Recomiendo este articulo: http://www.portafolio.com.co/port_secc_online/porta_opin_online/2007-02-23/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-3431014.html

    Saludos,
    Carlos
    http://liberalcolombiano.blogspot.com

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  4. Carlos,

    Pues para allá vamos, con estos ineptos que nos gobiernan.

    Nos disputamos con Colombia el "honor" de tener el primer lugar en la fabricación de autos blindados. ¡Qué honor! no sabes...También estamos duro en la disputa por el primer lugar en secuestros.

    Y todas sus maromas militares y policiacas son puras cortinas de humo que no sirven para nada.

    Yo también te recomiendo esta liga

    http://www.drugpolicy.org/homepage.cfm

    ¡Ah! Te he incluído en mis links, es importante que todos los liberales de América Latina estemos bien unidos abriendo ojos a nuestros países para frenar la ola socialista/populista desatada desde tu vecina Venezuela, con su "Payaso Continental" al frente y sus lacayos Evo, Correa y Ortega, claro guradándole adoración al comandante Fidel.

    Unidos por la libertad.

    Saludos
    Rodolfo

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  5. Carlos

    Excelente el artículo que me sugeriste leer, y además ya me seguí en ese mismo sitio leyendo muchos más.

    ¿Hasta cuándo nuestros ineptos políticos van a entender que la única forma de terminar con la FARC en tu tierra, y con los cárteles aquí, es quitándoles el ingreso factible por la ilegalidad?

    Y tiene razón Rodolfo Segovia, son los gringos hipócritas los que causan todo este problema. Como escribí en mi post, tomado a su vez de la cita que te recomendé: 20 millones son consumidores habituales de marihuana, 70 millones, esto es el 40% de la población la han consumido alguna vez.

    Ellos son relamente el problema, mientras exista demanda, habrá quien la supla. El problema de la ilegalidad es lo que origina la violencia.

    Gringos ¿Quieren drogas? Pues téngalas. Pero déjenos vivir en paz.

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  6. Anónimo11:13 a.m.

    Oye Sosa en los paises donde el gobierno legalizo las drogas ¿en cuanto se incremento el PIB por hacerlo? supongo que aquí se incrementaría mucho mas ya que vendrían del país vecino frecuentemente ¿no seria una buena idea?

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