miércoles, abril 02, 2008

Mantener el Status Quo

En la cumbre de Davos Suiza de 2005, una asesora de Bill Clinton dijo sobre México en una conferencia en donde el tema no era México (ni siquiera merecimos la atención de una ponencia completa, así de importantes nos hemos vuelto), lo siguiente:

"México es un país que se niega a avanzar, es un país que podría despegar si hiciera las transformaciones que tanto requiere la economía, las reformas estructurales, pero parece que ahí la historia y los intereses creados corporativistas y sindicales les impiden ver claramente", y continúo sentenciando: "México podría tener un despegue impresionante, pero, parece que prefiere ser un mero ESPECTADOR en el avance del mundo", termina diciendo "México podría tener un importante despegue si abandona sus dogmatismos, o (aquí lo bueno) HUNDIRSE EN LA MISERA MAS ABSOLUTA" .

Así es, México simplemente se niega a cambiar, resulta por demás curioso que sea la izquierda la que más ferozmente se oponga al cambio, siendo que la izquierda se define precisamente como opuesto a lo conservador, como “el conjunto de personas que profesan ideas reformistas” (Diccionario de la Real Academia), sin embargo, la realidad es que la izquierda aquí en México es la conservadora, es la que lucha no por cambiar, sino por mantener el status quo. Extraño ¿no es así?. Resulta pues que los de “derecha” que se supone son conservadores son los reformistas y los de izquierda, que se supone son los reformistas, en realidad son los conservadores.

Lo estamos presenciando, con la escalada de los precios del petróleo, cualquier reserva adicional vendría bien al mundo, ya que sería una noticia de oferta adicional. Pero el mundo y en especial EU ya que México es la tercera fuente de suministro, será mejor que no cuenten con México.

En efecto, la producción de crudo está cayendo en México, en unos cuántos años, podría dejar de ser un exportador importante, y, en unos más importador. Y no es que “se acabe”, no, ahí está pero PEMEX carece de la tecnología para ir por él.

Todavía ni siquiera se produce una iniciativa formal de reforma PEMEX (por los “conservadores”) y ya la izquierda (“los reformistas”) empezando por su líder AMLO que amenazó con violencia y está organizando “brigadas”, “comandos”, es en serio, así se denominan ellos mismos, para cerrar aeropuertos, carreteras, en fin, paralizar el país con el fin de evitar a toda costa que PEMEX se modernice y que puede asociarse (de ningún modo privatizarse) con empresas privadas.

"Si se privatiza el petróleo o se comparte la renta petrolera con empresas extranjeras, no tendríamos realmente cómo sacar adelante al país, se cancelaría el futuro para millones de mexicanos...", dijo López Obrador a miles de manifestantes en el Zócalo capitalino.

Así la izquierda “Reformista” en realidad lo que quiere es preservar el status quo, mantener los vicios del México corporativista, socialista, cuyos resultados, no son nada buenos…Las empresas del Estado Mexicano son un factor importante en la explicación de la falta de competitividad y del crecimiento económico que debería de tener un país que comparte su frontera con la principal economía del mundo.

La sociedad mexicana es profundamente conservadora, en el sentido de que preferimos que todo siga igual, nos quejamos del bajo crecimiento económico, nos quejamos de la falta de empleos, de la pobreza, pero parece ser que propiciar los cambios incrementar la competitividad del país, atraer la inversión es algo que la sociedad no está conciente de su importancia, ni de su relación con el incremento en el bienestar y el progreso, pareciera como si pensáramos que la pobreza se soluciona sólo con dádivas, con limosnas, ya sea que provengan de Solidaridad o de Oportunidades, o de algún “Gasto Social” del gobierno en turno.

La pregunta es, ¿Por qué es esto así? ¿Por qué es tan difícil trasformar a México? ¿Por qué AMLO encuentra eco en un número importante de gente? ¿Por qué como empecé este post México prefiere permanecer como espectador ante el avance del mundo?

Todo el mundo aplaudiría el crecimiento económico, aun en sociedades y economías burocratizadas y escleróticas como la nuestra, sin embargo, muy pocos identifican el crecimiento económico con la inversión, más bien, se identifica con la propensión hacia el gasto gubernamental, por eso, se identifica a la sobriedad en el manejo de las finanzas públicas como política “Neoliberal”, y causante de todos nuestros males. El control de la inflación se ve como una política errada dictada por el FMI y “El Consenso de Washington” y la causa de nuestro bajo crecimiento económico.

El crecimiento de la economía permitiría romper paradigmas, penetrar feudos y cambiar el statu quo. Sin embargo, aunque todo mundo clama por mayores tasas de crecimiento, es evidente que en los últimos años han sido mucho más poderosas las fuerzas que se oponen a los cambios y reformas, que como hemos demostrado provienen de la izquierda, que podrían propiciar ese crecimiento que aquellas que están dispuestas a promoverlo.

Para elevar la competitividad del país la economía mexicana debiera de cambiar y transformar, debería de emprender reformas estructurales a fondo, reformas en educación, energía, leyes laborales, salud. Claro, como en toda reforma o cambio, habrá ganadores y perdedores, afectación de intereses, y esto cambiaría el status quo.

Si las reformas fueran correctamente concebidas e implantadas (algo que ha fallado lamentablemente en nuestro país empezando con TELMEX), los ganadores sería la mayor parte de la sociedad serían tantos que los perdedores, esto es ejemplo sindicatos corporativistas y “empresarios compinches”, que el resultado brillaría por sus amplios beneficios sociales. Por supuesto, como ha ocurrido, los beneficiados por el status quo actual harán hasta lo imposible (AMLO a la cabeza) por impedir que se realicen cambios que los afectan.

Lo peculiar, es que con gran frecuencia la mayor parte de la población apoya el mantenimiento del status quo, simplemente no percibe, o no entiende como podría ser beneficiada con las Reformas, peor aún, identifica las reforma con el capitalismo “compinche”, el capitalismo “de cuates”. La mayor parte de la economía mexicana es dominada por empresas familiares que desde hace mucho controlan varias industrias, aplastando la competencia y cobrándoles a los consumidores altos precios. Recurren a amigos en el gobierno para conseguir leyes y contratos favorables, no son muy dadas a la filantropía y tienen fama de evadir impuestos.

Como resultado, a muchos mexicanos no les gusta mucho la industria privada ni creen que el capitalismo sea algo tan positivo. Las encuestas revelan que los mexicanos rechazan casi por igual el capital privado mexicano en el sector energético que el capital extranjero.

Como ejemplo, basta con fijarse en la experiencia de México con la privatización. El monopolio estatal telefónico Teléfonos de México, Telmex, se vendió al empresario mexicano Carlos Slim. Unos 15 años después, Telmex ofrece un servicio mucho mejor, pero su dominio del sistema de línea fija limita la competencia e impone altos precios a los usuarios y evita la competencia por que tiene una dominancia tal cobrando lo que le da su gana por la interconexión con las redes de la comptencia. Actualmente, Slim es el segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, detrás de Warren Buffett.

"Los mexicanos asocian a las empresas privadas con un aumento de precios y no quieren pagar más por la gasolina", señala Jorge Buendía, encuestador de Ipsos-Bimsa, la filial mexicana de la empresa francesa de sondeos Ipsos.

Por otro lado, muchos mexicanos ven ventajas en las empresas controladas por el gobierno, incluso si el servicio que ofrecen es mediocre. Muchos mexicanos pobres reciben subsidios para sus cuentas de electricidad. Los conductores creen que, gracias al gobierno, el precio de la gasolina no ha subido demasiado en los últimos años, algo que es más fácil de hacer para una empresa estatal que no tiene que responder ante accionistas.

Además, el comportamiento de las grandes empresas ha reforzado su imagen negativa entre los mexicanos. Los dos principales canales de televisión tienden a usar sus noticieros para promover los intereses de sus propietarios, usualmente atacando a rivales personales o políticos. El turbio nexo entre empresa y gobierno también juega en contra de la reforma energética. El titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, un aliado de Calderón y el responsable de promover la reforma energética, hace poco estuvo en el ojo del huracán cuando se reveló que la empresa de camiones de su familia se había beneficiado de contratos de Pemex cuando Mouriño trabajaba bajo el mando de Calderón en la Secretaría de Energía hace algunos años.

También como ya escribí en este espacio, los políticos crean el caos, responden a su propio beneficio, y su propio beneficio consiste en responder a los grupos organizado de poder más poderosos y mejor organizados igual los de carácter político-burocrático que sindical y empresarial, todo lo cual favorece al statu quo. Así estos grupos están sobre representado en las cámaras y no el interés del conjunto de la población.

Otro factor no menos importante es el nacionalismo mal entendido. En las escuelas se nos enseña que hemos sido un pueblo golpeado y abusado por extranjeros, empezando por la conquista, pasando por el 5 de mayo, la intervención francesa, Maximiliano, la invasión de lo EU, la pérdida de más de la mitad del territorio, en fin, somos un pueblo traumatizado, y vemos en los extranjeros aquellos que vienen a cambiarnos oro por espejitos….

Creo que estos factores explican nuestra resistencia al cambio. La población mexicana ha llegado a la conclusión de que un mayor crecimiento de la economía sólo beneficiaría a los intereses más poderosos de la sociedad y, por lo tanto, considera que no vale la pena asumir el costo o los riesgos de promoverlo, y por ello vota por mantener el status quo, aunque este en la práctica sea el culpable de la pobreza y la falta de empleos.

Y para cambiarlo se necesita liderazgo, que no hemos tenido, si se quisieran emprender las reformas lo primero que se necesita es que la sociedad las perciba como benéficas en forma directa, y para esto, se necesita de un real estadista, y de un gobierno que modifique percepciones. Para esto, debiera de empezar por un ataque frontal a los privilegios e intereses que la sociedad asocia con el poder, el abuso y la inflexibilidad que son el pan de cada día de la política. Sólo así, se podrá cambiar el status quo y emprender el camino al progreso. Desgraciadamente, estamos muy lejos de que esto ocurra….

9 comentarios:

  1. Anónimo7:44 p.m.

    excelente articulo. ya te habias tardado jeje.

    Oye sosa, tengo una pregunta, el neoliberalismo es lo mismo que el liberalismo? estuve leyendo y llegue a la conclusion que si ya que solo es un adjetivo puesto por sus retractores.

    pero distintos maestros dicen qe estoy equivocado, que el neoliberalismo solo significa apertura comercial.

    saludos

    daniel padilla

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  2. Si me lo permiten, voy a meterme un poco en el comentario del anónimo.

    Daniel, depende de la perspectiva en que veas y entiendas al liberalismo. En realidad eso de "neolbieralismo" no es más que un término peyorativo con que la progresía se ha referido en los últimos años al capitalismo liberal, que se comprende como aquel en el que es el mercado el que debe reinar en la actividad económica. Eso, claro, implica la apertura comercial. Pero no puede existir un liberalismo en que sólo se abran las puertas mientras que el jefe (aka el Estado) tenga un gran poder sobre la sociedad y la economía. Es decir, el liberalismo es la no intromisión del gobierno en el mercado. O sea, el liberalismo ve con malos ojos el elevado gasto público, como los subsidios y los impuestos excesivos, por ejemplo.

    En sus trazos más generales, eso es el liberalismo. Neoliberalismo, por su parte, es el término que se usa para decir que todo lo arriba mencionado es malo. Muchos se confunden, y no es para menos, porque el término se ha popularizado tanto que la gente suele pensar que eso que se llama neoliberalismo no tiene que ver con el clásico liberalismo de Adam Smith. Por ejemplo, si le preguntas a una persona común y corriente sobre qué es mejor, permitir que todos vendan y compran de manera libre, o ponerle restricciones al comercio, seguro responderán lo primero. Pero si en cambio le pones la particula "neo" o hablas de capitalismo como tal, seguro te mientan la madre.

    En realidad no existe diferencia, salvo porque el neoliberalismo latinoamericano en la praxis dista mucho del verdadero liberalismo. Vamos, que no se puede privatizar un montón de empresas públicas al tiempo en que hay un papá gobierno que le dé los contratos a sus amigos, o que fije precios, como el de la tortilla. Ésa es la única diferencia que yo le encontraría, pero más bien es estupidez por parte de los gobernantes.

    Claro, que liberalismo no sólo aplica para la economía, sino para la sociedad en sí. Esto es, vemos mal la coerción y la limitación de la libertad personal. Si un gobierno es liberal en lo económico, pero no lo es en lo social, entonces no se le puede llamar liberal.

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  3. Anónimo3:04 p.m.

    felicidades por el post, completamente de acuerdo con el planteamiento...

    pasando a otras cosas, seria bueno que se hiciera un post referente a las proyecciones que hace PEMEX en el potencial y las deudas de la empresa, también hay grupos de ingenieros que aseguran que la tecnología se puede desarrollar rápidamente o incluso se puede comprar, escuche que se han encontrado nuevos yacimientos en aguas someras y en tierra, un análisis real de las propuestas que hace el señor obrador, no con el afán de desacreditar, si no de informar a la gente y darles a conocer la realidad que es PEMEX como empresa, cuanto dinero se le da al sindicato, que se hace con ese dinero y cuantos años lleva haciéndolo.

    También conocer el potencial real de la empresa si esta tuviera la tecnología y si se hiciera la inversión como se debe, la comparación con otras empresas petroleras de America latina es valida, estamos en una posición privilegiada, extraordinaria, realmente podemos convertirnos en una potencia energética como dicen algunos.

    Espero se puedan hacer estos post…

    Saludos, como siempre este es un blog increíble lo recomiendo ampliamente…

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  4. Anónimo y Cronos,

    Hay que entender lo que era Latinoamérica en general y México en particular en los 70’s y principios de lo 80’s, la palabra clave aquí es inflación, es más hiperinflación sería más adecuado. En México la SEMIP controlaba casi mil empresas que iban desde Imevisión, hasta “notitas musicales”, el gobierno adquiría cualquier madre con el fin de “salvar” los empleos. Y la otra clave son los subsidios a todo y por todo, gasto público alocado déficit financiado por (entonces) deuda externa.

    Y el “Neoliberalismo” es simple y sencillamente controlar la inflación, ¿cómo? Con apertura comercial, con eliminación de subsidios y con la venta o desaparición de las empresitas del gobierno (que aún subsisten muchas no sólo CFE y PEMEX) que eran y son unos barrilitos sin fondo.

    Eso, a mi juicio es el “Neoliberalismo” de los “tecnócratas” que al menos en México terminaron con el déficit del presupuesto, en mucho ayudados por el petróleo, pero que terminaron con la mayor parte de los subsidios (por eso según esto los odian).

    Esto es exactamente lo que pasa en Argentina, otra vez inflación cercana a 35% (solo en una provincia la miden bien en el resto es una vacilada por que los Krischner corrieron a todos los de Estadística) la inflación produce una expansión artificial que hace creer que están a toadísima madre ¡ah! Además dólar subvaluado, entonces empiezan con el cachondeo de la Economía fijando precios tope, y/o subsidiando, pero esta vez si han tenido cuidado de no tener mucho déficit público vía alzas en impuestos, sobre todo a los exportadores de bife y de soya, girasol y trigo.

    En fin, Neoliberalismo es contrario a la ilusión populista. No es para nada Liberalismo, este último es mucho, pero mucho más que simples medidas de austeridad combinado con apertura comercial como yo definiría el “Neoliberalismo”. Para que realmente existiera liberalismo el gobierno debería de dejar de ser el “rector” de la economía, debería de terminar con el mercantilismo o capitalismo de compinches, fomentar la competencia y desregular, esto sobre todo, quitar toda la serie de leyes absurdas que impiden la flexibilidad económica, y dejar de hacer lo que los particulares pueden hacer mejor que él, incluido salud y educación. Y, para eso….falta un buen trecho.

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  5. Anónimo2:20 a.m.

    Excelente articulo y demasiado cierto.
    Al parecer la meganomania esta en en la cumbre de su liderazgo, y siendo un mainiqui del poder conservador que tenemos al mando, es indudable que el mismo poder concervador este al frente de AMLO, aci como lo mencionabas en otra entrada que decia " que se aprovechaban del grito de esperanza"
    Se necesita un Frente Liberal Estructurado y no Meganomanos- Neutralizadores que solo usan espejismo de liberalismo y crecimiento para la nacion.

    Ademas, si pienzo que primeramente se debe fortalezer nuestras semillas de produccion ( los estudiantes, ) para que aci el fruto sea mas efectivo en su brote. Que se deje Mexico moldear a ser un avion de Crecimiento en lugar de un arbol estancado esperandose alas esmeras dela compra y la demanda de los demas paises que giran a su entorno.

    Saludos, y me gustaria que pasen por mi blog y me digan su opinion
    (;
    Cuidense...
    y Sigamos buscando la verdad, para que sea vida... y no anhelemos vida por verdad

    n.n

    Cya

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  6. Anónimo10:51 a.m.

    Rodolfo:

    Que es lo que realmente quiere AMLO y el FAP, quieren realmente tomar el poder de la presidencia? porque bajita la mano, se está haciendo lo que el señor Lopez quiere, que es esto???, nos podrias dar un punto de vista
    Te agradezco de antemano

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  7. Anónimo

    Lo que realmente quiere AMLO es el protagonismo, lo que realmente quiere es incendiar el país. Una tibia propuesta para hacer a Pemex un poquito mejor, la ha tomado como bandera para darse relieve y al FAP. Lo que quiere y desgraciadamente lo está logrando es hacer ingobernable México. Esto creo que a la larga le va a costar por que no está calculando que la mayoría de los mexicanos no somos violentos, y su violencia exhibida a la postre le va a costar muy caro.

    Y desgraciadamente puede llamar espurio y pelele a Calderón y...el IFE no hace nada.

    Y desgraciadamente siento a un Calderón temeroso, hasta "izquierdista", eso de rebasar por la izquierda es muy revelador.

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  8. Anónimo10:29 a.m.

    Muchas gracia por tu tiempo para responder a mi pregunta, pero te voy a hacer otra,
    no pueden legalmente proceder contra este señor? segui en algun tiempo a Carlos Ramirez en su diario de campaña y me enteré de tantos atropeyos ilegles de Lopez en tiempos de Salinas y mas para aca,(como por ej. dandole dinero para que se saliera un 15 de septiembre de la plancha del zocalo, y el dinero se lo dieron ndada menos que Ebrard y Camacho que ironia) pero si cualquier ciudadano que se atreva siquiera a cerrar un crucero importante en cualquier ciudad lo descuartizariany lo procersarían.
    pero mi pregunta es con relacion a que tipo de ley proteje a Lopez, si no hay poder legal que lo procese, lo tendremos que hacer los ciudadanos con nuestras propias manos?
    No creo que castigandolo con votacion para algun puesto publico digase presidente, (dios nos guarde) sino con un castigo penal, por haber violado tantos codigos civiles y eticos, aparte de dar un ejemplo a otros y saber que hagas lo que hagas no te tocarán, siempre y cuando te afilies a estos funtamentalistas FAPOSOS e seudoizquierdistas (porque bien que les gusta la lana)
    Gracias y te saludo
    Ethel Rodriguez

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  9. Ethel

    Acuérdate que a Hitler lo metieron a la cárcel y salió fortalecido ahí escribió "Mi Lucha", me asusta este tipo en la cárcel, lo haríamos mártir, héroe, no, no va por ahí, sería peor. Creo yo.

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