jueves, septiembre 04, 2008

La Inflación y el Empleo: La Curva de Phillips y la Estanflación

A mediados de los años 60’s, Phillips, Solow y Samuelson, inspirados en las mismas ideas inflacionistas de otorgar poder adquisitivo para eliminar el desempleo, encontraron, según ellos estudiando datos de EU y Gran Bretaña que existía una relación negativa entre desempleo e inflación, es decir, que al aumentar la inflación se bajaba el desempleo.

La relación es la desastrosamente muy famosa Curva de Phillips que se muestra a continuación.


En la gráfica, partiendo del punto A con una tasa inicial de inflación y desempleo, un aumento generalizado en los salarios, (por decreto, por supuesto), se trasladará también en un aumento en los precios (inflación), para llegar al punto B. En donde el desempleo, según Phillips ha bajado a costa de tolerar un incremento en la inflación.

Durante la década de 1960 esta relación negativa entre el desempleo y la inflación, tuvo gran influencia sobre los lineamientos de política económica. La curva de Phillips indicaba que ya no se podrían alcanzar en forma conjunta el pleno empleo y una baja inflación, habría que aceptar en nivel de empleo que fuera congruente con un nivel de inflación aceptable.

Así pues, bajo esta teoría, los gobiernos lograban “afinar” la economía con políticas monetarias expansivas en tiempos de desempleo y recesión; se trataba de un modelo muy sencillo que asumía que los empresarios no se darían cuenta que la inflación destruía los aumentos nominales en los precios de sus productos ni que los trabajadores entenderían que la inflación esfumaba los aumentos de sueldos obtenidos. El Estado tenía una vez más su justificación teórica para llevar a cabo sus dislates, de ahí su popularidad entre los “conductores “de la política económica de los países.

Aún hoy en día, esta teoría es utilizada por algunos políticos; tan sólo tenemos que recordar primero la frase de AMLO sobre la inflación, dicha frecuentemente durante su campaña: “La inflación es como el calor del motor, no hay inflación por que los Tecnócratas, Neoliberales ® han parado el motor y por eso hay desempleo”. También hay que recordar al final de su campaña el spot en el que proponía subir masivamente los salarios para crear empleo y hacer crecer la economía y bajar el desempleo. La curva de Phillips tal cual proponía.

Sin embargo, este razonamiento ha sido mostrado falaz, como un sofisma, en reiteradas ocasiones; que más prueba que lo estamos viviendo hoy, y lo estamos con un plural que abarca al planeta entero: Tenemos inflación y desempleo, esto ya fue antes evidente por las dos crisis del petróleo que sacudieron el mundo en los años setenta, trajeron consigo un nuevo fenómeno, que se creía imposible, y se creía imposible precisamente por que evidenciaba la falsedad de la Curva de Phillips, este fenómeno económico se le denomina estanflación, es en el que se presenta en forma conjunta altas tasas de desempleo junto con altas tasas de inflación. Lo “imposible” se volvió posible…

Debido a este tipo de razonamientos erróneos seguidos por los gobiernos inspirados en Keynes y Phillips, se presentó un cambio en el proceso inflacionario, se volvió ascendente y persistente en muchos casos como en la Argentina, y hoy para allá va Venezuela, y ¡Otra vez Argentina! se volvió francamente desbocado y se le conoció como hiperinflación. La bestia económica se había desatado.

Este cambio en el proceso inflacionario, nos los explica el Nóbel Robert Lucas en sus Expectativas Racionales en donde explica que los empresarios y los trabajadores pueden ser sorprendidos temporalmente y al muy corto plazo por manipulaciones políticas, pero que pronto aprenden la lección y anticipan o “descuentan” de antemano los cambios instrumentados por las autoridades, lo cual de hecho neutraliza o anula las políticas monetarias de los gobiernos. La lección es que la gente, al tratar de proteger y maximizar sus intereses ante políticas gubernamentales cambiantes, no se deja engañar por las autoridades, sino que por el contrario actúa en anticipación de esas políticas oficiales. La conclusión es que los gobiernos no consiguen nada positivo imprimiendo más billetes de los que se necesitan cuando se contrae la economía o imprimiendo menos en tiempos de crecimiento. De las investigaciones del profesor Lucas se deduce que los banco centrales, en lugar de estar tratando de afinar y manipular la economía o interviniendo en los mercados cambiarios, deben más bien concentrarse en alcanzar el objetivo realmente importante y decisivo a largo plazo, el de mantener precios estables, es decir, preservar el poder adquisitivo de la moneda. Así la Curva de Phillips inicial se transforma en una nueva curva de Phillips punto C en donde se anula por completo el efecto en el empleo y se mantiene la misma tasa de desempleo que existía antes de iniciar el fallido experimento.

Existe además una nueva teoría como el NAIRU (non-accelerating inflation rate of unemployment o tasa de desempleo no aceleradora de la inflación) que surge para explicar situaciones como la de estanflación. La última teoría, también conocida como la de tasa natural de desempleo distinguía entre una Curva de Phillips (CP) a corto plazo y otra a largo plazo. La CP a corto plazo sería como una CP normal pero desplazada según las expectativas cambian. A largo plazo, sólo una tasa de desempleo (la NAIRU o tasa natural en rojo en la figura) es coherente con una tasa de inflación estable. La CP a largo plazo, por lo tanto, sería vertical, así que no habría relación entre la inflación y el desempleo.

Conclusión: La Curva de Phillips es imaginaria, simplemente no existe relación alguna entre inflación y desempleo, y esto por favor grábenselo en la cabeza, y cuando algún político sugiera alguna política expansionista sepan que es simplemente una falsedad, y no sólo eso, va a crear problemas y para resolverlos después va a ser muy costoso, mucho muy costoso tanto social como económicamente.

En efecto, estas políticas expansionistas de los gobiernos tuvieron un costo terrible, había que dominar a la bestia desatada, así en EU (y también en México a finales del sexenio de Miguel de la Madrid) Paul Vocker se decidió a bajar a como diera a lugar la tasa de inflación en detrimento del crecimiento de la economía del país, lo que resultó en la mayor crisis económica desde la gran depresión de los años 30’s, aunque logró su objetivo de reducir la inflación a tasas manejables como fue previsto ¡Pero a que costo!, como nota al margen, la crisis económica que tenemos en curso debo mencionar es aún peor que aquella.

Así que aquí tenemos un ejemplo contundente de cómo las políticas expansionistas de los gobiernos, alterando en este caso la cantidad de dinero y produciendo inflación terminan por crear problemas mucho peores que los que intentan resolver, para después para remediarlos el costo económico y social es terrible. Si no que nos pregunten de los sexenios de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari doce años para pagar el costo de las expansiones de López Portillo.

Lo verdaderamente increíble, es que aún existan políticos, populistas que clamen por expansiones económicas, por inflación, no obstante que ya ha quedado más que demostrado que no sólo no sirve de nada, se desata a una bestia que después para controlarla tendrá que soportarse medidas terribles con un enorme costo social.

Una vez más queda demostrado que el Gobierno es el problema, no la solución.

Continuamos….

No hay comentarios.:

Publicar un comentario