La Escasez de Capital, ES la Causa de la Pobreza

Es menester definir y explicar con mayor detalle los términos escasez de capital y falta de capital.

Hablando estrictamente el capital siempre es escaso y siempre lo será. El suministro posible de bienes de capital (bienes que producen riqueza) nunca ha sido abundante, si se pudieran ejecutar todos los proyectos empresariales posibles sin problemas se mejoraría drásticamente el nivel de vida de la gente. Si el capital fuera abundante viviríamos en el Paraíso Terrenal nadie tendría que preocuparse por la producción. Sin embargo en el estado real de las cosas habrá proyectos empresariales que no podrán materializarse debido a que el capital que requieren es utilizado por otras empresas para producir bienes o servicios que son más urgentemente requeridos o simplemente más deseados por los consumidores; o, por los gobiernos para hacer su “gasto público” compitiendo entonces por los recursos que los proyectos empresariales requerirían. En toda rama industrial existe un límite pasado el cual la inversión adicional no es rentable. Esto es así, por que en ese instante de tiempo los bienes de capital involucrados pueden mejor encontrar aplicación para la producción de bienes en otros bienes que son más apetecidos y valiosos para los consumidores. Si se mantienen las cosas iguales, y la acumulación de capital se incrementa, los proyectos que antes no eran posibles, o que fueron rentables y se saturaron, se vuelven factibles para ser rentables y son iniciados. Nunca existe una carencia de oportunidades de inversión. Si existen carencias de oportunidades de inversión es por que los bienes de capital disponibles ya se encuentran invertidos en proyectos que son rentables.

Al hablar de falta de capital en un país como México que es más pobre que otros países como Estados Unidos que evidentemente es más rico, uno no se refiere a este fenómeno como algo absoluto, ni como una carencia perpetua de capital generalizada. En realidad lo que se hace es comparar el estado de las cosas entre un país y otro país en el que el capital es más abundante. Poniendo a México de ejemplo: Tenemos un cierto número de obreros que producen con un capital de veinte mil dólares productos que en el mercado digamos que valen un millón de dólares. En una fábrica en EU con un capital invertido de un millón de dólares, el mismo número de trabajadores producirá productos 500 veces más valiosos. El empresario mexicano desafortunadamente no tiene el capital para tener una fábrica semejantemente equipada a la de los EU. La consecuencia es que la productividad de un obrero mexicano es muchas veces inferior a las de su contraparte estadounidense. También y como consecuencia el número de bienes producidos en México disponibles para su consumo es menor y lo que resulta de todo esto es que el mexicano promedio es más pobre que el estadounidense promedio. Por tanto, la productividad no es cuestión como muchas veces nos quieren hacer creer de empeño, de ponerle ganas. No, la productividad es consecuencia directa del capital invertido en un país.

Se habla constantemente para México de “desarrollar el mercado interno”, y para ello los políticos nunca piensan que para lograrlo lo primero que se requiere es capital, más específicamente acumulación de capital que no es otra cosa que ahorro de riqueza, que después se utiliza para adquirir los bienes de capital que permiten aumentar la productividad del país. En un país en donde el 50 por ciento de la población son pobres es evidente que la competencia del gobierno, o mejor dicho, la apropiación por el muy escaso capital generado por la economía y su posterior destrucción en labores asistencialistas y en pago de gasto corriente a la burocracia en realidad lo que resulta es en una desacumulación de capital, esto es, en un empobrecimiento del país. Esto explica por qué las crecientes cantidades de dinero invertidas en el combate a la pobreza en realidad crean más pobreza.

Impuestos para Exprimir al Rico

No es nada fácil explicar esto para gente que se encuentra ideologizada, emocionalmente agitada con ideas anticapitalistas. Como muchos “intelectuales”, formadores de opinión en lo medios y políticos casi todos ven las cosas con mayor o menor grado pero ven al capitalismo, al empresario como un ser ambicioso, rapaz, codicioso, se le culpa de no producir lo suficientemente barato, de explotar a sus trabajadores, y se hacen perversas comparaciones entre lo que ganan los obreros de acá con lo que ganan en países más ricos y los costos de los productos allá que son muy inferiores a los de acá, por eso también se les acusa de improductivos y de no producir la suficiente cantidad de productos al precio que requiere la economía. Se dice que se embolsan el dinero y no lo invierten, se habla de que el sistema capitalista produce entonces la desigualdad, que los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres y que, la riqueza acaba concentrándose en unos cuantos. Por esto, los políticos han ideado la apropiación de la riqueza de los ricos mediante los impuestos a escalas progresivas, para redistribuirla, dicen ellos entre los pobres. ¡Qué paguen más los que más tienen! Nos dicen justicieramente los políticos que, en sus ojos, la causa de la pobreza está en la riqueza del acaudalado. En base a estas ideas “re distributivas” los países de todo el orbe han implantado los impuestos a las rentas especialmente dirigidos mediante impuestos progresivos para tomar la mayor cantidad posible de los estratos sociales más pudientes. Sin embargo, los resultados están ahí, el “gasto social” particularmente en México no da ninguna evidencia de disminuir en forma alguna el número de pobres, por el contrario, la evidencia demuestra que entre más dinero se dirige al “gasto social” los pobres son más pobres, tienen menos ingresos.

La explicación de que el gasto asistencialista en el “Estado de Bienestar”, en los “derechos sociales” radica en primer logar en que el capital es escaso, y el dinero ganado, la renta es una forma de capital, el dinero del que se apropia el gobierno por la coerción y compulsión es destruido como capital, esto es, como factor para producir más adelante riqueza. La mayor parte de los recursos que el gobierno toma de los ricos, y los no tan ricos, también de las pequeñas empresas, las empresas nacientes que son las que más acumulación de capital necesitan, estos dineros, habrían sido primero ahorrados y en consecuencia formando capital que de inmediato sirven para dar créditos y más adelante para tener inversiones en bienes de capital. Estas nuevas inversiones hechas por los ricos, y los no tan ricos, aumentarían la productividad al mejorar los bienes de capital, se producirían más bienes para su consumo, se demandaría más mano de obra, lo que significarían más empleos productivos, y finalmente se mejoraría el nivel de vida de todo el país, y lo más importante habría cada vez menos pobres. Y como se explicaba, por el contrario, al apropiarse el gobierno de este capital monetario para sus gastos, éste es disipado, destruido alentando significativamente el proceso de acumulación de capital y por tanto del bienestar real de los ciudadanos de un país.

Este país, ya se apropia de cantidades significativas del ingreso de los más pudientes, no obstante se planea apropiarse de más, sin embargo, en la realidad es muy poco el extra que van a poder obtener cuando se le compara con el presupuesto total del gobierno, siempre en expansión con una inercia incontrolable. Las políticas de los “progresistas” de expansión de la burocracia y su gasto social han llegado al punto del absurdo: Han llegado al punto de tener que imponer impuestos cada vez más pesados en las clases medias, que en México, son bastante pobres, y finalmente también en los pobres, para dárselo a los “otros” pobres, a los pobres que puedan estar en la mira de “Oportunidades”, esto es que tengan hijos y que vayan a la escuela si no, no. Así que a los pobres se les va a quitar parte de su ingreso para dárselo a los pobres que tienen hijos, ¿y los pobres viejos? ¿No hay de esos?¿Esos no comen y no se enferman? ¡Absurdo! Muy absurdo. El voraz Estado ha llegado al punto en que a sus propios votantes aquellos que apoyan la “redistribución de la riqueza” les ha llegado la hora de ser ellos mismos también a quienes su muy escasa o de plano ausente riqueza se les “redistribuya” a otros que quizá están menos peor que ellos mismos. Absurdo, sí, muy absurdo, completamente absurdo.

Para terminar con la pobreza, se necesita CAPITAL invertido

Pero es esta situación absurda en la que nos encontramos la que nos ofrece la oportunidad de implantar principios económicos sólidos, sensatos, que sustituyan a los principios perniciosos, dañinos implantados por nuestros gobernantes. Es necesario explicar a los ciudadanos, a los votantes, que es en realidad lo que produce la prosperidad de los países, que fue lo que hizo a cambiar a Singapur, a Hong-Kong, a Irlanda, y dejar atrás la pobreza, y que fue lo mismo que hizo que los países occidentales se hicieran ricos, bueno hasta que llegaron los “progresistas” a alentar el “Estado Benefactor” de las sociales democracias europeas, que han logrado detener el crecimiento de esas naciones, y que tienen bajo asalto a los EU con Obama, y que amenazan con destruir la prosperidad de la humanidad. También hay que explicarles a los votantes las razones por las cuales en los EU la gente gana mucho más que acá y en todos los países en los que el capital invertido por habitante es bajo. Los ciudadanos deben de entender que su mejoramiento material no está en las manos asistencialistas de los gobiernos, tampoco está en que les den educación, salud, gratuitos, los ciudadanos deben de entender que su destino material está en manos de la posibilidad de incrementar la acumulación de capital, esto es del ahorro que más adelante se invierte en fábricas, granjas, equipamiento de capital, tractores, sistemas de riego, máquinas de control numérico, hoteles, restaurantes, bares, y con ello, empleos, que absorban la creciente demanda de ellos, y que entre más capital se acumule, y menos restricciones existan para que se invierta, es decir y en pocas palabras, mientras dejemos que el capitalismo, los mercados libres, proliferen, menos pobres habrá y viviremos mejor todos. Esto, no son hipótesis, la historia nos los demuestra, pero parecemos querer ignorarla.

Hoy en día sólo los hombres de negocio, los vilipendiados empresarios son los únicos ciudadanos que se preocupan por hacer provisiones de capital para la creación, el mejoramiento y la expansión de sus fábricas o negocios. El resto de la gente, gobernantes incluidos, son completamente indiferentes al asunto, sin saber que precisamente su destino, su empleo, su bienestar material y el de sus hijos depende de ello. Lo que se necesita es hacerle comprender a la gente esto, a toda la gente, tienen que comprender que sólo ahorrando se puede iniciar un negocio, y este va a generar riqueza aunque en un principio sea sólo para el pequeñísimo empresario, y beneficios para toda la sociedad, empezando por supuesto con los empleos.

Como la verdad veo muy difícil que alguno de los partidos políticos existentes en nuestro país, todos ellos socialistas; quizá se necesite la creación de uno nuevo partido político, o por lo menos una agrupación política que abandone completamente las ideas falaces de la “redistribución de la riqueza” y que tenga por objetivo que: Como la prosperidad de una Nación y los niveles salariales dependen de un continuo e incesante incremento en la inversión de CAPITAL, en plantas, minas, granjas, tiendas, negocios de hospitalidad, de entretenimiento y en general en toda actividad empresarial y acción humana que genere riqueza, es tarea del Estado, eliminar todos los obstáculos que entorpecen, ralentizan, o de plano, evitan, impiden, la acumulación e inversión de nuevo capital.

Comentarios

  1. Anónimo1:18 p.m.

    100% de acuerdo.

    El corazón de la economía es el aparato productivo.
    El corazón del aparato productivo es EL EMPRESARIO.

    Saludos

    S.P.

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  2. Anónimo5:52 p.m.

    SIGUE VOTANDO POR EL PAN ENTONCES, PARA QUE YA NO EXPRIMA CON IMPUESTOS JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA!!!

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  3. No voté por el PAN, anulé mi voto

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