jueves, diciembre 10, 2009

¿Cuál Autonomía de Banco de México?

La Constitución a la letra dice en su artículo 28: “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado. Ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento.”

La pregunta en este momento es ¿Qué significa autonomía? ¿Condición para que en su administración no dependa de nadie? Si esto es así, ¿Por qué el presidente puede elegir al agraciado como gobernador? Es una farsa esto de la autonomía. Si el presidente puede poner a un comparsa, a un incondicional, que como dijo ayer durante el nombramiento, “haga que la relación entre el Banco y el Gobierno Federal sea más tersa”. Así que nombró al tersito Carstens, para substituir a Ortiz como gobernador de Banco de México.

Lo hizo Calderón, se deshizo del gobernador actual Guillermo Ortiz, esa es la palabra correcta, o quizá, podríamos usar la de que lo eliminó, por una simple y sencilla razón: Le era incómodo. Era una piedra en el zapato de él y del secretario de Hacienda Carstens, que casualmente ayer fue propuesto para substituir a Ortiz en el cargo. Ortiz le era incómodo a Calderón, en primer lugar por que no era su comparsa, no era su incondicional, como lo es el servil Carstens que recientemente afirmó “Estoy para ayudar a Calderón”. Y, al no ser su comparsa, Ortiz siempre rectificaba las proyecciones de crecimiento económico desde una perspectiva más realista, que la postura adoptada por el del “Catarrito” que luego se volvió pulmonía doble. Tampoco estaban de acuerdo en algo que es fundamental: El nivel de las tasas de interés. Aunque Ortiz, era también un burócrata, al menos entendía un principio fundamental: La expansión crediticia alocada además de que genera inflación, genera el ciclo económico, esto es, los ciclos de auge y recesión subsecuente, que es la razón de la crisis actual, y fue la razón de la crisis de 1994 bajo Pedro Aspe en Hacienda y Mancera en Banxico, no hay otra razón por más que la quieran oficialmente achacar a los asesinatos políticos y al EZLN. Ortiz, entendía que el crecimiento económico no es función de la tasa de interés, es función de muchos otros factores, y también entendía que el mercado tiene un nivel natural de la tasa, un nivel que está relacionado con la cantidad de dinero ahorrado, y procuraba, dentro de lo posible, mantener una política monetaria, esto es, emisión de dinero y tasas de referencia acordes a lo que él y la junta de gobierno de Banco de México consideraban prudente.

Afortunadamente, se supone, que la junta de gobierno consta de 5 miembros, y las decisiones tienen que ser votadas aunque el voto del gobernador es de calidad en caso de empate, los subgobernadores actuales pueden o no continuar con la prudencia de Ortiz. Escribo pueden o no, por que sin embargo, Carstens en su carácter de gobernador puede ejercer una importante influencia en la relajación de la política monetaria, que, a la larga va a redundar en una mayor inflación. También y no menos importante es que el gobernador es “la voz” del Banco, y la “voz” puede ser utilizada políticamente para ensalzar las bondades de la conducción económica, de la “rectoría” del Estado del patrón Calderón. Y esta es quizá la principal razón del cambio, poner un pelele en el organismo que se supone debiera de ser autónomo.

También se debe mencionar que los problemas entre Ortiz y Calderón, no son nada nuevos, datan tan lejos como 1995 cuando Ortiz era el Secretario de Hacienda de Zedillo, que sustituyó al “Cete” (por que sólo duró 28 días) Serra Puche y que fue el que desencadenó la debacle de la crisis de 1994. Calderón era el jefe de la Bancada del PAN y negoció con Zedillo la salida de Ortiz de la SHCP por qué culpaba a Ortiz de haber hecho laxas las reglas para la concesión de préstamos, esto es, prácticamente eliminar la exigencia de garantías. Zedillo aceptó, pero en un golpe maestro promovió a Ortiz al Banco de México sustituyendo al nefasto, Miguel Mancera y que provocó el berrinche de Gil Díaz que se sentía en el cargo y se fue a Avantel de Roberto Hernández (Banamex). ¡Qué paradójico! ¿No es así? Que Ortiz acusado de laxo, se hizo más adelante famoso por prudente y ortodoxo, y que Calderón, que acusó a Ortiz de laxo, ahora impone a un títere precisamente para dar cuerda a políticas monetarias más laxas en el Banco de México. ¡Increíble!

Otro factor lamentable, verdaderamente lamentable, es que Ortiz era el presidente del Banco de Pagos Internacionales, que es, una especie de Banco Central de Bancos Centrales, este nombramiento debía de ser un orgullo para México, es un reconocimiento de los banqueros centrales del mundo a la capacidad de Guillermo Ortiz. En estos momentos, en que la situación de política monetaria mundial es un verdadero caos, por no escribir asco, en que los maniáticos inflacionistas han tomado el control, los “monetary cranks” como los denominarían von Mises y Hayek; ya no sólo México, el mundo requería de la actitud prudente y moderada de un Guillermo Ortiz. Tendrá que salir del cargo ya que es condición ser gobernador de algún banco central para estar en ese cargo.

No sé todavía me queda la esperanza que la permanente del Senado no ratifique al de “Estoy para ayudar al presidente”. Y Calderón se vea forzado a reproponer a Ortiz. Difícil puesto que si en algo es hábil Carstens es en promoverse a sí mismo. Es verdaderamente lamentable como el señor está rodeado de una áurea de gente capaz mientras que en los hechos ha demostrado que es un muy mal economista, pero es un muy buen político, en el sentido de que sabe agradar a los demás, incluso a los que disienten de él. Sin embargo, Banxico no necesita un político, necesita una persona capaz y prudente que evite el envilecimiento de nuestra moneda. Que por cierto, lo han hecho con singular “eficiencia”, ¿Tiene el lector idea de cuanto ha perdido el poder adquisitivo del peso desde 1970? ¿Desde 1995 que ascendió Ortiz?

Carstens además de ser comparsa de Calderón, lo es también del Fondo Monetario Internacional, del nefasto FMI, del burocrático FMI, del rescatador de imprudentes FMI, así que con él tendremos al FMI metido en las entrañas del Banco de México. ¡Buena autonomía!

Ya no relacionado con el Banco, es de pasmo, que Ernesto Cordero, un actuario que no sabe nada de Economía y de finanzas, se ponga al frente de la Secretaría de Hacienda. Bajo su dirección en la Sedesol los pobres no hicieron más que aumentar, y le dan de premio la SHCP. No cabe la menor duda que con el PAN hemos regresado a las viejas prácticas Priistas de poner a los cuates de secretarios de Estado, así como Echeverría puso a su cuate López Portillo, para después lanzarlo de su sucesor. ¿Es Ernesto Cordero el elegido de Calderón para las elecciones del 2012?

Y estas improvisaciones, que siempre son malas, llegan en el peor de los momentos, justo cuando México requeriría de alguien verdaderamente capaz en la importante secretaría de Hacienda, imponen a un advenedizo, un bisoño. Uno más, como el destacable en la Secretaría de Comunicaciones Molinar Horcasitas, politólogo, ¿Qué sabe de radiofrecuencias, de carreteras? Nada.

Estos son los gobiernos en México, no sólo del PAN, estoy seguro que si el PRI o el PRD estuvieran en el poder actuarían idéntico: La improvisación, el poner a los cuates, los burócratas de angora, en esté país son los cuates del presidente, los que le son cómodos, no los capaces, que los hay, estoy seguro que los hay.

Lo que si es de reflexionar, y con esto termino, es que nuestras instituciones son tan débiles, tan enclenques, en especial las relacionadas con la economía que dependen de que el hombre que se encuentre en su dirección “sepa oprimir los botones correctos”. Una institución sólida debería de poder funcionar adecuadamente, y un país, sin importar quién diablos esté al mando. Debería…

Por lo pronto, queda en entredicho la autonomía del Banco Central, veremos ahora si no empezamos a chiflar y comer pinole, que traducido a la política monetaria es: “Tener el mínimo de inflación y el máximo de crecimiento”. Ya veremos el desorden que causan con esta sentencia. Empezarán por modificar el párrafo de la Constitución con el que inicié este post. Y de ahí, a imprimir billetitos “de la nada”, seguir con la expansión del crédito, que producirá un auge temporal para después sumirnos en una crisis económica. Ya lo han hecho, en el pasado, lo seguirán haciendo, después de todo, el gobierno siempre tiene que estar meneándole, alterando el curso normal de los mercados, y con ello ser la causa de todos nuestros problemas, y nunca la solución. Al tiempo…

1 comentario:

  1. George6:12 p.m.

    "We can't solve problems using the same kind of thinking we used when we created them"

    -Albert Einstein

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