lunes, junio 21, 2010

Cambio de Modelo Económico – El Capitalismo

Empezamos un análisis de los posibles modelos económicos, intentaremos abstenernos de hacer juicios de valor, no nos preguntaremos, si por ejemplo, el intervencionismo es bueno o malo, moral o inmoral, condenable o no. Tan sólo nos preguntaremos desde el punto de vista de aquellos que quieren ponerlo en operación si cumple con sus objetivos o frustra sus intenciones. ¿Se llega finalmente a una mejor sociedad, más próspera?

Para buscar el modelo económico idóneo para México, tendremos antes que explicar que son capitalismo, socialismo, gobierno e intervención.

Economía de Libre Mercado o Capitalismo


En una economía capitalista los medio para la producción de bienes y servicios son propiedad de los individuos o de sociedades de individuos, como las empresas o corporaciones. Los propietarios utilizan sus medios de producción en forma directa para producir, o mediante una compensación los prestan a otros para ellos producir. A los individuos o sociedades de individuos que caen bajo esta descripción se les denomina empresarios. Sí, empresario no es sinónimo de millonario, potentado, el dueño de un taller mecánico de reparación de autos, el de una carpintería, de una tintorería, etc. etc. son empresarios; su empresa puede tener cientos de miles de empleados o ninguno, de todas formas son empresarios los que se ajusten a esta definición.

Superficialmente pareciera ser que los empresarios son los que deciden que es lo que ha de producirse o que servicios ofrecer, y como van a ser producidos. Sin embargo, ellos no producen para cubrir sus propias necesidades, sino las de los miembros de sus comunidades y venderán sus productos en el mercado, que no es un lugar es un proceso, a los consumidores, esto es a aquellos individuos que desean usar y consumir los producido. Solamente los empresarios exitosos son aquellos que pueden obtener una utilidad y que saben como producir de la forma más barata y con mejor calidad posible, esto es con el gasto mínimo de materias primas, energía y trabajo humano. Por consiguiente, en realidad, son los consumidores, no los empresarios los que determinan el rumbo de lo que ha de producirse. En una economía de mercado libre, el consumidor es el soberano. Son los amos, y los empresarios deben por su propio interés de poner su mejor empeño para producir lo que sus amos deseen con la mejor calidad y al menor precio posible para asegurar la satisfacción de sus clientes.

A la economía de mercado se le ha denominado la “democracia del consumidor” debido a que el consumidor otorga diariamente su voto mediante la adquisición de los bienes o servicios que prefiera. Es libre para elegir. El recuento de votos en una elección y el gasto en dinero en un mercado son ambos métodos que expresan la opinión del público. Los consumidores deciden si compran o se abstienen de comprar y así determinar el éxito o el fracaso del empresario. Harán de empresarios pobres ricos y de empresarios ricos pobres. Tomarán los medios de producción de aquellos empresarios que no saben como usarlos para asignárselos a los empresarios que sí saben hacer buen uso de ellos. Es bien cierto que sólo los empresarios que producen bienes de consumo tienen contacto directo con los consumidores; ellos son inmediatamente afectados por la voluntad de los consumidores, reciben directamente las órdenes de los consumidores. Pero, transmiten esas órdenes a otros empresarios que producen bienes para productores, bienes de capital se les llama, o que proporcionan las materias primas. Así, los productores de productos de consumo, son a su vez consumidores de bienes de capital o insumos mismos que van a adquirir en los mercados al menor precio y la mejor calidad para que finalmente puedan producir para los consumidores finales al mejor precio y calidad posible. Si fallan al adquir los mejores insumos y bienes de capital para hacer lo más eficiente su proceso de producción no estarán en condiciones de satisfacer los deseos de los consumidores finales a los precios más bajos posibles; entonces, sus competidores, otros empresarios que saben mejor como comprar insumos y bienes de capital los harán salir del mercado. El consumidor como comprador actúa siempre siguiendo sus propios deseos e intereses. El productor por su parte también es comprador y hará sus compras con el fin de hacer lo más eficiente para cumplir con lo que el consumidor final, su cliente le dicta. Si el empresario se desvía de la línea que le prescribe el consumidor se verá afectado en sus utilidades, que pueden convertirse en pérdidas que pongan en peligro su posición como productor.

Frecuentemente se critica la severidad de que el emprendedor todo lo ve en pesos y centavos. Sin embargo, tal crítica es injustificada debe de tomar esa actitud para cumplir con las órdenes de los consumidores, que no están dispuestos a reembolsar al emprendedor su falta de eficiencia para producir. Lo que en el lenguaje coloquial se llama economía es la ley simple prescrita por los consumidores que debe ser acatada por los empresarios. El buscar siempre el mejor producto al mejor precio por parte de los consumidores es lo que indirectamente determina los precios y los salarios. La elección diaria de los consumidores es lo que determina finalmente quien será el dueño de los medios de producción. Cada peso gastado por los consumidores es lo que determina la dirección, tamaño, tipos de productos y mercadeo.

Contrario a lo que se creé, los empresarios no constituyen una clase cerrada, una élite, como la nobleza del pasado. Cualquier persona común puede ser empresario si tiene la perspicacia de ver el desarrollo futuro del mercado mejor que otros ciudadanos como él. Si puede inspirar la confianza en socios que aporten efectivo, capital, y que actúe bajo su propio riesgo y responsabilidad para ser exitoso. Un persona se convierte en empresario, literalmente, empujando fuerte, trabajando duro, exponiéndose al juicio totalmente imparcial que el mercado le impone a cualquiera que como él quiera participar ya sea empezando como empresario o permanecer como empresario. Cualquier persona puede tomar este examen riguroso o no. No tiene que esperarse a que alguien le de entrada para tomarlo, es cuestión de una decisión enteramente personal, nadie lo obliga, debe tomar su propia iniciativa y entonces preocuparse donde y como deberá asegurar los medios para llevar a cabo su actividad empresarial. Claro, ser empresario conlleva riesgos, riesgos de perder percepciones por salarios si se es empleado, riesgo de perder sus ahorros que arriesga como capital. También implica trabajo duro, ser responsable y entregado a su causa, ser imaginativo, innovativo y creativo para producir mejor, más barato o que su producto sea más atractivo que los de los demás.

Por décadas se nos ha repetido que ya no es posible en esta etapa de “capitalismo maduro o tardío” que la gente pobre emerja como empresario. La prueba a esta aseveración, por supuesto, nunca se ha dado. Desde que estas voces pesimistas están el aire, miles de hombres y mujeres comunes han emergido como nuevos empresarios, y la clase empresarial se ha modificado en su composición, muchos han desaparecido, y los empresarios más exitosos de la actualidad son hombres hechos por sí mismos y de muy reciente entrada al grupo de empresarios exitosos. Ejemplos sobran, Gates (Microsoft), Jobs (Apple), Bezos (Amazon), Page y Brin (Google), Buffet y cientos más han reemplazado a los Vanderbilt, Morgan, Rockefeller de antaño. Esta constante y dinámica recomposición de la clase empresarial es tan antigua como el capitalismo en sí mismo, es una característica del capitalismo.

Lo que es cierto para los empresarios lo es para los capitalistas, esto es, aquellos que tienen en su propiedad ahorros, capital. Únicamente los capitalistas que saben como usar correctamente su capital (desde el único punto de vista correcto, el punto de vista de los consumidores), esto es colocarlo en inversiones productivas, en medios de producción que serán empleados en la forma más eficiente que sea posible para ponerse al servicio de los consumidores podrán aumentar su capital. Si no quieren sufrir pérdidas los capitalistas deben colocar sus medios, su capital, entre los empresarios exitosos o potencialmente exitosos. En una economía de libre mercado tanto los capitalistas, como los empresarios y los trabajadores asalariados, tienen como fin primordial el servir a los consumidores. Parece superfluo recalcarlo por que es obvio, pero debe decirse que a su vez, capitalistas, empresarios y trabajadores son consumidores. Esto es, toda la sociedad está organizada para servir a todos, al mejor precio y con los mejores bienes y servicios posibles. No hay tal como una parte pasiva y otra activa.

En un hipotético mundo en el que no cambien las condiciones económicas, las cantidades exactas que los empresarios gasten el los medios de producción: Salarios, tasas de interés, rentas e insumos, le serán reembolsadas más adelante en el precio de sus productos, esto es que sus precios corresponden exactamente a sus costos de producción, no tendrá ni utilidades, ni pérdidas. Pero ese mundo no existe, está constantemente cambiando, y, por tanto, la actividad empresarial es en esencia de naturaleza especulativa. Todos los bienes son producidos para cubrir una posible demanda futura de la cual tenemos muy poco conocimiento positivo en el presente. Es precisamente en esta incertidumbre lo que arrojará utilidades o pérdidas en el futuro; por consiguiente las pérdidas o utilidades dependen de que acertados sean los empresarios para predecir el estado de la demanda futura. Los empresarios tendrán utilidades si son capaces de estimar correctamente los deseos de los consumidores en el futuro, y serán exitosos si además lo pueden hacer mejor que sus competidores.

Para un empresario, como servidor de los consumidores es totalmente irrelevante si los deseos de los consumidores son buenos o malos, morales o inmorales. Él produce lo que los consumidores quieren. En este sentido él es amoral. El fabrica whiskey, drogas, armas, pornografía tal y como puede producir alimentos y vestido. No es su tarea dar lecciones de razones o moral a sus soberanos los consumidores. Si un emprendedor por sus propias razones morales o éticas, se rehúsa a producir whiskey, tabaco o pornografía, otros lo harán, siempre que el whiskey o la pornografía sean deseados por los consumidores. No es por que se tienen destilerías o campos de marihuana por las que la gente bebe whiskey o se droga; es por que a la gente le gusta beber whiskey o fumar marihuana o tabaco, o ver pornografía. Uno puede pensar que es deplorable. No están los empresarios para mejorar la calidad moral de la humanidad. Y no debe culpárseles si para aquellos que si es su trabajo han fallado en lograrlo.

En una sociedad capitalista es el mercado el proceso que regula qué es lo que se produce y consume. Es el centro neurálgico del sistema. Los consumidores emiten órdenes que son recibidas por los productores que actúan acorde para satisfacer sus deseos y necesidades, así existe un funcionamiento suave y eficiente, y recalco eficiente, puesto que los productores siempre tratarán de utilizar los menos recursos que le sean posibles, esto se llama productividad. Los precios se establecen de tal forma que equilibre la oferta y la demanda. Cuando, manteniendo las demás cosas igual, más productos de un mismo tipo entran al mercado, los precios bajan; por el contrario, si se incrementa la demanda o se cae la producción los precios suben. Así, por ejemplo si sube, por la razón que sea, el precio del maíz; por una parte, los agricultores al ver que es mejor negocio que cultivar trigo, asignarán más superficie al cultivo del maíz, por otra parte, al ver los consumidores que el maíz sube, buscarán la forma de restringir su consumo y quizá consumir algún sustituto como trigo o arroz. Así, los precios del maíz bajarán, el mercado regulará que entren a un nivel de precios aceptable a todos.

Debe finalmente decirse que si en una sociedad basada en la propiedad privada de los medios de producción, algunos cuantos medios de producción son propiedad del Estado, esto es son empresas públicas, esto por sí mismo no implica una economía mixta que combinaría socialismo y propiedad privada capitalismo, siempre y cuando las empresas públicas se comporten como tales, enfatizo como empresas y que sólo sean unas cuantas empresas paraestatales, así las características de la economía de mercado permanecen inalteradas en esencia. Las empresas públicas que demandan materias primas, trabajo, insumos, bienes semi-terminados y como vendedores de bienes o servicios debe de ajustarse a la economía de mercado; deben sujetarse a las mismas leyes de los mercados libres. A fin de mantener su viabilidad deben de buscar las utilidades, o, al menos no tener pérdidas. Cuando el gobierno intenta desviarla de éstas condiciones y subsidiar sus pérdidas usando fondos públicos lo único que logran es trastornar el funcionamiento de la economía ya que los fondos utilizados deben de buscarse de alguna parte. Pueden levantarse de los impuestos en cuyo caso es dinero que deja de cumplir las funciones más importantes y quizá deberán aumentarse los impuestos para mantener el funcionamiento del Estado reduciendo el capital disponible de las empresas, o bien emitir deuda, la cual compite por recursos con empresas sanas que también los necesitan.

Finalmente, terminando con esta introducción al capitalismo, la prosperidad de la gente común está relacionada directamente con las empresas existentes tenga crecimiento y que aumente el número de empresas que puedan coexistir y competir por la preferencia de los consumidores. El laboral, es también un mercado, por tanto, si hay pocas empresas y un gran crecimiento demográfico es evidente que la gente tendrá pocas oportunidades de encontrar trabajo, y cuando lo haga, los sueldos serán bajos, simplemente por que son fácilmente reemplazables. En cambio, si existe un gran número de empresas, éstas demandarán no sólo más materias primas, insumos, demandarán trabajo. Y así como el precio de las materias primas sube cuando hay demanda, el precio del trabajo también subirá, se tendrán más y mejores empleos y la sociedad en su conjunto prosperará.

1 comentario:

  1. Anónimo8:34 p.m.

    Hoy en día, el mundo entero se mueve en torno al capitalismo.
    Para generar ingresos, yo alquilo oficinas amobladas en Buenos Aires y allí llevo a cabo mis negocios.
    Saludos

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