lunes, marzo 26, 2012

Replica sobre Teoría Austriaca del Ciclo Económico

Un lector de este blog con seudónimo Locke me dejó una bomba en los comentarios, copio la primera parte para que el lector vea de qué se trata:

Soy estudiante de economía aunque apenas empiezo. De todos modos, he leído en la red diversas críticas a la escuela austríaca de economía que me gustaría mucho que me aclararan aquí, así que me voy a tomar la libertad de caer en un off topic. Espero que me puedan orientar y darme respuesta dentro de poco. Me interesa mucho.

Veamos: una amiga por Internet me dijo que Friedman refutó la teoría de que los tipos bajos de interés influyen en la tendencia a un boom de malas inversiones que a largo plazo perjudican la economía: Friedman estudió estadísticamente en 1969 todos los periodos anteriores a ese año hasta 1913 (año de la fundación de la “Fed”), y lo recomprobó en 1993, para asegurarse de que en los siguientes años no se producía el ciclo económico de la escuela austríaca.

No se producía.

Los periodos de bajas tasas de interés NO se correspondían con crisis subsiguientes. No hay correlación entre las crisis con el suministro de dinero a bajo interés por parte del banco central.

Los bajos tipos de interés no son, por tanto, los responsables (mejor dicho, responsables únicos o siquiera los mayores responsables) de las crisis de los ciclos económicos. Que un banco central baje los tipos de interés durante periodos largos de tiempo no implica causar una crisis económica segura.

En palabras de Milton Friedman:

"La explicación de Hayek y Mises sobre el ciclo de negocio se contradice con la evidencia. Es, según creo, falsa".

"Otra cosa curiosa del enunciado de la teoría austríaca: NO TE DICEN QUÉ ES UN TIPO DE INTERÉS “BAJO” PARA ELLOS NI CUÁNTO ES UN “PERIODO LARGO” (o sostenido) DE TIEMPO PARA ELLOS. No dan medidas tangibles.

¿Por qué no lo dicen?

Para no “pillarse los dedos”, y dejar la cosa lo más “genérica” y en el aire posible, que abarque el máximo de posibilidades… y para evitar que venga un “listo” a contradecirles mediante la… modelización matemática.

Los “austríacos”, de hecho no tienen modelo matemático de su propia teoría del ciclo económico. Porque saben DE SOBRA que hacer una fórmula matemática de su ciclo económico mostraría a las claras que NO SUCEDE. De hecho, es que no se le podría llamar ni siquiera “ciclo”, ya que esa palabra hace referencia a una repetición regular. Cualquiera podría recomprobar por sí mismo que esa teoría falla de inmediato.

-En un periodo [t1,t2] (en meses o años, menos de medio año es tontería).

-La tasa de tipo de interés de la Fed (o el banco central que sea) debe hallarse en niveles bajos en un margen de TI [0%, x %] La x a gusto del consumidor (los austriacos, de hecho, no llegan a decir cuánto es “bajo” para ellos), dependiendo de lo que uno estime como “bajo” personalmente me decanto por hasta un 7,5% para dar “manga ancha” y más posibilidades a esta teoría, aunque hay que tener en cuenta que, dependiendo del periodo de años, un tipo de interés “bajo” sería considerado “alto” otros años.

-Transcurrido [t1,t2] debe apreciarse una caída (una caída significativa, se entiende, que la economía nacional entre en contracción) del índice del PIB con respecto a t1. PIB2 < PIB1

-Y a ver si se repite eso siempre (o en la mayoría de casos), por supuestísimo. Porque si no, ni es regular, ni es ciclo, ni hay correlación, ni Cristo que lo fundó.

La Estadística, las Matemáticas… NO le dan la razón a la teoría del ciclo económico de la escuela austríaca. De hecho, es que demuestran prácticamente lo contrario.

El que haya más dinero disponible o en circulación no implica necesariamente que se vaya a emplear mal o a emplear en malas inversiones de manera masiva y generalizada. Como dijo Krugman, eso es asumir que todos los inversores son malvados… o inútiles".

Fin de la cita.

En primer lugar, no hay modelos matemáticos, por la simple y sencilla razón de que ningún modelo matemático funciona para fenómenos sociales entre los que se encuentra la Economía. Aquí refiero al lector al discurso de Hayek cuando recibió su Nóbel “Pretender que se tiene el conocimiento”  Retomo del párrafo final “Si el hombre no desea hacer más mal que bien en sus esfuerzos por mejorar el orden social, deberá aprender que en esto, como en todos los campos para los cuales prevalece la complejidad esencial de los fenómenos organizados; él no podrá jamás adquirir conocimiento pleno que le haría posible el dominio de los eventos.”

Si los modelos matemáticos son tan buenos, ¿Cómo es posible que nadie pueda predecir el cierre del índice SP 500 ya no de un mes, o una semana, de mañana? Nadie pudo, predecir entre los economistas del mainstream el colapso de la economía del 2008. Friedman tiene exactamente la visión opuesta a la de Hayek, el creé que la Economía puede ser una ciencia positiva como la Física, lo cierto es que la pequeña, gran diferencia es que los fenómenos económicos son organizados, están sujetos a percepciones, voluntades y acciones humanas, y esto, no es “modelable”. Es entendible, pero no modelable con ecuaciones.

Los austriacos sobre el interés


Sobre el tipo de interés, lo primero que tenemos que entender es que el interés es el sobreprecio que pagamos por algún bien o servicio por tenerlo ya, ahora. El hombre valora más un auto en este momento que dentro de tres años que necesitaría ahorrar para poder adquirirlo, mediante la cesión del poder adquisitivo de alguien más se puede traer el futuro al día de hoy, pagando por esto un sobreprecio que es precisamente la tasa de interés. Por eso, es tan aberrante que las tasas de interés estén próximas a cero, al ser así, no existe futuro, todo es presente, y esto es una tontería. El que no tiene la liquidez para comprar tiene que pagar un sobreprecio para poder hacerlo. De aquí parten los problemas de la manipulación en las tasas de interés.

En lo que se refiere a explicar la función de coordinación de los precios de mercado, los austriacos asignan un papel muy importante a los tipos de interés, pues estos dirigen con el tiempo la distribución de recursos. Hablando en general, un tipo de interés alto significa que los consumidores son relativamente impacientes y penalizar a fuertemente a los empresarios cuando comprometen recursos en proyectos a largo plazo. Por el contrario, un tipo de interés bajo es la luz verde del mercado a los empresarios que les indica que los consumidores están dispuestos a esperar más por el producto acabado y por tanto es aceptable comprometer recursos en proyectos que producirán bienes y servicios valiosos en una fecha mucho más tardía.

En la concepción austriaca, es el tipo de interés el que permite que las decisiones financieras familiares interactúen con la estructura física del capital, de forma que los productores transformen los recursos en las formas e que mejor satisfagan las preferencias de los consumidores. Consideremos un ejemplo sencillo que yo uso para los estudiantes: Supongamos que la economía esté en un equilibrio inicial en el que las familias ahorran un 5% de sus ingresos. Luego las familias deciden que quieren tener más para su jubilación, porque no quieren que su nivel de vida baje cuando dejen de trabajar. Así que todas las familias de la comunidad empiezan a ahorrar el 10% de sus ingresos.

En la visión austriaca, el tipo de interés es el mecanismo primario a través del cual la economía se ajusta al cambio de preferencias. Esto es, cambian de comprar “consumo actual” a comprar “consumo futuro”, es decir ahorran. En un mercado de dinero no intervenido y manipulado por los bancos centrales, el aumento de los ahorros familiares empuja a la baja los tipos de interés y a los tipos más bajos las empresas pueden empezar proyectos a largo plazo. Desde el punto de vista del empresario individual, el tipo de interés afecta más a la rentabilidad de los proyectos más largos que a la de los más cortos (como demuestra un sencillo cálculo del “valor presente descontado”). Así que un tipo de interés más bajo no solo estimula la “inversión” sino que realmente induce más a la inversión en bienes duraderos, a largo plazo, frente a la inversión en bienes no duraderos, a corto plazo.

¿Cómo es posible que la comunidad como un todo pueda tener más ingresos en, digamos, 30 años? Evidentemente las familias piensan que es financieramente posible porque sus saldos bancarios aumentan exponencialmente con los tipos de ahorro más altos. Pero hablando tecnológicamente, esto es posible porque cambia la composición de la producción física. Las familias han recortado salir a cenar, comprar iPods y otras cosas con el fin de doblar su nivel de ahorro. Esto significa que restaurantes, tiendas Apple y otras empresas dedicadas al consumo tendrán que despedir a trabajadores y disminuir sus operaciones. Pero esto significa que se liberan mano de obra y otros recursos para expandir la producción en los sectores que fabrican perforadoras, tractores y nuevas fábricas.

En 30 años la economía será físicamente capaz de una producción mucho mayor (incluyendo la producción de bienes de consumo), porque para entonces los trabajadores estarán usando una mayor acumulación de capital o bienes de inversión realizada durante las tres décadas previas. Así todos pueden tener un nivel de vida más alto, a través del ahorro.

Esto, por supuesto se contrapone a la visión keynesiana de la economía en que el ahorro es un mal.


Los austriacos sobre el ciclo económico


Ahora que ya he dado un resumen de la visión austriaca del interés, podemos explicar el ciclo económico. Cuando los tipos de interés se empujan por debajo de sus niveles de mercado (por ejemplo, mediante una política expansionista del banco central), esto pone en marcha el mismo proceso que se produciría si hubiera un aumento real de los ahorros. En otras palabras, al tipo de interés inferior los empresarios encuentran rentable empezar proyectos a largo plazo: los sectores de bienes de capital de la economía empiezan a contratar trabajadores y a aumentar la producción.

Sin embargo esta expansión de los sectores de bienes de capital no se ve compensada por una disminución en los sectores de bienes de consumo en la forma que se habría producido si las familias hubieran empezado realmente a ahorrar más. En su lugar, las familias tratan también de consumir más a causa de los tipos de interés más bajos.

Se pone en marcha un auge insostenible, un periodo de prosperidad ilusoria. Como todos los sectores se expanden hay un sentimiento general de euforia: parece que todos los negocios están teniendo un “gran año” y la tasa de desempleo cae por debajo de su nivel “natural”.

Pero todo esto es falaz, el dinero que ha producido el auge, no es producto de los ahorros de nadie, es dinero creado de la nada en virtud del sistema de reserva fraccionada, y de la colaboración del Banco Central. Es dinero falsificado, es dinero que nadie ganó, simplemente se creó por que así lo quiso la autoridad monetaria.

Por desgracia, en algún momento la realidad muestra su feo rostro. El banco central no ha creado más recursos simplemente comprando activos y rebajando tipos de interés. Es físicamente imposible que la economía continúe produciendo los mayores volúmenes de bienes de consumo al tiempo que los bienes de capital. Alguno tiene que acabar rindiéndose. El cálculo llegará más pronto que tarde si el aumento de los precios de los activos o incluso de los bienes de consumo hace que el banco central varíe el rumbo y aumente el precio de los tipos de interés, que fue el motor de la creación del auge, de la burbuja. Pero incluso si el banco central mantiene los tipos permanentemente bajos, las realidades físicas acabarán manifestándose y la economía sufrirá un declive.

Durante la fase de declive, los empresarios reevaluarán la situación. Si el gobierno y el banco central no interfieren, los precios darán las señales adecuadas acerca de qué empresas debería salvarse y cuáles desaparecer. Los trabajadores que estén en líneas insostenibles serán despedidos. Les llevará un tiempo buscar entre las oportunidades que se creen y encontrar un nicho que sea apropiado para sus capacidades y sea sostenible en la nueva economía.

Durante este periodo de reevaluación y búsqueda, la tasa de desempleo medida será inusualmente alta. No es que los trabajadores estén “ociosos” o que su productividad haya bajado a cero repentinamente, sino que es lo que necesitaban para recolocarse y eso necesita tiempo en una economía compleja moderna. Este retraso puede deberse a la simple búsqueda, cuando los trabajadores tienen que mirar a su alrededor para encontrar el mejor puesto que ya exista “ahí fuera” o puede deberse al hecho de que tengan que esperar a que otros trabajadores “preparen las cosas” antes de puedan recuperarse los trabajadores desempleados.


Refiero al lector a mis post recientes  Crecimiento Económico una Visión Libertaria (Hayekiana) 1   Parte 2  y parte 3   y sobre todo la “Macroeconomía del Boom y el Reventón”   y dejo este resumen con el fin de ocuparme de la evidencia y de contestar de forma puntual los cuestionamientos que se hacen al inicio de este post.

Voy a presentar un conjunto de gráficas que demuestran las ideas austriacas, me voy a concentrar en el auge inmobiliario que llevó al colapso en el 2007-2008.


La gráfica muestra la tasa de interés fijada por la Reserva Federal, la que define la denominada “política monetaria”. En ella puede verse, en primer lugar como el incremento en la tasa a principios del año 2000 reventó la burbuja de las punto com, que es el antecedente de la burbuja inmobiliaria. Alan Greenspan entonces a cargo de la Reserva Federal inició el bombeo monetario  para “neutralizar” el colapso financiero bajando la tasa de interés, dejándola cercana al 1 % lo que re infló los índices accionarios y creo una nueva burbuja la inmobiliaria.






 La gráfica que sigue muestra en azul los ahorros personales en los EUA, junto con el índice accionario S&P 500, el más representativo, nótese como durante los procesos de auge el ahorro cae, mientras que durante las recesiones aumenta. Esto se explica sobre todo por que el auge se produce con tasas de interés muy bajas lo que desincentiva el ahorro y obliga a la gente a tomar más riesgos, invertir en acciones por ejemplo. Cuando la burbuja colapsa, se presenta la recesión y aumenta el desempleo lo que hace que la gente tiende a hacerse más conciente del futuro, ahorra y paga sus deudas, esto se llama desapalancarse.

 El mercado bursátil se dio la vuelta a principios de 2009, por supuesto, pero bajo la perspectiva austriaca eso se debe a las intervenciones masivas de la Fed, encabezadas por la primera ronda de “flexibilización cuantitativa” (que se anunció en ese momento), que empezaron a hinchar artificialmente de nuevo los precios de los activos.

La siguiente gráfica muestra como a partir del año 2000, la baja en las tasas de interés también empuja a la baja las tasas hipotecarias, esto, junto con la flexibilización para otorgar créditos genera la burbuja inmobiliaria.





Simultáneamente al crecimiento del índice S&P500 (del 2003 al 2007) se dio la burbuja inmobiliaria y un auge también explosivo en el consumo. La gráfica siguiente muestra el índice de precios de casas habitación en rojo y en azul el déficit comercial de los EUA (aumenta haciéndose más negativo) toda una orgía de consumo y especulación originada por la bajas tasas de interés que Greenspan mantuvo durante todo ese tiempo. Ya con la recesión (áreas sombreadas) la gente se vuelve conciente y para el consumo por lo que los precios de los bienes raíces empiezan a caer y el déficit comercial a disminuir.



También podemos obtener un apoyo empírico a la afirmación austriaca de que el auge inmobiliario produjo una cantidad insostenible de recursos reales (incluyendo el trabajo) hacia ese sector, que acabó desmoronándose y causó un repunte en el desempleo. El siguiente gráfico compara el empleo total en la construcción (línea azul) con la tasa de viviendas vacías (línea roja), lo que es un buen indicador de una burbuja especulativa: la gente no estaba comprando viviendas para vivir allí o para alquilarlas, sino para “saltar” cuando el precio suba. Adviertan la conexión entre la burbuja especulativa de la vivienda y los trabajadores absorbidos (y luego expulsados) de la construcción.




Creo que estas gráficas son suficiente evidencia de cómo al bajar el banco central la tasa de interés, sobre todo, al bajarla cuando no hay ahorro, la tasa de interés sería naturalmente baja si hubiese ahorro, pero cuando como Greenspan baja la tasa bajo un esquema de bajo ahorro y alto apalancamiento es la receta del futuro desastre.

Pero en lo que se refiere al auge inmobiliario real bajo George W. Bush, la acumulación de SUV, pantallas de  televisión,  consolas de videojuegos de los estadounidenses era claramente insostenible. No era posible que China siguiera permanentemente financiando la compra de sus productos comprando deuda norteamericana, esto es regresando los dólares para que siguieran comprando.

Creo que el argumento de que la estadística no da la razón a la teoría austriaca está debidamente refutado en las gráficas que he mostrado.

Sobre el cuestionamiento de cuanto es bajo, hay dos consideraciones: Es diferente un tipo de interés bajo cuando se produce la expansión en el crédito, cuando como en la gráfica precedente no hay ahorro, este tipo de interés es el responsable de la generación de burbujas, y el interés también bajo pero después del colapso de la burbuja, aquí, no existe la expansión en el crédito, la gente no toma crédito la gente se desapalanca, ahorra paga sus deudas, al gente se hace más conciente del futuro. En el primer caso la baja en las tasas de interés es responsable de la crisis subsiguiente. En el segundo caso, es post estallido, las tasas de interés bajas son inocuas por que la gente simplemente está preocupada por el futuro, por su endeudamiento presente y no va a tomar más crédito. De esta forma, sí, no siempre las tasas de interés producen una crisis, depende de si la gente le entra a la formación de la burbuja o no.

Si la amiga de Locke quiere ver más evidencia, sólo es necesario que vaya a la Florida o Las Vegas, y vea la cantidad de casas, condominios etc. que se quedaron a la mitad, que vea la cantidad de casas vacías, sin dueño, que vea toda la destrucción de capital que la baja de tasas de Greenspan causó.

También, puede ir a China, ver pueblos fantasma nuevos, casitas que no han sido adquiridas, también puede ver que hay tanto como el  espacio de oficinas equivalente a Manhattan, vacíos.

También podría ir a Irlanda, a España, en donde los “pisos” llegaron a valores ridículos, y véalos ahora, con precios de ¼  del valor que llegaron a tener. Todas estas fueron malas inversiones que deberán ser liquidadas.

¿Qué causó todo esto? La expansión en el crédito acompañada de bajas tasas de interés.

Finalmente es representativo de un empresario que hace una mala inversión la mexicana Cemex que casi al final del auge compró a la australiana Rinker el 10 de abril de 2007, unos cuantos días antes del reventón. Hoy Cemex está severamente emproblemada, debido a esta mala inversión.

Finalmente sólo deseo aclararle a la amiga de Locke que si bien es cierto que ciclo es en Física un fenómeno repetitivo, en Economía austriaca más bien tiene que ver con la creación de la burbuja, y el subsecuente estallido de la misma que termina generalmente en una recesión. Esto es crecimiento –colapso. Más que referirse a algo repetitivo. Aunque bien podría ser, desde 1913 fecha en que se creo la Reserva Federal, nos la hemos pasado creando auges artificiales que revientan y crean recesiones, en este sentido sí, podríamos hablar de un ciclo, claro con períodos muy diferentes entre sí.

La amiga  de Locke, quisiera que esto funcionara como un sistema de control retroalimentado, en que dado el estímulo, la baja tasa de interés, desatara siempre una serie de sucesos. Sobre el cuestionamiento del tiempo, tampoco esto es modelable, la expansión del crédito por un tiempo suficientemente largo genera una burbuja, ¿Cuánto es largo? Bueno por el tiempo necesario para que se genere una burbuja, llámese accionaria, inmobiliaria, de materias primas, eso generar una burbuja es la consecuencia de la baja en la tasa de interés.

En 1999 Greenspan que mantenía las tasas bajas mientras la burbuja de las punto como crecía, sólo se limitó a decir de la “exhuberancia irracional”. En realidad el que era irracional era el, se acobardó para parar  el desarrollo de la burbuja en el Nasdaq, simplemente no quería pasar a la historia como el que dejó a Wall Street en llamas. Aunque finalmente, años después, lo hizo.

7 comentarios:

  1. ¡Maldita sea, se me acaba el tiempo para navegar en la computadora de la universidad así que tendré que terminar de leer el artículo mañana!

    De todos modos muchas gracias por el detalle al contestar. Es muy interesante leer respuestas tan detalladas...aunque sea sin tiempo je je je.

    Aunque no este muy relacionado con esta entrada le recomiendo a usted leer el artículo "el cuento de los impuestos y el economista ladrón" del abogado peruano Alfredo Bullar en su blog Prohido prohibir. Es muy interesante como señala que aunque los abogados tengan mala fama, por su oficio, de defender siempre ladrones de cuello blanco, los economistas lo hacen con más eficiencia. Creo que es un tema que le interesará a usted. ¿Quién sabe? A lo mejor hasta escribe usted más adelante otro artículo...:-)

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  2. Perdón la entrada se titula "El cuento del ladrón economista y el Impuesto a la Renta"

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  3. ¡Aleluya! ¡Un defensor de Hayek en México! Ya estaba pensando que era yo el único, que gusto haber dado con este blog.
    Saludos,

    David

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    1. Bienvenido David. No dejes de ver lo que escribí sobre la visión de Hayek sobre el crecimiento económico y la Macroeconomía del Boom y el Reventón

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  4. Aquí hay un debate interesante entre un físico y un economista sobre la fe en el crecimiento infinito:
    http://physics.ucsd.edu/do-the-math/2012/04/economist-meets-physicist/

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  5. Muchos ejemplos que nos eprmiten una idea clara, muchas gracias por tu aportación. Seguro que también puede seros util ver la nuestra en ciclos economicos

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  6. Plantea un fallo grave lo que plantea... Ya que el dinero que provocó la crisis inmobiliaria en España no era irreal, tenía respaldo proporcionado por agentes externos, los cuales tenían un exceso de liquidez. A juzgar por la masa monetaria del Euro y el Dolar, ese dinero si tenía respaldo.

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