martes, agosto 14, 2012

Los Mercados y la Acción Humana

Los economistas de la corriente principal, todos ellos keynesianos, o monetaristas, o una singular combinación de ambos, creen a pié juntillas que los seres humanos somos autómatas, o quizá miembros de un rebaño de ovejas y que las respuestas de la manada son perfectamente homogéneas. Así por ejemplo, creen firmemente que la actividad económica puede ser conducida, como si se tratara de un automóvil con el simple hecho de modificar las tasas de interés. Así, piensa el burócrata gobernador del Banco Central: Hay que meter el acelerador para que la gente consuma, o, lo opuesto, los precios están subiendo mucho, es necesario “enfriar” la economía, hay que soltar el acelerador. ¿Qué fácil no es así? Llámese Ben Bernanke de la Reserva Federal, Draghi del Banco Central Europeo, o nuestro Carsten,  la cosa es harto simple deben manipularse las tasas de interés para que la “manada” de seres humanos de comporte como ellos quieren. Pero, saben que, ¡Esto no sucede! ¿Cuánto tiempo tienen ya las tasas en casi cero, y nada de boom en el consumo? La gente, y por lo tanto los mercados que son procesos en los que actúan las personas, funcionan como quieren funcionar y no como los burócratas quieren que funcionen. Aún peor, los arrogantes burócratas creen que como funcionan los mercados no es como según ellos debían de hacerlo, y, por consiguiente, es menester intervenir, por que los mercados son “imperfectos” ¿Serán ellos perfectos? Por que el público, no tiene la información ¿La tendrán ellos?

Me reprochan a cada instante que los mercados son ineficientes, que los mercados son alocados, que los mercados son imperfectos, que la información de la gente es defectuosa o incompleta,  y síganle con la lista de adjetivos, que los proponentes del intervencionismo en los mercados esgrimen. Y a mí, y a los economistas de la Escuela Austriaca, nos llaman “fundamentalistas”, “ortodoxos”, y hasta fanáticos del mercado, lo que quieran y manden, pero en los hechos, los mercados son tan eficientes o ineficientes, tan perfectos o tan imperfectos como la praxis humana es, esto es, como la Acción Humana es. Y debe decirse, ningún burócrata podrá ir en contra de la praxis humana, sin con ello cometer graves errores que le obligan a intervenir más y más hasta terminar en un sistema socialista totalitario para ahogar así, por completo al praxis humano. Pero, como la historia nos lo demuestra con el derrumbe del sistema comunista en la Unión Soviética y países satélites, es imposible y terminan pagándolo muy caro.

Ludwig Von Mises, escribió la obra “Acción Humana, un Tratado de Economía”, su obra máxima, 4 volúmenes, 39 capítulos y 885 páginas (mi copia es en inglés). Para explicarnos precisamente lo que es el praxis que junto con la lógica deductiva constituye la praxeología la llamó.

Quiero en este breve post, tratar de extraer la más importante idea del primer volumen de esta magna obra, que es para el libertarismo o capitalismo de laissez faire, lo que “El Capital” de Karl Marx es para el socialismo-comunismo y colectivismo.

Una de las implicaciones, la más importante que puede ser lógicamente deducida del axioma irrefutable de la acción humana es que la acción humana tiene una acción (conciente)  con propósito- acción que es dirigida para obtener ciertos fines.

La comprensión de esto es esencial para entender la reconstrucción de la Economía como una ciencia basada en la lógica formal (praxeología) y las implicaciones que pueden derivarse de ello.

Por ejemplo, estas implicaciones incluyen, que la causa efecto (causalidad) y el tiempo son categorías de la acción humana, que los medios que sirven para obtener los fines son escasos, y que la acción humana implica incertidumbre sobre el curso futuro de los eventos.

Sin embargo,  el afirmar que la acción humana es aquella que tiene un propósito puede ser muy fácil una invitación a la crítica. Por ejemplo, podría cuestionarse a Mises afirmando que no todas las decisiones de las gentes tienen un propósito, sino que caen en lo arbitrario, lo caprichos, lo impulsivo.

Si se rechaza que la acción humana es la que tiene un propósito pondría en entredicho todas las deducciones que pueden derivarse del axioma de la acción humana. Esto abriría la puerta para la desorientación y, como resultado, la deducción de teorías falsas en el campo de la economía.

Por este motivo, por su enorme importancia, es menester ir al libro de Mises y recordar como llega a esto, y del cual deduce el axioma de la acción humana.

Como se estableció, el axioma de la acción humana es una verdad irrefutable. Es una proposición cuya veracidad no puede cuestionarse. Cualquier intento de negarla resultaría en una contradicción intelectual insoluble, por qué al decir que “Los humanos no pueden actuar” es una forma de acción humana se llega a una contradicción absoluta.

Si la palabra acción está reemplazando  “un estado más satisfactorio por el de uno menos satisfactorio” y el hombre debe usar los medios para conseguir sus propósitos. Si los medios no fueran escasos, nadie estaría obligado a economizar, y por consiguiente no existiría acción alguna, y esto es, por supuesto, imposible de creer.

En este sentido la acción humana es acción con un propósito, esto es, utilizar los medio para llegar a los fines. Y la praxeología se mantiene sin que le importe la naturaleza de ciertos fines o el como fueron motivados fines en concreto.

Mises escribe,

“La acción humana es el comportamiento con propósito. O, podríamos decir: La acción es deseo puesto en operación y transformado en una agencia, que apunta a fines y logros, es el ego de una persona la respuesta significativa para el estímulo y a las condiciones de su medio ambiente, es el ajuste premeditado y conciente de su universo lo que determina su vida. "

Para Mises toda acción humana es un proceso mediante el que el individuo pasa de un estado menos satisfactorio a otro más satisfactorio mediante el intercambio de bienes. Ese intercambio puede ser interpersonal o intrapersonal. Cuando realizamos intercambios libres con otras personas, entregamos bienes que valoramos en menos a cambio de bienes que valoramos en más. Cuando realizamos intercambios intrapersonales lo que hacemos es intercambiar bienes presentes por bienes futuros, renunciando al que valoramos menos a cambio del que valoramos más.

Mises establece que no todas las acciones realizadas por humanos pueden ser consideradas acciones con propósito. Él explícitamente se refiere a acciones sin propósito (o inconcientes) en concreto “los reflejos y respuestas involuntarias a estímulos externos”

También Mises aclara que la acción humana nada tiene que ver con la psicología. El propósito de la psicología es explicar como funcionan los eventos mentales y los motivos para tomar ciertas acciones, en cambio la praxeología están estrictamente confinados a la lógica de la acción humana.

Del axioma de la acción humana se derivan principios irrefutables de la Economía utilizando lógica formal aplicada a situaciones específicas, entre ellas la ley del intercambio, la ley de la utilidad marginal decreciente, la ley de los controles de precios, la teoría cuantitativa del dinero, la ley ricardiana de asociación. Cuando, por ejemplo, alguna de estas leyes que en realidad como explicamos son conclusiones de lógica formal aplicada es violada por el intervencionismo que casi siempre termina en socialismo (se termina tratando de controlar, de intervenir en todo) podemos saber de antemano, con absoluta certeza las consecuencias de este intervencionismo siempre a la larga funestas, dondequiera y cuando quiera que se les aplique.

2 comentarios:

  1. Muy bien, Rodolfo!
    Por “los socialistas de todos los partidos”, “los arrogantes burocratas”, la perfección del mundo estriba en los mandamientos de ellos; y si no es así hay que cambiarlo, el mundo.
    Este fue el sueño, aterrador y despiadado, que se hizo realidad en el ‘900, el siglo de los horrores.
    Pero todavía no lo entienden y siguen querendo imponer su visión: antes era en la política ahora en la economía; antes en los estados ahora en los bancos.
    Como ya dijiste, remembrando a Hayek, es una “presunción fatal”.
    Nunca entendieron, ni entenderán, la tradición individualista que es la base del pensamiento de Mises: “sólo el individuo piensa, razona, actúa”.

    “La Acción Humana” la tengo en español (en italiano no se encuentra más): me había cansado de leerla en inglés, sobre todo ahora que vivo en México y que entiendo mejor el español.
    La tengo escaneada... si, acaso...
    Roberto

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    1. Gracias Casaitalia.

      Estoy cómodo con la versión en Inglés, que a su vez es traducción del Alemán (en ese idioma la escribió Mises), no tengo problemas con el inglés, de cualquier forma muchas gracias.

      Lo que mencionas de que no se encuentra en italiano es lastimoso, bueno la edición en español es extremadamente difícil de encontrar, esto es un indicativo de la marginación a las ideas libertarias en los países como Italia y los de habla hispana. En cambio trata de buscar "El Capital" de Marx, hay ediciones de lujo, con pastas en piel y cantos en oro, hasta de bolsillo chiquitas. Esto no es sino una demostración del duro y arduo trabajo que tengo por delante, nuestros países están aleccionados los cerebritos de las gentes condicionados a pensar en el omnipotente estado, como algo bueno, algo deseable, algo que les proporciona un beneficio tangible, de ahí, la labor casi titánica de desmentir, de propagar ideas, de cambiar las cosas por nuestro propio beneficio material.

      Saludos

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