En una nota
reciente (30-jul-2014) publicada por “El
Financiero” titulada “Economía informal representó 26%
del PIB de 2003 a 2012: Inegi” http://www.elfinanciero.com.mx/economia/informal-informalidad-pib-inegi-eduardo-sojo.html se nos explica que el INEGI ha ideado un
método de medición del tamaño de la economía informal, dudo que sea muy exacto
por la misma naturaleza de la actividad, pero, de cualquier forma nos da una
idea del tamaño, y del número de personas ocupadas.
El referido
artículo nos informa, como se enuncia
que es muy importante su tamaño, 26% del PIB, y más importante aún que
el 60% de la población ocupada lo hace en este sector. Resulta interesante mencionar que antes que
el INEGI, el CEESP (Centro de Estudios Económicos del Sector Privado) lo
estimaban en 11 % del PIB. Se quedaron muy cortos en sus estimaciones.
También, somos
literalmente bombardeados por propaganda en todos los medios para tratar de
volver a los informales formales, dándoles la zanahoria de créditos a la
vivienda, seguridad social y créditos para sus negocios. ¿Será que caerán en el
ardid?
Pero hablemos de
la economía informal. Ese “otro” México, que contrasta fuertemente con el
México de alto crecimiento, de alta productividad, el de las fábricas
automotrices, aeronáuticas, de los grandes hoteles en los lugares de Playa,
hablamos de ese México con baja productividad…
Leemos
frecuentemente sobre la economía informal refiriéndose a ellas como actividades
subterráneas, ilícitas. Por eso debemos empezar por definir realmente que es la
economía informal para dejar muy pero muy claro la línea divisoria entre lo
lícito y lo criminal. Las actividades
que componen la economía informal son aquellas actividades que teniendo fines
lícitos se basan en medios ilícitos para llevarse a cabo. Es decir, son
actividades que no tienen intrínsecamente un contenido criminal, pero que, a
pesar de ser actividades finalmente lícitas y convenientes, deseables en un
país, tienen que servirse de medios no reconocidos como lícitos, o quizá sería
mejor emplear la palabra “legales”, para
llevarse a cabo. La característica económica más notable de las actividades
informales es que tanto la gente directamente involucrada en ellas como la
sociedad en general se encuentran mejor si la ley es violada que si es seguida
al pie de la letra.
Este fenómeno se
encuentra en todas las ciudades de América Latina, y lo más visible, para
muchos molesto y para otros, particularmente el comercio establecido, desleal,
son los cientos de miles de vendedores ambulantes.
El vendedor
ambulante es, en primer lugar, y ante todo un comerciante, es un empresario
(aunque les cueste trabajo reconocerlo) ya su actividad satisface los deseos
y/o necesidades de los consumidores, sus clientes. Sus fines son lícitos e
idénticos a los de cualquier empresario en cualquier lugar: Generar alguna
ganancia (utilidad), que le permita vivir, pero se tiene que basar en medios
ilícitos--no cumplir con las regulaciones legales, no cumplir con las normas
laborales incluida la seguridad social, no pagar impuestos--porque no le queda
otro remedio que hacerlo así. No puede ingresar en la economía formal porque
ésta impone un costo tan oneroso que resulta imposible de pagar, y no sólo el
costo, también el tener que cumplir con
miles de reglamentos, y sus correspondientes sanciones, y quedar vulnerable
para la visita de innumerables inspectores que vigilan por el cumplimento de
estos miles de reglamentos. Por estos motivos, para las personas y para los empresarios con
pequeños ingresos, la informalidad es entonces una situación en la cual la
gente quiere trabajar legalmente pero no puede. Si lo hacen quedan expuestos a costos enormes,
y sanciones. De este modo, lo único que le queda es trabajar en esa zona de
relativa ilegalidad que hacer actividades lícitas desprendiéndose de la
legalidad que impone el estado.
Hasta la Reforma
Fiscal de Peña Nieto-Videgaray había un tercer sector que eran los REPECOS
(Régimen de Pequeños Contribuyentes), que permitía a cientos de miles de
negocios ser formales pero sin caer en lo oneroso de los costos fiscales, el
contribuyente pagaba una cuota anual fija, que pagaba bimestralmente, sin mayor trámite.
Pero en su afán
de recaudar más con la Reforma Fiscal inventaron el RIF (Régimen de
Incorporación Fiscal) Que se supone que condona el 100% del ISR el primer año, pagarán
10% el segundo y cada año se sumará un porcentaje similar hasta llegar a 100%,
en 10 años. Pero, tendrán que emitir facturas y recibos para sus empleados CFDI
(Comprobante Fiscal Digital por Internet), llevar una contabilidad. Según datos
del SAT se incorporaron 3.2 millones de REPECOS al RIF.
Esto ha llevado a
la quiebra a miles de pequeños negocios que apenas sobrevivían pagando la
renta, sus insumos, y márgenes de ganancia reducidísimos, y que ahora, se le
obliga a comprar computadora, impresora, pagar Internet, pagar un contador,
pagar a un PAC (el monopolio de los que pueden timbrar los CFDI), la foto que
sigue, y que fue la que me llevó a escribir esto corresponde al local de Mi
peluquera Lidia, que me quedaba muy cómodo para que saliendo del Gym, pasara a
rápidamente cortarme el pelo. Lo que he escrito aquí en este párrafo son sus
palabras, no mías, y la llevó a cerrar. Qué pena.
Claro, ahora ha
pasado a proporcionar servicio a domicilio, esto es, a la economía informal.
¿Qué va a pasar
con las tienditas, fonditas, carnicerías, tortillerías, pollerías, verdulerías,
etc.? ¿Se imaginan al carnicero
emitiendo un CFDI?
Para terminar
esto, debemos recalcar que en términos generales la importancia de la
informalidad es muy grande de 25 al 30 % del PIB. Que la ocupación es muy
extensa, 60 por ciento.
Eso nos permite
obtener algunas conclusiones iniciales. En primer lugar, que social y económicamente
la informalidad es grande, ya que, si el 60 por ciento de las horas-hombre están
en el sector informal, el gobierno sólo controla 4 de cada 10 horas que se
trabajan. En otras palabras, la mayor parte de los mexicanos trabajan fuera de
la ley.
La segunda
conclusión es que, pese a su importancia cuantitativa, las actividades
informales tienen una productividad baja puesto que, como hemos visto, el 60
por ciento del trabajo hace solamente el 30 por ciento del PIB. Eso nos
aproximará a algunos problemas que tendremos que afrontar más adelante: la
falta de instituciones legales que permitan maximizar sus beneficios o cómo
organizarse con mayor eficiencia. Los informales, por ejemplo, no pueden
recurrir a un tribunal para hacer valer sus contratos. Padecen igualmente de
una insuficiencia crónica de derechos de propiedad que, a la larga, termina
influyendo negativamente en su productividad.
Dicho esto, pues,
es evidente que estas actividades de fines lícitos y medios ilícitos--es decir,
la informalidad--son significativas, aunque su importancia varía de un sector a
otro de la economía mexicana.
¿Es el RIF la
respuesta más sensata para erradicar la informalidad? Por supuesto que no, el
RIF como ha probado serlo con Lidia, mi peluquera, será un promotor de mayor
economía informal.
¡¡¡ Increíble que la revista Euromoney nombre a Videgaray ministro del año !!!
ResponderBorrarComo dice Pedro Ferríz, hay premios y nombramientos que se compran.
Que quienes se ubican en la economía informal "no pueden ingresar en la economía formal porque ésta impone un costo tan oneroso que resulta imposible de pagar" me parece una falacia que elude la realidad y sirve para dar sustento, como cínica excusa, a que llegue a las cifras que se comenta. La inmensa mayoría de quienes se encuentran en ese sector nunca se plantearon siquiera el reto de emprender desde la formalidad, sino que su iniciativa responde, como actos reflejo, a la respuesta antisistémica que esos grupos sociales tienen y que tiene identificados a "sus enemigos": los ricos, los poderosos, los privilegiados; no sólo en el gobierno que le impone las reglas del juego. Dejo de lado la necesidad de revisar el papel del Estado, para limitar sus funciones, que reivindique la libertad personal y se propicie la iniciativa individual para responsabilizarse de su vida, por sobre los criterios keynesianos que alimentan la socialdemocracia o de plano el social-comunismo. Afirmo que la informalidad está emparentado con estas últimas doctrinas y que por más que se les quiera ver como "empresarios", evaden las más elementales responsabilidades de la convivencia humana -contribuir para sustentar los gastos de los bienes y servicios de que disfruta-, invade y transgrede derechos de otros -al impedir o dificultar el libre tránsito, obstruye la operación de otras actividades de comercio, etc.-, propicia o da cabida a comercializar artículos ilegales -robados o ingresados al país de manera ilegal-, inhibe la generación de cadenas de valor local -si ocupara espacios rentados, por ejemplo, la renta pagada desencadena movimientos monetarios-económicos propiciatorios de desarrollo-, inhiben el tránsito y búsqueda generacional hacia mejores niveles de desarrollo -ancla a la mayoría de los integrantes de la familia a una visión cómoda, en lugar de asumir retos mayores y pensar que la informalidad como un escenario transitorio, para arraigarse como futuro; en fin, reproducen y fortalecen hasta el infinito sus prácticas.
ResponderBorrarActos reflejo de subsistencia. O haces algo, vendes algo o te mueres de hambre. Lo que se requiere es menos regulaciones, menos expolio fiscal, menos complejidad fiscal, menos leyes, más fáciles de cumplir, vamos acercar la formal a la informal y no al revés.
Borrar¡Ummmm!, tengo mis dudas de que acercar la formalidad de por resultado la disminución de la informalidad. Pasa un poco como la idea de que aplicar un impuesto al tabaco va a inhibir a los fumadores. ¿Y si se actúa de manera paralela: 1.- menos regulaciones, menos expolio fiscal, menos complejidad fiscal, menos leyes, más fáciles de cumplir; y 2.- definir la transitoriedad de la informalidad?
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