“Eliminar mediante los impuestos las posibilidades de que
las personas puedan satisfacer sus propios deseos y necesidades, para
proporcionarle con cosas que no le importan, ni le son útiles, las hacen estar
peor.” Ludwig Von Mises “Acción
Humana, un Tratado de Economía”
Y, no sólo en la mente del Secretario de Hacienda,
también en la mente de todos los estatistas, keynesianos, que están convencidos
que pueden alterar el curso de la economía mediante su intervención.
La clave obvia
para entender el proceder de la conducción intervencionista en la economía se
basa en la simple fórmula de la Demanda Agregada,
Da = C + I + G +
E
En donde C es el
consumo, I la Inversión privada, G el Gasto Público y E las Exportaciones.
La demanda
agregada, es ni más ni menos que la medición de la actividad económica en un
país.
Y creen que los
intervencionistas tienen las siguientes variables para “conducir”, la economía:
Política Fiscal (f), tasas de interés (r), tipo de cambio (e) y no lo dicen
francamente pero también la inflación, esto es la emisión arbitraria de dinero
creado de la nada sin respaldo alguno (i).
Ahora bien, los
keynesianos tienen una “curiosa”, manera de analizar las cosas.
Tanto C como I
pueden “manejarse”, alterando la política fiscal, esto es, si hay más
impuestos, el consumidor tendrá menos dinero que gastar, y las empresas menos
que invertir, menor posibilidad de ahorrar, que es acumular capital, para
después invertirlo. Esto lo saben, pero,
tienen otra, muy en las palabras de Lord Keynes “abolir la escases de capital”,
y que es la tasa de interés, controlada
por la “política monetaria” que establece el Banco Central que puede inundar el
mercado de dinero y producir una sensación de plenitud, lo que baja las tasas
de interés, o restringirlo, para subir las tasas de interés, esto es, tienen el
acelerador y el freno para que C + I se comporten como les venga en gana a los “conductores
de la economía”, poseedores de la política fiscal y la política monetaria.
Así las cosas,
los “conductores de la economía” creen que pueden compensar el alza impositiva,
bajando las tasas de interés, para que la gente, invierta y consuma usando
crédito y no acumulación o ahorro.
Ahora, consideremos
E, las exportaciones, estas son sobre todo sensibles al tipo de cambio: Si la
moneda local se deprecia, el sector exportador será más competitivo, los
productos locales más baratos será más fácil exportar, lo mismo que atraer
turismo. Sin embargo, la situación real no es tan lineal, si así fuera,
bastaría con una fuerte depreciación para hacer crecer la economía. El problema
es que así como se abarata lo local, se encarece lo foráneo, y en este mundo globalizado,
es muy probable que muchos de los
insumos de lo exportado no sean locales, lo que compensa la depreciación, y si
tiene el efecto nada deseado que a los consumidores se les encarece todo ya que
se induce la inflación.
Y aquí es donde
entra G, el gasto público… Que es la componente de la demanda agregada en la
que más “fijación”, tiene Videgary y su séquito de economistas “conductores de
la economía”.
Pregunte usted a
cualquier estudiante de Macroeconomía sobre política fiscal. Pregunte también a
los comentaristas de las páginas financieras de los medios, ellos saben la
respuesta “correcta”: Si la economía está “deprimida” el gobierno deberá bajar
las tasas de interés y aumentar el gasto público. Si, por el contrario la
economía está “sobrecalentada”, el gobierno deberá subir las tasas de interés y
reducir el gasto público. Simple regla aceptada como un dogma dado por la
divinidad.
Y la “divinidad”
es el economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946) que en 1936, a
presentar las viejas teorías del subconsumo en su Teoría General del Empleo, el
Interés y el Dinero en donde trató de "demostrar" una vez más que el
gasto público (que evidentemente se iba a financiar confiscando riqueza a
través de impuestos o del envilecimiento de la moneda) traía la prosperidad.
Surgió así el concepto
del "multiplicador del gasto público".
El multiplicador
puede definirse como el aumento de renta generado por un incremento del gasto.
Por ejemplo, un incremento del gasto de $100 genera un aumento total de los
ingresos percibidos de $500 ya que los ingresos generados por el gasto van
siendo reutilizados por cada perceptor sucesivo. En este caso el multiplicador
sería 5 y se obtendría a partir del presupuesto de que cada consumidor tiene
una propensión a gastar las cuatro quintas partes de su renta y a ahorrar el
resto. El multiplicador se presenta pues bajo la fórmula 1 dividido por el
porcentaje de la renta que no se consume.
Aquí la justificación
teórica “Macroeconómica” del proceder de Videgaray (y de todos los ministros de
Hacienda del mundo)
Lo que ignoran
los estudiantes de Macroeconomía y devotos de Keynes son los horrores que
producen tanto la política monetaria como la fiscal. Como sabemos el gobierno
no tiene dinero propio. Sólo tiene el poder mediante la coerción y compulsión
de obtener el dinero de las personas y gastar el dinero de otros. Siempre existe una transferencia, no una
creación de riqueza, al que se le despoja de su dinero no recibe nada a cambio,
o no recibe lo que él desea o necesita: El gobierno así crea X empleos, pero Y
empleos son perdidos.
Sin embargo esta
transferencia es en realidad una pérdida. Como explica Von Mises, las personas
quedan peor, el proceso de ser despojado de su dinero crea un proceso que
condescendientemente supone que los individuos no pueden decir por ellos mismos
lo que necesitan. El gobierno sabe en qué gastar nuestro dinero mucho mejor que
nosotros mismos. Él tiene “multiplicador” en sus erogaciones, nosotros, comunes
y simples mortales, no.
Aún peor, las
tasas impositivas no operan de forma uniforme: Se utilizan escalas progresivas
para que “pague más el que más tiene”, de forma que desproporcionadamente se
confisca a la gente que más crea, invierte, crea riqueza y empleos para el
mejoramiento de toda la sociedad. Tal y como aquí se ha explicado en el post
“El hombre olvidado”.
La más importante
objeción del gobierno a “El hombre olvidado”, es “Si, quedan peor, pero no… El
Gobierno tiene el multiplicador fiscal. Un peso gastado por el gobierno, una vez que
se incorpora en la economía hará que el PIB aumente más que un peso”.
Así que tendremos
que utilizar datos empíricos, para validar o refutar esta tesis.
Remito al lector a un trabajo reciente de los autores Ethan Ilzetzki, Enrique G. Mendoza y Carlos A. Vegh titulado How big are fiscal
multipliers? New evidence from new data
Estos autores han
recopilado datos de 45 países de 1960 a 2007 y demuestra la poca validez del
multiplicador para muchos casos.
En sus conclusiones escriben que,
“Nuestros hallazgos nos llevan a la respuesta usual del tamaño del multiplicador fiscal en cuestión “que depende si”. Para aquellos familiarizados con la teoría de Macroeconomía se anticipa que, el tamaño de los multiplicadores fiscales dependen en característica clave de la economía (si es abierta o cerrada, con regimenes de cambio predeterminados o flexibles, deuda alta o baja) o el tipo de agregado considerado (consumo o inversión gubernamental). Los creadores de políticas públicas podrían por tanto – servirse de tomar en cuenta las características de un determinado país al evaluar los beneficios de un paquete de estímulo fiscal.”
Invito a que lean los detalles del trabajo, pero las diferencias que encontraron que parecen ser las mayores es cuando se compara economías en las que el tipo de cambio es fijo o flexible,
En sus conclusiones escriben que,
“Nuestros hallazgos nos llevan a la respuesta usual del tamaño del multiplicador fiscal en cuestión “que depende si”. Para aquellos familiarizados con la teoría de Macroeconomía se anticipa que, el tamaño de los multiplicadores fiscales dependen en característica clave de la economía (si es abierta o cerrada, con regimenes de cambio predeterminados o flexibles, deuda alta o baja) o el tipo de agregado considerado (consumo o inversión gubernamental). Los creadores de políticas públicas podrían por tanto – servirse de tomar en cuenta las características de un determinado país al evaluar los beneficios de un paquete de estímulo fiscal.”
Invito a que lean los detalles del trabajo, pero las diferencias que encontraron que parecen ser las mayores es cuando se compara economías en las que el tipo de cambio es fijo o flexible,
Y, en economías cerradas o abiertas al comercio internacional
Lo cual implica que para una economía como la mexicana con tipo de cambio
flexible y abierta el multiplicador fiscal es un poco negativo o virtualmente
cero.
De esta forma, podemos concluir de estos datos empíricos que el gasto público en inversión o consumo no tiene ningún efecto en la economía como pregonan los políticos. Pero no sólo su “excusa” para expoliarnos es inválida, causan daño, mucho daño a la economía: La política fiscal elimina la libertad para elegir, roba a X para dárselo a Y, y penaliza a las gentes que realmente mejoran nuestras vidas, las gentes productivas, los empresarios. Evitan la formación de capital para su posterior inversión que es lo que hace a un país próspero en el largo plazo.
Regresando a los datos empíricos, aún para aquellas economías cerradas e inflexibles en donde aparentemente sí hay un efecto multiplicador como muestran las gráficas, no existe razón válida para oprimir más a la gente al confiscarles su dinero mediante impuestos para “estimular” la economía. Bajo esta línea de razonamiento la política fiscal podría quitarnos hasta el 95 por ciento del PIB y haría que la gente estuviera mejor que una política fiscal que sólo tomara 5 por ciento. Claramente, esto no sucede así.
De esta forma, podemos concluir de estos datos empíricos que el gasto público en inversión o consumo no tiene ningún efecto en la economía como pregonan los políticos. Pero no sólo su “excusa” para expoliarnos es inválida, causan daño, mucho daño a la economía: La política fiscal elimina la libertad para elegir, roba a X para dárselo a Y, y penaliza a las gentes que realmente mejoran nuestras vidas, las gentes productivas, los empresarios. Evitan la formación de capital para su posterior inversión que es lo que hace a un país próspero en el largo plazo.
Regresando a los datos empíricos, aún para aquellas economías cerradas e inflexibles en donde aparentemente sí hay un efecto multiplicador como muestran las gráficas, no existe razón válida para oprimir más a la gente al confiscarles su dinero mediante impuestos para “estimular” la economía. Bajo esta línea de razonamiento la política fiscal podría quitarnos hasta el 95 por ciento del PIB y haría que la gente estuviera mejor que una política fiscal que sólo tomara 5 por ciento. Claramente, esto no sucede así.
Nos han inventado
una “Reforma Fiscal”, incrementos al IVA, al ISR, impuestos especiales a
bebidas alcohólicas, tabaco, a las calorías, a telecomunicaciones, combustibles
y energía. Ajustan sin miramientos las tarifas de los bienes y/o servicios que
proporciona el Estado alegando “precios internacionales”, “subsidios”, “inflación”,
que ellos mismos son la que la producen.
Están convencidos
como lo están muchos economistas keynesianos, alumnos de economía y muy
importante periodistas, “analistas” y formadores de opinión que está bien que
nos quiten nuestro dinero por que el dinero en manos del gobierno está mejor,
tiene “multiplicador”.
Vamos ahora a ver
si el trabajo de los autores Ethan Ilzetzki , Enrique G. Mendoza y Carlos A. Vegh aplica a
México con datos de nuestra economía:
En 1999 el
Gobierno gastaba el equivalente al 18% de PIB y para 2013 dicho gasto llego a
26%. Gran parte de ese incremento fue
posible debido a los altos precios del petróleo; sin embargo el uso eficiente y
productivo de ese excedente queda en duda, ya que el gasto corriente creció
casi en la misma proporción.
Con el fin de “activar”
la economía, y derramar gasto público con “multiplicador”, por doquier, para llegar a los niveles de gasto de las dos gráficas previas; en
estos últimos años los ingresos fiscales no han sido suficientes para cubrir el
presupuesto, así que se incurrió en el déficit, tanto así que para 2014 se estima que dicho
déficit sea el mayor de los últimos 20 años, reflejándose en la deuda pública
la cual podría llegar al 40% del PIB al cierre del año, siendo que ésta era de
tan solo 21% en 2007.
Si medimos este gasto público por su capacidad de
generar crecimiento económico, el panorama no es alentador. En 1997 cada peso
que gastó el Gobierno contribuyó a generar $1.1 pesos del PIB; en 2013 esta
relación indicó que por cada peso gastado solo contribuyó al PIB con $0.67
pesos, producto de un mayor gasto corriente y en transferencias, o quizás
despilfarro. Esto contrasta con el sector privado, el cual posee el 26.8% de
los activos de la economía y genera 49% del PIB, mientras el Gobierno tiene el
27.2% de los activos y contribuyó al PIB con solo 9%, es decir el sector
privado aporto 5 veces más en la generación de bienes y servicios (PIB) que el
Gobierno. Por consecuencia es una falacia afirmar que el Gobierno requiere más
recursos para fomentar el crecimiento.
Así que ¿Cuál multiplicador?,
el gasto público, queda demostrado no sólo no tiene multiplicador, tiene
atenuador, es decir, su gasto no sólo no incrementa la actividad económica, la
reduce. Ahí están los datos, ahí está el historial.
A pesar de esto el Gobierno, insatisfecho,
pide más, aplicando reformas y leyes para exigir y obligar a sus ciudadanos a
ceder más recursos, obviando que cada peso obtenido es un peso que a alguien se
le arrebató. La falta de rendición de cuentas producto de la poca o nula
exigencia del ciudadano, pues se encuentra cegado por el discurso oficial y por
el dogma de tecnócratas e incluso “intelectuales” en la materia, despistan la
atención del debate que verdaderamente debiera estar en primer lugar: Cuánto y
cómo debe gastar el Gobierno, en lugar de imponer cuánto y cómo debe recaudar.
Queda claro que el Gobierno no es un generador de riqueza ni de crecimiento
económico, y el uso desmedido de los recursos públicos en despilfarro,
privilegios políticos o sindicales, entre otros, es un agravio al ciudadano y
un verdadero descaro por parte del funcionario público o político en turno, que
cada vez piden más y más. Y no sólo esos, se endeudan, comprometiendo la aplicación de recursos a futuro.
Así que más gasta el gobierno, más nos hunden…
Resulta
lamentable, que el político más preponderante en la oposición: López Obrador,
tenga por “receta” para hacer crecer la economía, justamente más gasto público,
más déficit, más endeudamiento, más subsidios (más déficit), y que no exista,
ningún político, de nombre que considere que justamente lo que México necesita
es menos gasto público, menos impuestos, para que la gente productiva, esto es
C + I, sean los protagonistas en la Demanda Agregada.
Muy interesante el artículo, amenos y divulgativo. Es triste que toda esta información no la posean más personas.
ResponderBorrarGracias, y sí es una pena no tener la posibilidad de acceder a los medios masivos.
BorrarMuy buen analisis el que ha hecho. Yo por el contrario, creo estar en desacuerdo con varios puntos de los aqui mencionados, y en caso de estar errado, ya que soy economista, me gustaria que rebataria, en la medida de lo posible, los probables puntos deficientes de mi contraargumentacion. En otras palabras, promover un sano debate que clarifique asi como establezca los debidos parametros en estos analisis.
ResponderBorrarEmpecemos aludiendo a lo primero. El supuesto de que es necesario el factor "ahorro" que devengara en "accumulacion de capital" para la creacion de riqueza. Digamos que en este particular punto disto muchisimo, no en el concepto sino en el metodo que en este caso vendria siendo el acto de ahorrar.
La manera simple de estudiar lo que ocurre en el proceso del uso de los fondos de ahorro para la expansion de nuevo capital es observando en detalle una serie de operaciones. Supongamos que el fabricante cuyos recursos existentes estan siendo empleados de otra manera, decide entonces iniciar de cero con un nuevo negocio endeudandose por $10,000 a los bancos. El construye una fabrica y durante el proceso distribuye 10,000 al contratista. El debera reembolsar 10,000 a los bancos y en consecuencia debera poder incluirlos como gastos generales y por tanto hacer que dichos gastos esten conformados en el precio de los articulos que producira una vez esten en proceso de marcha todas las actividades dentro de la fabrica.
Ahora, ignorando el hecho de que los $10,000 originales han sido distribuidos una vez y deberan ser coleccionados del publico en los precios que se cobren por los articulos en otro momento; podemos decir que el publico posee el dinero con el cual satisfacer los costos generales que estan contenidos en los precios. Supongan que el negocio del manufacturero empieza a prosperar y no solamente es capaz de recuperar los costos generales que englobo en los precios de sus productos, pero al mismo tiempo que, debido a la creciente escalada de prosperidad, colecciona todos los gastos generales provenientes del costo financiero que supuso el endeudamiento bancario y pudo compilar del publico $5,000 mas de lo que distribuyo.
Hasta el momento este ejemplo es de un negocio que ha estado involucrado en ahorrar pero no en la creacion de nuevo equipo de capital. Empero, supongamos que el manufacturero decide usar sus $5,000 para hacer una expansion de su negocio. El hace una expansion perimetral de los espacios fisicos de su edificacion manufacturera que le cuesta precisamente $5,000 y al hacer esto distribuye este monto al contratista y este a los profesionistas y trabajadores rasos que estaran interferiendo con sus servicios tecnicos e intelectules a la realizacion de la obra, entre estos se cuentan arquitectos (esquematizando la planeacion) ingenieros (maniobrando el aspecto estructural) albaniles etc, contando con los costos regulatorios que pida la ciudad, mismos que conllevaran pagar una cieta cantidad por requerimiento obligatorio. Entonces al distribuirse el monto referido para la ampliacion de la obra constructiva en cuestion, habra cumplimentado en su tarea de distribuir ese dinero al publico comprador.
Muchas gracias por su comentario. He escrito mucho sobre el tema, así que le voy a pedir por favor que lea primero los siguientes enlaces:
Borrarhttp://mexicoliberal.blogspot.mx/2009/01/las-consecuencias-econmicas-del-dinero.html
http://mexicoliberal.blogspot.mx/2009/01/las-consecuencias-econmicas-del-dinero_26.html
http://mexicoliberal.blogspot.mx/2009/02/las-consecuencias-economicas-del-dinero.html
http://mexicoliberal.blogspot.mx/2012/01/la-macroeconomia-del-boom-y-el-reventon.html
Aquí, por lo pronto, sólo me limitaré a comentar casos reales que demuestran que cuando se usa el crédito como reemplazo de capital (ahorro), las consecuencias pueden ser catastróficas: Véase la cementera CEMEX, basó gran parte de su crecimiento en apalancamiento, confiados en las tasas permanentemente bajas, y el tipo de cambio estable. Compró la australiana Rinker en 18,000 millones elevando su deuda a 21,000 millones (USD) poco antes de estallido de la crisis de Lehman Bros. Llegó a tener un valor de capitalización de 2,000 mill. esto es más de 10 veces la relación entre deuda y capital. Hoy ya ha tenido que vender esos activos, y está en muy mala situación. ¡Qué hubiera dado Zanbrano (qepd) por haber tenido algún economista de la escuela austriaca entre sus colaboradores y le hubiera alertado! Este es un caso típico de "la abolición del capital escaso" de Keynes.
Por otra parte a nivel, PYMES, las tasas de interés son enormes, y se requiere, siempre, de capital para abrir una empresa. Ud. no puede ir con FEMSA y manifestarle que quiere abrir un Oxxo sin capital, simplemente lo rechazarán.
El crédito está bien cuando es un complemento a la acumulación de capital, no un reemplazo.
Saludos y ojalá lea lo que arriba le sugiero.
Sin embargo, he aqui el quid de la cuestion. Al haber erigido un inmueble fabril a un costo de $5,000, producto de las reservas (ahorros) de un superavit presupuestal, consecuencia de acertadas y muy favorables ventas comerciales conseguidas en parte con el ingenio empresarial, se puede percibir que, de acuerdo a los tradicionales metodos contables, cargarian en el precio de los bienes manufacturados por el segundo compartimento de la factoria, los costos generales adheridos que supusieron la construccion de este ultimo agregado y por tanto se buscara que retorne, a traves de la adicion de gastos generales en los precios, los $5,000. No obstante estos costos jamas han sido distribuidos y por tanto, tarde o temprano, el coste de los articulos excedera el poder adquisitivo del publico adquiriente.
ResponderBorrarLos $5,000 han transitado en un doble circuito. Estaban comprendidos en el precio de los articulos originales para que los $5,000 pudieran formarse como reservas y tambien estan comprendidos en la segunda serie de articulos. En cambio, solamente fueron distribuidos una sola vez cuando el segundo compartimento de la fabrica fuera construida.
En caso de que quizas no hayan entendido enteramente bien el proceso operacional aqui descrito, intenten mirarlo alternativamente segun la ulterior optica: La extension a la fabrica original ha sido un incremento nuevo de riqueza fisica al conjunto del aparto productivo y anade un valor agregado superior al sentido de intercambio economico, enriqueciendolo con una exquisita variedad que se enlista como un elemento mas a un cada vez mas creciente repertorio de consumo, no obstante, el aumento en la capacidad productiva de la fabrica que escalara a nuevas dimensiones, con una nueva y mas grande proyeccion del entorno fisico sobre el cual se desarrollaran las cadenas de produccion, ha permitido un aumento de la riqueza potencial disponible pero no hay una contraparte de cuantia dineraria que equivalga a ese inmediato aumento de riqueza productiva que pueda comprar lo que esta producira a futuro. Las opciones que se manejaran en este caso, por parte de autoridades gubernativos, serian el encargo de obras de capital, endeudamiento publico, o credito al consumo y en ultimo termino una baja rauda en el nivel de ventas con su consiguiente correlato, un bajon en la produccion.
Si el manufacturero se hubiera aproximado al banco para construir la extension y le hubieran prestado $5,000, el empresario, en este caso, estaria distribuyendo $5,000 de nuevo dinero al publico, en vez de ello, se propuso acumular una reserva e intento con los 5,000 generados sufragar los costes que se crearon a causa de la extension construida.
Ciertamente, este argumento ultimo puede ser objetado aludiendo a que el productor no necesariamente tiene porque estar bajo la apremiante necesidad de incluir el coste de la extension en el precio de los bienes manufacturados por este nuevo compartimento fabril. Esto es perfectamente certero y el empresario pudo haber suscrito el valor aportado a la fabrica a una completa nulidad tan pronto como hubiese erigido la antedicha anadidura en los precios de los bienes. Semejante procedimiento, antetodo, es contraria a la aceptable practica contable y se opone al buen sentido comun, preferiblemente pareciendo una practica con tintes extremadamente deflacionarios. Ademas, el manufacturero hubiese usado los metodos contables tradicionales si al construir la fabrica hubiese pedido prestado a los bancos.
ResponderBorrarSin embargo, el verdadero alcance de este escenario puede ser apreciado de manera integra, si en el mismo, incluimos el factor de la competencia, siendo esta una consideracion vital ya que esta entrelazada con la realidad economica. Supongamos que el empresario competidor Y sin ninguna clase de recursos privados, instituye el andamiaje fisico de su nueva firma empresarial, construyendola de la misma manera en que fue hecha la fabrica original de X la cual ya hemos hablado extensivamente, es decir, haciendo uso de un prestamo bancario.
Entonces, el empresario Y, se endeuda con el banco, digamos, a una cantidad de $5,000, el cual distribuye a los contratistas y por lo tanto, esta comprometido a recolectar estos $5,000 en los precios de los bienes. X no esta obligado a coleccionar estos $5,000, por las razonas ya mencionadas, no obstante, en la practica decide hacerlo. X y Y estan intentando, entre ellos, de compilar los $10,000 de un publico adquiriente que solo ha recibido los $5,000 de Y. Por supuesto, X puede procurar malvender a Y (a bajo costo, perdiendo ganancias ya planificadas con propositos de vencer, quizas de modo desleal, al competidor, solo siendo este movimiento posible si se tiene de antemano una ventaja comparativa que le permita ejectuar tales maniobras) pero en este caso, la situacion con mayor probabilidad de ocurrir seria coleccionar 2,500 para X y 2,500 mas para Y. En este caso en particular, X estaria forzado a escribir el valor de la extension de su fabrica a un monto de 2,500. En cuanto a Y, este estaria en deuda con los bancos, todavia procurando la obtencion de los 2,500 del publico para poder salir de la deuda. Entonces el doble circuito a formado un exceso de costes sobre el poder adquisitivo, mismo exceso que pudo originalmente haber sido soslayado si el manufacturero original (X) hubiera adoptado un procedimiento espartano de simplemente suscribir la extension de capital a cero. A la postre, dentro del marco proscenio de la tumultuosa pugna de las firmas comerciales-productoras, algunas de las precitadas anormalidades privativas del hecho comprobado de que algunos empresarios se ven obligados a entrar en deuda con una entidad bancaria, mientras otros empresarios se ven orillados a suscribir el capital y por tanto, subvencionar al publico general.
En otras palabras, y como usted ya se habra dado cuenta, estoy contrario a la teoria del capital y me inclino un tanto por validar algunas puntos de la llamada "paradoja del ahorro". Obviamente, lo aqui expuesto enmarca un escenario real con elementos tales como la competencia, sin embargo, no debemos olvidar que siempre los ingresos totales generados durante la produccion en un determinado momento seran siempre inferiores al los precios Totales con que se vendan los articulos en ese preciso momento, debido en parte, a los costos financieros que suponen al recargar la actividad financiero sobre la actividad economica real de intercambio de bienes y servicios. Siempre, bajo el actual sistema financiero de emision monetaria, estamos deficientes de poder adquisitivo en relacion a los precios. Espero su atenta y amable respuesta.
ResponderBorrarLe saluda cordialmente, Flavio Ramirez