Todo el mundo se
queja de lo bajo de los salarios en México. Los políticos para supuestamente
subsanarlo andan planteando emitir leyes o decretos para subir el salario
mínimo, para supuestamente alegrar (le dicen activar) la Economía interna
aumentando el consumo. ..
Mala idea, muy
mala idea, desconocen de Economía, no se
ponen a pensar que la producción, y sobre todos los bienes de capital son
exactamente los mismos, en consecuencia, si existe más dinero y el mismo número
de bienes y la misma productividad (asociada a los bienes de capital), los
precios irremediablemente subirán. En efecto, al aumentar los salarios, los
empresarios repercutirán en sus precios el aumento, y pronto tendremos una
inútil carrera de salarios contra precios, en la que, históricamente, siempre
han perdido los salarios, de esta forma los trabajadores no mejorararán y por
el contrario quedarán peor que antes del arbitrario decreto. Esto, por
supuesto, no es nuevo, lo han experimentando en incontables ocasiones, y aún
así insisten, porque los votantes votaron por estar mejor económicamente.
Pero no se puede
estar mejor por decreto, ni por leyes, ni por más que la Constitución exprese
que el salario debe ser remunerador, son sólo buenas intenciones, las leyes no
pueden (ni deben) alterar la Economía, si lo hacen, la propia Economía se las
cobrará con creces.
Pero, entonces,
¿Por qué en México los salarios son tan bajos?
La respuesta es
muy simple, porque la productividad es también muy baja. Podremos trabajar
muchas horas, echarle “muchas ganas”, pero la productividad sigue baja, y si la
productividad es baja el PIB es bajo.
PIB PER CÁPITA
Este resulta de
dividir el Producto Interno Bruto entre el número de habitantes, con esta cifra
el Banco Mundial crea un comparativo entre países.
De acuerdo con este
comparativo en el año 2000 México tenía el lugar número 69 un PIB/cápita de
$5,080 USD/habitante, entre un total de 208 países, superando a todos los
países latinoamericanos, excepto Puerto Rico. Para el año 2017 ocupa el lugar
71 con 8610 dls/habitante, entre un total de 189 países y es ahora superado por
los siguientes países de Latinoamérica: Costa Rica, Argentina, Panamá, Chile y
Puerto Rico. Para poder comparar la evolución de un país en el tiempo, debe
expresarse la cifra en USD constantes, esto es en términos reales, de este
modo, los 5080 dólares de 2000, equivalen a 8022 dólares de 2017.
Lo cual indica
que el avance per cápita real en los últimos 17 años, ha sido de, 8610 - 8022 =
588 USD.
¡Un ridículo 7.3%
en 17 años transcurridos! Que en
términos anuales es un 0.431%.
De esta forma el
crecimiento del PIB que en estos últimos 20 años ronda entre el 2 a 2.5 por
ciento, en realidad por habitante es un miserable 0.413%.
Por esto, los
salarios no han crecido, si el PIB no crece, tampoco podrán hacerlo los
salarios.
La siguiente
gráfica compara el PIB per Cápita en USD para diferentes países.
Aquí es relevante
hacer notar que Japón, prácticamente permaneció constante, esto se debe al
envejecimiento de la población y su baja tasa de reemplazo, es un país
estancado. En cambio China, y Sur Corea han tenido crecimientos importantes. Y,
en occidente destaca EUA a pesar de la recesión de hace 10 años.
Así que si
quieren percibir $ 8 USD/hr y hasta $16 USD/hr como es el salario mínimo de
EUA, bueno pues tendremos que tener un PIB per cápita de $ 58,270 USD/hab.
Nuestra cifra es $ 8,610 USD/hab así que es 6.78 veces menor. ¿Quieren ganar
más? Pues tendremos que incrementar esos $ 8,610 USD. Y enfatizo, eso no se
incrementa creando leyes o decretos. Si lo hacen, producirán inflación y
quedaremos peor.
La siguiente
gráfica muestra la Productividad de México, no está actualizada a 2017, me
quedo 3 años atrás, pero les garantizo que en esos tres años no ha hecho más
que caer.
Así ¿Cómo es que
quieren ganar más?
No es con
“programas sociales”, como vamos a aumentar la productividad y en consecuencia
el bienestar de todos los mexicanos. En eso, se nos ido, millones de millones
de pesos que si se hubieran destinado a la creación o mejoramiento de bienes de
capital, este país sería mucho muy diferente.
Vean como China
aumentó su PIB per cápita de 840 USD/hab. A 8,690 USD/hab. Un poco mayor que
México, sólo que ellos tienen 1,200 millones de habitantes, por lo que el
crecimiento de su PIB, y en consecuencia de su productividad ha sido
impresionante.
Los
latinoamericanos en general y México en particular, no hemos podido entender que la razón de la
prosperidad es la productividad, y muchos confunden la productividad con
actitud, voluntad para trabajar mucho, pero eso es parcialmente cierto, la
productividad se incrementa sólo con la inversión en bienes productivos, en
aquellos que generan una utilidad, esto es, riqueza, y en el capital humano es
decir conocimientos, conocimientos útiles, por supuesto, no cualquier
conocimiento es útil. Esas son las razones que nos pueden hacer crecer
económicamente, insisto, que crezca el PIB originado en el concepto de Hayek “Del Crecimiento de la Frontera de las
Posibilidades de Producción”, esto es que haya más negocios de todo, y muy
importante que cada uno de ellos sea moderno, productivo, esto es que exista
INVERSIÓN, pública y privada, pero sobre todo esta última. Sólo así podremos
emular a Corea, China, o otros países
que no se muestran en la gráfica como Singapur, Nueva Zelandia, Hong-Kong ,
Irlanda, Estonia, que son los únicos países que salieron de pobres y hoy son
ricos en los últimos cien años.
Pero no podemos
entender esto, nuestros gobernantes no pueden entender esto, nuestros
economistas, educados como marxistas - keynesianos no pueden entender esto. Y esto no lo hemos podido entender desde que
nos independizamos de España, o Portugal, seguimos creyendo en que un mago, un
hado, un Mesías, vendrá a redimirnos de nuestra pobreza, que son las
“oligarquías transnacionales” las que nos tienen jodidos, que no podemos
permitirnos crecer con desigualdad, que hay que crecer con igualdad, y que la
riqueza, tan exigua, tan limitada que es, debe de ser “redistribuida” entre los
pobres.
La idea popular,
parece ser que un caudillo-Mesías será el que nos saque de jodidos y muy pero
muy importante, sin tener que trabajar, ahorrar, estudiar, y por supuesto,
ignorantes en economía, sin tener que invertir en bienes de capital, en más
generadores de riqueza. No, el caudillo – Mesías, nos sacará del subdesarrollo,
por ensalmo, por magia y claro, combatiendo la desigualdad.
Tan esto es
cierto, que hemos tenido un desfiladero de Caudillos: Anastasio Somoza, Juan
Domingo Perón, Fidel Castro, Luis Echeverría, López Portillo, Salinas de
Gortari, Hugo Chávez, los Kirchner, Evo Morales, Daniel Ortega, Lula da Silva,
Rouseff, Rafael Correa, Bachelet y similares que escapan de mi memoria en
nuestros días, y todavía creemos que el siguiente aspirante a caudillo como el
hoy presidente electo López Obrador, nos
dará esa riqueza que se nos niega sin tener que educarnos y producir un alto
valor agregado, sin tener que “redistribuir” la escasa y casi nula riqueza de
nuestros países, sólo para combatir lo que les obsesiona, la desigualdad.
La desigualdad,
que es natural en el proceso de la creación de la riqueza, Marx lo entendió
bien, pero las consecuencias las interpretó mal, en su Manifiesto del Partido
Comunista (1848) que es una descripción insuperada de la fuerza creativa de
"la burguesía", que "no puede existir sino a condición de
revolucionar incesantemente los instrumentos de producción". Ello a causa
del elemento distintivo del capitalismo (palabra que Marx no usaba) u “orden
burgués”: la competencia económica como medio para enriquecerse. Donde otras
“clases dominantes” usaban la fuerza, la burguesía usa su capacidad de producir
más eficientemente. Por ello, “la burguesía ha cumplido un papel altamente
revolucionario en la historia”, multiplicando la riqueza pero, a juicio de Marx,
acumulándola en cada vez menos manos. Este fue su gran error, que lo llevó a
profetizar el pauperismo masivo y la inevitable revolución comunista. Es decir,
para Marx, la productividad es la fuerza que usa la burguesía para la
"dominación". No es pues de sorprender que estas ideas estén
firmemente afianzadas en las mentalidades de los caudillos gobernantes. De
nuestros gobernantes, por esto, permanecemos estancados, con un muy bajo
incremento en el PIB per cápita, como nuestro raquítico 0.431 % .
Todos estos
caudillos, presentes en Latinoamérica, comparten varias cosas en común, la
principal es que están convencidos, por su formación comunista, de que es la “desigualdad” el problema a
vencer para poder otorgar la “justicia social” a todos los ciudadanos,
recordemos el concepto de Marx “acumularse cada vez en menos manos”, concepto
que además les conviene por el sentimiento natural de envidia de la gente, nos
dicen que no es posible permitir el crecimiento con palabras más, palabras
menos “lastimosa y vergonzosa” desigualdad y así la emprenden con programas
“sociales”, reemplazan la creación de empleos productivos con empleos en la
burocracia, como el dinero nunca les alcanza para pagar el gasto corriente
siempre en expansión, hacen “Reformas Fiscales” para expoliar más al sector
productivo, esto es para prevenir que la riqueza se concentre en “cada vez
menos manos”.
La Austeridad de AMLO
Es encomiable el
proyecto de AMLO de austeridad, no puedo sino congratularme de ponerle un hasta
aquí a la expansión del gasto corriente, y aún más su probable disminución en
lo referente al rubro de “servicios personales”, esto es la nómina, y de todos
los lujos, prebendas y canonjías que disfruta
la burocracia. Sin embargo, lástima que sólo se trate de una reasignación del
gasto, lástima que lo ahorrado por un lado será dilapidado por el otro,
lástima, que en lugar de bajar drásticamente el “gasto social”, para hacerlo
más puntual y que llegue sólo a los que realmente necesitan de una ayuda, se amplié,
se expanda.
En la mente de
López Obrador no entra el preocuparse por fomentar la inversión, como todo buen
político, y más mesiánico como es, lo que quiere es allegarse votos, que la
gente identifique claramente que es él y sólo él, el gobierno a cargo de su
partido Morena el que les proporciona los recursos. Clientelismo político para
decirlo simple y llanamente. Lo pobres son el mejor negocio de los políticos
por que establecen una relación de dependencia
y que, supuestamente los perpetúa en el poder. Sin embargo, este
razonamiento falla: Fue la estrategia de PRI, y también la del PAN y vean la vapuleada
que les dio Morena el pasado 1 de julio. Y es que la realidad acaba pesando. Y
la realidad es, que por más programas “sociales” que se diseñen y ejecuten, que
además son terriblemente ineficientes ya que una gran parte del dinero se va en
corruptelas y administración y poco finalmente les llega a los beneficiados no
aportarán nada al crecimiento del PIB, no aportarán nada al Crecimiento de las
Posibilidades de Producción, esto es a la inversión en bienes que generan un
flujo de efectivo y que son los responsables de la generación de empleos.
Así que caudillos
van y vienen, como el actual AMLO que finalmente llegó al poder después de
pasarse 18 años en campaña criticando la falta de crecimiento económico, en lo
cual tiene razón, pero atribuyéndolo equivocadamente a la conducción “Neo
Liberal”, de la economía, esto es, plantea que deberá ser el estado y no los
particulares los responsables de sacarnos de este estancamiento ancestral. Sin
embargo, poco podrá hacer con sus ideas de aumento en el gasto social y sus
obras de infraestructura de muy dudosos beneficios, como el tren Maya, y sus
refinerías.
No podemos aprender cuales son las razones de
la riqueza, no podemos imitar a países como Corea del Sur, Singapur, Nueva
Zelanda, no, tenemos que imitar a países fiscalmente fracasados como España,
Italia, Grecia, Francia, que con su socialismo y su Estado de Bienestar tienen
a sus respectivos países empinados, y en una situación tan difícil. Surgen
nuevos caudillos como en España Pablo Iglesias, el Hugo Chávez –AMLO, español
que tienen según él la solución a los problemas de España y que es muy simple
subir los impuestos al 80%, lo que lanzará seguramente, de salir electo a
España al precipicio de crisis en la que ya están pero caerán mucho más
profundo.
Seguiremos
votando y encumbrando caudillos, seguiremos improductivos, y en consecuencia,
seguiremos pobres, ganando menos, trabando más, y eso si es que podemos
encontrar un empleo que nos permita trabajar. Que al menos haya alguien que
tenga a bien “explotarnos”, estaremos felices de ser explotados, porque al
menos tendremos un sueldo que nos permita mal comer, y mal vestir. Y nuestro
PIB per cápita sin variación alguna, y el “Pueblo” que encumbra ignorantes
quejándonos de los bajos salarios.
Así será hasta el
final de la historia. México es un país condenado a la mediocridad y está muy
difícil que podamos salir de ella, si se sigue votando por caudillos “hadas
madrina”.
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