miércoles, enero 23, 2019

UN NUEVO PARTIDO POLÍTICO DIFERENTE A TODOS


Se comenta mucho en redes sociales la creación por el ex presidente Calderón y su esposa Zavala la creación de un nuevo partido político: México Libre. Que debiera ser un contrapeso a las locuras y aberraciones de los comunistas hoy en el poder.
No me gusta la idea, y no me gusta porque de arranque está inicializado por dos POLÍTICOS, que militaban en el PAN.

¿Por qué no me gusta esto?

Porque todos los políticos son socialistas en cualquiera de sus múltiples variedades.
México ha sido desde la Revolución un país SOCIALISTA y eso es precisamente lo que como lastre no nos ha dejado avanzar.
Si, lo es, no obstante que ninguno de los partidos políticos ostenta el término socialista, lo cierto es que México es tanto o más socialista que por ejemplo Chile, que se denomina gobierno de socialista moderado, y que el PAN, arbitrariamente se le denomine de “derecha”, siendo que es también un partido socialista “Light” o más moderado.
Así es, PAN, PRI, PRD, PV,  PT, Convergencia, y ahora preponderantemente MORENA, todos ellos son socialistas y por tanto, todos son de “izquierda”. Me refiero, por supuesto, al asunto económico, y no al asunto “moral” que algunos quieren imprimir. Por lo que el peyorativo “Neoliberal o Tecnócrata” no es en los hechos más que un mito genial creado por los socialistas más radicales, como chivo expiatorio para exculparse de sus propios fracasos. Lo cierto es que México ha sido al menos desde 1917 un país eminentemente y en esencia socialista.
Mucho se habla de socialismo, pero nadie lo define, por eso debemos definir qué es socialismo. A pesar de que su nombre provenga de "social", algo muy inteligente por parte de quienes diseñaron la etiqueta en los siglos XVII al XX, lo que realmente implica es planificación central o como lo dice la Constitución “Rectoría del Estado” (socialización). Y claro, existen varios socialismos, desde el socialismo utópico a lo Tomás Moro, pasando por el socialismo marxista que denominamos comunista, el populismo aquí materializado como “Nacionalismo Revolucionario” (MORENA, PRI, PRD, PT ,Convergencia), la socialdemocracia (PES) y la democracia cristiana (PAN) que dicen tener un hilo directo con Dios para la consecución del “bien común”, hasta llegar al nacionalsocialismo -nazi- alemán, que afortunadamente aquí no hay ningún exponente. Pero, ¿qué tienen en común estas tendencias, cuyos integrantes pasaron tanto tiempo tratando de diferenciarse entre sí? Algo fundamental: la desconfianza o desprecio por la autonomía del individuo y la insistencia en politizar y planificar centralmente las actividades de una sociedad. Y eso es lo que debe ser entendido por socialismo o socialización. Por tanto, los electores mexicanos sólo tenemos posibilidad de matizar el grado de socialización.
Lo que quiero señalar es que independientemente de las aparentes buenas intenciones y argumentos de quienes nos proponen este modelo social, el socialismo fracasó y fracasará siempre que se intente. ¿Por qué fracasa? Son varias las razones, pero la principal es porque atenta contra la naturaleza humana que como observó el filósofo Inglés John Locke la actividad humana genera propiedad. Para empezar somos dueños de nuestro propio cuerpo, y por añadidura de los frutos obtenidos mediante su uso. Nuestra supervivencia como seres humanos es inseparable de nuestras necesidades materiales, pero a la vez nuestros derechos terminan donde empiezan los del otro, esta es la forma de pensar de los liberales del siglo XIX, expresado en “nuestra vida y nuestra propiedad” y que si se examina, trae implícito “El respeto al derecho ajeno es la paz”, del liberal Juárez. Sí, de Juárez que nuestros políticos insisten en presentarlo como de “izquierda” como lo hace AMLO. Un gobierno mínimo que procure la seguridad de nuestras vidas y propiedad,  que provea de leyes y tribunales para subsanar los diferendos entre particulares asegura la convivencia pacífica y la prosperidad y algunas otras actividades que son necesarias pero que no debieran de incidir en el curso no intervenido de los mercados.  Esto no es posible si existe planificación central de la economía y otras áreas de la vida social. Puesto en otras palabras, el socialismo es por definición un modelo que actúa por encima de los derechos inalienables de los individuos, violándolos. La cooperación social voluntaria y mutuamente beneficiosa nunca requiere de imposición política de una mayoría, o de un dictador. Y es por esto, por la imposición que el socialismo atenta contra la ética.
Los socialistas no son otra cosa que diseñadores de utopías, siempre irreales, tanto en objetivos como en procedimientos, para que mediante la coerción se apropien de la vida y la propiedad ajenas, tuvieron el mejor acierto en la historia del marketing político al apropiarse del nombre socialista (o primero los pobres) para auto etiquetarse. Sin embargo el nombre sigue causando confusión entre quienes tienen una gran sensibilidad social y aman el concepto de comunidad, y cooperación entre individuos, sobre todo en nuestro estilo latino.
Si por comunidad entendemos la convivencia pacífica y voluntaria, la cooperación social, el socialismo es simple y llanamente su opuesto, su antítesis. La imposición mediante la coerción, “si no cooperas te meto a la cárcel”, no muy diferente de un asalto a mano armada es la señal más evidente del fracaso de quienes al no poder liderar la consecución de un tema o proyecto social en forma voluntaria.
Si usted al igual que yo, cree en la ayuda voluntaria a los más necesitados, se conmueve con el dolor de sus semejantes cree que la comunidad debe y puede hacer algo al respecto, no es usted de “izquierda”, no es usted socialista, es simplemente un ser humano. Pero, aquellos que politizan y explotan a su favor estas nobles intenciones, sin otro objetivo real que su ambición por el poder, producen siempre el efecto contrario: Autoritarismo, subdesarrollo y más pobreza.
Y esto, precisamente esto son los políticos mexicanos, ¡TODOS!
El fracaso perenne de la intervención gubernamental nos lo explica Thomas C. Schelling (Premio Nobel 2005): "Casi cualquier programa gubernamental dirigido a (aliviar) una situación sobre la cual la persona tiene algún grado de control, aunque sea remoto y probabilístico, reduce el incentivo para evitar caer en dicha situación y disuade de la urgencia de salir de ella. Es raro el programa de alivio que, por su influencia en la conducta, no afecte la probabilidad o la duración de la situación que intenta atenuar. Y muy frecuentemente -no siempre, pero con mucha frecuencia- el efecto sobre la conducta es indeseado y en la dirección equivocada". (Choice and Consequences, Harvard University Press, 2006).

Otro premio Nobel James Buchanan (1986). Ha criticado también al "Estado de bienestar", pero su propósito primordial no ha sido mejorarlo sino desmantelarlo. Al leer sus escritos no puede uno menos que concluir que Buchanan considera que el "Estado de bienestar" debe ser abandonado porque es internamente corrupto, está moralmente en bancarrota y no merece ser rescatado. La razón principal de ello es que el gobierno está integrado por políticos y burócratas, quienes no son diferentes al resto de los seres humanos; no son ángeles, sino que, como todo ser humano busca siempre su propio interés, y actúa siempre para obtener su máximo beneficio  y no, como nos quieren hacer creer, por una visión más alta del bien común. De ahí su fracaso, de ayer, de hoy y de siempre…
Por eso NO QUIERO POLÍTICOS profesionales, actúan para obtener el poder, y mantenerlo, y desvían enormes cantidades de riqueza para fomentar el parasitismo, una cosa es ayudar al más necesitado y otra muy diferente el clientelismo en base a dádivas a “derechos”, a regalos con cargo al erario.
Y finalmente, desde el punto de vista pragmático de coadyuvar a que una sociedad progrese, al gravar directamente la renta de las personas el Estado les desincentiva a crear y acumular riqueza que es precisamente lo que más necesita una economía, personas que prosperen y se enriquezcan. Por otro lado, en las sociedades actuales donde un ciudadano medio trabaja más de la mitad año sólo para pagar impuestos, bien puede decirse que el derecho a la propiedad privada está más que "matizado", los socialistas actuales ya no expropian los agentes de producción como Marx y Lenin proponían, sino que más cómodamente confiscan sus resultados. Los impuestos, por tanto, generan pérdidas netas de bienestar cualquiera que sea el uso que se haga de la suma recaudada.
En México, después de tantos años de dictadura perfecta, con una Constitución “progresista”, es decir socialista, más bien comunista, inspirada en gran parte en el pensamiento Marxista-Leninista-Trostkista, de un lavado de cerebro sistemático desde la infancia sobre el papel “Rector” del Estado en la Economía, de las falsas bondades de las empresas monopólicas estatales “El petróleo es tuyo”, que como sabemos por el contrario son fuentes infinitas de corrupción, prebendas y canonjías. El subconsciente colectivo del mexicano, está acostumbrado a pensar de forma socialista, aún los de la supuesta “derecha” que no viene a ser más que un forma degenerada de capitalismo primitivo materializada en el mercantilismo y rentismo que nada tiene que ver con la libre competencia y la libertad económica que la cancela con regulaciones, concesiones, y toda clase de trabas imaginables para beneficiar a unos cuántos. Lo verdaderamente cierto es que en México tememos las libertad por qué no la conocemos, ponemos en el gobierno siempre déspota e inepto nuestras esperanzas de progreso y en una persona nuestra redención, y no en nosotros mismos, y peor aún al hacerlo, al confiar nuestro destino a los déspotas políticos y burócratas lo cancelamos, ya que no obstante que una y mil veces el Estado ha mostrado su ineptitud, que muy lejos de obtener los resultados que dice procurar por el bien de los más necesitados, ha destruido sistemáticamente el progreso y ha ocasionado más males, y ha exacerbado la pobreza como lo atestiguan las múltiples crisis económicas, devaluaciones, y hoy estancamiento económico y falta de generación de empleos, porque sin importar lo noble que sea su lema político, en realidad lo único que tienen es el desprecio autonomía del individuo, y de ser el individuo el único factor real de progreso para los pueblos.

EL PODER A LOS CIUDADANOS

Por esto, creo yo que en este país hay una considerable cantidad de ciudadanos y ciudadanas que podríamos perfectamente crear las condiciones para tener un mejor país liberados del socialismo en todos sus grados que tanto daño ha hecho al país.

Nosotros, ciudadanos libres, sin compromisos políticos, sin el deseo del poder por el poder sino el realmente cambiar México, realmente tener una TRANSFORMACIÓN, no como la que se cacarea que no es sino un brinco al pasado priista aún más estatista y socialista que en los tiempos recientes, que es como regalarle cajas de tequila a un borracho.
Por esto, quisiera saber, en redes sociales, para empezar, cómo se ve la idea de formar un partido político en el que:
1    1)      Sus militantes no sean políticos y que nunca lo hayan sido.
2    2)      Que se tenga la idea anti-socialista, comunista y colectivista y se dé preponderancia a la reducción del tamaño del estado, y del gasto social. Y en consecuencia de los impuestos, cada peso ahorrado se le regresará a la sociedad.  Y que sea el sector privado desde el comerciante o negociante más humilde hasta el más rico los que como el Atlas lleven a este país a otro nivel de bienestar.
Y esto tenemos que hacerlo ¡Ya! Como empezaba el partido de Calderón, no va a ser nada diferente a uno que obtenga militantes tránsfugas del PAN chapulines pues, que van a copar los puestos importantes dándole preponderancia a sus "amiguitos", esto no puede ni podrá ser un contrapeso auténtico, limpio fresco que ciudadanos sin historial político podríamos dar a AMLO, Morena y su pandilla. Para empezar ¡No hay cola que nos pisen! nunca podrán acusarnos de deshonestidad, y esto es muy importante.
Por eso, ni de izquierda ni de derecha, simplemente liberal por “nuestra vida y nuestra propiedad y el respeto a los derechos de los demás” como factor único de progreso ética  pragmáticamente posible.

1 comentario:

  1. Es interesante tu propuesta pero requiere no solo de personas liberales, sino también de un líder carismático que transmita el mensaje. Y citando al clásico "ahí está el detalle"

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