miércoles, febrero 20, 2019

Capitalismo y Pobreza (3)


Este escrito está basado en la obra de Ludwig Von Mises y lo he adaptado a nuestros tiempos y nuestra realidad mexicana.


Leo con preocupación que el senador Bernie Sanders volverá a competir por la presidencia en 2020, que perdió ante Hillary Clinton la carrera por la nominación demócrata a la Casa Blanca en el 2016 y es un socialista declarado, con gran apoyo entre los jóvenes “Milenials”, y también con personas de la tercera edad. Envió un correo a sus posibles adherentes en el que escribía Nuestra campaña se trata de crear un gobierno y una economía que funcione para la mayoría, no sólo para unos pocos".
Este es el grave problema que enfrenta los Estados Unidos si seguirá el curso que otras naciones otrora prósperas e insignes del capitalismo como Inglaterra y Francia, se encuentran hoy estancadas. Hasta ahora todavía parece ser que la cantidad de ahorro y la formación de capital aún excede, gracias fundamentalmente a la Reforma Fiscal de Trump, pero por muy poco la cantidad de des ahorro y deacumulación de capital. ¿Pero durará esto?
Para poder contestar a esta interrogante uno debe de ver cuáles son las ideas económicas mantenidas por la opinión pública. Y reformulamos la pregunta a la siguiente ¿Saben los votantes norteamericanos que el mejoramiento sin precedentes en los últimos 150 años fue posible debido al crecimiento estable de su cuota de capital invertido por habitante? ¿Están conscientes que cada acción o medida tendiente a la desacumulación de capital pone en grave riesgo su prosperidad? ¿Saben cuáles son las condiciones por la que sus salarios están por encima de la mayor parte de los países del mundo?
Si revisamos los discursos de los líderes políticos, en particular de los Demócratas, las editoriales en los periódicos en donde “economistas” keynesianos han tomado un papel preponderante como Krugman y Stiglitz, no podemos encontrar ni la menor atención al equipamiento de bienes de capital. La mayoría toma simplemente por un hecho que algún factor misterioso hace que el país sea (o haya sido) cada vez más rico y próspero. Los economistas gubernamentales calculan la tasa de crecimiento del ingreso nacional año con año desde hace por lo menos 70 años y suponen alegremente que en el futuro la misma tasa de mejora en los ingresos permanecerá. Ellos disertan sobre los impuestos y su nivel (en particular los Demócratas “no sólo para unos pocos”, sin mencionar o quizá, sin siquiera percatarse del hecho de que el sistema impositivo recauda fondos enormes que hubieran ser podido ahorrados por el contribuyente, y que en su lugar los destruyen con su gasto público, en particular el asistencialista.
Para los Demócratas, y en general para todos los partidos social-demócratas o “progresistas”, los niveles impositivos no son lo suficientemente altos, jamás tienen en consideración ni de la forma más mínima de la importancia que tiene la formación y mantenimiento del capital. Para los economistas del “mainstream”, fundamentalmente keynesianos este problema ni tan siquiera existe, o permanece por ellos completamente desconocido.

Keynes el Gran Enemigo del Ahorro (y de la formación de Capital)

La caída de países otrora francamente capitalistas, como Inglaterra, cuna del capitalismo, se originan en las ideas de Keynes quien mucha gente confunde como el salvador del capitalismo después de la Gran Depresión,  siendo que, en realidad sus ideas son completamente anti-capitalistas y han colaborado para su destrucción. La esencia del keynesianismo es completamente fallida para concebir el papel que la acumulación de ahorro y capital tienen para mejorar con condiciones económicas. Keynes enunció su doctrina contra sus supuestos peligros del ahorro y apasionadamente recomendó más gasto. Seguir estas doctrinas acabó con la prosperidad inglesa y hoy ha quedado un una gigantesca burbuja de de deuda pública en todas partes del mundo, que por su importancia consideraremos en detalle más adelante.
Después de la 2da Guerra Mundial, en todos los países del mundo y muy particularmente en las social-democracias europeas se han incrementado notablemente los impuestos supuestamente para “redistribuir” la riqueza mediante gasto asistencialista (que es clientelar en democracia), esto ha considerablemente disminuido el ritmo de la acumulación de capital, y, en algunos países francamente la ha vuelto negativa y por eso se encuentran permanentemente estancados o de crisis en crisis económica.
Por eso, es imprescindible reemplazar las fábulas e ilusiones “progresistas”, por ideas de economía sólidas.

La Escasez del Capital

Hasta llegar a este punto se han empleado los términos insuficiencia de capital  y de escasez de capital sin mayor explicación y definición. Era suficiente para explicar las condiciones de aquellos países, como México cuyo capital es visiblemente inadecuado cuando se compara con países más avanzados como Estados Unidos. Pero al examinar los problemas de los europeos que hoy tienden a propagarse a los EU es menester desglosar los términos.
Estrictamente hablando el capital es siempre escaso y siempre lo será. El suministro disponible de bienes de capital nunca podrá ser tan abundante que todos los proyectos, cuya ejecución pudieran mejorar el estado de bienestar de la gente. Si fuera de otra forma, la humanidad viviría en el jardín del Edén y no tendría que preocuparse por la producción. Cualquiera que sea el estado del suministro de capital, en este mundo real en el que vivimos siempre habrá proyectos de negocios que no pueden ser materializados debido a que el capital que los haría factibles está siendo utilizado en otras empresas, cuyos productos están siendo más urgentemente demandados por consumidores. Para cada rama productiva existen límites más allá de los cuales la inversión y el capital adicional no paga. Y no paga debido a que los bienes de capital en cuestión pueden encontrar un mejor uso en la producción de bienes que a los ojos de los consumidores son más valiosos. Si las cosas permanecen idénticas, el suministro de capital adicional hará que los proyectos que no eran viables puedan ser ahora rentables y empezados. Nunca existe una carencia de oportunidades. Si existe una falta de oportunidades, su razón es que todos los bienes de capital disponibles ya han sido invertidos en proyectos rentables.
Pero al hablar de insuficiencia de capital para un país que es más pobre que otros países uno no se refiere a este fenómeno de la general y perpetua escasez de capital arriba mencionada. Uno meramente compara el estado de las cosas entre un país individual con otros que tienen ya ahora capital más abundante. Al mirar a México uno podría decir: Aquí hay muchos artesanos produciendo con un capital total de diez mil dólares productos que en el mercado podrían valer cien mil dólares. En contraparte, en una fábrica norteamericana con un equipamiento de capital de un millón de dólares, producirá productos que en el mercado tendrán un valor 500 veces superior.  Desafortunadamente, los empresarios mexicanos carecen del capital para hacer más inversiones. La consecuencia es que la productividad por hombre es mucho menor en México que en EU y que el número de productos disponibles para su consumo es menor y que el mexicano promedio es pobre comparado con el promedio norteamericano.
Y con todo y esto, el nivel de los impuestos es mayor aquí que en EU. Y, con esto perpetúan al empresario mexicano en la imposibilidad de invertir, y, a los mexicanos de salir de la pobreza.
En breve, en México el capital es ya de por sí insuficiente y además es escaso, y el gobierno impide a toda costa el ahorro,  la presión fiscal es altísima, y esto nos condena irremediablemente a la baja productividad y a las condiciones deplorables de nivel de vida, imposible con este estado de las cosas abatir la pobreza.

Impuestos para Despojar al Rico (y “Redistribuir la Riqueza”)

No es nada fácil explicar el estado de las cosas para la gente engañada por la agitación anti-capitalista. Como los intelectuales, la mayor parte, progresistas, ven las cosas, el sistema capitalista en un sistema de la avaricia y los empresarios son los culpables que la suma total de productos para el consumo no sea mayor de lo que es. No invierten, no crecen sus empresas, son explotadores, se adueñan de la plusvalía del trabajo que le da valor a sus productos, concentran la riqueza en unos pocos etc., etc. Así que según ellos la única forma de combatir la pobreza es quitándoles mediante los impuestos progresivos lo más que sea posible de su riqueza. En sus ojos, la riqueza del rico es la causa de la pobreza del pobre. Así de acuerdo a estas ideas las políticas fiscales de todos los países incluyendo los EU desde Kennedy, han estado dirigidos a confiscar porciones cada vez mayores de la riqueza y los ingresos de los más acomodados. Aquí en México no obstante que no hay muchos de esos la confiscación se presenta incluso sobre las clases medias con tasas elevadas que no corresponden en nada con sus niveles de ingresos en términos reales al compara con los pobladores de otros lugares. Así aquí en México se paga la cuota máxima de ISR no obstante que en dólares, sus ingresos caerían en el nivel de pobreza en EU. ¡Increíble! Así ¿Cuándo?
La mayor parte de los fondos recaudados por el gobierno voraz podrían en su lugar ser utilizados por los contribuyentes para consumo y ahorro y acumulación de capital adicional. Las inversiones habrían incrementado la productividad por hora – hombre y proporcionarían más bienes y servicios para el consumo. Esto elevaría el estándar de vida del hombre común, mediante mayores ingresos. Si el gobierno gasta esos fondos recaudados para sus gastos corrientes o asistenciales, éstos son disipados, atomizados y la acumulación de capital es concomitantemente alentada.
Por muy razonable que pudiera parecer la propuesta de despojar al rico, es imposible negar que en los hechos ya haya llegado a sus límites. Los políticos debieran de admitir que aún con la confiscación total de las riqueza de los más ricos recaudaría una cantidad despreciable a la suma total del presupuesto y que en consecuencia no se mejoraría en mucho al tomarlo de los más ricos.
Los progresistas sin embargo, quieren gastar más, y para ello, ya no sólo buscan en los ricos, se siguen con las clases medias y aún peor se siguen con las clases no tan acomodadas inventando impuestos como el del consumo (IVA) que finalmente, actúa efectivamente disminuyendo el ingreso, el poder adquisitivo.

Para Elevar Salarios, Incrementar la Inversión de Capital

Pero es exactamente lo absurdo de esta situación derivada de los altos impuestos que ofrece la favorable oportunidad para el reemplazo de principios económicos sólidos a los perniciosos errores que han prevalecido por décadas. Ahora es el momento de explicar a los que votan qué es realmente lo que induce a la prosperidad y qué es la misma razón, o mejor establecido el no llevarla a cabo, lo que mantiene a las naciones atrasadas pobres. La gente que vota debe aprender que lo que hace que los sueldos por ejemplo en Norte América sean sustancialmente más elevados que los de México, y que toda Latino América es el tamaño del capital invertido y que cualquier mejora en el estándar de vida depende de primero la acumulación de capital adicional suficiente. No hay otro camino.
Por ahora, sólo los hombres de negocios se preocupan por hacer provisiones para nuevo capital para la expansión y mejoras de sus plantas con equipamiento moderno. Por cierto, con una dificultad de lograrlo cada vez mayor debido a las altas tasas impositivas. Para el resto de la población, les es completamente indiferente, sin saber que su bien estar y el de su familia es lo que está en juego. Lo que se requiere es que el problema de la pobreza, sus reales causas sean entendidas por toda la gente.
Ningún ofrecimiento de partido político alguno puede considerarse satisfactorio y apegado a la realidad de las cosas si no contiene el siguiente punto: La prosperidad de un país y el nivel de los salarios medios de la población dependen de la inversión continua de capital en sus plantas, minas, agropecuario, comercios y proveedores de servicios y debiera ser la tarea más importante para un buen gobierno eliminar todos los obstáculos que impiden la acumulación e inversión de capital nuevo.
¿Podrán entenderlo?







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