“Socialismo o
Muerte” Hugo Chávez
Pues han
implementado en Venezuela el Comunismo que es la variante del Socialismo más
dañina: Aquella en la que la dirige un dictador, y además tirano, en que la
democracia se cancela para dar paso a un solo partido gobernante, en que los
medios de producción, o, la mayor parte de ellos están en manos del estado el
cual dirige hasta el último detalle de la actividad económica, o, mejor dicho
de lo que va quedando de la actividad económica conforme el tiempo avanza.
Esto fracasó en
la URSS, el 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, y con él, con la Perestroika
sobrevino el colapso del “gigante” con
pies de barro, que se desintegró en varios países, el hambre, el fracaso
absoluto fue lo que finalmente lo derrumbó, ni siquiera los millones de
asesinatos, de presos en la Siberia en los Goulag bajo Stalin, que prosiguió
con sus sucesores. Lo mismo con la China de Mao, régimen bajo el cual murieron
millones, se estima que más de ¡100 millones! No fueron esos asesinatos lo que
derrumbó el Comunismo fue el hambre, y el desastre económico que el Comunismo
dejó en esos países. Lo mismo que en cualquier otro que lo haya intentado.
No obstante el 9
de noviembre de 1989, que parecía el fin de las nefastas teorías de Karl Mark,
Leon Trosky, Rosa de Luxemburgo, y otros, sorprendentemente se siguen enseñando
en las universidades, difundiendo con el fin de atacar y denostar al
Capitalismo, a la “lucha de clases”, la “dictadura del proletariado”, “los
burgueses”, en fin, todas las idioteces que llevaron a la Revolución
Bolchevique y que cayeron por tierra en noviembre de 1989. Los socialistas son
ciegos ante la evidencia, y siguen poniendo pretextos para regresar con la
misma idiotez.
Socialismo del
Siglo XXI
Y ha sido
Venezuela que hoy lo vemos inmerso en una situación trágica el que ha seguido
las doctrinas Comunistas para implementar el “Socialismo del Siglo XXI”.
Venezuela ha
tenido por siempre una estructura sumamente petrolizada y estatizada tiene las
mayores reservas petroleras del mundo estimadas en 296,000 millones de
barriles, sólo por comparación el yacimiento de Cantarell en las aguas de
Campeche tenía 15,000 millones, mismos que ya esfumamos.
En el pasado
reciente, se daba la bonanza económica cuando el precio del petróleo subía, que
por tradición alimentaba el gasto dispendioso del estado que literalmente
financiaba las necesidades de los venezolanos que están acostumbrados desde
siempre, mucho antes que Hugo Chávez a extender la mano al Estado providencia a
cambio de nada. En su economía no se producía nada, en los 1980’s vamos ni
escobas eran producidas en el país, todo era importado. Aunque más adelante si
empezó a crearse una estructura industrial protegida por el estado. Obviamente
cuando el precio del petróleo caía tronaban los huesos, han sido tan
irresponsables (como nosotros en México), de no ahorrar para las vacas flacas,
y peor, de no invertir la monetización del petróleo en bienes de capital que
garantizaran la permanencia y mejor el incremento de la actividad económica.
Así que sus crisis han sido recurrentes.
Hugo Chávez metió
a Venezuela al Comunismo de forma gradual, como el cuento de las ranas que las
pones en un recipiente de agua fría y la empiezas a calentar, para cuando las
ranas se den cuenta ya están bien muertas, en cambio si quisieras meterlas al
agua hirviendo seguramente saltarían. Igual Chávez, empezó (como AMLO), según
esto con mucha ortodoxia económica, pero, incrementando el estado
asistencialista hasta el grado de regalar petróleo y asistencia a sus vecinos
preferentemente Cuba.
PDVSA
Pero el precio
del petróleo cayó…
Y lo primero que
puso en evidencia fue la desastrosa administración de PDVSA, la PEMEX
venezolana, que pasó de ser una empresa más o menos eficiente y rentable a un
verdadero desastre: En 1998, PDVSA producía 3,5 millones de barriles al día,
hoy no llega a 1 millón. Mientras tanto, el Gobierno multiplicó los empleados,
despidiendo a muchos excelentes ingenieros venezolanos y llenando la empresa de
políticos afines, pasando de 25,000 empleados en 1998 a 140,000 en 2017 (Algo
muy similar a lo que AMLO está haciendo con su pasante agrónomo de director).
Así, de sus
estados financieros se desprende que el Gobierno asaltaba hasta 12.000 millones
de dólares en algunos años para financiar gasto político, destruyendo la caja y
el futuro de la empresa (similar a México). Un dinero que ha desaparecido en
una red de intereses clientelares y cuentas offshore de los dirigentes
chavistas (la hija de Chávez está en el club de los miles millonarios).
Brutales aumentos de costes, empeoramiento espectacular de producción, márgenes
y expolio de la caja para pagar subvenciones al chavismo llevaron a la empresa
a endeudarse en más de 34,000 millones de dólares (PEMEX ya está en más de
110,000 millones), después de haber sido una de las más rentables y con mejor
balance del mundo.
Entonces, como ha
pasado lamentablemente aquí, no sólo fue la caída del precio del petróleo
también la caída en la producción lo que dejó al gobierno de Chávez y después
al de Maduro sin dinero para atender su inmenso gasto público…
Empezaron así las
medidas erráticas: Ante la escasez de USD se decretaron varios tipos de cambio
controlados, endeudamiento masivo y la introducción de la inflación, a poner a
funcionar las máquinas de imprimir billetes para pagar a tanto burócrata, y
tanto gasto asistencialista.
A la inflación
siguió la típica de los controles de precios exagerados acompañada de la
habitual retórica anti capitalista “Especuladores”, “Hambreadores del pueblo” y el famoso “Exprópiese” a las empresas que no
cumplían (porque no podían sin perder), con los precios bajo control algunas
más ni tan siquiera fueron expropiadas, cerraron. También como todos sabemos,
con los controles de precios sobreviene el desabasto, la carestía, los mercados
paralelos o “negros”, en donde los venezolanos podían adquirir los productos a
precios ahora sí mucho mayores a los que se hubieran dado sin los controles de
precios, pero “no hay nada más caro que lo que no hay”, así que pagaron los
precios inflados. Así, lejos que el mercados, la oferta y la demanda regularan
los precios, aparecieron nuevos monopolios mercantilistas (de privados
alineados) y estatales. Así Chávez envalentonado que llegó a declarar “Póngame
el petróleo a cero y Venezuela no sufrirá”, o más tarde las propias de Maduro
“Un gobierno revolucionario con poder económico como el que yo presido tiene
planes para pasar cualquier situación así tiren los precios de petróleo a donde
los tiren”.
Venezuela tenía
12,700 empresas privadas cuando Chávez alcanzó el poder, según Conindustria.
Hoy queda menos de una octava parte de esa cifra. Al destrozo económico y
jurídico se añadió el asalto a la propiedad privada con expropiaciones de más
de 690 empresas en doce años. Hoy, esas empresas expropiadas “en socialismo”
están técnicamente quebradas y las que sobreviven zombis producen una cantidad
muy inferior a la mitad de las cifras previas al robo.
Como siempre
ocurre con el socialismo, lo primero fue negar la realidad. “Los inversionistas
no deben preocuparse por la deuda de 2017 y 2018”, afirmaba Rafael Ramírez. Y
efectivamente, no se debían preocupar. Debían aterrarse. Uno de los mayores
bancos de inversión del mundo, que compró $2.800 millones de bonos ante las
promesas de unicornios del chavismo, tuvo que enfrentar la “restructuración”
que realmente fue impago que decretó Maduro el 3 de noviembre de 1917.
Maduro buscó refinanciar…
Pero imposible. Él y Chávez devastaron
el país. Tan sólo unos datos: Entre 1999 y 2014, Venezuela recibió 960,589
millones de dólares de ingresos petroleros, 56,500 millones anuales durante 17
años, cinco veces más que el promedio de ingresos anuales reales de los
gobiernos anteriores entre 1993 y 1998, según la BBC citando a Ecoanalítica.
Esa enorme renta
petrolera fue despilfarrada y a la vez se destruía la economía asaltando la
seguridad jurídica y la iniciativa de inversiones con expropiaciones salvajes.
¿Quién le va a prestar a unos administradores tan desastrosos, a semejantes
asaltadores, aunque sea a tasas de interés altísimas y plazos largos? Empezando
así los litigios y denuncias internacionales por incumplimiento. Y la llave del
endeudamiento de cerró. La reestructuración no fue un alivio ni el principio de
la solución.
Con el
endeudamiento cancelado, no le quedó a Maduro más que la impresora de billetes de
papel: La hiperinflación. ..
La inflación, es
un impuesto más y recae sobre los pobres el mayor perjuicio. “Imprimir moneda
para el pueblo no causa inflación”, repetían los asesores económicos chavistas…
De este modo aumentaron la masa
monetaria a razón de un 3,000% en un solo año, 2018, destruyendo el poder
adquisitivo de la moneda.
La actuación es
sencilla, la que siempre defiende el socialismo: El estado se lanza a aumentar
gasto, subvenciones y empleo público imprimiendo moneda local pensando que los
dólares llegan del cielo porque el Gobierno lo diga. Destruye su economía
expropiando empresas, hundiendo la iniciativa privada e imponiendo unos precios
intervenidos que no cubren el coste de producción por la destrucción del poder
adquisitivo de la moneda. Se destruye todavía más, sigue gastando lo mismo en
términos nominales y lo financia imprimiendo más papelitos sin valor mientras
sus reservas se desploman. Esos papelitos valen cada vez menos y generan
hiperinflación y pobreza.
Venezuela es hoy uno
de los países más pobres del mundo. En 2014, la pobreza extrema era del 23,6% y
en 2017 del 61,2%. La pobreza total superaba el 87% en 2018 (según estudio de
la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Simón Bolívar)
Durante la
gestión de Maduro, no solo se ha llegado a la hiperinflación, que ya llega a un
millón por ciento y el FMI estima que será de 10,000,000% en 2019. Ricardo
Hausmann, profesor de la Universidad de Harvard, explicaba perfectamente la
destrucción vía impresión de moneda: “Cuando Chávez llegó al poder, el dólar
estaba a 0.547 bolívares (547 de los viejos). Cuando Maduro llegó estaba a 26
bolívares: 48 veces más caro. Ahora Maduro devaluó a 6,000,000, 231,000 veces
más caro que como lo encontró y 11,000,000 de veces más caro que cuando llegó
Chávez”. Así, tras varias subidas de salario mínimo en papelitos sin valor,
dicho salario mínimo se ha quedado en menos de 17 dólares al mes. “Imprimiendo
dinero para el pueblo”….
El socialismo
siempre promete el cielo y entrega el infierno.
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Cola racionamiento |
La lección de
esta nueva muestra del fracaso socialista es que es un sistema basado en la
mentira que ignora los principios más básicos de la economía y hunde hasta al
país más rico.
Al final, la
promesa socialista de dinero gratis sale muy cara para los que fingen defender:
las clases bajas. Aprendamos la lección.
El Inexistente Bloqueo
Es muy común en
los socialistas – comunistas externalizar las culpas, y una excusa muy
favorecida siempre (también lo ha sido con Cuba), es inventar un bloqueo
económico de Estados Unidos.
Estados Unidos es
uno de los mayores socios comerciales de Venezuela. El comercio entre Estados
Unidos y Venezuela en 2018 creció más de un 9%. Venezuela tiene acuerdos
bilaterales vigentes y operativos con más de 70 países. El chavismo, igual que
el régimen de Castro en Cuba, manipula llamando bloqueo a las sanciones a los
miembros del régimen y al uso fraudulento de los fondos del país. El único
bloqueo que sufre Venezuela es el del chavismo contra sus ciudadanos.
El verdadero golpe de Estado
Ha sido el que
perpetró Maduro cuando manipuló unas elecciones cuyo resultado no fue
reconocido por la mayoría de países occidentales, con un totalitario proceso
constituyente cuya votación no reconoce ni la empresa a cargo del sistema de
votación (Smartmatic). El chavismo se ha valido de instrumentos aparentemente
democráticos para amordazar a la Asamblea Nacional y perpetuar a Maduro en
elecciones fraudulentas.
A estas mentiras
se añade la de los defensores extranjeros que dicen que Venezuela no es
verdadero socialismo. Si algo ha caracterizado al chavismo ha sido aplicar a
rajatabla las recomendaciones y políticas socialistas, ataque sistemático en
contra del derecho de propiedad que se estableció en el Plan Socialista de la
Nación 2007-2013: expropiar empresas, utilizar la caja de las empresas
estatales para fines políticos, imponer
precios intervenidos e imprimir moneda masivamente.
El Socialismo en Venezuela
Ha dado a los
pobres venezolanos, carestía, niveles de inflación difíciles de siquiera
imaginar, hambre, carencia de lo más elemental como medicinas. Todo esto acompañado
por un aumento enorme de la inseguridad y un empeoramiento sustancial con el
advenimiento del chofer de camión Maduro, que sólo ha hecho volver en crisis
humanitaria la situación del país con millones de exiliados desesperados.
¿Qué lecciones
podemos ver para México? Gracias a Dios, nuestra economía se encuentra
sumamente diversificada y el dinero está en su mayor parte manos de los
empresarios, no del gobierno, con lo que los daños colaterales no serían a
nuestro juicio tan espantosos. Pero hay que poner límites al poder y fortalecer
la sociedad civil si no queremos que eso que ahora vemos como poco probable más
no imposible se dé y acabe Morena y AMLO destruyendo el país como le ha pasado
a todos los países que han seguido las doctrinas económicas Comunistas.
Debemos pues de
estar alertas.
¿Cuándo se jodió Venezuela?, De Raúl Gallegos editorial Ariel.
Venezuela, el mayor robo organizado de la historia Daniel Lacalle
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