Dado que está en
boca de todos eso del recorte de las tasas de interés y peor, de las tasas de
interés negativas que ya se encuentran en Suecia, Japón, y Suiza. Y dado que
recientemente he escrito, con toda intención la importancia del ahorro, y la no
manipulación de las tasas de interés para que el mercado envié las señales
correctas a empresarios y consumidores ¡Pues no! los bancos centrales
responsables de todas y cada una de las crisis financieras mediante sus auges
ficticios seguidos de reventones terribles continúan haciendo su “labor” de
destrozar el valor del dinero y fregarse a todo el mundo.
Desde diciembre
de 2015, el Banco Central Europeo (ECB) bajó sus tasas a -0.15% esto significa
que los depósitos de los bancos comerciales pagarían al ECB por el privilegio
de guardarles el dinero. La intención afirmaba y afirma el ECB es que no
depositaran sino que usaran el dinero para prestar. La idea de las tasas
negativas para muchos bancos centrales sonaba imposible, pero ya que el ECB se “aventó”,
otros lo han seguido. Ya algunos miembros de la Reserva Federal lo ven como
algo posible para los EU.
¿Pero realmente
las tasas negativas son realistas?
Ayer escribí
largo y tendido sobre el ahorro, y el crédito, y derivado de ese razonamiento
(que es de la Escuela Austriaca Von Mises y Hayek principalmente), la tasa de interés
nunca puede ser negativa, sólo mentes obnubiladas podrían pensarlo y peor
practicarlo, pero ya sabemos que para Keynes, ahorrar es no consumir, y eso
daña su modelo circular de la economía en el que tus gastos son mis ingresos,
si te pago y ahorras, no regresas el dinero a la circulación y dañas la
economía, así debe quedar claro al lector que el consumismo es keynesianismo, y
en forma alguna es capitalismo, que está fundamentado en el ahorro.
La tasa de
interés real o natural nunca podrá ser negativa. Esta es una función de la
preferencia humana por los bienes presentes por sobre los bienes futuros, como
escribí en el post anterior, mi auto lo quiero ¡hoy! No dentro de 5 años (que
pueda ahorrar y adquirirlo). Un pájaro en mano es mejor que cientos volando.
Una tasa de interés negativa implica que alguien prefiere menos en el futuro a
más en el presente. Dada la elección si prefieres $ 1,000 hoy o $ 10 en el
futuro, contestas qué prefieres $10 en el futuro. Por supuesto que es un absurdo completo, y
nadie escogerá $10 en el futuro sobre $ 1,000 hoy.
Así de orates
están los economistas del “mainstream” fundamentalmente keynesianos.
Paradójicamente,
si los bancos centrales continúan insistiendo en bajar sus tasas, resultarán en
incrementos en las tasas de mercado. Por ejemplo un banco comercial promedio
que se le deposita y presta dinero. Los ingresos del banco dependen del spread
(diferencial) entre las tasas que paga a
los depositantes y los que le pagan los tenedores de créditos. Al poner las tasas
negativas, los bancos tienen que buscar una forma de darle la vuelta a que el
banco central le cobra por depositar, ya que perderán dinero, y empezarán a
cargar intereses negativos a los clientes del banco (en Suiza ya lo han hecho),
los depositantes entonces retiran su dinero del banco.
Como los
depósitos es lo que permite a los bancos prestar. El número de créditos empieza
a contraerse. El banco empezará a recortar personal, cerrar surcursales. Pero
esto manda señales negativas a los mercados que identifican al banco como
emproblemado e inviable, lo que lleva a mayores retiros de los depositantes, si
el banco es una empresa pública (cotiza en alguna bolsa de valores), sus
acciones caerán. Y entonces el banco subirá la tasa que paga a los depositantes
para que no se retiren y subirá también el spread, incrementando también la
tasa de los créditos, así que finalmente el mercado pudo más que los idiotas
banqueros centrales keynesianos.
Ya Hayek escribía
que las tasas de interés son vitales para el correcto funcionamiento de la
economía, pero, los bancos centrales han decidido jugar con fuego y sólo
crearán problemas enormes, como de hecho lo están haciendo, ese -0.1 % de
crecimiento del PIB Alemán es una muestra de ello. Japón lleva décadas con lo mismo, y sigue
estancado. Pero siguen y siguen porque tienen que hacer “algo”, aunque ese “algo”
sea echar gasolina al fuego.
Tan sólo pensar
que las tasas de interés del mercado se muevan de forma lineal en consonancia
con las tasas objetivo fijadas por los bancos centrales es fútil. Los seres
humanos no somos computadoras programadas para responder exactamente como ellos
quieren (empezando por la preferencia temporal), no reaccionamos de forma
predecible (que se lo digan a los arrogantes econometristas). No somos parte de
su “algoritmo” Para un cambio en la entrada “A” deberá responder entregando “B”.
No obstante que tantos
economistas conocedores de los principios sólidos de economía, condenan la
práctica alocada de los bancos centrales que no están sino echando gasolina al
fuego: Las tasas negativas son lo suficientemente bajas como para inducir
retiros masivos en los depósitos de los bancos comerciales con el riesgo de
colapsar el sistema bancario, construido como es en una pirámide invertida de
reservas fraccionadas.
No será la
primera vez que la economía colapsa por la ignorancia, arrogancia y estupidez
de los banqueros centrales, en un mundo como el actual interconectado,
interpedendiente están por producir un resultado catastrófico.
Sería el momento
de poner a estos payasos fuera, pero el problema es que ni los políticos y
menos la sociedad entiende absolutamente nada así que el daño por venir será
inevitable.
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