lunes, junio 27, 2011

La Tragedia de la Deuda Soberana

En marzo de 2010 escribía el post ¡Cuidado con la Deuda Gubernamental! , en él escribía que,

“La gente invierte en bonos del gobierno por que ofrecen la mejor relación entre premio a la inversión con el menor riesgo. Bueno, eso se supone.”

“El gobierno se financia con deuda debido a que sus ingresos tributarios, y en el caso de México agregamos los ingresos petroleros no son suficientes para cubrir sus gastos. Pero ¿Por qué se endeuda en lugar de recortar sus gastos, o bien aumentar los impuestos?”

“A la gente no le gusta pagar impuestos. Y, al mismo tiempo les encanta recibir beneficios financieros del gobierno. A su vez, a los políticos les fascina hacer que la gente sea feliz dándoles dinero directa o indirectamente. Todo lo “gratis” que supuestamente nos dan, más todos los subsidios, eso por una parte, y por la otra mantener a la burocracia feliz con sus “Conquistas laborales”, sus prebendas, sus jubilaciones, y, sobre todo con un salario y empleo seguros aún en tiempos de crisis. De esta manera se aseguran que van a mantener el poder político, van a ganar las elecciones.”

Y quizá el más importante párrafo sea,

“Y es que los bonos, son una maravilla: El gobierno puede financiar todos sus desfalcos y tonterías sin necesidad de incrementar los impuestos. El electorado entonces disfruta de todos los beneficios, de todo los “gratis”, o subsidiado sin tener, en apariencia, que pagar por ello, es decir, lo “gratis” si parece “gratis”.”


Una maravilla, para las sociales democracias, para los gobiernos irresponsables, que dan cosas gratis, y, entre esas cosas gratis que otorgan está el empleo, sí, la creación de plazas burocráticas para subsanar, o “compensar”, las que por falta de competitividad, falta de capital, y leyes laborales inflexibles “justas”, el sector privado que es el que genera riqueza no crea.

El desarrollo del manejo de las cuentas públicas en Grecia es paradigmático de la tragedia que se veía venir con el Unión Monetaria Europea (UME). Cuando Grecia adoptó el Euro (algo muy parecido puede extenderse a Portugal, Irlanda, España), tres factores se combinaron para generar déficit fiscales excesivos: Primero, Grecia fue admitida con una paridad muy alta (bueno para importar, malo para la competitividad), de esta forma, para el nivel salarial prevaleciente en Grecia muchos trabajadores se convirtieron en poco competitivos comparados con sus vecinos del norte en donde existe mucho mayor productividad en virtud del mayor capital invertido. Para aliviar esta situación las alternativas eran (1) Reducir salarios para incrementar la productividad, (2) Incrementar el gasto gubernamental para subsidiar el desempleo creando beneficios de desempleo, jubilaciones a edades más tempranas pero sobre todo, (3) Expandiendo la burocracia, contratando a los trabajadores poco competitivos directamente como “funcionarios públicos”, (que es lo que hacemos aquí en México solo que tenemos petróleo y no necesitamos endeudarnos, destruimos la “riqueza” petrolera en gasto corriente de la burocracia, pero ese es otro tema). Grecia tiene sindicatos muy bien organizados y poderosos así que reducir los salarios fue imposible los políticos entonces siguieron con las otras dos alternativas que, implicaban déficit.

El déficit se financia con deuda y/o inflación, sin embargo, al entrar a la UME a los griegos les pasó algo así como a los mexicanos y a los venezolanos con el petróleo: No tiene ningún problema incurrir en déficit, éste será financiado por deuda soberana en el caso de Grecia, y por petróleo en el caso de México.

Así fue, al entrar a la UME la deuda soberana griega (y la portuguesa, irlandesa y española) estaba garantizada por el Banco Central Europeo BCE, y por los otros miembros de la UME. Así los bonos griegos pagaban intereses muy próximos a los alemanes. Consecuentemente al pagar intereses tan bajos, los costos de servir la deuda se redujeron drásticamente. Para efectos prácticos, para Grecia y los demás países de la UME las tasas de interés se redujeron artificialmente lo que condujo al derroche y el dispendio. Grecia era conocida por sus varios “defaults” (impago de deuda soberana) en el siglo XX, por su alta inflación su déficit fiscal crónico y su intercambio comercial también deficitario. Así que la entrada de un irresponsable a la UEM de pronto lo volvió casi como un país responsable, con poco déficit fiscal y superávit impresionante en su balanza comercial, como Alemania.

Las condiciones se dieron para que los griegos aceleraran su irresponsabilidad, que fue externalizada a los demás miembros de la UME debido a que el BCE aceptaba bonos soberanos griegos como colateral (garantía) para todas las operaciones de créditos. Los bancos europeos, confiados, en esta garantía, comprarían bonos griegos y usarlos para recibir préstamos del Banco Central Europeo. Engañados fueron….

Así las cosas los bancos compraban deuda griega, que la ponían como colateral para que el BCE les diera dinero que monetizaban para prestar. El gobierno griego a su vez utilizó todo este dinero para los que explicábamos arriba, sobre todo, expandir la burocracia, los políticos griegos eran seres felices, y los griegos también. Lo mismo que puede decirse de los portugueses, españoles, irlandeses, italianos, que tenían dinero barato para regalar cosas, entre ellas empleos.

Todo iba muy bien hasta que estalló la crisis financiera global, aumentaron los déficits tanto en los países fuertes como en los débiles de la Eurozona. Los países más fuertes tenían sus propios problemas y la gente empezó a dudar si apoyarían a los más débiles en caso de emergencia. Además, la diferencia entre el tipo de interés que Grecia tenía que pagar en sus bonos y el que tenía que pagar Alemania aumentó.

En la actual recesión, la liquidación de las malas inversiones (caída de precios de la vivienda y malos préstamos y sus impagos) causó problemas en el sector bancario. Los impagos y las pérdidas en inversiones amenazaron la solvencia de los bancos. Los problemas de solvencia dispararon una crisis de liquidez en las que los bancos tuvieron dificultades para refinanciar su deuda a corto plazo.

En ese momento había alternativas disponibles para atajar el problema de la solvencia y recapitalizar el sistema bancario. Los capitalistas privados, dueños de los bancos, podían haber inyectado capital en los bancos que consideraran viables a largo plazo. Además, los acreedores podían haberse transformado en accionistas, reduciendo así las obligaciones deudoras de los bancos y reforzando su patrimonio. Las instituciones financieras insostenibles (para las que se hubiera encontrado insuficiente capital privado o acreedores convertidos en accionistas) se habrían liquidado. Sí liquidado, quebrado, extinguido.

Aún así se dejaron de lado las soluciones del libre mercado para los problemas de solvencia de los bancos y en su lugar se eligió otra opción. Los gobiernos de todo el mundo inyectaron capital en los banco, garantizando así las responsabilidades del sistema bancario. Como los impuestos son bastante impopulares, estas inyecciones financieras se financiaron con el menos impopular aumento de la deuda pública. En otras palabras, las malas inversiones inducidas por el sistema de banca inflacionista encontraron en último término un patrocinador (el gobierno) en forma de hinchado de la deuda pública.

Hay otra razón por lo que la deuda pública aumentó drásticamente: El Keynesianismo, el gobierno adoptó medidas adicionales para luchar contra la saludable purga de la economía, retrasando así la recuperación. Además del sector financiero, otras industrias sobredimensionadas recibieron inyecciones directas de capital o se beneficiaron de subvenciones del gobierno además del incremento en el gasto público en todos sus significados.

Para Europa las cosas se pusieron aún peor: El supuesto apoyo de las naciones fiscalmente más fuertes redujo artificialmente los tipos de interés de las naciones fiscalmente irresponsables. El acceso a crédito barato permitió a países como Grecia mantener un gigantesco sector público e ignorar el problema estructural de los salarios no competitivos. Cualquier déficit podía financiarse creando dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE), externalizando los costes en los demás miembros de la UME.

Desde el punto de vista político, los incentivos de un sistema así son explosivos: Si como político en campaña prometí regalos a mis votantes con el fin de ganar las elecciones, puedo externalizar los costes de esas promesas en el resto de la UME mediante inflación, y los futuros contribuyentes tendrán que pagar la deuda. Incluso si el gobierno necesitara un rescate (el peor escenario posible), sólo ocurriría en un futuro distante, después de las elecciones.

Pero sobre todo, cuando se produzca la crisis, podré convencer a los votantes de que yo no la he causado, sino que cayó sobre el país como un desastre natural, o que (mejor aún) la han causado los malvados especuladores. Aunque las medidas de austeridad que la acompañan pueden avistarse en el futuro, impuestas por la UME o el FMI, las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina. En una situación así, la típica miopía de los políticos democráticos se combina con la capacidad de externalizar los costes de los déficits a otras naciones y produce una explosiva inflación de la deuda.

Debido a estos perversos incentivos, algunos estados europeos ya estaban en camino hacia la bancarrota cuando golpeó la crisis financiera y explotaron los déficits. La crisis la hizo más evidente, y el desenlace más pronto, pero iban rumbo a la insolvencia aún sin crisis.

Como están hoy las cosas, Grecia está próxima a declarase en bancarrota, y ponerse en “default”, esto es, dejaría de pagar su deuda, esto pondría en serios problemas a todos aquellos que confiaron en aquello de que la UME rescataría y no pasaría nada, aún comprando bonos chatarra, ahora las agencias calificadoras lo reconocen, pero en realidad la deuda soberana griega siempre fue chatarra, porquería. Dentroe del los “aquellos” que compraron deuda griega están principalmente bancos alemanes y franceses, que tendrían que ser recapitalizados probablemente por los gobiernos. Pero el problema no para ahí, si Grecia declarándose en default renegocia quitas a su deuda con sus acreedores, tal y como lo hizo Argentina, es muy probable que otros países siguieran sus pasos, como Portugal, Italia, España, que estarían muy tentados a no pagar su deuda completa. El resultado sería un quebradero de bancos privados, tendríamos una segunda edición de lo de Lehman Brothers, pero ahora trasladado a Europa, también aparecería el equivalente al AIG la aseguradora que supuestamente aseguraba por el incumplimiento de los bonos soberanos. Al declararse Grecia y otros países en default, la aseguradora emisora de los Credit Default Swaps (CDS), que son el seguro por el impago de la deuda muy probablemente también quebraría.

Por esto, los políticos europeos quieren salvar el experimento del euro a toda costa, la garantía de rescate a Grecia se ha hecho explícita. Grecia recibirá préstamos de la UME y el FMI, estimándose un total de 110.000 millones de euros en los próximos tres años. Además, aunque los bonos públicos griegos se han calificado como basura, el BCE continúa aceptándolos e incluso ha empezado a comprarlos directamente.

También existe el riesgo de contagio de Grecia a esos otros países (como Portugal, España, Italia e Irlanda) que tiene altos déficits y deudas. Algunos sufren un alto desempleo y unos mercados laborales inflexibles. Una extensión a estos países podría disparar su insolvencia y ser el fin del euro. La UME reaccionó ante esta posibilidad y se lo jugó “todo”, comprometiendo junto con el FMI un paquete de apoyo adicional de 750.000 millones de euros para estados miembros con problemas con el fin de eliminar la amenaza de contagio.

Por qué los gobiernos no pueden contener la crisis

¿Puede este rescate a Grecia de 110.000 millones de euros, combinado con los 750.000 millones del apoyo adicional prometido, detener la crisis de la deuda soberana o hemos cruzado el punto de no retorno? Hay varias razones por las que las soluciones políticas pueden ser incapaces de detener la extensión de la crisis de la deuda soberana.

Los 110.000 millones de euros concedidos a Grecia no van a ser suficientes. Puedo garantizar que Grecia no reducirá suficientemente su déficit. Las presiones políticas y los disturbios sociales lo impedirán. También debe considerarse que Grecia está aumentando los impuestos, dañando así al sector privado, que es el que genera la riqueza y que su expansión sería el único camino para una mayor recaudación, los altos impuestos contraen al sector privado, son recesivos. Al mismo tiempo Grecia hasta ahora demasiado poco porque no está reduciendo suficientemente sus gastos. Como sucede con todos los gobiernos de la tierra, la palabra reducir gastos, pero en serio .no existe Finalmente, las huelgas están dañando su economía y los disturbios ponen en peligro las tibias (para el tamaño del problema) medidas de austeridad.

Al gastar dinero la UME y el FMI en rescatar en Grecia, hay menos fondos disponibles para rescatar a otros países. Existe un riesgo para algunos países (como Portugal) de que no hay disponible dinero suficiente para rescatarles si es necesario. En consecuencia, aumentan los tipos de interés cargados en sus bonos ahora más arriesgados. Aunque se ha implantado el paquete de apoyo adicional de 750,000 millones en respuesta a este riesgo, la inminente amenaza de contagio se ha detenido a costa de lo que probablemente sean mayores deudas para los países más fuertes de la UME, agravando en último término aun más el problema de la deuda soberana.

Finalmente, alguien debe acabar pagando por el crédito de la UME al 5% a Grecia. (De hecho, Estados Unidos está pagando parte de esta suma indirectamente mediante su participación en el FMI). A medida que aumenten las deudas del resto de los miembros de la UME, tendrán que pagar tipos de interés más altos. Portugal ya está pagando más por su deuda y ahora directamente va a perder al prestar dinero a Grecia a un interés del 5%. Medida que se incrementan tanto las deudas totales como los tipos de interés para Portugal, puede llegar pronto al punto en que ya no pueda refinanciarse. Si entonces Portugal es rescatado por la UME, la deuda y los tipos de interés aumentarán aún más en otros países. Esto puede golpear al siguiente estado más débil, que necesitaría entonces un rescate y así sucesivamente en un efecto dominó.

El rescate de Grecia (y la promesa de apoyo a otros estados miembros con problemas) ha reducido los incentivos para gestionar déficits. El resto de la UME bien puede pensar que, igual que Grecia, tienen derecho a tener el apoyo de la UME. Por ejemplo, como los tipos de interés pueden estabilizarse después del rescate, se elimina artificialmente la presión al gobierno español para reducir su déficit y hacer más flexible el mercado laboral, medidas que son necesarias, pero impopulares entre los votantes.

Por tanto, los problemas de la deuda soberana pueden haber llegado a un punto sin remedio, fuera del impago o altas tasas de inflación. Es probable que con el rescate de Grecia ya hayamos pasado este punto de no retorno.

Finalmente, debe de hacerse énfasis en lo más importante, independientemente del tejemaneje y los detalles de cómo se llegó y las consecuencia que en el futuro tendrá. Esta crisis de la deuda soberana se da por la irresponsabilidad de los políticos y, sí señor y. de los clientes, los “demos”, que están prestos a recibir regalos del hada madrina, regalos que incluyen ni más ni menos que el empleo. Ahora los “demos” están furiosos y salen a las calles a exigirle al hada madrina que continúe dándole lo que les habían dado, pero eso ya no se puede, tienen que enfrentar la realidad, y los políticos recurren a la mentira y al hacer creer a los demos que esta crisis es un desastre natural, o son los especuladores los culpables, tan fácil. La realidad es, que nada en este mundo es “gratis”, y que los gobiernos ni son Santa Clós, ni hadas madrinas. Esto lo van a comprobar con mucho dolor los griegos, portugueses, españoles, italianos, y los que vengan. La tragedia de la deuda soberana, es en realidad la tragedia de las social democracias.

3 comentarios:

  1. Veo con optimismo que los gobiernos socialistas se derrumben por si solos, pero me da miedo la reacción del "demos", de todos aquellos individuos socialistas que perplejos de no tener su utopía vayan descargar sus frustraciones sobre la propiedad de personas inocentes.

    ... O sobre inocentes...

    ResponderBorrar
  2. i4everluis.

    Como escribí en los post sobre la democracia, es imperativo deslegitimarla. Es la culpable de todo, es nenester propagar buenas ideas, son las que pueden cambiar las cosas, de otra forma, como tu escribes, las cosas se van a poner horribles. NUnca faltará el demagogo que aparezca en escena.

    ResponderBorrar
  3. Anónimo6:41 p.m.

    Rodolfo, buenas tardes, no sé si puedes comentar algo acerca de la deuda externa mexicana desde la época de los dinosaurios pasando por Fox y Calderón, cómo se ha comportado la deuda, interna y externa.
    Gracias.
    S.P.

    ResponderBorrar