viernes, septiembre 09, 2016

¡Benditas Calificadoras de Riesgo!



Ayer Peña Nieto especificó Meade, sucesor de Videgaray el tipo de gastos que el nuevo encargado de Hacienda  deberá recortar para asegurar que el gobierno logre el objetivo de   frenar el crecimiento de su endeudamiento el próximo año.
  Hay que "reducir el gasto corriente y los gastos innecesarios",  dijo Peña Nieto.
Estas palabras, vamos a ver si en la práctica se verifican tienen una gran trascendencia ya que hasta ahora los recortes del gobierno, para enfrentar la caída de los precios del petróleo y la también caída en la producción de petróleo ha sido en la inversión, esto es el gasto público en obra pública.
Para los economistas del “mainstream”, el gasto público de inversión produce crecimiento económico, lo cual es muy dudoso puesto que es dinero que se les quita a los contribuyentes  que entonces no consumen y el asunto se equilibra. A menos que sea deuda, pero la posibilidad de contratar deuda ya no es una alternativa, Videgaray llevó el endeudamiento de 25% del PIB hasta casi el 50% del PIB, que todavía es manejable, al nivel de las tasas de interés que ahora se tienen, pero que se presentarán como un verdadero problema cuando éstas se incrementen. Por eso, las calificadoras de riesgo crediticio S&P y Moody’s ya “nos jalaron las orejas” , en efecto, ambas agencias degradaron la perspectiva de México de 'estable'  a 'negativa' en semanas recientes, lo que podría llevarlas en unos  meses o en un año a degradar la calificación de grado de inversión  del país.  Si así ocurriera, los costos financieros de servicio de la deuda y contratación de nuevos créditos para el gobierno se elevarían y con ellos todos los intereses entre particulares, desalentando el consumo y la inversión, induciendo a una desaceleración económica o una recesión.
Los recortes al gasto corriente son temidos por el gobierno puesto que implica el despido de burócratas, algo que puede generar lo que ya sabemos: Manifestaciones, bloqueos de vías de comunicación, etc.
Sin embargo, Peña al menos de palabra, está dispuesto sin importar el costo político.
Dijo Peña ayer que,
 "No solo es contener el gasto público, sino también mejorar la  calidad del ejercicio, esto significa, privilegiar los proyectos de inversión y los programas sociales más efectivos contra la pobreza;  así como reducir el gasto corriente y los gastos innecesarios".
¡Hasta ahora se dan cuenta de los gastos innecesarios! ¡Benditas calificadoras! Sólo ellas han logrado obligar al gobierno a reducir, sus “gastos superfluos”, vamos a ver qué tanto el tamañote del gobierno mexicano completamente alocado para un país que no produce la riqueza para tal tamaño de gasto corriente se reduce.
Yo lo dudo, si no pueden con el CNTE, ¿Cómo van a poder despedir a miles de burócratas?
Pero eso no es lo más importante, esta no es la manera de eliminar burocracia. Hacerlo así, será además del problema social inducirá un problema económico ya que en un ambiente de contracción económica los burócratas despedidos tendrán muy pocas oportunidades de re-emplearse o de auto – emplearse.
En el 2009 escribí un post  Eliminando la Burocracia ahí escribía que,

El problema cuando se liberan tropas, o, burócratas es que la gente común, la comentocracia y los malos economistas sólo ven una parte del proceso.Ellos ven ex soldados deambulando buscando desesperadamente trabajo, ven una pérdida importante del “poder adquisitivo” de ellos y por ende ¿De dónde van a salir los recursos para emplearlos?

Supongamos que el presupuesto del Estado está inicialmente balanceado, y ahora el Estado al liberar a todos los soldados (burócratas) tiene un importante superávit, y el gobierno decide, correctamente, que ese superávit debe ser regresado a la sociedad, 
los impuestos se reducen en la misma proporción que el gasto corriente que era necesario para pagar a las tropas o burócratas. Los contribuyentes ahora se encuentran con que tienen más fondos para comprar más, o ahorrar más para poner pequeños negocios. La demanda de bienes y servicios, por un lado, y la formación de capital por el otro permitirá en un lapso no muy largo de tiempo reintegrar a la tropa a la población económicamente activa.

Aún si el presupuesto inicial tuviera un déficit financiado por la emisión de deuda, no cambia las cosas mucho: Si ya se decidió que se tiene un ventaja al mantener un déficit, éste puede mantenerse y de todas formas regresar a la sociedad el dinero que se requería para mantener a los soldados. Se deja a las finanzas públicas exactamente como antes.

Pero la desmovilización de la tropa (burocracia) no deja a la economía como antes: Los soldados mantenidos por civiles no se transforman en civiles mantenidos por civiles. Se convierten en civiles que se mantienen a sí mismos, dejan de ser parásitos de la sociedad. 

Por tanto, para que los recortes sean efectivos para la sociedad, deben de regresarse impuestos a la sociedad, olvídense de que lo importante es el gasto en inversión, lo que realmente hace crecer la economía es la sociedad, somos nosotros, son las industrias, los comercios, lo hoteles, los restaurantes, son los generadores de riqueza no el que se haga o se deje de hacer una carretera (que además la pueden hacer con inversión privada).

Esta es la gran falla del presupuesto. Es bueno que se esté dando la conciencia de reducir gasto sobre todo el corriente, pero es malo porque tendrá consecuencias de inquietudes sociales y recesivas. Lo que debe de hacerse es regresarle a la sociedad su dinero, para que lo gastemos como mejor nos parezca y se olviden de que el gobierno puede ser motor de la economía. Japón, es el más claro ejemplo de que el gasto público de “inversión”, no produce crecimiento, ellos están endeudados a 200% del PIB, sin lograr salir de la recesión que traen desde hace 30 años. Pero no obstante la evidencia, los keynesianos del gobierno no se saben de otra y siguen insistiendo con lo mismo, y lo mismo no produce resultados.

1 comentario:

  1. Me queda claro –sin negar que heredo una visión que no asimila con facilidad y quizá más bien a "regañadientes" la "destrucción creativa"– que lo que propones es lo que podría arrojar mejores resultados; no obstante, me llama la atención leer a Macario Schattino en su artículo de hoy en El Financiero decir que <> http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/aristoteles.html–, pues alimenta las peores fantasías de hacer que el gasto público sea mayor al actual y sea el protagonista indiscutible. ¡Saludos!

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