lunes, noviembre 04, 2019

El PIB un Indicador Keynesiano Engañoso


“Nadie debe esperar que algún argumento lógico, o alguna experiencia, pueda sacudir el fervor, casi religioso, de aquellos que creen en la salvación por medio del gasto y de la expansión crediticia.” Ludwig von Mises
Aquatúnel en Tokyo, un rotundo fracaso de obra de infraestructura.


La mayoría de la gente, sobre todo los economistas del Manistream, oficialistas, así como, por supuesto, los políticos confían en una cifra estadística llamada el Producto Interno Bruto (PIB). El PIB refleja el valor final de los bienes y servicios producidos durante un período de tiempo, normalmente un trimestre. Esta estadística está construida considerando (muy a lo Keynesiano) que lo que mueve a la economía es el consumo y no la producción de riqueza. Lo que al PIB le importa es la demanda final de bienes y servicios.
Al enfocarse exclusivamente al consumo final de bienes y servicios, el PIB cae en el mundo de lo fantástico, en un mundo en donde los bienes emergen sólo por que los consumidores así lo desean. Esto es totalmente absurdo cuando se piensa en cómo funciona la actividad económica en la realidad. Se piensa en forma totalmente errónea que la demanda de productos inmediatamente incide en la producción, esto es, se desprecia totalmente las varias etapas que preceden la aparición del bien final.
Como nos dice el economista (austriaco) Frank Shostak: “El cálculo del PIB no nos dice si los bienes finales fueron producidos durante ese período de tiempo son consecuencia de riqueza real en expansión, o un reflejo de consumo de capital”. Por ejemplo, en el programa ideado en 2009 para reactivar el consumo en EU de autos por chatarra, los autos consumidos podrían haberse creado hace mucho tiempo y estar almacenados como inventario de las agencias. Una casa pudo haberse construido hace mucho tiempo y vendida en el trimestre en cuestión, evidentemente nada tiene que ver con la producción de riqueza en el período bajo consideración.
Otras inconsistencias se tienen, por ejemplo, con las casas construidas durante el boom inmobiliario, éstas contribuyeron significativamente, en su momento al PIB, pero ahora, estas mismas casas se encuentran vacías, mientras que banqueros, propietarios y reguladores se encuentran enfrascados en conflictos legales y lanzamientos. Y todas ellas son responsables de la quiebra y pérdida patrimonial de sus propietarios.
En China, poco después de la crisis de 2008, el gobierno se dio por construir ciudades completitas, hoy todos eso departamentos están vacios, fue un inmenso desperdicio de capital, pero claro, contribuyó a subir el PIB.
Para los economistas de la Escuela Austriaca la situación es evidente: El PIB no refleja y no puede hacerlo el desperdicio colosal de recursos, los enormes esfuerzos y los recursos naturales que se fueron a construir las casas que hoy nadie quiere. Sí, todas esas malas inversiones del pasado hicieron que el PIB subiera, pero finalmente sólo fueron capital desperdiciado.
También, como apunta el economista de la Escuela Austriaca Murray Rothbard: Las cifras del PIB son sospechosas debido a que lo producido por el gobierno es contabilizado. Por supuesto, el gobierno no produce nada que los consumidores paguen por ello voluntariamente, el dinero es apropiado de ellos, se roba a la economía productiva para poder proporcionar estos servicios. Por consiguiente hay por lo menos una doble contabilidad en esta producción.
Y esto viene al caso si es que activan el Plan Nacional de Infraestructura, quizá suba el PIB, por la componente G de su formulación, pero realmente la economía seguirá tan estancada y recesiva como antes. Japón insistió e insistió con esta idea keynesiana del gasto público de infraestructura y lo único que logró fue pasar su deuda gubernamental de 90% a 153% de su PIB, sin poder reactivarla jamás. Esto es significa que es una mentira que el gasto público reactiva, es contracíclico y todos los calificativos que los keynesianos inventan.
Otro punto importante es que la forma de calcular el PIB no nos dice nada si es un reflejo real de riqueza producida de expansión económica, o si en realidad es reflejo de consumo de capital, por ejemplo consumo de inventarios.
También tenemos, por ejemplo si el gobierno construye una pirámide, que aporta absolutamente nada a los individuos, el PIB la contabilizará como crecimiento económico. En realidad, la construcción de la pirámide está desviando los recursos para fondear las actividades que producen riqueza real, y, por consiguiente, reprimiendo, sofocando la generación de riqueza real.
Como es calculado el PIB se desprecia por entero las etapas intermedias de producción y por consiguiente es de muy poca utilidad como herramienta de evaluación de los ciclos de boom-estallido. No es por eso sorprendente que para los economistas keynesianos del mainstream estén forzados a concluir que las recesiones se dan por una súbita contracción en el consumo, a datos erróneos conclusiones erróneas. En consecuencia, es muy lógico que los economistas del mainstream sean partidarios de las políticas monetarias laxas para, según ellos “revivir” la economía.
La misma idea del PIB lleva a pensamientos confusos: Da la impresión que hay algo así como una producción nacional. Sin embargo, en la realidad la riqueza que es producida por alguien pertenece a alguien. En otras palabras, los bienes y servicios ni son producidos en su totalidad ni son supervisados por el supremo Gobierno. Por estos motivos todo el concepto del PIB está totalmente desligado de la realidad.
Según Ludwig Von Mises, toda la idea de un producto nacional es totalmente inverosímil y es sus palabras:
“Todo intento de determinar en equivalente monetario de la riqueza de una nación o de toda la humanidad es tan infantil como los son el esfuerzos de los místicos para resolver todos los enigmas del universo basados en las dimensiones de la pirámide de Keops”.

Aún más,

Existen varios problemas ya de índole conceptual en el cómputo de la estadística del PIB. Para calcular un gran total, muchas cosas deben se sumarse juntas. Para poder sumar cosas se debe de tener una unidad en común. No es posible sumar refrigeradores con autos con casas con camisas con zapatos y pantalones para obtener el gran total de la producción. Debido a que no puede definirse la producción total real con un sentido útil, obviamente no puede ser cuantificada.
Para “resolver” este problema, los economistas emplean el gasto monetario total en bienes el cual dividen por el precio promedio de los bienes. Esto sin embargo impone un gran problema ¿Cuál es el precio? Si es tipo de cambio entre dos individuos en un lugar individual y en un momento en el tiempo determinado. El precio es el tipo de cambio de un bien respecto de otro, es la cantidad de otros bienes divididos por el primero. En la economía del dinero, el precio será la cantidad de dinero dividido por la cantidad del primer bien.
Para que entiendan lo que quiere decirse, un ejemplo: Supongamos dos transacciones, en la primera una pantalla se intercambia por $1000. En la segunda, una camisa se intercambia por $ 40. El precio o tipo de cambio en la primera transacción es $1000/1Pantalla. En la segunda es $40/1camisa. Para calcular el precio promedio, debiéramos de sumar estas dos cifras y dividir entre dos. Pero, 1 Televisor no puede sumarse con una camisa, no es posible obtener el precio promedio, éste carece de sentido, es una absoluta tontería. Ya en la escuela elemental se nos decía que no se pueden sumar peras con manzanas. ¡Pues los economistas lo hacen!
Es interesante hacer notar que en los mercados de materias primas los precios se dan como Dólares por barril, Dólares por onza de oro, Dólares por millones de BTU de gas, Dólares por quintal de maíz, etc. No tiene ningún sentido, pero ninguno obtener un precio promedio de la producción de materias primas. Como el economista Murray Rothbard escribe: “Cualquier concepto que involucre establecer precios promedios (y cambios en los precios promedios como implica en el cómputo del PIB) tal como mantequilla con autos, azúcar, con casas, es ilegítimo y carece de todo sentido”.
Por más que le hagan los estadísticos por usar métodos sofisticados están de raíz mal, están como decimos coloquialmente sumando peras con manzanas. Esto es, están haciendo una tontería, aunque matemáticamente pueda parece correcta.
Y a lo que vamos y es lo importante: ¿Cómo tomamos los pronunciamientos periódicos sobre el estado de la economía en términos del PIB? Todo lo que podemos decir es que ese indicador no tiene nada que ver con el estado real de la economía y a lo más reflejará el bombeo de dinero que además es creado de la nada.
Por regla, entre más dinero sea creado por el banco central y los bancos comerciales obviamente mayor será el gasto en términos de las monedas creadas. Esto en turno implica que la razón de cambio de lo que se ha rotulado como la “economía” en realidad está reflejando el incremento de la cantidad de dinero en circulación.
Por consiguiente, no debería sorprendernos que el banco central pueda producir, “crecimiento de la economía”, y los economistas del mainstream servilmente aceptan esa idea. Un gran parte del denominado “Análisis Económico”, proporciona soporte “científico” para las visiones ampliamente aceptadas de que por medio del bombeo monetario, esto es, crear dinero de la nada y verterlo en la economía mediante la expansión del crédito puede hacer crecer la economía. Sin embargo todos esos estudios no toman en cuenta, o mejor dicho, pasan por alto, que por su misma naturaleza de medición el cómputo del PIB está íntimamente relacionado con la cantidad de dinero y no con la actividad económica que es lo que supuestamente se debería medir.
Uno está tentado a preguntarse ¿Por qué es necesario saber el crecimiento de la denominada “economía”? ¿A qué propósito sirve? En una economía libre no manipulada e intervenida por los gobiernos, este tipo de información es totalmente irrelevante para los empresarios. El único indicador que a los empresarios les es relevante son las utilidades o las pérdidas. ¿Cómo puede usar el empresario la información de que la economía creció en 2 por ciento durante el trimestre previo para tener utilidades? …
Los empresarios no necesitan conocer este tipo de información ambigua y muy general, ellos requieren información específica dirigida a la demanda de sus productos específicos. El empresario debe crear sus propias fuentes de información para tomar decisiones. Como por ejemplo, contratar o despedir trabajadores.
Pero las cosas son muy diferentes en las economías intervenidas por los gobiernos y los bancos centrales. Bajo estas condiciones ningún empresario puede ignorar la estadística del PIB, no porque sea correcta o confiable, sino por que marca la dirección de las futuras intervenciones de los gobiernos y bancos centrales en las cuestiones de política fiscal y monetaria. Así mismo los participantes en los mercados financieros siguen muy de cerca la estadística del PIB con el fin de imaginar que acciones vendrán por el banco central que afectará el desempeño de acciones, bonos, materias primas, y tipos de cambio.

Un Invento Keynesiano llamado “Macroeconomía”


Todo un ejército de economistas se encuentra dedicado a adivinar si el banco central bajará, mantendrá o subirá las tasas de interés de referencia. Aún más, para proporcionar racionalidad y soporte “científico”, crearon una nueva “rama de la economía” a la que llamaron “Macroeconomía”. Resulta innecesario afirmar que esta no es más que una vacilada que no refleja el comportamiento del mundo real sino con una entidad que no existe a la que le llaman la “Macroeconomía”.
Mediante la Macroeconomía y su PIB los gobiernos y bancos centrales quieren dar la impresión que pueden navegar y CONTROLAR la economía. Según este mito genial, la “economía” seguirá las órdenes de los arrogantes burócratas que la controlarán como un conductor de un automóvil, pisando el freno o el acelerador: Si la economía se estanca pues fácil, habrá que darle un empujón bajando las tasas de interés, si se “sobrecalienta” (así dicen ellos), darle un frenón bajando las tasas. ¡Qué fácil! ¿No es así? Los soberbios y arrogantes burócratas tienen según ellos total control sobre la economía, como el de un conductor sobre su automóvil. ¡Absurdo! Tan absurdo que por eso estamos en una crisis ¿Qué no estaban acelerando? ¿Nos estrellamos? ¿Qué pasó con el conductor de "la economía"?¿Estaba ebrio?¿Drogado?
Si todo se redujera al cómputo del PIB el ejercicio mentiroso como hemos demostrado no tendría consecuencia alguna. Sin embargo, de esta estadística se derivan políticas manipuladoras e intervencionistas que afectan el desempeño libre de los mercados, y que terminan afectando el comportamiento correcto de los generadores de riqueza. Mediante las manipulaciones a las tasas de interés, los bancos centrales no ayuda a crear una mayor prosperidad, ayudan a crear un más robusto PIB, con las consecuencias de crear un ciclo de boom-crisis, como el que estamos viviendo en su etapa de boom, por el boom producido con antelación por Greenspan que reventó y ahora va otro en curso que reventará algún día.
Podemos concluir que la estadística del PIB es una abstracción vacía, totalmente desligada del mundo real, de la actividad económica real. Sin embargo, el PIB “es el dato” que más importancia le dan los gobiernos y los bancos centrales dado que les proporciona la justificación para proseguir con su interferencia al desarrollo libre de los negocios. También proporciona un marco institucional que sirve para evaluar a los gobiernos.
Y los gobiernos siempre tienen que estar haciendo cosas, siempre… Porque los mercados son imperfectos y ellos, sí que son perfectos.

lunes, octubre 14, 2019

En la Mente del Keynesiano




En el presente sexenio el secretario de Hacienda Carlos Urzúa que le renunció a AMLO se declaraba fervientemente keynesiano, lo mismo que su sucesor Arturo Herrera. En el sexenio de Peña Nieto  Luis Videgaray Caso es un economista nominalmente del ITAM, pero que hizo su doctorado en MIT, esto es, en el bastión de los keynesianos en EUA, contrario pues, a la Escuela de Chicago, supuestamente más pro-libre mercado y cuna intelectual de Milton Friedman y en donde F.A. Hayek, uno de los más importantes economistas de la Escuela Austriaca, tuvo una estancia también. De Chicago provienen Francisco Gil Díaz y Agustín Carstens, que bueno, si bien nunca fueron liberales al menos no intentaron sacar a la economía de su postración de ya décadas a base de gastar y endeudarse. ¡Al menos!
De MIT, proviene también Pedro Aspe Armella, el que fue secretario de Hacienda en el mandato de Carlos Salinas de Gortari, y que no sé si lo recuerden, adorador de Dornbusch, otro keynesiano, maestro de los dos y cuyo libro “Macroeconomía”, es libro (o era ya no sé) de texto en el ITAM.
El punto importante, sin embargo, es que todos estos economistas, comparten la creencia de que a los mercados, esto es, a la economía, debe de intervenírsele, porque solita es demasiado imperfecta. Esto es, debe el gobierno ejercer con pleno derecho su función como “Rector”, de ella, y no dejarla nunca libre. Aún más, están convencidos, de que el crecimiento económico sólo puede verificarse si el Estado interviene en forma decisiva y apabullante.

Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero

Para reforzar estas ideas, los economistas oficiales, invocan al creador de la “Nueva Economía”: El economista inglés de la Universidad de Cambridge John Maynard Keynes (1883-1946), presentó en 1936 su libro “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero” en donde presenta, y da sustento “teórico” y formal, y “científico”, adornado de retórica y de fórmulas matemáticas ininteligibles para los que no son profesionales de la Economía  a las ideas consumistas, de origen mercantilista y vertidas en “Profits”, y ha sido desde su publicación el pretexto, o mejor dicho, “sustento científico” para que los gobiernos se proclamen así mismo rectores de la Economía.
Voy a explicar al lector, yo también se algo de keynesianismo como es que piensan todos esos economistas keynesianos.
La idea principal del libro escrita por el propio Keynes la copio de la contraportada literalmente, sólo traduciendo puesto que se encuentra en inglés:
"Las líneas fundamentales de nuestra teoría pueden explicarse como sigue: Cuando crece el empleo la renta agregada crece. La psicología de la comunidad hace que cuando se aumenta la renta real agregada aumenta el consumo agregado, pero no tanto como la renta. De ahí que los empleadores sufrirán pérdidas, si el nuevo empleo se destinara a satisfacer la demanda para consumo inmediato. Por tanto, para justificar un determinado nivel de empleo debe existir un volumen de inversión corriente suficiente para absorber el exceso de producción total sobre la parte que la comunidad elige consumir para un determinado nivel de empleo. Salvo que exista este volumen de inversión, los beneficios de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirles a ofrecer este nivel de empleo. Se sigue, pues, que dado lo que podemos llamar la propensión a consumir de la comunidad, el nivel de empleo de equilibrio, esto es, el nivel al que no existen incentivos para los empleadores como un todo de aumentar o contraer el empleo, dependerá del volumen de inversión corriente.”

“Por tanto, dadas la propensión al consumo y la proporción de inversión nueva, sólo habrá un nivel de empleo que se corresponda con el de equilibrio. Pero no existe razón alguna para esperar que este nivel sea igual al de pleno empleo... El sistema económico puede encontrarse en equilibrio estable a un nivel por debajo del pleno empleo".
Para expresarlo muy simple, la economía según Keynes tiene un esquema circular, tu gasto son mis ingresos.
Equilibrio Keynesiano
En la figura siguiente la línea cian representa el equilibrio circular de la Economía según Keynes. La demanda del sector privado es D = C + I. Esto es el consumo más la inversión de los particulares La gráfica nos muestra la idea de economía circular de Keynes, “mis ingresos son tus gastos”, que se representa con la línea cian a 45 grados. Aquí tenemos, en azul,  el consumo privado C y en verde la inversión, también privada I, que se suma a la del consumo para determinar D, la demanda agregada privada. Quiero aclarar que no estoy de acuerdo con esto, ya que la inversión, no es consumo, pero en fin, estamos pensando como keynesianos, así que venga.   Ahora bien, si la renta (ingresos) de la gente aumenta pero no el gasto y la inversión en la misma proporción, habrá una acumulación de inventarios o producción que no se puede vender. Las empresas sufren pérdidas doblemente, por un lado porque los costos laborales han aumentado y por el otro por que no pueden vender todo lo que producen disminuyendo así su productividad, esto es, los costos laborales por unidad producida aumentan.
Consumo e Inversión Privados
Con esta situación, ante la óptica de los keynesianos  necesitamos que entre el gobierno con montones de dinero a gastar, el gasto público G, que dejaría la gráfica como sigue,
Entra G el Gasto Público y el ingreso se sube a Yp
El gasto gubernamental se agrega a C+I privados para dejar la demanda agregada D = C + I + G. Los ingresos se desplazan de Yr a Yp, por lo que la economía entra en crecimiento, no se acumulan inventarios, la inversión crece, en fin. Todo lo que los keynesianos dicen que sucede.
Por este motivo los keynesianos implementan “Reformas Fiscales” y cualquier método “creativo”, para expoliar más al ciudadano y las empresas, todo esto para, financiar, según elllos , el G, el gasto público y llevar a México ( o el país que sea pe Japón o China) a otro nivel.  Recordemos que no sólo hemos padecido un incremento de impuestos, que, cuando llegan al “tope” se siguen con déficit que se financia como explicamos en el post anterior con deuda, o, con inflación. Para así, verter mayor cantidad de G en la economía.
¡Qué bonito! Y sobre todo ¡Qué fácil! Gasta papi gobierno, y la economía sale como cohete a nuevas alturas. ¿Sí?, pues ¡No!
Ya  que existe un “pequeño” problema, Keynes y los keynesianos está suponiendo que C e I se quedan en donde están, y que sólo la economía está esperando a que llegue G para brincar a nuevo niveles de ingreso, sostenido y robusto crecimiento y adiós al desempleo.

Pero esto no sucede, por el contrario, C e I caen, y caen porque el dinero que se usa para financiar G proviene de C y de I, esto es como querer llenar una alberca poniendo la succión de una bomba en el fondo de la alberca, y la descarga en la superficie, si habrán muchas olas, pero ciertamente que la alberca no subirá ni un milímetro en su nivel.
Así las cosas, la gráfica de cómo los keynesianos  dejan realmente la  economía según su marco keynesiano de economía circular sería como en la siguiente figura

Los mayores impuestos desplazan a C e I a C' e I' contrayendo el ingreso

Aquí el consumo privado y la inversión privada muestran que no se quedan en donde estaban, sino que, como sucede, se desplazan hacia abajo, a C’ e I’ y el ingreso de Yr a Yr’.
Puede suceder, que los keynesianos no recurran al mayor expolio, sin que recurran al déficit, y este se financia con deuda pública, en este caso, si, pudiera presentarse un temporal crecimiento en la economía, pero en el largo plazo, la deuda tiene que servirse, se van a pagar más y más por intereses y amortizaciones, cuando se dan cuenta, la economía sigue igual, postrada, pero con un endeudamiento mayúsculo. El mejor ejemplo de esto es Japón, que cayó en depresión económica en 1992 tras el colapso de sus burbujas inmobiliaria y accionaria. En ese momento la relación deuda PIB era de 80%. Hoy después de haber gastado en puentes que no transportan a nadie, aeropuertos que no se usan, etc. etc. la deuda de Japón es la mayor del mundo en relación a su PIB 253% y nunca pudieron “reactivar la economía”.

Corolario

Cualquier gobierno, hasta el más inepto,  y estúpido,  puede hacer crecer el indicador PIB, sólo necesita gastar, para esto, puede expoliar más duro a la sociedad, endeudarse, y provocar inflación. Esto es lo que ha hecho nuestros gobiernos desde siempre.
Pero a ese gasto que resultó en hacer crecer el PIB, tarde o temprano tiene sus consecuencias: Quiebra del país, pobreza, más desempleo, desesperanza.
Los mexicanos no necesitamos que crezca el PIB, los mexicanos necesitamos, no necesitamos, ¡urge!, que crezca la inversión de CAPITAL, necesitamos más fábricas, más hoteles, más tiendas, más restaurantes, antros, edificios de oficina, más de todo aquello que produce una utilidad y que satisface los deseos y las necesidades de todos aquello que produce intercambios voluntarios que es riqueza. En pocas palabras, necesitamos más actividad empresarial, no más PIB. Necesitamos más generación real de riqueza, no más PIB. Necesitamos más empleos no en el chambódromo parasitario, las chambas a “ninis”, la siembra de arbolitos, la burocracia. Lo que se necesita es propiciar la producción riqueza real, no más PIB.
AMLO y sus “economistas” van a desviar los recursos, nuestros recursos, nuestro capital, a lo que se les venga en gana construir, o gastar, que el aeropuerto, que la refinería, que el tren maya,  el resultado va a ser que va a sofocar la generación real de la riqueza. Pero esto, les vale madre. Los intervencionistas poco entiende de riqueza real  y nos recetará “medidas contracíclicas” con nuestro dinero, provocando con ellos una recesión aún peor en el sector real de la economía.
¿Querían el regreso del PRI de tiempos de LEA-JLP? Ahí los tienen, y verán las consecuencias.
Este es el modelo del PRI, hoy adoptado por Morena,  así ha sido siempre. Tienen un desprecio absoluto por el sector productivo, para ellos, el crecimiento de la economía es sinónimo del crecimiento del PIB, y el gobierno ciertamente puede hacer crecer el PIB, aunque, insisto, eso no implica en forma alguna que la economía tenga crecimiento, el sector de la producción real de bienes y servicios. Para ellos, los del PRI, los empleos los pone el “Chambódromo”, les conviene, es corporativismo, es como en los países comunistas, son votos, son votos de gente que les debe la chamba, y que los perpetúan en el poder. Ese es el real y verdadero interés de la “Reforma Fiscal”: Más burócratas, más pobres, y aparentar que la economía crece, es en pocas palabras alimentar y dar fuerza al parásito.
Y, si esto es grave, en el contexto internacional actual será terrible: Europa está ya en una recesión económica, y nuestro vecino, que aparentemente ya está mejor, caerá en el momento en que los “Estímulos cuantitativos cesen”, reventando la burbuja que han creado sobre todo en los mercados de bonos y acciones, esto los volverá a meter en recesión, y nosotros…

Veremos un país destrozado…La escasa actividad empresarial recibirá un duro golpe con este gobierno, como lo recibió con la terrible y desgraciada dupla LEA-JoLoPo. Ya lo han hecho, lo volverán a hacer.

lunes, septiembre 30, 2019

La Deuda Gubernamental Será el Detonante de la Próxima Crisis Global (1)


Es para mí sorprendente como ha permeado hasta la médula de la sociedad, o mejor dicho de las sociedades, la mexicana es tan sólo uno de ellas, la enorme mentira, la patraña de que el gasto público es benéfico para la economía.
Argumentaba el jurista Oliver Wendell Holmes: "A mí me gusta pagar impuestos. Con ellos compro civilización".
La periodista Denise Dresser en un artículo (hace ya tiempo) escribía:  ”Los impuestos financian la modernidad, y por ello México no logra alcanzarla”…
Estas ideas están totalmente generalizadas  una gran cantidad de personas, creé que sí que los impuestos financian la modernidad y si esta es la premisa, la conclusión es que la baja recaudación, nos aleja de ella. Hemos sido aleccionados, o mejor dicho adoctrinados que el gasto público es lo que se requiere para salir de la pobreza, para ser modernos, para crecer económicamente, para tener mejoras materiales en todos y cada uno de los individuos que formamos este colectivo nacional.
A la Sra. Dresser,  al jurista Wendell Holmes y a todos los que piensan que el gasto público es benéfico para la economía, les voy a demostrar aquí, que lejos de que compre modernidad o civilización lo que el gasto público compra es estancamiento, pobreza,  atraso, y degrada el nivel de vida de toda la sociedad.
Por supuesto, este sentir y pensar tienen su origen, por una parte en el sistema democrático, el “negocio” de los políticos es el poder, y al poder se accede con votos, por consiguiente, el político desea hacer sentir y creer a la muchedumbre, a las mayorías, a los “demos” que son necesarios, que son imprescindibles, que son los “rectores” de la economía, que ellos mediante sus intervenciones tienen el control, acelerador y freno de la economía, que los caóticos y anárquicos mercados son imperfectos, y que para eso están para perfeccionarlos, también, venden la idea de que son una especie de hadas madrinas, que proporcionan “gratis” una enorme cantidad de “derechos sociales”, derechos que, nos dicen, son derechos humanos: Educación, salud, trabajo, pensiones, hasta el funeral, son derechos a los que todo ser humano tiene por la sola y única razón de existir, o más bien, de poder votar, por aquel político que les proporcione en los hechos acceso más derechos “sociales”, que por supuesto, supuestamente son gratuitos. ¿Gratuitos?
También, en especial en nuestros países latinoamericanos, la lucha contra la pobreza y el hambre, ¿No dice AMLO que Primero los Pobres? Los pobres, son el filón más preciado de los políticos, sin pobres, los políticos estarían perdidos, son lemas de campañas políticas, son tema de programas presupuestales para el filántropo gobierno que acude presto a ayudarlos: Solidaridad, Progresa, Oportunidades, Cruzada contra el Hambre, ahora con AMLO la tarjeta de la 4ª, secretarías de Estado, y la pléyade de burócratas que son los encargados de hacer llegar la ayuda a tanto pobre, a tanto necesitado, a tanto hambreado. Son ellos los receptores de la más injusta y lacerante “desigualdad” y la justificación, por supuesto,  para la “redistribución” de la riqueza, quitarle a los desiguales ricos o quizá no tan ricos, pero mucho mejor que esos pobres que se mueren del hambre. ¡Magnífico argumento! Y más cuando es en los países latinoamericanos en que la gente es muy bondadosa y lo aprueba como algo justo, algo deseable ¿Quién se va a oponer en darle alimento al hambriento?
Dentro de las categorías del gasto gubernamental tenemos el gasto público de “inversión”, aquí el gobierno se convierte en empresario, en el desarrollador de la denominada infraestructura: Carreteras, puentes, obras hidráulicas y sanitarias, trenes, rápidos y no tanto, y hasta “bala”,  puertos y aeropuertos, hospitales, escuelas, en fin. Todos sabemos lo que es el gasto del gobierno en infraestructura, también, similar a lo que he escrito sobre la pobreza, difícilmente alguien podría oponerse a esa, no gasto, inversión, para que “detone” la actividad económica, nos dicen sus adeptos. Además, se nos dice que el Gasto Público tiene “multiplicador”, y, en consecuencia tiene un mayor y mejor efecto en la economía. Que le pregunten a los Japoneses que en 30 años se la han pasado buscando el “multiplicador” y no lo encuentran y lo que sí encontraron es endeudarse hasta los niveles actuales de 250 por ciento de su PIB. Y nada, siguen en recesión.
El principal problema del gasto gubernamental es que siempre se desboca, y este es un problema global, no es exclusivo de México.  Pronto, su obra s públicas, y también su gasto corriente son mayores a sus ingresos fiscales y, para cubrir el boquete del déficit recurren al endeudamiento.

El Endeudamiento

Figura 1 Traders de Bonos
Con los gobiernos pasa exactamente lo mismo que con cualquier persona irresponsable con sus manejos financieros: Nunca ahorra, vive de crédito, y cada vez toma más crédito, hasta que un día se encuentra que su ingresos ya son una parte muy importante para poder pagar sus intereses, lo que se dice servir sus créditos, pero, no para, su manera de solucionar el problema es  seguir, contratando más tarjetas de crédito para pagar los vencimientos de sus otras tarjetas más hipotecas, más créditos automotrices. Pero un día, ya no le dan más créditos ni tarjetas, y se encuentra con la espantosa realidad de que tiene que pagar todos los créditos que tomó, y que el pago de sólo los intereses es del 80 % de sus ingresos. Pronto, tendrá que vender mucho de lo adquirido, para poder seguir pagando, pronto caerá en el impago, y le caerán los juicios, lo lanzarán de su casa, le quitarán sus automóviles, el tipo, está en quiebra.
Este cuento, real para algún individuo, es también cierto para las empresas. Por ejemplo, la mexicana Cemex basó su expansión transnacional en base a créditos, sus cálculos, le decían que todo estaba bajo control, todavía al iniciar la crisis de Lehman Brothers, la cementera, compró a crédito a la empresa australiana Rinker por 17,000 millones de USD. Terminó con una relación pasivos a valor de capitalización de 18 veces. Está técnicamente quebrada, en estos momentos sobrevive por la baja brutal de las tasas de interés, y se ha desinvertido para pagar, pero esto no va a ser por siempre. Historias similares pueden contarse de otras empresas quebradas como GM, Chrysler, USS Steel, y tantas otras, que caen en la trampa de la expansión del crédito, creen que las condiciones de bajos intereses son eternas, y cuando cambia la situación, caen en desgracia.
Y, finalmente, lo mismo es cierto para los gobiernos, que se comportan muchos de ellos, la mayoría, con absoluta irresponsabilidad.
El gasto público del que hemos venido hablando, se financia de tres formas: Con los impuestos, con la emisión de deuda, y, con la más nociva de todas, con la inflación, que como veremos es consecuencia de la segunda.
La deuda gubernamental existe por qué los gobiernos no tienen paro, no tienen límite, son como el individuo con el que empecé este post. Quiere quedar bien con los “demos”, con la gente, quieren llenarlos de regalos, quieren hacer mucha obra pública, eso “viste” mucho al político, por eso AMLO, por ejemplo se arrancó con sus segundos pisos, son como modernas pirámides, enormes, visibles. En cambio obras como el drenaje profundo, que son necesarias, son postergadas, nadie las ve, la obra pública para que políticamente sea útil tiene que ser visible, y si es lo más cercano a una pirámide egipcia, mejor. Si no, pregunten a Moreira, el ex de Coahuila, cuál fue su motivación para dejar empinado a su Estado con cuantiosa deuda pública.
Y es que la deuda es para los políticos, tan hermosa, no tienen que subir impuestos, hacen sus cosas y todo parece gratis, realmente gratis. Es como nuestro individuo que firma y firma pagarés de tarjetas de crédito y se hace de todo: Pantallas, iPhones, tablets, viajes por el mundo, hoteles de magnate, cenas en los mejores restaurantes y sólo hay que firmar. Lo mismo con los políticos, sólo hay que contratar más deuda con los bancos, o emitir bonos, como los del Tesoro, los Treasuries, o como aquí en México los Cetes.
Así los políticos, no sólo pueden hacer obras monumentales, también pueden dar seguros de vida a las madres solteras, establecer el seguro universal de salud, seguros de desempleo, ustedes mencionen un deseo, los políticos investidos en hadas madrinas lo concederán con cargo al erario y como sus impuestos no les alcanzan emitirán deuda. Mucha deuda. Así todo lo gratis realmente parece gratis ¡Genial!
El gasto público destruye el capital de los particulares, esto es suficientemente nocivo, pero la deuda, la deuda del gobierno, no sólo destruye, desintegra el capital, lo volatiliza, es como una bomba atómica su poder destructivo, por qué la consecuencia inmediata de la deuda es la inflación.

Pero vayamos por partes…

Mucha gente invierte sus ahorros en deuda gubernamental, ya sean aquí CETES, en EU Bonos del Tesoro, y sus muchas variantes de papeles que genéricamente se les denominan bonos. Más aún, muchos gobiernos invierten en bonos de otros países, siendo paradigmática la inversión en bonos del Tesoro de los EU para invertir en ellos las reservas internacionales. En México, la gente común no invierte directamente en deuda gubernamental, lo hace indirectamente mediante los fondos de inversión que la contienen en su mayor parte, lo mismo que las Afores. En cualquier caso, la gente invierte en bonos del gobierno por que ofrecen la mejor relación entre premio a la inversión con el menor riesgo. Bueno, eso se supone.
Pero un momento, ¿Qué son realmente los bonos del gobierno?¿Quién paga sus intereses? ¿Quién finalmente los redime? Y más importante aún, ¿Qué consecuencias tiene sobre la generalidad de la economía que la deuda del gobierno se expanda?
Para empezar un bono representa un préstamo al sector público, y éste lo utiliza para lo que ya sabemos: Le paga a los políticos, los burócratas, a sus grupos favoritos, la seguridad social, gastos militares, subsidios a todo lo que se le ocurra, infraestructura , su Estado de Bienestar, regalos para todos, etc., etc.
El gobierno se financia con deuda debido a que sus ingresos tributarios, y en el caso de México agregamos los ingresos petroleros no son suficientes para cubrir sus gastos. Pero ¿Por qué se endeuda en lugar de recortar sus gastos, o bien aumentar los impuestos?
A la gente no le gusta pagar impuestos. Y, al mismo tiempo les encanta recibir beneficios financieros del gobierno. A su vez, a los políticos les fascina hacer que la gente sea feliz dándoles dinero directa o indirectamente. Todo lo “gratis” que supuestamente nos dan, más todos los subsidios, eso por una parte, y por la otra mantener a la burocracia feliz con sus “Conquistas laborales”, sus prebendas, sus jubilaciones, y, sobre todo con un salario y empleo seguros aún en tiempos de crisis. De esta manera se aseguran que van a mantener el poder político, van a ganar las elecciones.
Y aquí está el meollo del asunto: Desde el punto de vista electoral la deuda es de lo más atractiva, por eso, Morena y los partiditos de la izquierda se lanzan con spots atacando las alzas de impuestos,  nunca proponen recortar los gastos públicos, ellos lo que quieren es déficit público que significa deuda, ya que no creo que sean capaces de recortar el gasto corriente de la burocracia. Así podremos ver a un político criticando el alza de impuestos, pero por supuesto que no dice como le haría para no incurrir en déficit, aunque en realidad, eso no le importa, para eso están los bonos.
Y es que los bonos, son una maravilla: El gobierno puede financiar todos sus desfalcos y tonterías sin necesidad de incrementar los impuestos. El electorado entonces disfruta de todos los beneficios, de todo los “gratis”, o subsidiado sin tener, en apariencia, que pagar por ello, es decir, lo “gratis” si parece “gratis”.
Los contribuyentes sólo tienen que pagar una mínima porción del dispendio: Los intereses, mientras que la redención de la deuda se le trasfiere a las generaciones futuras.
Además, la gente compra bonos (o fondos) voluntariamente, de tal forma que es fácil emitir nueva deuda y colocarla sin ninguna oposición política. También,  la deuda del gobierno se considera de bajo riesgo, ya que el gobierno tiene el poder, de expropiar  mediante los impuestos la riqueza de los contribuyentes los inversionistas por tanto se siente confiados que recuperarán su inversión más los intereses. Eso…en teoría.
En los países con ideologías estatistas, esto es, casi todos, justifican su endeudamiento típicamente diciendo que el gasto público es un estímulo a la producción y el empleo.  Nos dicen, cínicamente, que los que tuvieron mayores déficits les ha ido menos mal en la crisis global…
Sin embargo, todo esto, contiene varios errores de valoración, de juicio. Para empezar, siendo la más importante, los gobiernos no crean riqueza con su gasto financiado con el crédito. El financiamiento público permite al gobierno incrementar su participación en los recursos escasos, recursos que de otra forma se irían a proyectos de inversión productivos. 
Como los beneficios que todos estos proyectos de inversión productivos hubieran dado a la economía, que no se realizaron por que el gobierno tomó lo recursos, no pueden ser apreciados  la gente no puede ni indignarse por qué no puede contrastar con lo que se hubiese realizado con ese dinero que se fue a financiamiento público, es decir al desperdicio. Si el gobierno no emitiera tanta deuda, la banca comercial se vería obligada a cumplir con su negocio que es prestar, y tomar los riesgos. Así que si en un país no hay crédito para actividades productivas en mucho debe dársele las gracias a su principal competidor por esos recursos: El gobierno.
Finalmente, existe un uso todavía más descabellado para el uso de la deuda del gobierno: Financiar el déficit en la cuenta corriente, esto es principalmente cuando la balanza comercial es deficitaria y deben conseguirse divisas para pagar por las importaciones. Esto debido a que las inversiones productivas no son lo suficientemente grandes para proporcionar divisas. Esto, es típico de nuestro país, lo han repetido una y otra vez, atrayendo capitales “de cartera”, que luego se van, y se van en un santiamén y nos dejan hablando solos, esta es la razón principal de lo elevado de la tasa actual de los bonos mexicanos. Esta fue la responsable de la crisis de 1994. Las autoridades, intervencionistas, como siempre, en lugar de dejar que la escasez de divisas encarezcan el dólar, y por tanto que se limiten de forma automática las importaciones, no, premian la entrada de dinero caliente atraído por las tasas de interés de la deuda del gobierno, entran dólares y sucede exactamente el efecto contrario: El dólar baja de precio, se abarata lo importado, se encarece lo exportado, nos volvemos menos competitivos, pero todo el mundo feliz de comprar importado y, según esto, controlar la inflación, y destruir la planta productiva local a base de importaciones subsidiadas ¡con nuestros impuestos!. ¿Ilógico, no es así? Pues así es, así ha sido por muchísimos años.
Ya he escrito más en detalle sobre este problema, la acumulación de reservas internacionales, en “La Espada de Damocles Sobre La Economía Méxicana” el punto es que se crea deuda para obtener dólares, pero se engolosinan y quieren usarlo para bajar la inflación, ¿Cómo? Bajando la paridad peso dólar, esto es revaluando el peso, pero al hacerlo convierten la deuda interna en externa, ya que un bono en manos de extranjeros, es deuda externa, los acontecimientos de 1994 así lo confirman. Y, no entendemos.
Entonces se crea deuda, para atraer capitales de “cartera”, para complementar nuestras necesidades de divisas, se nos pasa la mano, al grado que más de $ 1010,000 millones de dólares en Cetes, bonos M, y otros papeles, están en manos de extranjeros, que un día, como pasó en 1994, pueden decidir salir, y ponernos en una situación de crisis.

También la deuda ha colaborado, en mucho, con la gestación de la crisis, me refiero al mecanismo perverso usado por China para anclar al Yuan con un valor muy competitivo (por cierto al contrario que aquí), y utilizar los dólares que entran por sus exportaciones para comprar deuda del gobierno de los Estados Unidos, así los estadounidenses pueden financiar su enorme déficit, sus guerritas, sus enorme aparato estatal, y ahora sus planes médicos a costa de destruir su planta industrial al  transferirla a China. Desde el punto de vista de déficit y tamaño total de la deuda respecto a su PIB EU está peor que Grecia, y, sin embargo, nadie cuestiona, hasta ahora, su calidad crediticia.

Los Incentivos Para Servir la Deuda del Gobierno

Hay otra pregunta importante que debe responderse: ¿Por qué los contribuyentes actuales deben de pagar por toda la deuda del gobierno que acumuló en el pasado, deuda de la que no son responsables, y peor aún, deuda de la que actualmente no tienen ningún beneficio?
La respuesta es el prestigio en la calidad del crédito del gobierno. Si su calidad es alta para los inversionistas, gobernantes pueden seguir tomando recursos de sus gobernados (o extranjeros deseosos de buenos premios) para financiar la deuda.
Pero al igual que sucede con el individuo botarete que tiene sus tarjetas de crédito hasta el tope, y un día, le niegan ampliarle el crédito, lo mismo sucede cuando un día, como le pasó a Argentina, o a Grecia, un día el financiamiento de la deuda se torna imposible. Como por ejemplo cuando la deuda se vuelve muy costosa, o podría ponerse muy costosa si le siguen, es decir cuando las tasas de interés llegan a un cierto umbral, o bien cuando el total de la deuda acumula llega un cierto nivel en que el incentivo para servicio de la deuda pública decae rápidamente, y ya nadie quiere invertir en ese determinado país. Por esto, las calificadoras de riesgo soberano ya le pusieron un hasta aquí a México que tiene su deuda en poco más del 50 por ciento del PIB.
Esta es la principal razón por la que, por ejemplo, el Banco Central Europeo compra bonos de países con altos problemas de pago del servicio de su deuda para que puedan seguir pagando y no caigan en impagos. Como sucedería con Grecia, Italia, España, y Portugal (que se les conoce como el grupo de los PIGS).
Los contribuyentes se empiezan a preguntar: ¿Por qué el servicio de la deuda es tan elevado? ¿Por qué todos los impuestos se van sólo a pagar deuda? ¿Por qué tengo que pagar por algo de lo que no me benefició?
Y los gobernantes, que fueron los autores del problema se preguntan ¿Por qué meternos en lo políticamente áspero de reducir el gasto público y/o subir los impuestos? ¿Por qué mejor no emitir más deuda?
Por supuesto la deuda del gobierno es mantenida en gran parte por el propio electorado, gobernantes y gobernados tienen fuertes incentivos para mantener el servicio de la deuda emitida, al menos al principio.
Pero, lo mismo que sucede con las personas irresponsables que se endeudan a más no poder, que tienen sus tarjetas de crédito al tope, más créditos hipotecarios y automotrices, y un día llegan al límite y ya los bancos no se los quieren ampliar y viene la “resaca” del endeudamiento, así los países llegan a un nivel de endeudamiento tal que los efectos empiezan a notarse: El crecimiento económico empieza a deteriorarse y los impuestos se van a servir el pago de la deuda, los recortes presupuestales les dan miedo a los políticos por los desórdenes que generan, manifestaciones de despedidos, vean tan sólo los “maestros” del CNTE los desmanes que producen. Por esto, se opta por emitir deuda para pagar deuda. Esto es, como si contratáramos una nueva tarjeta de crédito para pagar los mínimos de otras que tenemos hasta el tope. Así más temprano que tarde, la calidad de la deuda del gobierno colapsa.
Si la deuda gubernamental es mantenida por grupos que no tienen mayor influencia en las políticas públicas (por ejemplo, extranjeros o grupos minoritarios locales), la percepción de riesgo del inminente impago se vuelve muy elevada. Empieza a crearse la desconfianza y en estos asuntos, la confianza es el nombre del juego.
Por supuesto, nadie espera que los gobiernos salden algún día su deuda, lo que se espera es que al vencimiento de los bonos se recontraten nuevos bono esto se llama (roll over). Esto significa que el inversionista en bonos de hoy espera que haya inversionistas en el futuro dispuestos a prestarle más dinero al gobierno.
Pero, si los inversionistas de hoy pierden la confianza de que habrá más inversionistas que tomen nuevos bonos, que hagan el roll  over, debido a que con o sin razón temen que ni el gobernante ni los gobernados tienen suficientes incentivos para servir la deuda, empiezan los problemas.
Lo que sucede cuando los inversionistas salen de los bonos del gobierno, sus precios caen y por consiguiente las tasas de interés tienen que subir para bajar  la percepción de riesgo de los inversionistas. Los costos del gobierno se incrementan…Y no pasará mucho tiempo en que aún con altos premios las naciones sin capacidad de pago (como Grecia, España o, en el pasado reciente México y Argentina  y ya vendrán más), se les deja solas a su suerte el pago de su deuda y arreglar el desorden en las finanzas es un trance muy complicado y amargo, por decir lo menos. Los mexicanos ya tenemos amplia experiencia en esto.
La deuda es pues la peor vertiente del gasto público, a los políticos en los gobiernos democráticos su “negocio” es acceder al poder, y mantenerlo, para ellos son capaces de todo, para ser ellos y sólo ellos los que proporcionan jugosos regalos a los “demos” para que voten por ellos, por supuesto, es tan grande el dispendio, que sus ingresos tributarios, en México agregaríamos la monetización de las ventas de petróleo, que se endeudan, y la deuda crece, y crece, hasta que un día se vuelve impagable, y entramos en el infierno.

Incentivos Para La Inflación


Hasta hace muy poco, existía de acuerdo a su valoración en los mercados de bonos una enorme preocupación de que varios gobiernos caerán en el impago de su deuda. Por ejemplo existe el instrumento denominado Credit Default Swaps (CDS) sus Spreads (diferencia entre precio ofertado y pedido) has estado en constante aumento.
Figura 2Puntos Base CDS
Para explicarlo simplemente el CDS puede verse como un seguro para el tenedor de bonos para protegerlo del impago (default se le llama), así un mayor sea el Spread puede interpretarse como la percepción de una mayor probabilidad, desde el punto de vista de los inversionistas que se caerá en el default.
La siguiente figura muestra los CDS para bonos a 5 años en puntos base. Aquí puede apreciarse que si bien la última subida aún permanece por debajo de los niveles vistos a fines de 2008 y principios del 2009, está subiendo pronunciadamente debido a los temores por la calidad crediticia de Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia, Francia, etc. , etc., esto es la capacidad de los gobernantes, gobernados y los inversionistas extranjeros sobre la duda cada vez mayor de que los gobiernos puedan dar servicio a sus respectivas deudas. A propósito he dejado la gráfica de 2010 porque esto ha cambiado desde el momento en que el BCE se puso a comprar bonos y con ello “tiró” las tasas de interés. Así bonos de Grecia, por ejemplo, que estaban en 17% hoy están en 2%. Sin embargo, el dinero empleado por el BCE es creado de la nada, ahora resulta que la deuda gubernamental europea ya no requiere de capitales que la financien es suficiente crear dinero, mucho, y terminar con el problema … Por ahora.
El gasto público del que hemos venido hablando, se financia de tres formas: Con los impuestos, con la emisión de deuda, y, con la más nociva de todas, con la inflación, que es consecuencia de la segunda: Cuando ya no es posible endeudarse más, los gobiernos debido a que tienen la posibilidad de crear dinero de la nada, imprimen mucho, para poder pagar y cumplir sus promesas con los “demos” y su burocracia enorme y creciente y llena de prebendas y canonjías. Como los bienes y servicios que existen en la economía son idénticos, el dinero adicional que se vierte en la economía empuja los precios para arriba. Este es el último recurso, y es lo que mantiene por ejemplo a Argentina y Venezuela que viven a base de la impresión alocada de “pancholares” papelitos con valor decreciente.
Así que no nos debe de tomar por sorpresa que el siguiente episodio que probablemente vamos a presenciar es inflación y no default. Tal y como Ludwig Von Mises escribía en su libro “The Causes of Economic Crisis and Other Essays Before and After the Great Depression,” y que sirvió de base para escribir este post.
“Si un gobierno no está en la posibilidad de poder negociar sus deudas y tampoco tiene posibilidades por razones de miedo a las reacciones de la gente de incrementar los impuestos o reducir su gasto, los efectos económicos generales serán patentes muy pronto, de tal forma que pronto perderá cualquier apoyo a sus programas de austeridad y seguirá por tomar el último recurso de inducir la inflación.”
Y de ahí al colapso final de su moneda….Todo es cuestión de tiempo. ¿Cuándo? Imposible saberlo, pero para allá vamos.

Figura 3 Mujer usando Marcos Alemanes para calentar agua, salía más barato que comprar combustible.


domingo, septiembre 15, 2019

La Causas de la Crisis de Crédito


La causa de la crisis en el crédito tiene un nombre: El régimen de dinero de papel, de dinero “fiduciario” que los gobiernos imprimen, siguiendo las recomendaciones de Lord Keynes, del post previo con singular alegría.


Este diagnóstico está tomado de la Teoría Monetaria del Ciclo de Negocios desarrollada por Ludwig von Mises, uno de los más importantes representantes de la Escuela Austriaca de Economía. En su obra monumental “Acción Humana, un Tratado de Economía” escribe,


“Los movimientos similares a olas que afectan los sistemas económicos, la recurrencia de períodos de auge que son seguidos por períodos de depresión es el resultado inevitable de todos los intentos, que se repiten una y otra vez, de bajar la tasa de interés de los mercados por medio de la expansión crediticia. No hay modo de evitar el colapso final de una burbuja inflada por la expansión artificial del crédito. La alternativa es si la crisis se dejará venir pronto como resultado del abandono de seguir expandiendo el crédito, o, posponerla, para que se presente la catástrofe que involucre todo el sistema monetario de dinero fiduciario”.
Mises previó que los gobiernos, harían lo que recomienda Keynes (Cuando escribió Acción Humana Keynes aún era irrelevante): Empujar las tasas de interés para abajo mediante la expansión del crédito movidos por una mentalidad anticapitalista (recordemos que capital es en esencia ahorro).

Para los ojos de los maníacos y demagogos instalados en los Bancos Centrales y en los gobiernos, el interés es una maquinación siniestra de explotadores, usureros, de los ricos dueños del dinero. Uno de los dogmas del moderno intervencionismo es que los gobiernos deben de bajar las tasas de interés tanto como sea posible, o como recomienda Lord Keynes abolirlas por completo en una generación. En los tiempos presentes, todos los gobiernos y los “medios especializados” están dedicados fanáticamente a la política del dinero fácil.
En los capítulos XIX y XX de “Acción Humana”, Mises explica que una vez que se presenta la crisis económica, que ve como la consecuencia inevitable de la incesante e implacable de la introducción de dinero de papel en la economía, que como una droga, hace que el público clame por más, por más dinero fácil, y más baja la tasa de interés, nos dice Mises que esa política se verá como el remedio contra la recesión y la deflación, a la que le tienen pánico los gobernantes. Sin embargo, Mises establece que esa política nos llevará finalmente a terminar con la destrucción del valor de intercambio del dinero. Esto es, la hiperinflación.
El boom puede durar tanto como la expansión en el crédito siga su curso, eso es lo que lo alimenta, a un ritmo acelerado. El boom llega a su término tan pronto como el ritmo de dinero fiduciario que es introducido al sistema disminuye o, de plano, se suspende. Y debe de llegar a este punto, debido a que aún si la inflación (en el sentido de mayor dinero en circulación, no el keynesiano) y la expansión en el crédito prosigan sin fin, encontrarán barreras naturales que evitarán que continúe la expansión del crédito, esto fácilmente puede comprenderse cuando el individuo, o un país, llegan a un punto tal en que el servicio de su deuda se vuelve difícil o imposible, aún con bajas tasas de interés. La incapacidad de seguir absorbiendo el crédito, aún el crédito fácil llevará al crack del boom y el colapso de todo el sistema monetario que está basado precisamente en la deuda. Los incumplimientos de créditos destruyen todos los activos bancarios poniendo en entredicho todo el sistema.

La Tasa de Interés del Mercado –Refleja la Preferencia de la Gente por el Presente

La gente siempre ha mostrado antipatía, aún hostilidad al fenómeno de la tasa de interés. La tasa de interés parece ser un obstáculo a la producción y al empleo. Como resultado, hemos leído las recomendaciones de Lord Keynes que son seguidas por los gobiernos para manipularlas, para intervenir en el mercado suministrando dinero para producir la ilusión de mucho ahorro y así tirar las tasas. “Tan genuino como el ahorro real”, decía Keynes…A la discreción del Banco Central.
La falta de entendimiento de la misma naturaleza de lo que es la tasa de interés induce a problemas. Mises enfatiza que la tasa de interés (o, como Mises escribe, “la tasa de interés original”) es una categoría de la acción humana. En un mercado no manipulado, refleja las “preferencias temporales” de la gente. Debido a que los bienes y servicios son escasos, la gente le da mayor valor a los bienes y servicios hoy (“bienes presentes”) que a los bienes y servicios en algún punto en el futuro (“bienes futuros”). Es por eso que los bienes presentes se adquieren con un premio sobre los bienes en el futuro. Ese premio es la tasa de interés, o la tasa de preferencia temporal.
Supongamos que yo quiero comprar un auto, puedo ahorrar digamos por 3 años para adquirirlo, o bien, podemos tomar el ahorro de alguien más para que haga posible que tenga el auto hoy mismo. Como para mí vale más tenerlo hoy que tenerlo en 3 años, pago el sobreprecio que es la tasa de interés.
La tasa de interés de mercado es el resultado de ahorradores que desean intercambiar bienes futuros contra bienes presentes en un “mercado temporal”. Debido a la preferencia en el tiempo, la oferta de bienes presentes (esto es, la demanda por bienes futuros) está relacionada positivamente con la tasa de interés, mientras que la demanda de bienes presentes (oferta de bienes futuros) está negativamente relacionada con la tasa de interés.
La tasa de interés no es lo que motiva el ahorro, ni es tampoco un premio para abstenerse de consumir. La tasa de interés simplemente expresa las valuaciones individuales de los bienes en el futuro contra los bienes en el presente. La tasa varía de acuerdo con la preferencia temporal de la gente. Por ejemplo, si la preferencia temporal de la gente disminuye, la gente ahorrará e invertirá más y consumirá menos de sus ingresos: Esta disminución en la preferencia temporal, presionará a que baje la tasa de interés de equilibrio.
Contrario a lo que piensan Keynes & Cia. Es decir casi todos los economistas. El decaimiento en la preferencia temporal produce que una mayor porción del ingreso disponible sea ahorrado e invertido en negocios productivos lo que produce crecimiento económico. A medida que la porción de bienes presentes son bienes de producción, bienes de capital, y decrece la porción de bienes de consumo se está alistando la planta productiva para producir más en el futuro.
Para ilustrar esto considérese la siguiente figura, sea la tasa de equilibro del mercado i0 para el punto A, para la cual, los ahorros (esto es la oferta de bienes presentes) vale S0 y la inversión (esto es la demanda de bienes presentes) vale I0. Si disminuye la preferencia temporal de los demandantes de bienes presentes moverá la tendencia al ahorro de S a S’ resultando en una nueva tasa de interés que es i1 para la cual el ahorro vale S1 y la inversión I1, El punto B marca un punto estable que refleja las preferencias reales de la gente, esto es, lo que desean ahorrar, invertir y consumir.
Disminución de la preferencia temporal en el mercado del tiempo.

Imprimamos Dinero Acción que se Traduce en Problemas

 Como escribíamos, en un mercado libre, la tasa de interés cambia acorde con las preferencias temporales de la gente. Sin embargo, habrá un problema muy grave si la tasa de interés es intervenida y bajada por el gobierno. Esto típicamente lo logran al inducir a los bancos comerciales a aumentar la cantidad de dinero disponible para prestar.
Ahora los bancos empiezan a prestar y derramar el dinero en la economía. Como resultado, la tasa de interés del mercado cae. Los empresarios se aprovechan de esta tasa de interés baja para adquirir equipo nuevo, contratar gente, comprar materias primas, y acrecentar los inventarios. Expanden la producción de bienes de capital (productivos) relativo a bienes de consumo (tal y como sucede cuando naturalmente disminuye la preferencia temporal) Los negocios actúan como si efectivamente los ahorros hubiesen aumentando.
Sin embargo, el incremento en la demanda de los factores para la producción no se acompaña de un incremento en los recursos disponibles en la economía: El incremento en la cantidad de dinero no incrementa la cantidad de bienes presentes que desean intercambiarse por bienes futuros. Como resultado el incremento en la demanda de los factores de producción presiona los mercados de los recursos escasos como materias primas y salarios.

Todo esto se verifica sin que la preferencia temporal de la gente haya cambiado. La verdad es que el público no desea ahorrar e invertir más que antes del incremento en el suministro de dinero a través del crédito. Tarde que temprano, la gente retornará a sus proporciones deseadas de consumo-ahorro.
A medida que la gente regresa a su preferencia consumo-ahorro, queda de manifiesto que las empresas invirtieron en demasía en relación a los bienes de consumo. La demanda de los productos de las empresas no es tan grande como se esperaba, los empresarios paran la adquisición de bienes de producción y la industria de bienes de capital experimenta una caída.
Utilizando un gráfico similar para ilustrar estas ideas considérese la siguiente figura en donde como antes el punto A es el equilibrio entre tasa de interés, ahorro e inversión. Pero ahora, la curva se desplaza a S’ = S+DM, no porque hayan cambiado las preferencias temporales del público, sino porque se induce una derrama monetaria DM (que Keynes llama “ahorro genuino” ). Como antes, se llega a un punto de equilibro B, la tasa cae a i1, mientras que ahorro e inversión se mueven a S1 e I1 respectivamente.
 Mercado Temporal Intervenido

Y sí, al hacer esto la economía experimenta un boom, originado por la inversión inducida por el dinero adicional introducido mediante créditos. Sin embargo, este nuevo punto de equilibrio, con menor tasa de interés, mayor inversión y toda la expansión económica no es estable, en el sentido de que representa las preferencias temporales reales de la gente. Esto es debido a que la tasa de interés 1 es menor a la tasa de interés i0 que está acorde con las preferencias temporales de la gente, por esto, la gente desea retornar a su punto de equilibro consumo-ahorro, o incluso debido a los excesos a una curva S todavía más a la izquierda, esto implica moverse de regreso de B a A. Este desplazamiento significa el reventón del boom previamente originado.

La Crisis Induce a Políticas que Causarán Crisis Peores en el Futuro

 Keynes recomienda, “debe actuarse con decisión y sin contemplaciones” para re inflar proporcionando más dinero barato en las dosis que sean necesarias para no perder la “capacidad de rebotar” de los mercados.
Sin embargo, como indica Mises y la Escuela Austriaca, la crisis fue causada por el gobierno (que buscaba el cuasi-boom, y abolir los baches económicos), bajando la tasa de interés, la aparición de la crisis hace que el gobierno responda bajando aún más la tasa de interés e inundando el mercado con dinero fácil. Si bien es cierto, que, como lo hemos vivido en este momento, estas acciones podrán por algún tiempo restablecer el boom y por algún tiempo mantenerlo vivo, hacer parecer que ya todo pasó; sin embargo, durante este tiempo de re inflar se realizarán más malas inversiones, se desencadenará la inflación y se endeudará todo el mundo, desde países hasta particulares, los costos del colapso final por re inflar el boom aumentan cada vez más.
Esto es exactamente lo que han hecho los gobiernos, muy particularmente el Banco Central Europeo BCE, y, en el pasado, pero que puede repetirlo la Reserva Federal de EU.
Y para cuando llegue, por que llegará, el desastre económico causado por intervenir en los mercados será de proporciones inimaginables. Aguardemos pues, por estos sucesos…

domingo, septiembre 08, 2019

El Origen de las Crisis Económicas


Todos vemos como algo “natural” que las tasas de interés sean manipuladas por los bancos centrales. Se nos dice que el banco central las fijará de acuerdo con las condiciones de inflación y de crecimiento en la economía, que cuando se cae en un bache en la actividad económica el banco central debe bajar la tasas de interés, cuidando, según esto, que la inflación no se dispare, y viceversa, si existe inflación y/o el crecimiento económico es demasiado vigoroso y se amenaza con la inflación, entonces el banco central subirá las tasas de interés.
Es decir, según esta tesis, el banco central tiene un acelerador y un freno que le permiten acelerar o frenar la actividad económica, al acelerar o frenar la inflación.
También, aunque no implícitamente, los gobiernos no se tientan el corazón para fijar altas tasas impositivas para cubrir “sus gastos”. Al hacer esto, los gobiernos desechan la importancia del ahorro y la formación del capital por que creen que puede eficazmente substituirse por crédito barato.

El Libro más Nefasto en la Historia Económica


Este libro que crea una “Revolución”, la keynesiana es un magnum opus, es el que crea la “Macroeconomía”, en él se inventan cosas como la función del consumo, los multiplicadores que sólo el gasto del estado pueden lograr, de la demanda agregada, del concepto del PIB, la eficiencia marginal del capital, el efecto de la demanda efectiva y la preferencia por la liquidez. Su argumento central es que el nivel de empleo no es determinado por el nivel de los salarios de los trabajadores como establecen los neoclásicos, sino por el gasto de dinero (demanda agregada) Keynes argumenta que es un error suponer que los mercados libres competitivos en el largo plazo proporcionen empleo pleno. Por lo contrario afirma, el estado de baja contratación y baja inversión es el estado natural a menos que se tomen por parte del estado medidas activas. Una de las implicaciones de la “Teoría General….” Es que la falta de competencia no es un problema  fundamental y las medidas para reducir el desempleo al rebajar salarios son fútiles (aunque propone la inflación, que finalmente es reducir salarios, pero bueno).
Este libro afirmo, ha sido para la humanidad mucho más pernicioso y dañino a la humanidad que el propio Das Kapital de Karl Marx. Porque está disfrazado de “capitalismo”, y, en realidad es lo más anti capitalista que se ha escrito, y es el origen del consumismo, y del exacerbado gasto público.
Es, por mucho Lord John Maynard Keynes…El más influyente “economista” y pensador social del siglo XX.

The General Theory y la Tasa de Interés


También en el libro “General Theory…”, Keynes, toca el tema del dinero y la tasa de interés y afirma categórico que las tasas de interés no son auto ajustables a un nivel propicio para tener una ventaja social y constantemente tienden a subir demasiado.
Y, explica que el mundo después de varios milenios de ahorro por los individuos, es tan pobre…que se explica…por las altas tasas de interés. ¿No será por culpa de los gobiernos que destruyen la riqueza?
Y que esto se explica porque la gente “atesora” su dinero por miedo, lo cual crea escasez en los fondos disponibles lo que sube las tasas. Parcialmente por que los dueños del dinero no “aceptan” tasas razonables.
Por consiguiente Keynes recomienda que sea el gobierno el encargado de bajar las tasas de interés a un nivel “razonable”, al incrementar la cantidad de fondos disponibles para el crédito. Esto se logra creando dinero nuevo, y, por consiguiente, dando la ilusión de que existe mucho dinero ahorrado.
Keynes escribe que,
“El cambio en la cantidad de dinero está dentro de los poderes del gobierno. La cantidad de dinero aunada a la disponibilidad de los prestadores a prestar es lo que determina la tasa de interés”.
Y advierte Keynes que no se le debe tener miedo a esta “ingeniería” gubernamental, los temores de que se inunde el mercado con dinero no tienen fundamento nos dice que “El dinero nuevo que es impreso por el gobierno e introducido al sistema financiero mediante la expansión en el crédito de los bancos es tan genuino, tan real como cualquier tipo de ahorro. Esto debido a que no existe ninguna virtud en la tasa de interés alta preexistente no existe mal alguno en bajarla mediante la intervención del gobierno."
El ataque de Lord Keynes a las tasas de interés va más allá y nos dice que “Es deseable y factible reducir las tasas a la meta final: Cero. Pero no deberá de llevarse en forma abrupta: Para una comunidad adecuadamente administrada, será posible llevar las tasas de interés a cero en aproximadamente una generación”.
Bueno pues, pues ya está ahí. En Europa el BCE ya las tiene en cero e incluso negativas,  y la Reserva Federal las tiene ahora en 2% pero ya las tuvo en casi cero.
Pero aquí viene lo bueno, veamos cual es el objetivo final de Keynes con este ataque al nivel de las tasas de interés:
 “Nuestro objetivo (no existe nada que no se pueda lograr), deberá ser incrementar la cantidad de capital hasta que deje de ser escaso, de tal forma que los dueños de los ahorros dejen de percibir un premio”…
“Los dueños del capital son disfuncionales, pueden obtener interés por qué el capital es escaso. Pero, no existe razón alguna para que exista escasez de capital dado que el gobierno puede imprimir todo el dinero que sea necesario y distribuirlo. Al hacer que el capital gratuito sea disponible para todos podremos despojarnos de muchas de las características objecionables del capitalismo. Los inversionistas o prestamistas ricos desaparecerán.”
“Visto bajo esta luz, es abominable para los trabajadores que estén desempleados, cuando en realidad hay mucho trabajo útil por realizar, todo porque el capital se hace artificialmente escaso, las tasas de interés son demasiado elevadas, y en consecuencia la inversión es muy riesgosa. “
Keynes está consciente de la existencia de las crisis económicas, recesiones y depresiones, y afirma categórico que éstas no tienen ningún propósito útil al servir como purgatorio. Esto es falso, afirma Lord Keynes.
Keynes también en su “General Theory…”, afirma que los booms pueden crear alguna que otra inversión mal direccionada. Y que el bache puede ayudar a deshacerse de la madera muerta. Pero, que es mucho mejor tener inversiones mal direccionadas, a no tener ninguna. Por lo que concluye que las recesiones no son necesarias para el progreso económico ya sea por su característica de purgatorio o para moderar la especulación al introducir el miedo a la toma de riesgos alocada. Por el contrario, dice lord Keynes que es menester,
"Abolir las recesiones"
Y, en su lugar, mantener (mediante la intervención de los gobiernos vía los bancos centrales) un

"Perpetuo Cuasi-Boom."
Lo que justifica, el párrafo con el que inicié este post. El Banco Central tiene el freno y el acelerador para evitar el bache, y permanecer en un eterno y perpetuo Cuasi Boom….
Alan Greenspan en los 90’s y principios de los 2000’s como gobernador de la Reserva Federal estaba comprometido a seguir al pié de la letra con la recomendación de Sir Keynes. Cuando se le colapsó la burbuja de las punto com en el año 2000 y se avecinaba una recesión no dudó en expandir el crédito y bajar las tasas de interés para mantener el “Cuasi-Boom”, con lo que se creó la burbuja especulativa inmobiliaria, que, al reventar, generó la crisis de las “suprime” de 2008,, y después con sus sucesores, así que no se tardó una generación, sino que alas de ¡ya!, bajó las tasas de interés a cero o casi cero. Para salir del bache (al que inevitablemente caímos y que se supone ya se habían abolido),

Keynes y su Remedio Contra las Recesiones

Para Keynes el ahorro es la causa de todos los problemas de crecimiento económico, en sus palabras “sufrimos de exceso de ahorro”. Paradójicamente él soluciona este problema introduciendo una nueva forma de “ahorro”, esto es, dinero nuevo creado por los gobiernos que será tan “genuino” como lo son los ahorros privados. Este nuevo dinero no deberá causar inflación (en el sentido keynesiano, por supuesto, es decir incremento en los precios al consumidor)
Por eso, cuando exista un crash financiero, una recesión o primero uno y luego el otro Keynes recomienda la intervención del gobierno “pronta, decisiva y sin contemplaciones”, escribe que: “Las recesiones profundas nos dicen que estamos en un embrollo colosal. Que hemos realizado una pifia en una maquinaria delicada que requiere urgentemente ser reparada. Se deberán aplicar por tanto acciones atrevidas, intrépidas y drásticas al menor signo de problemas, deberán ser tan radicales como sea necesario, porque de lo contrario, los mercados perderán su capacidad de rebotar” (Keynes collected writings).
No es de extrañar que Paul Krugman, haya manifestado que “Todos ahora somos keynesianos”, y con él, Ben Bernanke, Powell, Stiglitz, Draghi en Europa,  y toda la horda de maniacos inflacionistas, que claman, bajar las tasas de interés, déficit y obra pública.
Y vaya que si han sido drásticas, la figura muestra las tasas de interés de referencia, FF, son los fondos federales que controla directamente la Reserva Federal y el bono a 2 años. Casi cero, tal y como lo recomienda Keynes.

Nótese algo de verdad curioso: Parece ser que no obstante todo el rito y expectativa de las reuniones de la Reserva Federal para fijar la tasa de referencia, parece ser que el bono de 2 años “se le adelanta”, y hace el movimiento tendencial antes que la propia FED. Ahora el bono cae, porque mucha gente está comprando bonos, que (quizá) han salido del los mercados accionarios y compran bonos, así que el negocio está en el valor (que se incrementa) del bono y no en su rendimiento.
Y así han respondido, como consecuencia del abaratamiento del dinero el oro y el índice S&P500 de las mayores empresas de EU.
              
Es interesante notar que el oro ha subido desde enero del 2001 de $268 US/onza hasta $ 1,843, en su punto más alto, un 587 por ciento, actualmente se encuentra en $1,526, no lejos de su máximo.
La siguiente gráfica muestra la Velocidad de M2, esto es de los agregados monetarios. La velocidad del dinero es la frecuencia en la que una unidad monetaria es usada para comprar domésticamente bienes y servicios en la unidad de tiempo. Si crece, implica mayor actividad económica, más transacciones están ocurriendo entre los individuos en la economía.

¡Qué no ha hecho más que bajar! Desde el año 2000, fecha en que reventó la burbuja de las “punto com”, con un pequeño repunte del 2004 al 2007, que paradójicamente es cuando Greenspan subía tasas, y en consecuencia mayor dinero de utilizaba en la actividad económica, en lugar de irse a los mercados accionarios.
Cuando se paga tan poco por el ahorro patrimonial la gente es forzada a tomar riesgos innecesarios como comprar activos que considera sólidos como el oro y la plata, o las acciones, produciendo una burbuja.

En la siguiente entrega consideraré las Causas de la Crisis del Crédito.