domingo, enero 06, 2019

La AUTARQUÍA Empobrecedora de AMLO ¡Aquí Mando Yo!


La AUTARQUÍA Empobrecedora de AMLO
Pero primero definamos el término Autarquía para así poder comparar con la política de AMLO especialmente en su vertiente económica:
El término autarquía tiene dos raíces etimológicas diferentes, ambas procedentes de la lengua griega. Por un lado, autarquía puede derivar de autarchía, un concepto que se traduce como “poder total”. Por otra parte, la noción puede originarse en autárkeia: “autosuficiencia”.
En lo económico la autarquía es el sistema según el cual una nación debe ser capaz de abastecerse a sí misma y subvenir a todas sus necesidades con un mínimo de intercambio comercial con el exterior y rechazando los capitales extranjeros, tanto de inversión productiva, como de inversión de cartera para comprar deuda. La autarquía es el sinónimo de economía cerrada al comercio exterior o al mercado global, lo que conlleva establecer restricciones al intercambio entre individuos de distintos sitios.
Autarquía permanente o pasajera, según sea debida o no a algún elemento como una guerra que obliga a un comportamiento de este tipo.
Autarquía absoluta o relativa. En el primero de los casos, mucho más extremo, no se mantiene ninguna relación con el exterior.
Históricamente la autarquía se ha dado en los países comunistas como la URSS y su extinto bloque de países satélites, la actual Corea del Norte, Cuba, la Alemania Nazi, la España Franquista en sus comienzos y … México en los tiempos del Desarrollo Estabilizador de Ortiz Mena, que, por cierto es el ideal a seguir de nuestro presidente AMLO.


El gurú económico de Gerardo Esquivel, Urzúa y en consecuencia López Obrador es un economista turco llamado Dani Rodrik, que para mí era desconocido pero que ya veo que es de la línea estatista súper keynesiana que caracteriza a otros como Stiglitz, y Krungmann.

Es Profesor de la Universidad de Harvard, que por cierto, ahí estudió Esquivel su doctorado, fundador de la Fundación Ford de Política Económica Internacional. Su investigación se centra en globalización, crecimiento económico  desarrollo y en políticas económicas. Esto es un intervencionista.  Además de que en sus propias palabras está en contra del “Neoliberalismo”, lo que sea que Neoliberalismo signifique.
En un artículo de la revista “The Economist” que no pongo la liga puesto que mi antivirus eliminó un virus al entrar en ella. Explica sobre Rodrik:
“El pasado 23 de de octubre, por primera vez, la Comisión Europeo rechazó el presupuesto de un miembro de la euro-zona , el de Italia, en donde el gobierno formado por una coalición anti sistema y la liga populista de derecha tenía el mandato de empujar el déficit al 2.4% del PIB arriba del nivel que considera la UE apropiado en un país en que su deuda está en 130% de su PIB esto es 3 veces mayor que la de México.
Esta situación a la que Rodrik denomina “El trilema sin escape de la Economía Mundial”. En un mundo globalizado, teoriza el profesor, un país puede tener integración económica, integración y poder democrático, o sólo políticas de nación democrática, pero no las tres completamente. Puede seleccionar integración económica pero con esto cederá el poder adquirido democráticamente a instituciones tecnocráticas supranacionales. Puede seleccionar integración y poder democrático, pero ceder la nación estado y desaparecer en un gobierno supranacional. O, finalmente, ser una nación – estado y democracia aceptando la autarquía del  empobrecimiento. Esta confrontación parece ser irresoluble, trabada por siempre y que con el tiempo muy probablemente termine con la UE. Hay otros como Grecia, Portugal, España que también se encuentran en situaciones muy semejantes, Grecia peor, y los otros menos que Italia.
Sigue explicando Rodrik,
La euro zona es una integración lo suficientemente buena para proporcionar beneficios económicos importantes, Italia tiene superávit en comercio y acumuló mucho de su deuda actual antes de unirse a la UE , antes que eso la Lira su moneda pasaba de una devaluación a la siguiente. Los beneficios de la integración no son lo suficientemente palpables en un país que ha permanecido por demás estancado en las últimas dos décadas. Esto es visible por toda Italia. Aún en regiones prósperas es impresionante la falta de cosas nuevas, por todos lados poco se ve renovado. Un país hermoso que está siendo afeado por el estancamiento económico. Por esto los italianos votaron para enfrentarse a Bruselas.
La realidad política conecta con esta idea y añade alguna preocupación que convendría no ignorar. Basta observar los términos de algunos debates en Europa para apreciar una tendencia a reconsiderar la posible combinación de los elementos del citado trilema. De hecho, son demasiadas las iniciativas encaminadas a hacernos creer que la vida de las personas mejoraría si devolvemos el poder de decisión a los Estados nación. El Brexit es un buen ejemplo de esta lógica argumental.
Una nueva combinación de los tres factores a los que apeló Rodrik podría conllevar, incluso, una potencial renunciar a los fundamentos básicos del sistema democrático. La agenda política de algunos partidos populistas que ganan representatividad en países como Francia, Alemania, Suecia, Italia, Polonia, Hungría y tantos otros, dan testimonio de este posicionamiento y de las consecuencias que tiene revisitar la tesis del economista desde la voluntad de sublimar la nostalgia de la soberanía nacional. No deja de sorprender cómo ciudadanos de una ilustrada Europa pueden dejarse arrastrar por una propuesta tan engañosa. Al menos en lo que tiene que ver con la Unión Europea, los españoles no parecen dispuestos, todavía, a dejarse deslumbrar por falsos espejismos. No es una cosa menor a la vista del calendario electoral que presenta 2019.
Dani Rodrik, es crítico de la “tecnocracia neoliberal”. La describe como “la fantasía del libre mercado”, los tecnócratas dice, “hacen oídos sordos a los objetivos sociales con tal de la alcanzar la globalización”.
Para Rodrik entre los tecnócratas impera una ideología que daña a la democracia y la autodeterminación del estado. “Los tecnócratas de las países emergentes desean alcanzar el nivel de vida de las naciones avanzadas y para ello aseguran que no existe ningún instrumento más potente que reducir o cancelar los aranceles de importación, relajar otras restricciones al comercio como cuotas”. Es la peor solución., afirma, esto no garantiza ni legitimidad ni beneficios económicos.
Profundizando sobre Rodrik, en una entrevista al periódico español El Clarín
A la pregunta
Su libro habla de comercio y proteccionismo pero hace hincapié en el rol clave que significa el crecimiento para países emergentes. ¿Cómo es que empieza preguntándose sobre la globalización y termina en temas de crecimiento y desarrollo?
Responde Rodrik “Creo que estamos volviendo a las bases. En los años noventa y dos mil, la globalización se convirtió casi en un fin en sí mismo. Todo lo que uno debía hacer era ‘globalizarse’ y... ¡listo! Uno crecería y se volvería rico. Pero ahora comprendemos que no es tan sencillo. Existen distintos caminos para globalizarse y ciertamente es necesaria una estrategia de inversión doméstica que sea concertada, acordada, para así obtener y conseguir lo mejor de la economía global. Es así que volvemos a hacernos una pregunta tan fundamental: ¿cómo nos desarrollamos? “
En ese mismo artículo que en su último libro Straight Talk on Trade, Rodrik retoma su enunciado sobre la imposibilidad de que los países logren al mismo tiempo una apertura de sus economías y atender las demandas domésticas. Por ahí subyace la explicación del rebrote de algunas (no todas) actitudes en Estados Unidos y Gran Bretaña, señala.
Por otro lado, Rodrik carga con todo contra aquellos voceros del libre comercio que aseguraron que las poblaciones se verían beneficiadas por la mayor integración comercial y eso no ocurrió. Para Rodrik la clave para el crecimiento no pasa por pensar cómo integrarse al mundo sino por invertir en los factores que empujan el crecimiento de un país: la educación, las instituciones y la productividad. Ninguno de ellos es fácil de desarrollar. Lleva años y tal vez décadas, dice Rodrik. ¿Los países y sus habitantes están dispuestos a esperar?
¿Queda claro por qué AMLO canceló el NAIM?, para demostrarse y demostrar al mundo que el poder democrático está por sobre el poder supra nacional, aunque esto nos lleve a la autarquía.

La Refutación a Rodrik (y de pasada a Urzúa, Esquivel y AMLO)


¡Ah! Por supuesto que firmar un tratado de libre comercio, o muchos, muchísimos, como México no es en automático el camino a la prosperidad. El problema es que no obstante que Rodrik es economista, como buen derivado keynesiano, desconoce la importancia del CAPITAL, esto es del ahorro, y de la inversión en bienes de capital.
Inversión, inversión, inversión constante, incesante en bienes que producen riqueza, esa es la clave para adquirir mejoras sustanciales en el bienestar material de los habitantes de un país. Pero los gobiernos, lo impiden: Expolio fiscal excesivo, costos laborales y leyes laborales complejas que favorecen totalmente al trabajador, costo de las leyes, las leyes cuestan, y mucho, desde poder cumplir a cabalidad con todas las disposiciones del gobierno, fiscales, reglamentaciones, etc. impone un costo, importante. El exceso de regulaciones tiene un costo que incide en la utilidades, y que, sobre todo, son el filón de la corrupción. México es un país sobre regulado desde las leyes fiscales hasta el más mínimo detalle de las actividades mercantiles, esto además es fuente de corrupción. Capacidad de mantener un estado de derecho, que se cumplan los contratos. Infraestructura  confiable y barata, Seguridad, Libertad económica. Educación de Alta Calidad. Son factores que motivan o desmotivan la inversión.
Y sin inversión, por más globalizado, por más tratados de libre comercio que se tengan, el país seguirá idéntico: Pobre.

Creo que Rodrik se encuentra completamente confundido. El problema es la democracia, y más específicamente que los gobiernos ganan elecciones ofreciendo jugosos regalos "gratis" al pueblo, con cargo al erario. Así la democracia le da por establecer cantidad de derechos, salud, educación, pensión, para tutelar a la gente de la cuna a la tumba. El grado de distorsión es tal que el productivo, el que trabaja produciendo riqueza paga impuestos y el que no, recibe impuestos, creado así el parasitismo social. Las naciones europeas están por colapsar por ese parasitismo. A pesar de los enormes impuestos, ni con eso les alcanza para pagar tanta cosa y empiezan a endeudarse, y seguirle, véase Italia 140% del PIB en deuda, por ahí un poco más Grecia, Portugal y España, Francia, y ahora que se han endeudado tanto todo se les va en servir la deuda.
Y cuando se endeudan es entonces cuando se acaba la soberanía y el estado-nación. Son como drogadictos, necesitan más deuda, para incluso pagar su deuda, y la siguen acumulando.
La situación actual de reducir artificialmente las tasas de interés ha enmascarado la situación real de los países, cuando las tasas suban, no van a tener dinero para enfrentar sus obligaciones de servicio de la deuda y al mismo tiempo seguir proporcionando tanto regalito con cargo al erario. Eso claro que no lo ve Rodrik, "se hace pato", las naciones pierden su soberanía cuando se vuelven adictos a la droga de la deuda, y deben sujetarse a las reglas de los que les prestan si quieren seguir drogándose. Se declaran en default, dejan de pagar, enfrentándose a los mercados, pero en lo sucesivo ya nadie les va a prestar un centavo, no son buenas pagas.
Así las cosas, el problema no es como mantiene Rodrik la globalización o los mercados, el problema es el Socialismo, el Estado de Bienestar que vuelve a los ciudadanos parásitos, y cuando una sociedad creé que puede vivir de a gratis, está sentenciada, como la mayoría de las Socialdemocracias europeas, y como .... México con AMLO.
También y no menos importante, es cierto y en eso podría estar de acuerdo con Rodrik que entrar a la globalización per se no es en automático que el país va a dejar de ser pobre y mejorar económicamente. Este es el gran problema del Consenso de Washington del que se supone emana el “Neoliberalismo”.
No se trata sólo de abrir decenas de tratados comerciales, como ha hecho México y que si bien no se puede afirmar que han sido perjudiciales, tampoco han sido el gran detonante al crecimiento. Aún con TLC con EU y Canadá el crecimiento del PIB en promedio ha sido de 2%, y peor aún el que cuenta, el crecimiento del PIB por habitante, ese es del 0.4% en promedio anual desde principios de los 1980’s y es la razón de los miserables sueldos que se pagan.
El problema, está entonces en otro lado, y ese otro lado es la inversión en bienes de capital que ha sido raquítica, en todos estos años, y es que a los gobiernos, y muy en especial en México no les ha importado considerar que la inversión productiva es lo más importante para poder hacer crecer la productividad y la competitividad de un país. Los gobiernos ha priorizado el “gasto social”, sobre el hacer atractivo el país para invertir. Los impuestos a las empresas son altísimos, y no sólo eso las leyes fiscales complejísimas, así como el exceso de reglamentos y derivado de esto la corrupción.
Nos dicen que México ha sido “Neo liberal” todos estos años, ¿Cómo es que no se encuentra en los primeros lugares de la lista de países con mayor libertad económica?

A la pregunta de Rodrik  ¿Cómo nos desarrollaremos? La respuesta evidente es reduciendo el tamaño del estado, eliminado el gasto “social”, quizá dejando sólo para grupos muy puntuales y muy vulnerables, pero sólo por un tiempo  una cosa es ayudar a quien lo necesita; otra subsidiar el parasitismo. Privatizando las empresas del estado pero no para convertirlas en monopolios privados como hicieron con TELMEX, la libertad económica comienza con la competencia, no con monopolios. Creando un estado de derecho efectivo, en dónde se esté cierto que los contratos se cumplen a cabalidad, y que no el más poderoso va a pisotear al débil.  Y no menos importante simplificando las leyes, reduciéndolas en tamaño. Haciendo de México un paraíso fiscal en donde los impuestos sean realmente bajos y claro sin déficit y sin endeudamiento, para que se dé el ahorro, la formación de CAPITAL, que después pueda ser invertido de forma incesante en bienes de capital, esto es en bienes que producen riqueza.
La inversión privada, es lo único que puede mejorar de forma sustantiva la calidad de vida de un país. Y por supuesto el empresario que lejos de denigrarlos como le hemos hecho. El sueño de la riqueza nos atrae a todos. Pero sólo aquellos que innovan y que crean nuevos bienes y servicios se convertirán en los nuevos ricos. Pocos nacen con mentalidad empresarial, y menos todavía triunfarán. El éxito empresarial necesita de cualidades extraordinarias, como elevados niveles de energía, perspicacia para ver oportunidades donde otros ven problemas e intuición para anticipar qué producto o servicio serán rentables.
Y no se trata de ayudarlos, se trata de no estorbarlos.





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