sábado, febrero 09, 2019

La Realidad Sobre el Socialismo del Siglo XXI en Venezuela



“Socialismo o Muerte” Hugo Chávez


Pues han implementado en Venezuela el Comunismo que es la variante del Socialismo más dañina: Aquella en la que la dirige un dictador, y además tirano, en que la democracia se cancela para dar paso a un solo partido gobernante, en que los medios de producción, o, la mayor parte de ellos están en manos del estado el cual dirige hasta el último detalle de la actividad económica, o, mejor dicho de lo que va quedando de la actividad económica conforme el tiempo avanza.
Esto fracasó en la URSS, el 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, y con él, con la Perestroika  sobrevino el colapso del “gigante” con pies de barro, que se desintegró en varios países, el hambre, el fracaso absoluto fue lo que finalmente lo derrumbó, ni siquiera los millones de asesinatos, de presos en la Siberia en los Goulag bajo Stalin, que prosiguió con sus sucesores. Lo mismo con la China de Mao, régimen bajo el cual murieron millones, se estima que más de ¡100 millones! No fueron esos asesinatos lo que derrumbó el Comunismo fue el hambre, y el desastre económico que el Comunismo dejó en esos países. Lo mismo que en cualquier otro que lo haya intentado.
No obstante el 9 de noviembre de 1989, que parecía el fin de las nefastas teorías de Karl Mark, Leon Trosky, Rosa de Luxemburgo, y otros, sorprendentemente se siguen enseñando en las universidades, difundiendo con el fin de atacar y denostar al Capitalismo, a la “lucha de clases”, la “dictadura del proletariado”, “los burgueses”, en fin, todas las idioteces que llevaron a la Revolución Bolchevique y que cayeron por tierra en noviembre de 1989. Los socialistas son ciegos ante la evidencia, y siguen poniendo pretextos para regresar con la misma idiotez.
Socialismo del Siglo XXI
Y ha sido Venezuela que hoy lo vemos inmerso en una situación trágica el que ha seguido las doctrinas Comunistas para implementar el “Socialismo del Siglo XXI”.
Venezuela ha tenido por siempre una estructura sumamente petrolizada y estatizada tiene las mayores reservas petroleras del mundo estimadas en 296,000 millones de barriles, sólo por comparación el yacimiento de Cantarell en las aguas de Campeche tenía 15,000 millones, mismos que ya esfumamos. 
En el pasado reciente, se daba la bonanza económica cuando el precio del petróleo subía, que por tradición alimentaba el gasto dispendioso del estado que literalmente financiaba las necesidades de los venezolanos que están acostumbrados desde siempre, mucho antes que Hugo Chávez a extender la mano al Estado providencia a cambio de nada. En su economía no se producía nada, en los 1980’s vamos ni escobas eran producidas en el país, todo era importado. Aunque más adelante si empezó a crearse una estructura industrial protegida por el estado. Obviamente cuando el precio del petróleo caía tronaban los huesos, han sido tan irresponsables (como nosotros en México), de no ahorrar para las vacas flacas, y peor, de no invertir la monetización del petróleo en bienes de capital que garantizaran la permanencia y mejor el incremento de la actividad económica. Así que sus crisis han sido recurrentes.
Hugo Chávez metió a Venezuela al Comunismo de forma gradual, como el cuento de las ranas que las pones en un recipiente de agua fría y la empiezas a calentar, para cuando las ranas se den cuenta ya están bien muertas, en cambio si quisieras meterlas al agua hirviendo seguramente saltarían. Igual Chávez, empezó (como AMLO), según esto con mucha ortodoxia económica, pero, incrementando el estado asistencialista hasta el grado de regalar petróleo y asistencia a sus vecinos preferentemente Cuba.

PDVSA

Pero el precio del petróleo cayó…
Y lo primero que puso en evidencia fue la desastrosa administración de PDVSA, la PEMEX venezolana, que pasó de ser una empresa más o menos eficiente y rentable a un verdadero desastre: En 1998, PDVSA producía 3,5 millones de barriles al día, hoy no llega a 1 millón. Mientras tanto, el Gobierno multiplicó los empleados, despidiendo a muchos excelentes ingenieros venezolanos y llenando la empresa de políticos afines, pasando de 25,000 empleados en 1998 a 140,000 en 2017 (Algo muy similar a lo que AMLO está haciendo con su pasante agrónomo de director).

Así, de sus estados financieros se desprende que el Gobierno asaltaba hasta 12.000 millones de dólares en algunos años para financiar gasto político, destruyendo la caja y el futuro de la empresa (similar a México). Un dinero que ha desaparecido en una red de intereses clientelares y cuentas offshore de los dirigentes chavistas (la hija de Chávez está en el club de los miles millonarios). Brutales aumentos de costes, empeoramiento espectacular de producción, márgenes y expolio de la caja para pagar subvenciones al chavismo llevaron a la empresa a endeudarse en más de 34,000 millones de dólares (PEMEX ya está en más de 110,000 millones), después de haber sido una de las más rentables y con mejor balance del mundo.
Entonces, como ha pasado lamentablemente aquí, no sólo fue la caída del precio del petróleo también la caída en la producción lo que dejó al gobierno de Chávez y después al de Maduro sin dinero para atender su inmenso gasto público…
Empezaron así las medidas erráticas: Ante la escasez de USD se decretaron varios tipos de cambio controlados, endeudamiento masivo y la introducción de la inflación, a poner a funcionar las máquinas de imprimir billetes para pagar a tanto burócrata, y tanto gasto asistencialista.
A la inflación siguió la típica de los controles de precios exagerados acompañada de la habitual retórica anti capitalista “Especuladores”, “Hambreadores del pueblo”  y el famoso “Exprópiese” a las empresas que no cumplían (porque no podían sin perder), con los precios bajo control algunas más ni tan siquiera fueron expropiadas, cerraron. También como todos sabemos, con los controles de precios sobreviene el desabasto, la carestía, los mercados paralelos o “negros”, en donde los venezolanos podían adquirir los productos a precios ahora sí mucho mayores a los que se hubieran dado sin los controles de precios, pero “no hay nada más caro que lo que no hay”, así que pagaron los precios inflados. Así, lejos que el mercados, la oferta y la demanda regularan los precios, aparecieron nuevos monopolios mercantilistas (de privados alineados) y estatales. Así Chávez envalentonado que llegó a declarar “Póngame el petróleo a cero y Venezuela no sufrirá”, o más tarde las propias de Maduro “Un gobierno revolucionario con poder económico como el que yo presido tiene planes para pasar cualquier situación así tiren los precios de petróleo a donde los tiren”.
Venezuela tenía 12,700 empresas privadas cuando Chávez alcanzó el poder, según Conindustria. Hoy queda menos de una octava parte de esa cifra. Al destrozo económico y jurídico se añadió el asalto a la propiedad privada con expropiaciones de más de 690 empresas en doce años. Hoy, esas empresas expropiadas “en socialismo” están técnicamente quebradas y las que sobreviven zombis producen una cantidad muy inferior a la mitad de las cifras previas al robo.
Como siempre ocurre con el socialismo, lo primero fue negar la realidad. “Los inversionistas no deben preocuparse por la deuda de 2017 y 2018”, afirmaba Rafael Ramírez. Y efectivamente, no se debían preocupar. Debían aterrarse. Uno de los mayores bancos de inversión del mundo, que compró $2.800 millones de bonos ante las promesas de unicornios del chavismo, tuvo que enfrentar la “restructuración” que realmente fue impago que decretó Maduro el 3 de noviembre de 1917.
Maduro buscó refinanciar… Pero imposible. Él y Chávez  devastaron el país. Tan sólo unos datos: Entre 1999 y 2014, Venezuela recibió 960,589 millones de dólares de ingresos petroleros, 56,500 millones anuales durante 17 años, cinco veces más que el promedio de ingresos anuales reales de los gobiernos anteriores entre 1993 y 1998, según la BBC citando a Ecoanalítica.
Esa enorme renta petrolera fue despilfarrada y a la vez se destruía la economía asaltando la seguridad jurídica y la iniciativa de inversiones con expropiaciones salvajes. ¿Quién le va a prestar a unos administradores tan desastrosos, a semejantes asaltadores, aunque sea a tasas de interés altísimas y plazos largos? Empezando así los litigios y denuncias internacionales por incumplimiento. Y la llave del endeudamiento de cerró. La reestructuración no fue un alivio ni el principio de la solución.
Con el endeudamiento cancelado, no le quedó a Maduro más que la impresora de billetes de papel: La hiperinflación. ..
La inflación, es un impuesto más y recae sobre los pobres el mayor perjuicio. “Imprimir moneda para el pueblo no causa inflación”, repetían los asesores económicos chavistas…  De este modo aumentaron la masa monetaria a razón de un 3,000% en un solo año, 2018, destruyendo el poder adquisitivo de la moneda.
La actuación es sencilla, la que siempre defiende el socialismo: El estado se lanza a aumentar gasto, subvenciones y empleo público imprimiendo moneda local pensando que los dólares llegan del cielo porque el Gobierno lo diga. Destruye su economía expropiando empresas, hundiendo la iniciativa privada e imponiendo unos precios intervenidos que no cubren el coste de producción por la destrucción del poder adquisitivo de la moneda. Se destruye todavía más, sigue gastando lo mismo en términos nominales y lo financia imprimiendo más papelitos sin valor mientras sus reservas se desploman. Esos papelitos valen cada vez menos y generan hiperinflación y pobreza.

Venezuela es hoy uno de los países más pobres del mundo. En 2014, la pobreza extrema era del 23,6% y en 2017 del 61,2%. La pobreza total superaba el 87% en 2018 (según estudio de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Simón Bolívar) 

Durante la gestión de Maduro, no solo se ha llegado a la hiperinflación, que ya llega a un millón por ciento y el FMI estima que será de 10,000,000% en 2019. Ricardo Hausmann, profesor de la Universidad de Harvard, explicaba perfectamente la destrucción vía impresión de moneda: “Cuando Chávez llegó al poder, el dólar estaba a 0.547 bolívares (547 de los viejos). Cuando Maduro llegó estaba a 26 bolívares: 48 veces más caro. Ahora Maduro devaluó a 6,000,000, 231,000 veces más caro que como lo encontró y 11,000,000 de veces más caro que cuando llegó Chávez”. Así, tras varias subidas de salario mínimo en papelitos sin valor, dicho salario mínimo se ha quedado en menos de 17 dólares al mes. “Imprimiendo dinero para el pueblo”….
El socialismo siempre promete el cielo y entrega el infierno.
Cola racionamiento
La lección de esta nueva muestra del fracaso socialista es que es un sistema basado en la mentira que ignora los principios más básicos de la economía y hunde hasta al país más rico.
Al final, la promesa socialista de dinero gratis sale muy cara para los que fingen defender: las clases bajas. Aprendamos la lección.

El Inexistente Bloqueo

Es muy común en los socialistas – comunistas externalizar las culpas, y una excusa muy favorecida siempre (también lo ha sido con Cuba), es inventar un bloqueo económico de Estados Unidos.
Estados Unidos es uno de los mayores socios comerciales de Venezuela. El comercio entre Estados Unidos y Venezuela en 2018 creció más de un 9%. Venezuela tiene acuerdos bilaterales vigentes y operativos con más de 70 países. El chavismo, igual que el régimen de Castro en Cuba, manipula llamando bloqueo a las sanciones a los miembros del régimen y al uso fraudulento de los fondos del país. El único bloqueo que sufre Venezuela es el del chavismo contra sus ciudadanos.

El verdadero golpe de Estado


Ha sido el que perpetró Maduro cuando manipuló unas elecciones cuyo resultado no fue reconocido por la mayoría de países occidentales, con un totalitario proceso constituyente cuya votación no reconoce ni la empresa a cargo del sistema de votación (Smartmatic). El chavismo se ha valido de instrumentos aparentemente democráticos para amordazar a la Asamblea Nacional y perpetuar a Maduro en elecciones fraudulentas.
A estas mentiras se añade la de los defensores extranjeros que dicen que Venezuela no es verdadero socialismo. Si algo ha caracterizado al chavismo ha sido aplicar a rajatabla las recomendaciones y políticas socialistas, ataque sistemático en contra del derecho de propiedad que se estableció en el Plan Socialista de la Nación 2007-2013: expropiar empresas, utilizar la caja de las empresas estatales  para fines políticos, imponer precios intervenidos e imprimir moneda masivamente.

El Socialismo en Venezuela

Ha dado a los pobres venezolanos, carestía, niveles de inflación difíciles de siquiera imaginar, hambre, carencia de lo más elemental como medicinas. Todo esto acompañado por un aumento enorme de la inseguridad y un empeoramiento sustancial con el advenimiento del chofer de camión Maduro, que sólo ha hecho volver en crisis humanitaria la situación del país con millones de exiliados desesperados.
¿Qué lecciones podemos ver para México? Gracias a Dios, nuestra economía se encuentra sumamente diversificada y el dinero está en su mayor parte manos de los empresarios, no del gobierno, con lo que los daños colaterales no serían a nuestro juicio tan espantosos. Pero hay que poner límites al poder y fortalecer la sociedad civil si no queremos que eso que ahora vemos como poco probable más no imposible se dé y acabe Morena y AMLO destruyendo el país como le ha pasado a todos los países que han seguido las doctrinas económicas Comunistas.
Debemos pues de estar alertas.

Referencias
 ¿Cuándo se jodió Venezuela?, De Raúl Gallegos editorial Ariel. 
Venezuela, el mayor robo organizado de la historia Daniel Lacalle

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