viernes, diciembre 02, 2016

¿Quién realmente pierde?

DETROIT MICHIGAN, Destruida por la pérdida de Capital

El día de hoy aparece en El Financiero la nota “Por qué el triunfo de Trump con Carrier es una derrota para EU.

Por autor ponen a la agencia de noticias Bloomberg.

Y sus argumentos son los ya muy trillados y conocidos que “no perderán su empleo más de mil trabajadores pero que será negativo para la economía de EU porque afectará directamente a los consumidores. “
Pero el “mejor” argumento es el siguiente,
“La compañía quería trasladar la producción a México para reducir los costos de mano de obra y seguir siendo competitiva. Los trabajadores estadounidenses perderían empleos, pero los consumidores e inversionistas estadounidenses conseguirían hornos más baratos y ganancias corporativas mejores y, potencialmente, más gasto en importaciones estadounidenses por parte de trabajadores mexicanos que obtuvieran los empleos. 

“Este traspaso constante de recursos tiende a impulsar los estándares de vida tanto en Estados Unidos como en el extranjero, al permitir que cada uno se enfoque en lo que hace mejor.”
Termina mencionando que un profesor Hicks de economía estableció que "Los trabajadores de Carrier cuestan alrededor de 30 dólares la hora con salario y beneficios, comparados con unos 3 dólares por trabajador en México"
El argumento principal ya se había enunciado desde el siglo XVIII con Adam Smith que basaron sus doctrinas en la ley de la “ventaja absoluta”. Es decir, que los países deberían especializarse en lo que sean más eficientes y luego intercambiar esos productos, pues en ese casos e beneficiarán las personas en ambos países. Es un caso relativamente fácil de argumentar. Hace falta poca persuasión para darse cuenta de que Estados Unidos no debería dedicarse a cultivar plátanos (o, por decirlo en términos simples de microeconomía, las personas y empresas de Estados Unidos no deberían preocuparse por hacerlo), sino más bien producir otra cosa (por ejemplo, trigo, bienes manufacturados) e intercambiarla por plátanos cultivados en Honduras. 
Más adelante David Ricardo extiende esto a las “ventajas comparativas”, que ejemplifico: el País A es más eficiente que el País B produciendo ambos productos X e Y, merecerá la pena al País A especializarse en producir X, en lo que el mejor produciendo, y comprar todo el producto Y a B, aunque es mejor produciéndolo pero no tiene tan gran ventaja comparativa como fabricando el  producto X. En otras palabras, cada país debería producir no solo aquello en lo que tenga una ventaja absoluta en producir, sino en lo que es mejor, o al menos en lo que no es peor, es decir, en lo que tenga una ventaja comparativa en producir.
Se lee muy bien, aunque no deja de molestarme la idea de que el que no tiene gran ventaja, el país B, no pueda adquirirla, por ejemplo, modernizando y adquiriendo bienes de capital que le permitan estar a la par con el país A y competir con el mismo producto X. Esto me parece más capitalista que el a priori de sacar al país B porque A es un poco mejor.
Pero ni Adam Smith, ni Ricardo, ni James Mill, y más recientemente von Mises o Rothbard nos hablan de la situación que se está dando con la globalización:

El país más apto A, de pronto deja de serlo para habilitar al país menos apto B, porque todos sus bienes de capital tecnología know-how se mudan al país B que de pronto se vuelve el más apto. Y la razón de la transferencia es simplemente que el costo de la mano de obra es ¡diez veces menor! De tal suerte que la ineptitud de B es su plus, que hace que el fabricante de A se mude a B para producir ahí lo que producía en el país que era, tiempo pasado, puesto que ya no produce.

Y este es el problema, todos los economistas, clásicos, neoclásicos, austriacos, todos, piensan en el libre comercio entre naciones más o menos simétricas. Esto es, con capacidad generadora de riqueza más o menos igual, con salarios y costos también más o menos similares, como podría ser el comercio entre Inglaterra, y Alemania, o Francia. Pero que hay cuando el comercio se verifica entre naciones totalmente asimétricas, como es el caso de EU y México, o China, y los países del sudeste asiático, bueno pues lo hemos visto, inicialmente, a los productores del país menos desarrollado los quebraron porque no tenían ni cómo competir con el gigante poseedor de una enorme capacidad industrial basada en sus inversiones en bienes de capital que por décadas acumuló lo que le permitió elevar el nivel de vida de sus ciudadanos, y sus percepciones económicas.

Pero eso fue inicialmente, después, el país productor, más apto, decidió que ya no quería serlo, que sería sólo un país en lo más alto de la economía global: Un país sólo de consumidores, así que desmantela su industria y la muda al país hasta entonces el menos apto. Esto no es comercio internacional esto es transferencia de capital de un país al otro.  Al transferirse los bienes de capital a otro país, el país que los cede se empobrece porque pierde capacidad de producir riqueza, esto es algo que es lo más importante y que los supuestos defensores del “libre comercio” no están viendo, y que sólo están viendo la pérdida de los empleos en los EU.

Ganó Donald Trump, porque los estadounidenses, están sintiendo en carne propia este proceso de desinversión en bienes de capital orientados a la manufactura, existen ciudades como Detroit, otra hora la capital de la industria automotriz que se encuentran en ruinas, nos ciudades fantasma llenas de criminales y que el valor de las propiedades inmobiliarias ha caído a nada y Detroit no es la única. Es a lo que me refiero con la pauperización por la pérdida de los bienes de capital. Así que la ecuación no es tan sencilla como la enuncian de que salen beneficiados los consumidores.

Así que sólo pensar en el beneficio de los consumidores es un grave error, perder la capacidad de producir manufacturas en EU es para ellos causa de pauperización de la sociedad en su conjunto, no sólo por los empleos de obreros perdidos, que en un entorno de desindustrialización le hacen virtualmente imposible encontrar un trabajo en lo que sabe hacer, sino más importante aún por la pérdida en la capacidad de producir riqueza.

Si EU, deja de producir manufacturas, ¿Qué le queda? Vender granos como maíz amarillo, trigo, legumbres, frutas, papas, y cárnicos. Pareciera la producción de un país pobre, y es lo único en que sus ventajas absolutas, sobre todo en los granos es apabullante y eso, eso sí no pueden exportar la producción por que depende de su geografía que ha sido bendecida para este tipo de producción.
Por eso ganó Trump, no son las ideas “locas”, “proteccionistas” de Trump, es una situación real que se está viviendo en EU, por más que en encerrados en nuestros dogmas nos neguemos a reconocer.