lunes, noviembre 30, 2015

Riqueza y Desigualdad

A mi hijita recién nacida Michelle, no me gusta el mundo al que llegas hijita, pero creo que las ideas, las buenas ideas, la razón y la inteligencia, pueden cambiarlo, en eso estoy, y estaré poniendo mi pequeña contribución para que te toque vivir un mundo mucho mejor que el que me ha tocado vivir...
Te ama tu papá.

Quiero respetuosamente dedicar este escrito a Su Santidad el papa Francisco, y en general, a todos aquellos que confunden, desigualdad con pobreza, y peor aún, que identifican a la desigualdad como el causante de la pobreza.

Empezaré por definir qué es riqueza.

La riqueza consiste en activos, incluido, por supuesto, el de uno mismo mi Capital Humano, que prometen un flujo de ingresos en el futuro. Esto es riqueza. Ni el petróleo, ni el oro, ni el dinero acumulado per se, son riqueza. Para que sean riqueza deben de ser convertidos  en activos que como se define producen un flujo de ingresos. Estos activos, los economistas les denominan bienes de capital y son las industrias, las máquinas que producen bienes, los hoteles, los bares, los comercios, edificios de oficinas,  los puertos, escuelas, carreteras,  etcétera.  El petróleo, el oro y el dinero son, en todo caso, fortuna. Y el dinero puede ser riqueza sí y sólo sí,  se invierte y produce un interés.

En los términos de esta definición, un pobre, lo es, por que su persona no es capaz de ofrecer bienes bien valorados por los demás, no tiene mucho de valor en él mismo o no tiene posibilidad de crear o comerciar con bienes que sean codiciados o necesitados por los demás. Por eso no tiene riqueza, su promesa de flujo de ingresos a futuro es o nula o muy baja. Así un barrendero, un limpiador de coches, son pobres, porque existe una gran oferta de otros que como ellos no tienen ninguna preparación y por tanto su trabajo no tiene un gran valor y en consecuencia sus ingresos son bajos. Por el contrario, un eminente médico oncólogo, un neurocirujano, un arquitecto innovador y artístico, un futbolista crack, y en general cualquier deportista, artistas , músicos, que hacen cosas que los demás valoran, aprecian, aunado a que hay poca gente capaz de hacer lo que ellos hacen tiene en consecuencia que sus ingresos son muy altos. Con esta visión de lo que es la pobreza realmente, puede entonces ofrecerse una solución que es buscar la forma de incrementar el valor Ya en este mismo espacio he propuesta que la primera y más obvia es capacitar al pobre para que añada valor a su persona. Pero hago énfasis en capacitarlo en conocimientos que agreguen valor, no todos los conocimientos agregan valor, no por tener un título universitario puede afirmarse que se tenga valor, esto es importante, sin embargo, los jóvenes estudian “porque les gusta”, o también “porque no tiene matemáticas”, y pocos, muy pocos se preocupan por poner su esfuerzo en aprender algo que tenga valor. Además, las universidades sólo les preocupa ofertar profesiones, y titular a los más que se pueda, privilegiado la cobertura a expensas de la calidad y del valor…Pero esto es todo un tema.

Lo más importante de todo esto es que se trata de acción humana, esto es, así procedemos los seres humanos todos, sin importar el tipo de gobierno, o sistema económico. Así hemos sido desde las antiguas civilizaciones hasta nuestros días, por consiguiente esta definición de riqueza no es “Capitalista”, ni tiene sesgo ideológico alguno. En cualquier sociedad, y en cualquier tiempo, la valoración del individuo por los demás es un hecho incuestionable, y su mayor valoración lo hace un hombre que destaca por sobre los demás. Esto ha sido y será aún en los regímenes totalitarios comunistas, nadie puede ni podrá asfixiar los deseos de superación del ser humano.

El capital humano, no tiene por qué ser de alto valor académico o universitario, hemos presentado como ejemplos a los artistas y deportistas como personas que pueden ser altamente valoradas, y que, en consecuencia son ricos.

Y esto ha sido así siempre.  En el libro de Jones, A. H. M., "Slavery in the Ancient World," Economic History Review, nos relata que a principios del Imperio Romano el precio de un esclavo adulto normal parece haber sido de unos 2.000 sestercios (p. ej., Horacio, Sat. Ii.7.43). Una sirvienta costaba 600 (Marcial vi.66), mientras que Columela (iii.3.8) decía que un vendimiador experto había costado 8.000. Un doctor, P. Decimus Eros Merula, pagó 50.000 sestercios por su libertad (Dessau, Inscriptiones 7812). Séneca (Ep. xxvii.7) informa que un tal Calvisius Sabinus pagó por esclavos educados en los clásicos griegos 100.000 sestercios por cada uno. Plinio (Hist. Nat. vii.39) decía que el precio más alto pagado por un esclavo en su tiempo fue de 700.000 sestercios, por el lingüista (y posiblemente profesor) Daphnis, pero desde entonces la cantidad se había visto sobrepasada por actores que compraban su propia libertad.
La Atenas clásica mostraba una variedad similar en precios. Un trabajador ordinario valía de 125 a 150 dracmas. Jenofonte (Mem. ii.5) menciona precios que van de los 50 a los 6.000 dracmas (para el director de una mina de oro).

La Aventura Empresarial

Pero, también, puede ser, que una persona no tenga cualidades muy sobresalientes en sí misma, lo que él sabe o puede ofrecer por sí mismo no es de gran valor, no tiene grandes conocimientos académicos, y puede que ni carrera universitaria o título, que tampoco sea muy hábil con los deportes o las artes, pero que sí es muy hábil para lograr satisfacer algún deseo y/o  necesidad de los demás, tiene alguna buena idea y, por supuesto, está dispuesto a trabajar duro, ahorrar, pedir un crédito, asociarse con otro(s) como él,  y crear una empresa basada en esa idea(s), dirigida a satisfacer algún deseo o necesidad que  percibe en la sociedad,  si su esfuerzo es suficiente, su idea es buena,  y también si tiene al menos un poco de suerte, podrá volverse rico, invirtiendo en esos activos de los que escribíamos al inicio que son los que hacen factible la consecución de esa idea , y finalmente debido a la aceptación de los consumidores de esa idea, genera ventas y finalmente utilidades, que es lo que hace factible que su actividad permanezca, y crezca, esto es, este o esto hombres están generando riqueza  y son empresarios,  vilipendiados empresarios, que trabaja por una idea, que toma riesgos, que arriesga su patrimonio, sus ahorros, y que si las cosas funcionan, con el paso del tiempo se convierte en rico, tan rico como un Bill Gates, que es el más rico de la tierra y que empezó con Paul Allen su negocio de software en una cochera, como también lo hicieron Steve Jobs y Wozniak en Apple, Michell Dell, Jeff Bezos de Amazon, Mark Zuckenberg de Facebook, Richard Branson de Virgin Airlines, Larry Page y Serguéi Brin de Google, que dicho sea de paso, algunos de ellos,  no tienen un título universitario, lo que corrobora que la asociación obtención de título traerá riqueza es una falsedad total. No es necesario ni el papelito ni los conocimientos universitarios para ser rico. Aquí en México también tenemos honrosos ejemplos, como las familias Servitje-Mata que llegaron de España con una mano por delante y otra por detrás, y formaron el emporio Bimbo, los  Michel Suberville de Liverpool-Fábricas de Francia, Bailleres de Peñoles-GNP-El Palacio de Hierro, Zambrano de Cemex, los Garza Sada – Garza LaGüera  de FEMSA-ALFA, etc.
De todos los personajes empresarios famosos mencionados sin lugar a dudas destaca Steve Jobs que no sólo satisfacía los deseos de los consumidores, les creaba necesidades. Lo que llevó a su empresa Apple a ser la de mayor valor en la Bolsa de EEUU.
He expuesto algunos nombres de empresarios famosos, y ciertamente muy ricos, todos ellos se encuentran la lista de Forbes, pero eso no implica que este fenómeno ya está agotado. Larry Page y Serguéi Brin iniciaron Google en 1997, quien iba a pensar que iban a rivalizar con el gigante Microsoft de Gates a los pocos años. Nadie, era impensable.  Apple, estuvo a punto de desaparecer, habían despedido hasta a su fundador Steve Jobs, pero regresó, y regresó fuerte con el iPod, y luego el iPhone, ideas que le valieron que pronto Apple se convirtiera en la empresa con mayor valor entre las empresas de EEUU.  Y así como Page, quien sabe en este momento, que empresas estén naciendo que darán de qué hablar en el futuro. ¿Puede sentirse Jeff Bezos de Amazon seguro de su posición predominante en el mercado del comercio minorista por Internet? Ciertamente que no, como tampoco lo fue Microsoft. Esto es lo grandioso de la competencia, el sistema de libre mercado, de la soberanía de los consumidores que dictan quien sí y quién no, y que el sí puede algún día volverse no. Este es uno de los argumentos más contundentes en contra de Picketty y su libro “Capital en el Siglo XXIi”. Según este autor, muy de moda hoy en día, los ricos se vuelven cada vez más ricos porque los capitalistas pueden obtener automáticamente una tasa de rendimiento sobre su capital que supera la tasa de crecimiento del conjunto de la economía, concluyendo que con el paso de tiempo, se van quedando con una porción más grande del pastel de la riqueza existente. La realidad, sin embargo, es que mi riqueza actual no depende en esencia del pasado, sino del futuro: yo no soy rico por cuán bien invirtiera mi padre, o yo mismo en el pasado,  sino por lo bien que sea capaz de continuar invirtiendo en el futuro, tan y como hemos definido, al iniciar este escrito, la riqueza es flujo de efectivo, no cantidad de efectivo.  En contra de lo que señala Piketty, ningún activo, bien de capital o financiero, posee una rentabilidad automática o garantizada (ni siquiera la deuda pública, tan sólo pregunten a los tenedores de bonos argentinos o griegos). Ser rico hoy no es garantía de seguir siéndolo en el futuro y, mucho menos, de ser mucho más rico en el futuro que en el presente: De hecho, la mayor parte de los superricos de 1987 han perdido desde entonces más del 50% de su patrimonio. Cuanto más capital se tiene no se posee de mayor capacidad para hacerlo productivo y rentable, sino de mucha menos: la capacidad para invertirlo bien, para evitar errores y para encontrar lucrativas oportunidades de inversión que nadie más ha podido localizar va viéndose cada vez más mermada cuantos más fondos te ves obligado a gestionar. Tan sólo una muestra, el magnate Carlos Slim perdió 15.4 milmillones de USD en este año 2015. Sus empresas más importantes América Móvil (que comprende Telmex y Telcel) ya tienen competencia de relieve (AT&T), y lo más probable es que su condición de cuasi-monopolio de vaya mermando con el tiempo.

La Razón de la Desigualdad

Esta es la razón de la desigualdad. Los seres humanos no somos iguales, por cruda que la sentencia parezca, y no somos iguales porque el capital humano que cada quien tiene es diferente, y es diferente porque las capacidades de cada ser humano también lo son. Pero lo más importante, suponiendo hombres igualmente inteligentes y capaces, unos deciden incrementar su capital humano estudiando alguna carrera universitaria, y al terminar su preparación deciden ofertar sus capacidades adquiridas a alguna empresa, y emplearse, este sujeto, por definición tendrá sus ingresos que corresponden a sus retribuciones otorgadas por el empleador, fijas. Tienen para decirlo escueta y llanamente su sueldo, eso sí garantizado dos veces por mes, puede ser muy alto, como sucede con los CEOs de las grandes empresas, tener muchos ingresos extra, bonos, premios, compensaciones, prestaciones, pero todo eso está limitado a un contrato con su empleador. Otros, en cambio, deciden que es mejor ser “cabeza de ratón que cola de león”, como escribíamos, tienen alguna idea que creen buena, y emprenden la aventura empresarial. Los ingresos para este incipiente empresario no están garantizados por nadie, él no puede con certeza saber cuánto va a ingresar, nadie cada quincena depositará en su cuenta nada. Está totalmente en las manos de los soberanos consumidores que aceptarán adquiriendo su producto o servicio ofertado, o no haciéndolo. Si su producto es votado por los consumidores su pequeña empresa crecerá, buscará capital o socios para crecer, quizá también buscará créditos, e invertirá para incrementar la producción de su negocio, y si las cosas le salen bien, y administra correctamente su empresa, quizá hasta la coloque en la bolsa de valores para levantar capital que le permita acelerar el proceso de crecimiento. Como consecuencia de la creación y éxito de la incipiente empresa, se requerirá de contratar colaboradores, creando sueldos, que serán cada vez mejor pagados a aquellos empleados que por su capital humano son valiosos para el funcionamiento de la empresa. Adicionalmente, la empresa tiene proveedores de todos los insumos que requiere para la manufactura de su producto o prestación de su servicio, ellos obviamente también son beneficiados por la incipiente empresa, y también muy posiblemente tengan que crear más puestos de trabajo. Y estos a su vez también tienen proveedores con lo que estamos hablando de una cadena productiva de generación de riqueza que beneficia a toda la sociedad en su conjunto.

 Con el paso del tiempo nuestro personaje que optó por la aventura empresarial superará con creces en ingresos al primero que decidió libremente usar su capital humano como empleado, y quizá, porque no,  después hasta aparezca en la lista de Forbes como uno de los multimillonarios.

Entonces nuestro personaje  formará parte de la “inequidad”, que tanto preocupa a la izquierda, que no puede ver que las empresas tengan  propietarios, que le da por así decirlo repugnancia, asco,  y que sus ingresos superen con creces a los de cualquier trabajador. 

El proceso descrito sobre la creación de la nueva empresa, por ningún lado que se le vea colabora con exacerbar la pobreza, ¡Todo lo contrario! La nueva empresa, crea fuentes de trabajo e incide en la cadena productiva de otras empresas que a su vez crean más empleos. Qué hubo una persona o varias personas, que se convirtieron en ricos, lo hicieron sin empobrecer a nadie, y todo lo contrario, ¡Redujeron la pobreza! al crear puestos de trabajo antes inexistentes  si el empresario hubiera decidido  no serlo, y buscar como su par comparativo un empleo, las decenas, cientos, o miles de empleos derivados de su decisión no se hubieran creado.  ¿Qué se volvió un desigual? Sí…
Este es el verdadero rostro del Capitalismo, un sistema de libertad, en donde los libres intercambios generan riqueza, no es un juego de suma cero, donde el empresario se enriquece porque alguien más se empobrece. Por el contrario, debido a que la riqueza puede crearse es absurdo argumentar que la desigualdad implica mayor pobreza.

Pero este no es el concepto que se tiene de Capitalismo, mucha gente, aparentemente incluido el papa Francisco al que le he dedicado este escrito, identifica el Capitalismo acorde a las ideas de Marx: El capitalista le roba al trabajador que es el que proporciona la plusvalía, lo explota y por ese motivo de hace rico. Por tanto, todo empresario capitalista es un ser vil, aprovechado que usa a los trabajadores para su propio beneficio. Y si este capitalista llega a lista de Forbes, será malvado entre los malvados por la cantidad de dinero que es capaz de robar a sus trabajadores.

Para los marxistas que el capitalista se vuelva rico es injusto, y que la persona sea valorada por lo que capaz de ofrecer a los demás también, y debe decirse que los principios de justicia socialista –comunista  están basado en la necesidad (“de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”, dijo Marx) resultan apropiados para regir órdenes sociales micro, tales como la familia o el grupo de amigos en las sociedades modernas. En efecto, hace justicia la madre que da a sus hijos según sus necesidades y urgencias, y no según otros criterios como podría ser el mérito. ¿Acaso consideraríamos justo que el padre de familia evalúe el mérito de sus hijos, por ejemplo, en la escuela, a la hora de decidir si suministrarles o no alimento?

Ahora bien, si intentáramos aplicar hasta las últimas consecuencias el principio de la necesidad como criterio de justicia en un orden extenso, sólo una situación de incompleta injusticia e ineficiencia podría derivarse de tal cosa. El legítimo altruismo familiar devendría en ilegítimo saqueo social por parte de una autoridad planificadora que acabaría, a la postre, con toda libertad individual, y hundiría a la sociedad en el hambre y la miseria (el genocidio soviético y el genocidio maoísta son sólo dos ejemplos históricos de lo dicho).

También y no menos importante es considerar que la riqueza es algo constante. “El pastel tiene un determinado tamaño”, y los ricos se llevan las tajadas más grandes.
Es común leer en los medios frases como esta: “En México al 1% más rico (de la población) le corresponde 21% de los ingresos totales de la nación.”
Así que la idea generalizada es que es malo tener ricos y en consecuencia  es menester expoliarlos todo lo que sea posible para que la porción del pastel que detentan sea repartida. Escriben por ejemplo en un artículo del periódico de corte izquierdista  la Jornada “Cantidad de millonarios creció 32%en México en cinco años: estudio” 

“Uno de los grandes problemas reside en que nuestra política fiscal favorece a quien más tiene. No es de ninguna manera progresiva y el efecto redistributivo resulta casi nulo. Por gravar consumo por encima del ingreso, las familias pobres, al gastar un porcentaje más alto de su ingreso, terminan por pagar más que las ricas. La tasa marginal del Impuesto Sobre la Renta (ISR) ؘ–una de las más bajas de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)–, el que no haya impuestos a las ganancias de capital en el mercado accionario, y el que tampoco los haya a herencias, entre otras cosas; son ejemplos de cómo el sistema tributario beneficia a los sectores más privilegiados”.

Quedando en relieve que en sus cabezas no está que el pastel pueda crecer, que mayor generación de riqueza es posible, y que la mayor generación de riqueza traerá efectivamente mejoras sustanciales a la sociedad.

El problema con la actitud de repartir la riqueza, radica en que lo ricos en realidad no tienen su riqueza como dinero o bienes de consumo, la tienen como empecé este escrito en activos que producen un flujo de efectivo, que producen utilidades. Pero, en el mundo de los socialistas, los medios de producción tienen el mismo estatus esencial como bienes de consumo, que por regla general benefician solo a sus propietarios, esto es identifican la riqueza de sus propietarios por mansiones, jets privados, joyas, etcétera.  Es por esto por lo que quienes comparten esta mentalidad normalmente pintan a los capitalistas como hombres gordos, cuyos platos tienen montones de comida, mientras que la masas de los asalariados deben vivir cerca de la muerte por hambre. De acuerdo con esta mentalidad, la redistribución de riqueza es meramente quitar de los platos desbordantes de los capitalistas y dárselo a los hambrientos trabajadores.

Pero esto no es así, el expoliar para redistribuir atenta sobre la creación de más riqueza, y esto es especialmente importante en las pequeñas empresas, que como la de nuestro relato está iniciando y les es imperante ahorrar para que usando como complemento el crédito puedan crecer. Los impuestos las despojan de su capacidad de crecimiento y no pocas veces, son causa de que no puedan tener suficientes utilidades y tengan que abortar la aventura empresarial.

El mundo que ansían los socialistas, es un mundo en el que se han desvanecido los capitalistas multimillonarios y sus empresas, reemplazados por pequeños productores pobres, que no serían significativamente más ricos de lo que son ellos. Esperan que en un mundo de productores como éstos, proveedores a quienes les falta el capital necesario para producir mucho de algo, no digamos proveer la producción en masa de los productos tecnológicamente avanzados del capitalismo moderno, de alguna forma estarían mejor económicamente. Evidentemente, no podrían estar más equivocados o engañados.

Los socialistas prefieren que los pobres se hagan más pobres con tal de que los ricos se hagan menos ricos, o mejor aún que se hagan pobres.

Y, creen que este mundo de pobres, en el que no existe la desigualdad, es mejor que un mundo en el que existen ricos.





viernes, noviembre 27, 2015

¿Cuánto Vale México?

El día de hoy Enrique Quintana en su columna de opinión en El Financiero, ¿Cuánto vale México?  Expone el proyecto del INEGI de llevar la contabilidad de los activos productivos. 
Como sabemos, son los activos productivos o bienes de capital, aquellos que producen un flujo de efectivo, una utilidad, y en consecuencia son los responsables de la generación de la riqueza.
El cálculo más reciente, escribe Quinatana,  corresponde al 2013 y asciende a 34 billones 658 mil millones de pesos constantes de 2008. Este monto es equivalente al 257.6 por ciento del PIB de ese año.
¿Cómo ha evolucionado la acumulación de capital en México en los últimos años?
El dato más antiguo que tiene esta serie corresponde a 1990 y asciende a 18 billones 406 mil millones de pesos, 226 por ciento del PIB.
En 23 años hubo un incremento de 88.3 por ciento en el valor de estos acervos.
El capital acumulado pierde valor por la depreciación y la obsolescencia,  y crece por la inversión nueva que se realiza.
De modo que el ritmo de crecimiento de la inversión fija neta en México fue de un pobre 2.75 por ciento anual entre 1990 y 2013, apenas superior al 2.6 por ciento promedio del crecimiento del PIB.
En el artículo se relata lo contrastante de la inversión, relativamente alta en el sector manufacturero, en especial en el automotriz, 4.7 por ciento anual, y contra lo que se cree la agricultura tiene un 5.6 por ciento anual.
Quintana escribe “Anote un dato curioso, el valor neto de los acervos de capital de la actividad gubernamental, incluyendo los poderes Legislativos y Judicial de todos los órdenes de gobierno, es de 4 billones 98 mil 706 millones de pesos de 2008, 7.5 por ciento más que toda la inversión acumulada de la industria manufacturera.” Escribo, los acervos de capital de la actividad gubernamental no producen riqueza, no producen utilidades, y en consecuencia son inversiones que reemplazan la inversión productiva generadora de riqueza. No es poca cosa, como nos relata Quintana son ¡7.5 por ciento mayores a toda la inversión en manufactura! 
Luego la izquierda se queja de que el país no crece, que el modelo “Neoliberal”, que los 40 millones de pobres, que la desigualdad. Etcétera, etcétera….
¿Cómo quieren terminar la pobreza inhibiendo la generación de riqueza? ¿Cómo quieren crecimiento económico, sin inversiones productivas constantes e incesantes?
Sin embargo, esto no es preocupación real de ningún político, siendo que esto es la única forma de que el país puede combatir la pobreza. 
Pero la izquierda, esto es, todos los partidos políticos incluyendo, por supuesto al PAN, no pueden entender esto, lo que en su mente ignorante supina existe es la “desigualdad”, y se dedican a expoliar, reglamentar a los que pueden invertir y generar riqueza, para hacer que la inversión en bienes de capital sea lo menos rentable posible, evitando así, precisamente lo que se supone intentan combatir.



jueves, noviembre 12, 2015

El Nuevo Aeropuerto de AMLO

Tenemos una nueva “puntada” u ocurrencia de #AMLO, propone un aeropuerto de 2 pistas en donde está ahora la base militar de Santa Lucía, localizada a 43 Km del actual AICM. El que sigue es propaganda de Morena, su partidote, para promover su idea.


El proyecto diseñado por los ingenieros José María Riobó y Sergio Samaniego prevé construir la terminal aérea en 30 meses, sin que deje de operar el actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México y  con un costo de inversión de 69 mil millones de pesos, 100 mil millones de pesos menos a la propuesta del gobierno de la república.
Existen varios “pequeños” detalles, la distancia entre los dos aeropuertos, es uno, importante, pero no el más importante, el más importante son las pistas.
Leo que van a construir 2 pistas y quedará una militar ¿En qué lugar del mundo se tiene esa aberración de tener operaciones militares junto a las civiles en el mismo aeropuerto?  Y suponen los ingenieros que van a tener 4 pistas operativas.  Pues los ingenieros sabrán mucho de segundos pisos, pero poco de operaciones aeronáuticas.

El que sigue es el plano del AICM, actual, tiene aparentemente dos pistas:
La 05L/23R con una longitud de 12,907 pies, que es normalmente utilizada para despegar, por su mayor longitud, y la 05R/23L de 12,795 pies, que es utilizada para aterrizar.

El problema que tiene el aeropuerto es la separación entre pistas, sólo 300 metros. Esa era adecuada hace no sé 70 años, cuando los aviones eran DC3, y su velocidad de aproximación era de 120 nudos, no los 250 de hoy en día, y que aterrizaban a 80 nudos y no los 140 de hoy en día.

Resulta que las aeronaves necesitan espacio entre ellas para operar: Imagine el lector una situación bastante común, un avión está aterrizando a unos metros de la 05R y otro despega en la 05L. Pero hay viento cruzado, el avión que había aterrizado antes en la pista, sigue en la pista no ha tomado alguna salida y el avión que viene aterrizando no aterriza, aborta la operación y se va al aire. Pero como en la 05L está despegando un avión, de pronto tendremos a dos jets, a más de 180 nudos volando a 300-500 metros de separación, prácticamente a la misma altura ¡Qué horror!, las posibilidades de un desastre son enormes…

Así que NO tenemos dos pistas, tenemos digamos que 1.2 pistas.

La operación real es como sigue: Tenemos el avión en la 05L ya colocado y centrado para despegar, esta es la “ganancia”, de que sólo se tenga 1 pista, en que el avión tendría que esperar en la carretera de taxeo que desemboca a la pista hasta que el avión que viene aterrizando, aterrice, y le den instrucción de colocarse y centrarse. El tiempo que lleva acelerar y centrarse son unos 3 a 5 minutos, muy valiosos en un aeropuerto congestionado. Así que el avión en la 05L espera la orden de despegar, mientras que en la 05R llega el avión, y aterriza, o se va al aire. Si aterriza, y desde la torre de control se confirma que no va a irse al aire otra vez, el avión en la 05L recibe su permiso y e inicia su carrera de despegue. Si el avión no aterriza, el controlador deberá esperar a que esté a 1 km ya girando para reinsertarse en la cola de aviones que aterrizan para dar la orden de despegue al avión en 05L.

El punto importante por consiguiente es, no se pueden hacer operaciones simultáneas, esto es, tener un avión despegando y otro aterrizando o los dos despegando, o los dos aterrizando en el AICM actual, ¡Nunca! Es inseguro.  Así las cosas el AICM, con sus 1.2 pistas actuales está limitado a 58 operaciones por hora, o menos cuando hay mal tiempo, y más aviones abortan el aterrizaje y se van al aire.

Por esto, no sé de dónde saca AMLO, y sus “ingenieros” … civiles, que habrá 4 pistas, habrá 3.1 pistas. Y la saturación volverá a llegar a las condiciones actuales en pocos años, se dice que será sólo para vuelos nacionales, que son más en número obviamente que los internacionales.

La otra es la conectividad entre los aeropuertos, definitivamente no es Orly y Charles de Gaulle en Paris, Tizayuca o Santa Lucía está rodeada de montañas, actualmente no están comunicados por una vía decente, la vía que construyan será la única y habrán de salir por una de las zonas más congestionadas de la Capital, por la carreta a Pachuca. ¿Cuánto tiempo le llevaría a un pasajero que viene de Paris, y va a Monterey pasar todo el lío migratorio, las aduanas, transportarse, sabrá que tráfico toca para llegar al otro aeropuerto y viceversa? Eso tampoco aparentemente lo consideran los “genios” de AMLO, y esto tiene un costo, no sólo de la construcción de la vía, de la miserable pérdida de tiempo de millones de pasajeros ¿Qué eso no tiene un valor?

También y para acabarla, en Santa Lucía la niebla es más frecuente y persistente que en el actual AICM… Y por último esa opción no es nada nuevo, ya desde tiempos de Fox fue desechada rápidamente por la cantidad de problemas que presentaba.

No, AMLO lo que quiere es, como siempre entorpecer, boicotear, marear a la gente, y ponerse como el salvador del “pueblo bueno”, no nos va a ahorrar nada, su solución es como siempre “una ocurrencia” más en su loca cabecita. Su aeropuerto a la larga saldría mucho más caro que el actual porque el AICM no tiene para donde y como crecer.