jueves, julio 03, 2014

América Latina No Necesita Mesías, Necesita Productividad

En este espacio hemos insistido una y otra vez que la riqueza proviene de la inversión en bienes de capital, esto es, en todo aquello que produce una utilidad, que junto con el capital humano traducido a conocimiento aplicado a la producción de bienes y servicios potencia a los trabajadores para aumentar el valor agregado por sus salarios, esto significa, ni más ni menos que tengan una alta productividad. Los países que llamamos ricos, como Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, pagan más, mucho más a sus empleados que los países, como nosotros, los latinoamericanos en general y México en particular.


La siguiente gráfica obtenida del sitio de la OCED (OCED en español) muestra en USD (dólares de EU) el sueldo medio por persona, el promedio de horas trabajado, y lo que vale una hora trabajada, no puede ser más reveladora.


Somos de entre los países de la OCDE el país que menores sueldos paga 15.6 miles de USD al año, el que más horas trabaja al año con 2226, y el que menos vale la hora trabajada 7.0 USD. En la OCDE sólo Chile es también latinoamericano, y nos aventaja con sueldo anual 22.4 (43% más que México), horas trabajadas 2029 y valor de la hora trabajada 11.0.

¿Qué acaso los patrones de los otros países son más benevolentes que los patrones mexicanos y por este motivo pagan más a sus empleados? La respuesta es no, las empresas pagan más a sus empleados si son rentables y acumulan capital (ahorran) y sobre todo, si con esos salarios son productivas y en consecuencia son competitivas.

Pero no sólo una empresa en particular, las empresas fabricantes de automotores en México son tan modernas, o más, que sus contrapartes en otros países, incluso más que de los países de los que provienen pero los salarios que pagan a sus obreros, si bien están arriba de la media para la industria nacional, no pueden equipararse a los que se pagan en EUA, Canadá, Japón, Alemania. ¿Cuál es la razón? Que la productividad del país es baja, por ejemplo, el costo de la electricidad es el doble que en EU, los impuestos son tan altos o más que en EU, etc.

The Conference Board es una organización no lucrativa que analiza y recopila datos económicos https://www.conference-board.org/data/ de ahí provienen los datos siguientes sobre la productividad de los países, mismos que se muestran para algunos países de interés en la gráfica que sigue.


Esta gráfica contiene la explicación de por qué ni México ni los países de Latinoamérica crecemos, sólo Chile ha aumentado de forma significativa su productividad, permanecía aletargado hasta que llegó Pinochet aunque les duela a muchos, que implantó medidas liberales y avanzó, al grado que hoy su productividad es mayor que la de México, y eso explica, porque los salarios de los chilenos son superiores a los de México. Claro, como buen país latinoamericano con el socialismo y estatismo en las entrañas ha electo a la Bachelet, socialista de cepa que promete destruir todo lo ganado, “redistribuyendo” la riqueza y terminando con la “espantosa” desigualdad, veremos en los años por venir como esa línea azul correspondiente a Chile empezará a caer, y como los sueldos de los chilenos también empezarán a caer. Al tiempo y que quede escrito.

Brasil, línea verde nos muestra su realidad, un estancamiento absoluto en su productividad. Su productividad subió algo hasta principios de los 1980s y desde entonces están en “siesta”, totalmente horizontal, sin incremento alguno en su productividad.

Y México, que logró hacer crecer de forma interesante su productividad hasta LEA a principios de los 1970’s estancarse y luego dar un último jalón que terminó con la debacle económica de José López Portillo de 1982, a partir de este año la productividad mexicana bajó, luego se estancó hasta el sexenio de Zedillo que empieza en 1994 para subir lentamente, caer en 2007, y volver a subir lentamente hasta nuestros días que como consigné en un post reciente, vuelve a caer…

Esto explica, muchas cosas, en particular los bajos salarios de los mexicanos, la pobreza, y que no es con “programas sociales” como vamos a aumentar la productividad y en consecuencia el bienestar de todos los mexicanos.

La gráfica también muestra cosas interesantes, Rusia tiene una productividad equiparable a la mexicana, el comunismo los dejó con muchas fábricas, pero altamente improductivas, son tan subdesarrollados como nosotros.

Recientemente Lula da Silva vino a México y dijo que Brasil estaba “Mucho mejor que México”, bueno será Petrobras, porque como la gráfica revela su productividad es la mitad que la mexicana, y apenas ha crecido en los últimos 50 años, están bastante peor que nosotros, no obstante lo que diga Lula. Es inexplicable, como revistas aparentemente serias como The Economist se “hayan ido con la finta”, con el boom de materias primas para pensar que Brasil iba a ser importante motor de la economía mundial ¡Qué va!

La gráfica de Corea del Sur es más que contundente, estaba en 1950 en un nivel de pobreza extrema, con una productividad bajísima, sin bienes de capital;  empezó a subir su productividad de forma muy semejante a Brasil y para 1977 alcanzó a Brasil y su productividad era la mitad de la mexicana, no existían marcas como Samsung, LG, Hyundai, y otras, que hoy nos son muy conocidas y que rivalizan con marcas establecidas como Sony, Panasonic, Nissan, Toyota, y todo en menos de 40 años. A principios de los 1980’s empezó un despegue vertiginoso que se explica, en lo que tanto se ha insistido aquí: Inversión de capital incesante y continuo.

Lo mismo puede decirse de China, que permaneció a niveles de productividad ínfima durante el Comunismo de Mao, y empieza a despegar con fuerza a fines de 1990’s su productividad es tan baja como la de Brasil pero con una enorme diferencia, trae una rapidez de cambio impresionante, la inclinación de la curva es semejante a la de Corea del Sur, a este paso, en una década dejará atrás a México y Chile, mientras nosotros seguiremos en nuestra “siestecita”, que ya lleva 40 años, y en Brasil 50.

Los latinoamericanos en general, México, por supuesto, incluido, no hemos podido entender que la razón de la prosperidad es la productividad, y muchos confunden la productividad con actitud, voluntad para trabajar mucho, pero eso es parcialmente cierto, la productividad se incrementa sólo con la inversión en bienes productivos, en aquellos que generan una utilidad, esto es, riqueza, y en el capital humano es decir conocimientos, pero no cualquier conocimiento, en conocimientos que son valorados por los demás, y que sirven para producir bienes y servicios. Esas son las razones que nos pueden hacer crecer económicamente, insisto, no que crezca el PIB, que crezca según el concepto de Hayek “La Frontera de las Posibilidades de Producción”, esto es que haya más negocios de todo, y muy importante que cada uno de ellos sea moderno, productivo, sólo así podremos emular a Corea,  China, o otros países que no se muestran en la gráfica como Singapur, Nueva Zelandia, Hong-Kong , Irlanda, Estonia, que son los únicos países que salieron de pobres y hoy son ricos en los últimos cien años.

México tiene el 56% de la productividad de Corea, y tan sólo un 32% de la de EU.

Pero no podemos entender esto, nuestros gobernantes no pueden entender esto, nuestros economistas, educados como marxistas - keynesianos  no pueden entender esto.  Y esto no lo hemos podido entender desde que nos independizamos de España, o Portugal, seguimos creyendo en que un mago, un hado, un Mesías, vendrá a redimirnos de nuestra pobreza, que son las “oligarquías transnacionales” las que nos tienen jodidos, que no podemos permitirnos crecer con desigualdad, que hay que crecer con igualdad, y que la riqueza, tan exigua, tan limitada que es, debe de ser “redistribuida” entre los pobres.

La idea popular, parece ser que un caudillo-Mesías será el que nos saque de jodidos y muy pero muy importante, sin tener que trabajar, ahorrar, estudiar, y por supuesto, ignorantes en economía, sin tener que invertir en bienes de capital, en más generadores de riqueza. No, el caudillo – Mesías, nos sacará del subdesarrollo, por ensalmo, por magia y claro, combatiendo la desigualdad.

Tan esto es cierto, que hemos tenido un desfiladero de Caudillos: Anastasio Somoza, Juan Domingo Perón, Fidel Castro, Luis Echeverría, López Portillo, Salinas de Gortari, Hugo Chávez, los Kirchner, Evo Morales, Daniel Ortega, Lula da Silva, Rouseff,  Rafael Correa, Bachelet  y similares que escapan de mi memoria en nuestros días, y todavía creemos que el siguiente aspirante a caudillo como López Obrador, nos dará esa riqueza que se nos niega sin tener que educarnos y producir un alto valor agregado, sin tener que “redistribuir” la escasa y casi nula riqueza de nuestros países, sólo para combatir lo que les obsesiona, la desigualdad.

La desigualdad, que es natural en el proceso de la creación de la riqueza, Marx lo entendió bien, pero las consecuencias las interpretó mal, en su Manifiesto del Partido Comunista (1848) que es una descripción insuperada de la fuerza creativa de "la burguesía", que "no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción". Ello a causa del elemento distintivo del capitalismo (palabra que Marx no usaba) u “orden burgués”: la competencia económica como medio para enriquecerse. Donde otras “clases dominantes” usaban la fuerza, la burguesía usa su capacidad de producir más eficientemente. Por ello, “la burguesía ha cumplido un papel altamente revolucionario en la historia”, multiplicando la riqueza pero, a juicio de Marx, acumulándola en cada vez menos manos. Este fue su gran error, que lo llevó a profetizar el pauperismo masivo y la inevitable revolución comunista. Es decir, para Marx, la productividad es la fuerza que usa la burguesía para la "dominación". No es pues de sorprender que estas ideas estén firmemente afianzadas en las mentalidades de los caudillos gobernantes.

Todos estos caudillos, presentes en Latinoamérica, comparten varias cosas en común, la principal es que están convencidos, por su formación comunista,  de que es la “desigualdad” el problema a vencer para poder otorgar la “justicia social” a todos los ciudadanos, recordemos el concepto de Marx “acumularse cada vez en menos manos”, concepto que además les conviene por el sentimiento natural de envidia de la gente, nos dicen que no es posible permitir el crecimiento con palabras más, palabras menos “lastimosa y vergonzosa” desigualdad y así la emprenden con programas “sociales”, reemplazan la creación de empleos productivos con empleos en la burocracia, como el dinero nunca les alcanza para pagar el gasto corriente siempre en expansión, hacen “Reformas Fiscales” para expoliar más al sector productivo, esto es para prevenir que la riqueza se concentre en “cada vez menos manos”.

La gráfica que sigue muestra el crecimiento del gasto programable de México,


Que muestra un crecimiento exponencial, en el año 2000 el gasto era de 227,775 millones de pesos, para este año son 1, 079,598 es decir in incremento de 374 por ciento., o 4.73 veces. ¿Creé el lector que el país ha crecido desde que Fox asumió la presidencia 4.73 veces, que es justificable que el Estado mexicano haya crecido en esa proporción?

Para responder esa pregunta, veamos la gráfica de la evolución del PIB en México desde 1960 al 7 de mayo de 2014, 


Aquí vemos que para el año 2,000 el PIB valía $ 700,000 millones, para 2013 valía 1.18 millones de millones, esto es, la economía en el lapso ha crecido 1.68 veces, 71.14 % nada que ver con el crecimiento del gasto público,  que es en México principalmente gasto corriente. Así que en burocracia, en empleos improductivos, que “redistribuyen” la riqueza de la economía productiva. Además, debe recordarse, y esto es muy importante, que el gasto público entra en el cómputo del PIB = C+I+G, así que peor aún, si elimináramos la G, el gasto público y dejáramos sólo el Consumo y la Inversión privada, ciertamente que el crecimiento del PIB de la economía real sería mucho menor, por lo que comparado con el crecimiento del gasto público sería aún de mayor sin razón, o mejor dicho absurdo para el tamaño de México.

Al ser México un país petrolero, el 60% del gasto se extrae mediante el expolio fiscal a la economía productiva, es capital que desaparece porque se consume, todo el gasto público es consumo, para mantenerse debe de alimentarse de impuestos. El otro 40% es obtenido de la monetización de la extracción del petróleo, que, aunque no merma el capital del sector productivo, sí se extingue, se destruye en gasto corriente improductivo, en lugar de haber sido usado para crear infraestructura sin necesidad de endeudarse, la deuda Mexicana ronda los $150 mil millones de USD, cantidad que no tiene justificación por ningún lado ya que se han endeudado para pagar salarios, programas “sociales”, y sí algo, pero muy poco de infraestructura.

Todo ese capital que se extingue en impuestos para mantener parásitos, impide que sea acumulado, esto es, ahorrado y luego invertido en bienes de capital que producen riqueza, que incrementan la productividad y la competitividad del país, que lo posibilitaría tener crecimientos económicos más vigorosos, y muy pero muy importante, que los mexicanos percibiéramos mejores salarios y trabajáramos menos horas, esto señores, es `progreso, esto es bienestar.

Lejos de que incrementar la productividad sea una política de estado, no, los keynesianos y marxistas caudillos-gobernantes de México en particular y de Latinoamérica en general, creen que el problema es la desigualdad, y la combaten fieramente con tasas impositivas elevadas, la Reforma Fiscal de Peña-Videgaray es un claro ejemplo de esto: Se trata de ahogar, de estrangular a la economía productiva extrayéndole los mayores recursos que se pueda para seguir alimentando el cáncer del estado que crece y crece sin que nada ni nadie lo detenga.

Pero esto no es lo peor, lo peor es que continuamos buscando “al caudillo”. Venezuela ha quedado económicamente deshecha, su productividad en bajísima, más sin embargo, se eligió a alguien peor que Chávez, Cristina de Kirchner que tiene ya a Argentina ¡Una vez más! Al borde de una crisis económica y el impago de su deuda, seguramente será sustituida por otro populista igual o peor, en México Fox y Calderón supuestamente de “derecha”, resultaron tan malos como lo fueron sus predecesores del PRI, y también continuaron expandiendo el tamaño del estado aunque no tanto como los Priistas, y ahora con nuestro caudillo en turno, Peña Nieto que junto con su secretario de Hacienda han dado un brinco colosal para incrementar el gasto público y el endeudamiento fuera de toda proporción, su “Reforma Fiscal”, tiene languideciendo a la economía, y todo su gobierno se basa en que sea un éxito la Reforma Energética y que fluyan inversiones al liberalizado sector de la energía ¿Y el resto de la economía qué?

Así que caudillos van y vienen y no podemos aprender cuales son las razones de la riqueza, no podemos imitar a países como Corea del Sur, Singapur, Nueva Zelanda, no, tenemos que imitar a países fiscalmente fracasados como España, Italia, Grecia, Francia, que con su socialismo y su Estado de Bienestar tienen a sus respectivos países empinados, y en una situación tan difícil. Surgen nuevos caudillos como en España Pablo Iglesias, el Hugo Chávez –AMLO, español que tienen según él la solución a los problemas de España y que es muy simple subir los impuestos al 80%, lo que lanzará seguramente, de salir electo a España al precipicio de crisis en la que ya están pero caerán mucho más profundo.

La gente seguirá votando por aquellos que prometen remedios milagrosos, que prometen enderezar la economía a base de leyes, de reglamentos, de burócratas, de dádivas con cargo al erario, por qué ellos les “suenan” y sus populistas propuestas resultan muy agradables a la masa, a la irracional masa, a la desesperada masa que lo que quiere es el cambio, que vota por propuestas económicamente ridículas,  y siempre anti capitalistas, anti productividad, y no sabe que con su voto está hundiéndose más, que se están poniendo la soga al cuello, aunque también, porque en nuestros países no existen alternativas, todos los partidos, todas las opciones para la democracia son socialistas con distintos grados de tiranía, todas luchan por la igualdad. Y sí, para allá vamos a ser todos iguales, pero pobres.  Videgaray ha dado un claro ejemplo al mundo de cómo con unas cuantas leyes y terrorismo fiscal se puede aniquilar a las clases medias.

Seguiremos votando y encumbrando caudillos, seguiremos improductivos, y en consecuencia, seguiremos pobres, ganando menos, trabando más, y eso si es que podemos encontrar un empleo que nos permita trabajar. Que al menos haya alguien que tenga a bien “explotarnos”, estaremos felices de ser explotados, porque al menos tendremos un sueldo que nos permita mal comer, y mal vestir.