martes, enero 23, 2007

El Gobierno Único Culpable de los Todos los Monopolios

Sí, también de los privados: La más importante fuente del poder monopólico es la asistencia directa o indirecta del gobierno. En forma directa, ya lo sabemos, son las empresas estatales y la prohibición para que cualquier particular actúe en las mismas áreas, de especial relevancia, por supuesto, son las relacionadas con la energía. En forma indirecta, el gobierno tiene todo un arsenal para impedir la competencia: Concesiones, tarifas, cupos, aranceles, impuestos especiales, legislación, y en general todas aquellas medidas que hacen que la concurrencia de nuevos o más participantes en un sector económico sea imposible, o casi imposible.

Al examinar los aranceles y otras restricciones al comercio internacional en su obra La Riqueza de las Naciones, Adam Smith escribió:

“Lo que en el gobierno de toda familia particular constituye prudencia, difícilmente puede ser insensatez en el gobierno de un gran reino. Si un país extranjero puede suministrarnos un artículo más barato de lo que nosotros mismos lo podemos fabricar, nos conviene más comprarlo con una parte del producto de nuestra propia actividad empleada de la manera en que llevamos alguna ventaja [...]. En cualquier país, el interés del gran conjunto de la población estriba siempre en comprar cuanto necesita a quienes más baratos se lo venden. Esta afirmación es tan patente que parece ridículo tomarse el trabajo de demostrarla; y tampoco habría sido puesta jamás en tela de juicio si la retórica interesada de comerciantes y de industriales no hubiese enturbiado el buen sentido de la humanidad. En este punto, el interés de esos comerciantes e industriales se halla en oposición directa con el del gran cuerpo social.”

Estas palabras son tan válidas hoy como eran entonces. Tanto en el comercio interior como en el exterior, es de interés para el “gran conjunto de la población” comprar al que vende más barato y vender al que compre más caro. Con todo, la “retórica interesada” ha dado lugar a una asombrosa proliferación de restricciones sobre lo que podemos comprar y vender, a quiénes podemos comprar y a quiénes podemos vender y en qué condiciones, a quiénes podemos dar empleo y para quiénes podemos trabajar, dónde podemos residir, y qué podemos comer y beber. Y de todo esto, el único real culpable es el gobierno.

No obstante que el Artículo 5º de la Constitución a la letra establece.

“A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.”

El gobierno y los empresarios mercantilistas en México y sus correspondientes monopolios son siempre factibles por obra y gracia del gobierno, haciendo ilícitos numerosas actividades económicas, que no tienen nada de ilícito salvo que el gobierno decidió vedarlas, o, restringirlas mediante las concesiones. Para estos empresarios en colusión con el gobierno que bajo la excusa de que somos un país pobre, para preservar el empleo (siempre los pobres y estos paladines de su defensa) y por consiguiente es menester controlar las importaciones, la producción interna y la asignación de la inversión -y, por deducción, garantizar privilegios especiales en todas estas áreas que son la fuente de su propia prosperidad- a fin de asegurar las prioridades sociales por encima de las demandas egoístas de los individuos. Y este punto de vista es el que prevalece en el gobierno y los “empresarios” Y este es el punto de vista no sólo de las grandes corporaciones monopólicas, también lo es la de gremios y sindicatos, que juegan con las cartas marcadas, por la protección directa o indirecta del gobierno.

Así, bajo la premisa del Estado “Rector”, el gobierno se encarga de controlar minuciosamente una infinidad de actividades económicas: Transporte, agricultura, turismo, energía, etc., etc. imponiendo o una planificación central pormenorizada, o restricciones y vedas, ya sea mediante reglamentos, concesiones, tarifas, aranceles o lo que fuera para proteger sus intereses o los intereses de los empresarios mercantilistas, los gremios y los sindicatos de la competencia, logrando así que los ciudadanos ordinarios está políticamente y económicamente encadenados, y por este motivo tienen un nivel de vida bajo y escaso poder para controlar su propio destino. El estado puede prosperar y construir monumentos impresionantes, obras faraónicas. Las clases privilegiadas pueden gozar de todas las comodidades materiales, pero el común de la población no es más que un instrumento utilizable para conseguir los fines del estado, y no recibe más de lo necesario para mantenerla dócil y razonablemente productiva.

Existe otra forma de monopolio privado: Sobre la colusión. Adam Smith, nos dice en La Riqueza de las Naciones: “Los individuos propietarios de empresas de un mismo sector de la economía frecuentemente se reúnen para convivir y divertirse, pero frecuentemente las conversaciones terminan estableciendo alguna forma para conspirar contra el consumidor y establecer algún forma de subir los precios”. Y, una vez más vaya que si tenía razón, las colusiones privadas pueden verse por doquier. Estos cárteles deberían no ser de cuidado a menos que exista algún tipo de tolerancia o de plano, tengan el apoyo del gobierno.

Sobre los cárteles a su vez, existen dos tipos: Los industriales, la colusión podría y debería ser fácilmente destruida mediante la importación del mismo tipo de bienes, sin embargo, en muchas ocasiones la comercialización de los productos importados es imposible o casi imposible, un ejemplo de esta organización es la cerveza: Las dos principales cerveceras tienen su propia cadena de tiendas de conveniencia, obviamente sólo venden las de su propia marca, a los changarritos “independientes”, los hacen dependientes haciéndoles firmar un contrato de exclusividad y otorgándoles refrigeradores condicionados a ser empleados únicamente con sus productos. Estas prácticas monopólicas efectivamente previenen la competencia externa, aunque se importe otras marcas de cerveza, éstas sólo encontraran como comercializarse en las grandes tiendas de autoservicio, existe pues, un control efectivo del mercado. Un esquema semejante es usado por las refresqueras, los de botanas, etc.

Todavía más complicado son las colusiones en el sector de los servicios, el sistema bancario mexicano es un buen ejemplo. No obstante que el mexicano, es probablemente uno de los sistemas más extranjerizados, está fuertemente dominado por cuatro contendientes, el resto de los bancos son de nicho o boutique, y no representan una competencia real. Se “suponía” que el ser extranjeros habría más competencia, sin embargo, en los 90’s simplemente, no prestaban los depósitos de los clientes eran simplemente invertidos en papel gubernamental, así que las utilidades de los bancos salían íntegramente de nuestros impuestos. Al caer las tasas producto de una menor inflación, y al ya no ser negocio invertir en papel del gobierno, los bancos han empezado a prestar, pero el diferencial de tasas que pagan al ahorrador y la tasa a la que prestan es de risa: Al ahorrador le dan un 3% al usuario del crédito, sobre todo al consumo, las tasas rondan en el 35%, simplemente ¡No puede ser! Y, aunque el público menciona mucho las comisiones altas a los servicios bancarios, el problema real en esta colusión son los diferenciales de tasas. El problema radica aquí en que cada nuevo contendiente que entra, “le gusta” el esquema, y mantienen las mismas o casi las mismas condiciones que los ya establecidos. Por tanto, para este tipo de esquemas, me temo que no es más competencia lo que se requiere, al ser imposible la competencia externa, en donde es muy difícil la colusión, no queda más que la intervención del Estado para obligarlos a reducir las tasas. El aumento de la oferta, es muy limitado, y odio decirlo, puesto que estoy en contra de cualquier intervención Estatal, pero en este caso, no queda de otra.

Existen otros monopolios, y en todos ellos siempre habrá algún esquema proteccionista para mantenerlo: Cemex, evitó que cemento importado de Rusia pudiera desembarcarse, usó todos los recursos legaloides para evitar que el cemento pudiera desembarcarse del puerto de Altamira, y lo logró. Telmex y Telcel otros dos importantes monopolios, el primero en telefonía fija e Internet, el segundo de telefonía móvil, utilizan todo un batallón de abogados para evitar que sean declaradas empresas dominantes, y lo son, el recurso del amparo, se mal usa para lograr con ello impunidad contra acciones de la Comisión Federal de Competencia. Afortunadamente Telmex ya empieza a enfrentar competencia de las cableras, sin embargo, por su poder dominante me hace sentirme escéptico de los resultados, y me temo que saldrá igual que la fallida competencia por la larga distancia, en la que Lada, la compañía de Telmex, preservó su dominancia con más del 85% de los usuarios, las otras, tuvieron que conformarse, con mercados de nicho sobre todo empresariales. ¿por que falló?, por qué Telmex puso todo tipo de trabas y trampas con las tarifas de interconexión que evitaron en la práctica que el consumidor percibiera una ventaja económica importante, y sí la molestia de tener que pagar dos recibos mensualmente en lugar de sólo uno. Desde aquí, desde el recibo, Telmex arrancó, como siempre con las cartas marcadas.

Podríamos escribir todo un libro ilustrando los casos de monopolios en México, y los más preocupantes los que existen en el sector servicios: En TV, la radio, el transporte.

Los Monopolios sólo son posibles si el gobierno los permite, y hasta ahora lo ha hecho y lo seguirá haciendo, y mientras el libre mercado no sea el dominante, México no podrá desarrollarse como debiera, de ahí la importancia por un lado de producir leyes anti-monopólicas realmente efectivas, y por el otro, abrir al economía en las áreas restringidas acaparadas por gremios como el del transporte ¿No es una verdadera aberración que en nuestros aeropuertos los taxis salgan vacíos? ¿Por qué no pueden crearse más empresas de transporte de pasajeros y de carga que unen a las ciudades? En aviación hemos visto como la competencia real de las “low-cost” ha forzado al monopolio Cintra a bajar las tarifas, ¿Por qué esto no se extiende a todas las áreas de la economía?

¿Qué en México ha fallado el Neo-Liberalismo? Sí, como no….

jueves, enero 11, 2007

La Raíz de Nuestros Males: La Constitución III

Los Monopolios

Antes de considerar al detalle el Artículo 28 de nuestra Constitución, que precisamente versa sobre los monopolios, previamente con el fin de aclarar conceptos, vamos a exponer algunas ideas sobre ellos, y para ello, utilizaré escritos de grandes pensadores en la Ciencia Económica, principalmente Frédéric Bastiat, L. von Mises, F. A. Hayek y Milton Friedman.

En México, se supone, la actividad económica se organiza mediante el intercambio voluntario, esto es, el libre mercado, las funciones básicas del Estado en una sociedad libre debieran ser: ofrecer un medio por el que se puedan modificar las reglas, mediar en las diferencias que surjan entre los individuos en cuanto al significado de las reglas e imponer el cumplimiento de las reglas sobre aquellos que decidieran romperlas.

El intercambio es realmente voluntario sólo cuando existen alternativas que sean casi equivalentes. El monopolio implica la ausencia de alternativas, o la casi ausencia, por ejemplo, pueden existir 10 competidores que producen el mismo o equivalente bien, pero si uno de ellos ostenta, digamos, el 80 por ciento del mercado, es, prácticamente un monopolio, le llaman “dominante” y que para fines prácticos es un Monopolio, Telcel es un ejemplo, Cemex otro. El punto importante del concepto de monopolio es que inhibe la libertad efectiva de intercambio. En la práctica, muchas veces el monopolio surge con ayuda del Estado o se basa en acuerdos conspira torios entre individuos. Con respecto a éstos, el problema consiste o bien en que el Estado fomente el monopolio o en forzar la observación estricta de reglas tales como las que están incorporadas en nuestras leyes reglamentarias de la actividad. Sin embargo, el monopolio puede también surgir porque es técnicamente eficiente el tener un solo productor o empresa. Ejemplos de esto son la distribución de energía eléctrica al consumidor final, los sistemas de agua potable y alcantarillado, en general los servicios municipales. De cualquier forma son muy contados los casos en donde se justifica técnicamente un monopolio.

Cuando las condiciones técnicas hacen que el monopolio sea el resultado natural de las fuerzas competitivas del mercado, solamente hay tres alternativas posibles: el monopolio privado, el monopolio público y la regulación pública. Las tres son malas, pero hay que escoger entre ellas.

La Gestión del Estado

Sobre los monopolios y las empresas públicas dice Friedrich A. Hayek en su libro “La desnacionalización del dinero”:

“…no quiero prohibir al gobierno que haga nada, excepto impedir que los demás hagan algo que podrían hacer mejor que él”.

…Y por eso mismo, debe impedirse la gestión del Estado en toda actividad económica. Cuando se trata de satisfacer las necesidades humanas mediante la producción en una sociedad donde predomina el libre intercambio voluntario y la división del trabajo el Capitalismo es la única alternativa en términos de eficiencia y justicia moral. Este proceso no es gratuito ni causa de la fortuna, sino que es el proceso que ha permitido el aumento de la productividad, la creación de mejores técnicas de trabajo, el aumento de la población, aumento de la edad media de vida, mayor capacidad para combatir las enfermedades, mayores comodidades y bienestar… Pero cuando el estado intenta hacerse con esta riqueza, expropiando lo que legítimamente es del individuo, el proceso degenera y la gestión se vuelve imposible. ¿Por qué?

Necesariamente ahora hemos de recurrir a lo que Frédéric Bastiat llamó [Obras Escogidas de Frédéric Bastiat] lo que se ve y lo que no se ve, nos dice:

“En el ámbito económico, un acto, un habito, una institución, una ley, no produce sólo un efecto, sino una serie de efectos. De éstos únicamente el primero es inmediato, y dado que se manifiesta a la vez que su causa, lo vemos. Los demás como se desencadenan sucesivamente no los vemos; bastante habrá con preverlos.”

“La diferencia entre un mal economista y uno bueno se reduce a que, mientras que el primero se fija en el efecto visible, el segundo tiene en cuenta el efecto se ve, pero también aquellos que es preciso prever.”

“Sin embargo, esta diferencia es enorme, pues casi siempre ocurre que, cuando la consecuencia inmediata es favorable, las consecuencias ulteriores resultan funestas, y viceversa.”.

Regresando al tema de la gestión empresarial del gobierno, es un hecho que a las empresas públicas no les interesa “oír” al cliente e informarse de sus necesidades, y hacer lo posible para satisfacerlas, menos aún les interesa ser rentables, esto es, tener utilidades. Para los economistas estatistas, la empresa pública tiene otra función: Proporcionar a los pobres y a los marginados de sus bienes o servicios, y hacerlo con escalas de precios progresivas (como las Cías. Eléctricas) subsidiando al precio para los más pobres y cobrando más a los más ricos. Sin embargo, como dice Milton Fridman: “No existen los almuerzos gratuitos”, en efecto, cuando una empresa pública da algo subsidiado, se han tenido que sacar los recursos de alguna otra parte de la economía, esto es, con impuestos, o cargándole la mano a los más ricos (o a las empresas productivas) obligándoles a pagar un precio más alto.

Por el contrario, el empresario tiene como función principal para su éxito adivinar, o escuchar, al consumidor para que éste le gratifique con su dinero. Si lo hace mal, el empresario quiebra y lo sustituirá otro empresario mejor preparado. Pero cuando el estado se apodera del mercado y toma por ley el monopolio de un sector, no hay lugar para el empresario privado, no hay lugar para la competencia, no hay lugar para mejorar. En este momento, el sector se vuelve estático, ineficiente, pierde el dinamismo y el afán de hacer las cosas bien, que sólo el afán de lucro del hombre libre puede darle. Y algo muy importante, los trabajadores de la empresa pública al saber que están inmunizados contra perder su trabajo, no tienen motivación para hacer productivamente su trabajo, al saber que su empresa siempre dará curso favorable a sus demandas laborales que se convierten en “conquistas permanentes” ya que nunca puede quebrar, y su ineficiencia siempre será cubierta por más presupuesto que se saca de los ingresos del Estado que a su vez extrae de los particulares.

Así, lo que parece no ver aquí el economista estatista es que, no sólo se está dando un servicio o bien de inferior calidad y más caro del que se habría llegado mediante la libertad de mercado, y que por medio de la libertad de los medios de producción habría satisfecho también a los pobres, sino que el estancamiento y la baja productividad que ha creado genera pérdidas netas al conjunto de la sociedad en la medida, no sólo de disminución de la productividad real, y de la competitividad como país, sino en la propia distorsión de la estructura del capital libre, esto es restando dinero disponible al resto de la sociedad para poder consumir, ahorrar o invertir, lo que trae por consecuencia impedir el crecimiento de la economía. En pocas palabras, el Estado mediante sus monopolios destruye e impide a los empresarios crear. Así regresando a lo enunciado por Bastiat, el vulgo ignorante puede festejar que la empresa pública subvencione los precios, pero “lo que no se ve”, es que para ello se generan perdidas importantes al conjunto de la economía, que se manifiestan en baja productividad del país.

Y ya con esto en mente, pasemos al Artículo 28 de nuestra Constitución que empieza tajantemente expresando que quedan prohibidos los Monopolios. Establece en seguida que la ley castigará severamente a todo aquel que impida la libre concurrencia (se deberían de castigar ellos solos) al acaparador, etc. al que cobre precios exagerados…

Y, por supuesto establece su posibilidad de intervención (No es muy original la propuesta de AMLO de Precios Competitivos ya esté en la Constitución);

“Las leyes fijarán bases para que se señalen precios máximos a los artículos, materias o productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular, así como para imponer modalidades a la organización de la distribución de esos artículos, materias o productos, a fin de evitar que intermediaciones innecesarias o excesivas provoquen insuficiencia en el abasto, así como el alza de precios.”

¡Que justa ley!, pero “lo que no se ve” es que el camino al des abasto, los mercados negros, el acaparamiento, la escasez. Tal y como lo hemos vivido muchos mexicanos con los precios controlados…

Y sobre la propuesta de AMLO de los precios competitivos, pues sólo es cuestión de ampliar el concepto de lo que se consideren “productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular”.

El artículo 28 prohíbe los monopolios, pero…. Inmediatamente define que no lo son (por que le da la gana que no lo sean, no por que el consumidor carezca de libertad de elección) para áreas “estratégicas”: correos, telégrafos y radiotelegrafía; comunicación satelital, petróleo y los demás hidrocarburos; petroquímica básica; minerales radiactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. Pero va por más, y dice que “No constituyen monopolios las asociaciones de trabajadores formadas para proteger sus propios intereses y las asociaciones o sociedades cooperativas de productores para que, en defensa de sus intereses o del interés general” Por que tu lo dices…

Y remata (literalmente)…

“Se podrán otorgar subsidios a actividades prioritarias, cuando sean generales, de carácter temporal y no afecten sustancialmente las finanzas de la Nación. El Estado vigilará su aplicación y evaluará los resultados de ésta.”

Bueno, creo que ya hablamos suficiente de los subsidios, en la Constitución se escriben de “carácter temporal”, que digamos, no se respeta mucho esto.

Marx proponía que el Estado se apoderara de los medios de producción, el Artículo 28 de la Constitución sigue este postulado y se apodera monopólicamente de varias áreas de la economía, que efectivamente son “estratégicas”, y que son en parte la explicación de nuestra baja competitividad como país. Pero hay más, hay monopolios y oligopolios privados, sindicales, gremiales, de procuración de la justicia, que vienen a rematar el estado improductivo y poco competitivo de la economía y que como veremos en el próximo post la culpa de su existencia de todos, sí, incluyendo los privados, es también del Estado.

lunes, enero 08, 2007

La Raíz de Nuestros Males: La Constitución II

La propiedad privada en la Constitución

Como observó el filósofo Inglés John Locke la actividad humana genera propiedad. Para empezar somos dueños de nuestro propio cuerpo y mente, y por añadidura de los frutos obtenidos mediante su uso. Nuestra supervivencia como seres humanos es inseparable de nuestras necesidades materiales, pero a la vez nuestros derechos terminan donde empiezan los del otro. Y desde el punto de vista pragmático, el derecho a la propiedad y su protección por el Estado es fundamental para la inversión y la consecuente generación de empleos.

El artículo 27 de nuestra Constitución considera la propiedad privada, pero antes de examinarlo, veamos lo que sobre el respecto se encuentra escrito en otras Constituciones, de países “Rivales” de México, y escribo el término rivales, por que estamos con ellos en franca competencia: Primero para captar los capitales productivos y segundo como competidores por colocar nuestros productos en este mundo globalizado. Veamos,

Constitución de Irlanda, Artículo 43 Propiedad Privada
1.1 El estado reconoce que el hombre, en virtud de ser un ser racional, tiene el derecho, por sobre cualquier ley positiva a la propiedad privada de bienes externos.
1.2 En estos términos el Estado garantiza que no pasará ninguna ley que atente abolir el derecho a la propiedad privada o el derecho a transferir, enajenar, o heredar la propiedad.

Constitución de Estonia
Artículo 32 Propiedad

(1) Los derechos de propiedad son inviolables y deben ser protegidos por el Estado. No podrá expropiarse la propiedad sin el consentimiento del propietario excepto para el caso de interés público, y por ella deberá proporcionarse una compensación apropiada y compensatoria. Cualquiera que sea expropiado con o sin su consentimiento tiene el derecho de apelar a la corte.
(2) Todo el mundo tiene el derecho para que su propiedad sea libremente administrada y haga con ella el uso que el particular crea pertinente. La propiedad no puede ser usada en contra del interés público.

Articulo 39 Derecho a la Propiedad Intelectual
Los autores, tendrán el derecho inalienable sobre su trabajo. El Estado deberá proteger los derechos de propiedad.

No debe sorprender por que Estonia ha crecido sobre todo en términos de la Economía del conocimiento con gran valor.

Y en la “Comunista” China,

Enmienda Cuarta
La propiedad privada legal es inviolable, y el Estado, conforme a la ley protege los derechos de los ciudadanos a las propiedad y su herencia, y el Estado podrá, para el interés público y conforme a la ley expropiar la propiedad privada para su uso y deberá compensar por la propiedad expropiada.

Nada que ver con el “Manifiesto del Partido Comunista” de Marx y Engels.

Muy similares artículos podremos encontrar en otras Constituciones, que contrastan todas ellas con la nuestra sobre todo en su extensión. La nuestra tiene 136 artículos principales y 19 transitorios. La de Estados Unidos, por ejemplo, sólo siete. La nuestra ha sido enmendada 425 veces hasta diciembre del año pasado. La estadounidense tiene 27 enmiendas. Los cambios mexicanos modifican con mucha frecuencia los preceptos originales de la Constitución. Los de la Unión Americana han añadido en buena medida derechos fundamentales a los originales. El problema es de fondo. Tenemos una Constitución compleja y excesivamente detallada: en lugar de concentrarse en establecer garantías generales, de una ley primigenia de la que emanen todas las demás leyes, toca asuntos que deberían definirse sólo en una ley secundaria. Quizá la razón de ello sea la de elevar a “Rango Constitucional”, muchos de los conceptos comunistoides, que son incuestionablemente la raíz y el génesis de nuestro atraso.

Pero, continuemos con el artículo 27 que empieza con el párrafo:

“La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponden originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de trasmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.”

Este texto es verdaderamente revelador, atenta contra la ética, contra el hombre como ser racional:

El hombre para el Estado Mexicano, el ser racional dueño de si mismo y que genera propiedad, no existe. La propiedad emana de un concepto abstracto y etéreo “El Estado” que es el dueño “original de toda propiedad” y graciosamente nos concede la posibilidad de tener propiedad. ¿Y la propiedad intelectual? ¿También esa es originalmente del Estado? ¿Es el Estado originalmente dueño de mi mente, y me concede la posibilidad de tener propiedad por lo que creo con mis facultades mentales?
Incuestionablemente este primer párrafo del Artículo 27 atenta contra la ética, contra la esencia misma del ser humano, que desprecia. Resulta ahora explicable, por que México tiene un lugar tan preponderante en la piratería, y resulta también explicable, como nos estamos marginando de la Economía del Conocimiento, de la mentefactura, la propiedad intelectual, simplemente no existe en nuestra Constitución.

Y, ¿Quién es el dueño “original” de toda propiedad? ¿El Estado?, pero ¿Quién es el Estado?, no puede ser un ser etéreo, incorpóreo, ¿Son los políticos? O ¿Somos todos nosotros, el colectivo de la sociedad?, y en cualquier caso, políticos o sociedad ¿Son ellos los dueños originales de la propiedad? Y la propiedad privada ¿Es meramente una concesión que puede retirarse en cualquier momento.

Si Ud. fuera un inversionista (no mexicano), ¿En que país preferentemente invertiría su capita?, en uno, en cuyas leyes se define la propiedad como algo intrínseco del ser humano, o en uno en que la propiedad privada es una concesión del Estado?

¿Ya vamos entendiendo por que las inversiones se van a China, a Irlanda, a Estonia entre otros? Y la consecuencia es que ellos crecen vigorosamente, y nosotros, prácticamente estancados.


El artículo 27 es increíblemente extenso, y lo es por que se dedica a limitar la propiedad privada de varias formas y modos:

“Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos… etc.. Todo lo que es minería está prohibido, por supuesto, energéticos, lo que pueda ser utilizado como fertilizante, etc., etc. Los mexicanos sólo somos dueños del terreno, nada de valor que exista por debajo de 0.5 cm, es nuestro, es “del Estado”. Peor aún, si en tu terreno, se descubre algo que tenga valor en el subsuelo, en automático ya lo perdiste, aquello de valor y tu propiedad terrenal…”

El artículo 27, continúa ahora con el agua, definiendo las aguas territoriales y ¡otra vez! Prohibiendo la propiedad de cualquier cuerpo de agua, sea lago, estero, río, riachuelo. ¿Será por esto, que nuestros ríos y lagunas son auténticas cloacas? Toda esta propiedad del Estado está contaminada a lo largo y ancho de México. ¿Será por que no es de nadie? Perdón… es del “Estado”, el ser etéreo.

Pero, sigue, definiendo y limitando quien puede poseer y quien no, el “dominio” y las concesiones de tierras, aguas y recursos minerales, prohibiendo explícitamente lo relacionado con la energía. A los extranjeros, los obliga a no invocar la protección de sus gobiernos (paranoia pura), bajo la pena de perder todo lo adquirido. Sigue con párrafos francamente desconcertantes, como el párrafo V que a los bancos, sí, las instituciones de crédito, “no podrán tener en propiedad o en administración más bienes raíces que los enteramente necesarios para su objeto directo” Y esta frase restrictiva se repite una y otra vez, para diversos actores de la economía, ni que decir de las actividades agropecuarias.

¿Nos quejamos de la pobreza en el campo mexicano? ¿No entendemos por que la productividad agrícola patética? ¿Nos extraña que una buena porción del campo solo se le haga producir para el autoconsumo? Pues el artículo 27 tiene la explicación:

“La ley, con respeto a la voluntad de los ejidatarios y comuneros para adoptar las condiciones que más les convengan en el aprovechamiento de sus recursos productivos, regulará el ejercicio de los derechos de los comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su parcela. Asimismo establecerá los procedimientos por los cuales ejidatarios y comuneros podrán asociarse entre sí, con el Estado o con terceros y otorgar el uso de sus tierras; y, tratándose de ejidatarios, trasmitir sus derechos parcelarios entre los miembros del núcleo de población; igualmente fijará los requisitos y procedimientos conforme a los cuales la asamblea ejidal otorgará al ejidatario el dominio sobre su parcela. En caso de enajenación de parcelas se respetará el derecho de preferencia que prevea la ley.”

"Dentro de un mismo núcleo de población, ningún ejidatario podrá ser titular de más tierra que la equivalente al 5% del total de las tierras ejidales."

Esto es Comunismo en su más puro significado. El ejidatario está enteramente sujeto a los caprichos de “la asamblea” (por supuesto controlada por algún cacique), y en realidad no es dueño de nada.

Continúa el artículo 27 expresando que en México quedan prohibidos los latifundios, y se arranca a definir, tipos de tierras y sus posibles extensiones, para las agrícolas dependiendo si son de riego, o temporal, incluso definiendo modificando la posible extensión por el tipo de cultivo. Para las ganaderas la posible extensión se define en términos del número de cabezas de ganado mayor (500) que pueda alimentar.

Sobre esta porción del texto del artículo 27 sólo queda comentar. ¿Son estos límites los idóneos para hacer producir la tierra? ¿Qué banco va a dar préstamos, o que aseguradora otorgar un seguro sobre la cosecha a tierras sin dueño? O a tierras limitadas. El riesgo para la institución de crédito es infinito, por eso, sólo el gobierno a través de sus “bancos” pueden otorgar préstamos que casualmente siempre han quebrado por la cartera vencida. Y lo más importante, no sólo es la baja productividad del campo, no sólo es la pobreza ancestral de hoy y de siempre. Nuestros campesinos dejan estas, “sus” tierras, “La Tierra es del que la trabaja”, improductivas, limitadas, y no sólo eso, dejan a sus seres queridos, y arriesgan sus propias vidas para irse a trabajar a tierras libres, y cuya extensión no está limitado por ley alguna, sólo está limitada por el capital que las hace producir. Más de 500,000 mexicanos emigran cada año a lo EU, una gran proporción de éstos son campesinos, ¿No es esto una prueba contundente e irrefutable del fracaso absoluto del Artículo 27 de la Constitución y de las leyes agrarias que de él emanan?

¿Por qué fracasa el artículo 27? Por que atenta contra la ética, por que atenta contra la naturaleza humana, por que es Socialista.

Y mientras tanto, los mexicanos, muy ocupados en nuestra cotidianidad, pensando que los problemas se van a resolver renegociando el TLC, mientras que tuvimos 13 años para modificar entre otras cosas esta Constitución, creemos que vamos a poder insertarnos en el mundo globalizado, competitivo, con tratados comerciales a diestra y siniestra y con algunas tímidas Reformas Estructurales, seguimos aferrados a nuestros mitos, seguimos aferrados a una Constitución obsoleta, antitética, que no somos capaces de comparar este engendro derivado del comunismo con otras Constituciones de otros países, como lo hice al iniciar este post, que no somos capaces de actuar como China, que sí han modificado sus leyes y sus Constituciones, que para la propiedad privada dedican unos cuantos párrafos, son específicas y directas y que en consecuencia son un poderoso imán para la inversión productiva, el crecimiento económico y los empleos derivados, que es único posible para derrotar a la pobreza.

La Constitución es la raíz de todos nuestros males, el Artículo 27 sobre la propiedad, es una colección de de aberraciones que atentan contra el hombre por que la propiedad privada no es ninguna concesión de ningún Estado, es parte inalienable de su naturaleza, dueño de su cuerpo, de su mente, y de la propiedad que de su uso resulte. Por tanto, tiene este artículo una parte muy importante de la explicación irrefutable de nuestro atraso, de nuestra incapacidad de progresar y de hacer de este un mejor país.

jueves, enero 04, 2007

La Raíz de Nuestros Males: La Constitución I

Sí, nuestra Constitución Política, es indudablemente la raíz de nuestros males, y la principal causa de que el país no pueda económicamente crecer, por que inhibe la inversión y en consecuencia la generación de empleos. Esta contundente afirmación se basa en que la Constitución tiene un espíritu inspirado en el Comunismo de Vladimir Ilich Ulianovich –Lenin-.

En efecto, se dice que la nuestra fue la primera Constitución “social”, “progresista” de la historia, en efecto, aunque el Constituyente de 1917 tomó la Constitución Liberal de 1857 como base, sin embargo, el espíritu liberal de aquella casi completamente fue reemplazado por la ideología comunista que influenció enormemente al Constituyente por la triunfadora Revolución Bolchevique que se estaba dando simultáneamente. Estas mismas ideas dieron origen a la Constitución de la URSS. La URSS y su Constitución ya desaparecieron por que fracasaron estrepitosamente, la nuestra continúa vigente, como un enorme lastre, como cadenas que nos impiden tener el crecimiento económico que un país que comparte una frontera con el mercado más grande de la tierra, que tiene recursos naturales, que tiene petróleo, debiera de esperarse.

Pensémoslo, México tiene condiciones realmente privilegiadas, y sin embargo, llevamos ya 89 años con este lastre atado al cuello, con las leyes y gobiernos que de ella emanan que han sido socialistas ideología que ha fracasado y seguirá fracasando por que atenta contra la naturaleza humana y por tanto carece de ética.

Es sorprendente que no obstante que casi todo el mundo acepta el fracaso del Comunismo, la Constitución Mexicana sea popular, estamos tan aleccionados desde nuestra educación elemental sobre sus bondades y su espíritu “social” y “justo”, que a pocos, muy pocos los lleva a identificar a la Constitución como la raíz de nuestro atraso, como el principal impedimento que nos impide progresar, ser competitivos e insertarnos en el mundo actual.

Hemos definido en el Post “México País Socialista” al socialismo que no obstante su término provenga de “Social” lo que realmente implica es planificación central, vemos lo que dice el Artículo 25:

Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución.

El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento de las actividades que demande el interés general en el marco de libertades que otorga esta Constitución.

Estos dos párrafos son bien claros respecto a la naturaleza intervensionista y de planificación central, que es la esencia del socialismo, en la URSS fracasó y aquí aunque también fracasa sigue vigente. Lo increíble es ¡Qué no nos demos cuenta! Que lo aceptemos como algo “natural”. Pero quizá el motivo de esto, que no nos demos cuenta provenga del texto que sigue en el propio Artículo 25:

Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad social, el sector público, el sector social y el sector privado, sin menoscabo de otras formas de actividad económica que contribuyan al desarrollo de la Nación.

Este párrafo modera el espíritu totalitario Comunista y nos da la gracia, nos hace el favor a los particulares, que nos pone en tercer lugar, para “contribuir al desarrollo de la Nación”

El Constituyente de 1917 tomó lo más nocivo del espíritu Comunista, la planificación central, pero a diferencia de los Bolcheviques que negaron dar al sector privado la posibilidad de contribuir a la economía, aquí si nos dieron la oportunidad, la gracia de contribuir, pero eso sí manteniendo el estado sus facultades para obtener “una más justa distribución del ingreso y la riqueza”. Con esto, se sientan las bases para confiscar los resultados de la actividad productiva privada para “distribuirlos”.

Pero el Artículo 25 continúa, ahora prohibiendo actividades económicas a los particulares:

El sector público tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas estratégicas que se señalan en el Artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución, manteniendo siempre el Gobierno Federal la propiedad y el control sobre los organismos que en su caso se establezcan.

Luego pone las bases para darse el Estado la oportunidad de meterse en la actividad privada,

Asimismo podrá participar por sí o con los sectores social y privado, de acuerdo con la ley, para impulsar y organizar las áreas prioritarias del desarrollo.

Y termina,

La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los particulares y proveerá las condiciones para que el desenvolvimiento del sector privado contribuya al desarrollo económico nacional, en los términos que establece esta Constitución.

¡Hombre, Muchas gracias Estado!, sobre todo por lo del “aliento”.

El Artículo 26, es totalmente descarado sobre la planificación central:

El Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de la Nación.

F. A. Hayek (Nóbel 1974) analiza en sus libros "Camino de Servidumbre" y "La Fatal Arrogancia" las diferentes razones por las que el gobernante no puede disponer de la información económica necesaria para la planificación. Es lo que se llama "el teorema de la imposibilidad del socialismo":

El socialismo es un error intelectual imposible teórica y prácticamente.

1º) El enorme volumen de información necesario no puede ser gestionado por la mente de una única persona o comité en un tiempo limitado;
2º) La información necesaria es de carácter subjetivo, está dispersa en la mente de muchos individuos y además tiene un carácter tácito, no articulable.
3º) En cualquier caso, el carácter dinámico de los procesos económicos, impide que el gobernante disponga de información que aún no ha sido creada.
4º) Finalmente, el propio carácter coactivo de la intervención en el sistema económico distorsiona, corrompe, dificulta o simplemente imposibilita la generación y transmisión de la información necesaria.

Tenemos, pues casi 90 años de intervencionismo estatal, de planificación central, y es la Constitución la raíz de nuestro sistema económico eminentemente socialista, y como lo establece Hayek, no obstante sus buenas intenciones, es un fracaso por que es lo contrario a la comunidad, en su concepto pacífico y voluntario. Como hemos visto, la Constitución Mexicana en sus Artículos 25 y 26 exhibe algo fundamental: la desconfianza o desprecio por la autonomía del individuo y la insistencia en politizar y planificar centralmente las actividades de una sociedad.

Pero, ¿Cómo nos ha ido? ¿Qué tal se ha desempeñado el sistema impuesto por nuestra Constitución “social y progresista”? Tenemos 90 años de planificación central del Estado Mexicano Socialista, en los próximos post me avocaré a la tarea de “refrescarles” la memoria, para objetivamente analizar que tan buen gobierno ha sido, a lo largo de los años el Estado Mexicano.

Por lo pronto ahí queda, no, indudablemente no es el liberalismo el causante de nuestro subdesarrollo, de nuestra impotencia, llevamos 90 años combatiendo a la pobreza, al los “necesitados” ¿De qué, y en qué monto? De concurrir con responsabilidad social al desarrollo de la economía nacional. Los colapsos económicos, y el raquítico crecimiento económico de hoy son el resultado de la imposibilidad del socialismo manifiesto en nuestra Constitución y en nuestras leyes tal y como F. A. Hayek lo manifiesta contundentemente.

lunes, enero 01, 2007

Lorena Ochoa, el Ser Humano

Quiero hacer una pausa sobre mi intención de diseccionar la orientación socialista del Estado Mexicano como responsable de nuestro atraso, y estancamiento económico para que hoy primer día del año 2007 lo empiece escribiendo sobre algo realmente positivo, algo que ejemplifique esa actitud mental individual que lleva al triunfo, ese algo que emana desde lo más profundo de la individualidad que lo hace ser triunfador, que lo hace ver al futuro con optimismo y anhelo, y no con temor e incertidumbre. Por eso en este Post deseo rendirle un humilde homenaje a una mexicana ejemplar: Lorena Ochoa.

No soy evidentemente comentarista deportivo, de ella, de Lorena se ha escrito mucho en el año que terminó, sus logros, realmente impresionantes La mejor golfista del año y todavía más según la votación de la Associated Press, la mejor atleta del año. Desde los días de gloria del Pentapichichi Hugo Sánchez no había algún mexicano(a) llegado a tales alturas, ni Ana Guevara, ni Rafa Márquez que ciertamente también son unos triunfadores ejemplares, han llegado tan alto como Lorena Ochoa. Sin embargo, no es la cuestión deportiva lo más fabuloso que existe en esta jovencita ejemplar, detrás de la deportista triunfadora existe un ser humano excepcional y son éstas características las que quiero mencionar y enaltecer, por que estoy convencido que entre más Lorenas Ochoa se produzcan en nuestro país, y no sólo en la cuestión deportiva, no, en todas las actividades humanas, en nuestro quehacer cotidiano tendremos verdaderamente un mejor país, un país de triunfadores, que veamos nuestro futuro colectivo con anhelo y optimismo, y no con temor e incertidumbre. El pasado, pasado es, ya no existe, y no podemos regresar a él, existe el presente, lo que hacemos hoy tú y yo, todos nosotros y la pasión, la entrega que pongamos a cada uno de nuestros actos presentes, será incuestionablemente el principal factor para modelar nuestro futuro, cada quién, como individuo tienen en sus propias manos y mente la posibilidad de moldear su futuro y este esfuerzo colectivo necesariamente llevará a un país mejor.

Ciertamente su deporte, el Golf, no es muy popular, quizá por eso no existe una gran alharaca sobre sus triunfos, nada comparable con el seguimiento que se le da, por ejemplo a la Selección de fútbol. Peor aún es un deporte que muchos consideran de élite, de “pirruris”, es también un deporte que es mal comprendido, mucha gente cree que golpear una pelotita cacariza alrededor de un campo de césped con trampas de arena y cuerpos de agua, no tiene gran “chiste”, que es deporte para viejitos, y viejitos ricos, y que como no se suda mucho es muy cuestionable su valor como “deporte”. ¡Qué equivocados están! El Golf es un deporte muy difícil exige una gran coordinación psicomotora, precisa, exacta, para entrar a golpear imprimiendo la máxima velocidad (o la velocidad correcta para el caso de disparos de aproximación) a la cabeza del bastón, no es evidentemente fuerza bruta lo que aquí se requiere. Pero no es ni siquiera las cualidades de coordinación psicomotora lo más importante en este deporte, no, lo más importante en este deporte está en la mente y me refiero no sólo a los complejos cálculos mentales que el deportista tiene que hacer, en especial con el “putter”, sobre el “green” en donde se tira con gran precisión (comparable al billar, pero a mi entender aún más complejo), considerando el desnivel del piso, la dirección del pasto, la dureza y humedad del suelo, para finalmente hacer que entre en el hoyo, no me refiero al control mental que el deportista tiene que tener para vencer la presión, que sobre ella ejercen, sus rivales y el público espectador. Es por esto, que el profesional del Golf es muy valorado, y en consecuencia las percepciones monetarias son de varios millones de dólares.

La historia de Lorena Ochoa me es muy relevante por que demuestra, una vez más que es el individuo, y específicamente el esfuerzo individual, el ser dueño de su cuerpo, de su mente y de los frutos que resulten de su uso, por que es la autonomía del individuo lo que lleva al triunfo, eso a que tanta desconfianza y desprecio muestran los socialistas que insisten en planificar y politizar las actividades humanas de una sociedad. Los triunfos de Lorena, son de ella y de nadie más, no ha recibido apoyo más que el obvio de sus padres para alentarla y estimularla, pero es incuestionable que lo más valioso de Lorena es precisamente Lorena.

Pero lo más grande en este ser humano excepcional no es ser una brillante deportista, que por cierto, a diferencia de Hugo Sánchez, no obstante su incuestionable grandeza, siempre se muestra sencilla, hasta en ocasiones humilde: Siempre da las gracias, a todo el mundo, empezando por su caddie (el que lleva sus bastones y le da consejos), hay en ella, otras cualidades que la enaltecen aún más, Lorena se conmueve profundamente con el dolor de sus semejantes cree que ella debe y puede hacer algo al respecto y no es de “izquierda” es un bello ser humano que ha creado su propia fundación, para que con SU dinero, producto de SU esfuerzo VOLUNTARIAMENTE canaliza en ayuda humanitaria: En el 2006, su fundación, apoyó a 753 niños, 3 mil jóvenes, se dieron 130 tratamientos de quimioterapia, 250 transplantes de órganos, ayudó a que se educaran 300 padres de familia, y otorgó becas a 36 niños golfistas de escasos recursos. Pensemos que los triunfos de Lorena son apenas el comienzo, y no obstante ellos, es evidente que destina a su fundación una buena parte de sus ingresos, y todo esto lo hace por compasión, por que es movida por su enorme y bello corazón, y sus deseos honestos de hacer el bien a sus semejantes, y no como aquellos, los de “izquierda”, que politizan y explotan a su favor estas nobles intenciones, sin otro objetivo real que su ambición por el poder, producen siempre el efecto contrario: Autoritarismo, subdesarrollo y más pobreza.

Como mexicanos, y como seres humanos, debemos ver en Lorena Ochoa, un ejemplo y una fuente de inspiración, en todos los aspectos, su combatividad, competitividad, anhelo de triunfo que se materializa día a día, y su altruismo que emana de un bello ser humano. Ciertamente no todos vamos a llegar a las alturas en las que se encuentra Lorena, pero si compartimos e imitamos las cualidades esenciales de Lorena ciertamente que seremos mejores como individuos, y colectivamente, seremos una mejor sociedad, por que es lo que hagamos en el presente lo que determinará nuestro futuro. Dejemos de esperar el “¿Qué va a hacer el gobierno por mí?”, ni siquiera, como en su toma de posesión expresó el presidente Kennedy “¿Qué voy a hacer yo por México”?, no, la pregunta es ¿Qué vas a hacer por ti, y tus seres queridos? Por que haciendo por uno mismo, así y sólo así, tendremos todos un mejor país.

Y para este 2007, en lugar de desearnos, salud, dinero y amor, como algo que surge que se da de la nada, pensemos, que puedo YO hacer para ser que YO sea feliz, y para hacer feliz a los que me rodean e interactúan conmigo, contigo, todos y cada uno de los días de este año que hoy empieza. Te sorprenderás que la felicidad no recae en el dinero, ni el afán de producirlo, que no es “trascender”, por que ya vas a estar muerto para cuando trasciendas, que es lo que hagas hoy para tu elegir ser feliz y hacer felices a los demás.